parashat Ki-Tavó, por Jana Simon - La bendición de vivir en Erets Israel de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Thursday, 30 de August de 2007, 00:16 | |
Parshat Ki Tavó: La Bendición de vivir en Eretz Israel por Jana Simon Queridos amigos: Con la Parshá Ki Tavó empieza el proceso formal de instrucción para que los judíos vivan una vida santa en su propia tierra. La Mitzvá de Bikurim, ofrendas de los frutos de la tierra a HaShem, se nos da para que reconozcamos que el verdadero dueño de la tierra y todos sus productos es sólo HaShem. Después de guardar otras leyes, especialmente las de deshacernos de los frutos prohibidos, el Pueblo de Israel se siente confiado en que HaShem le va a dar sus Bendiciones. Nuestros Sabios nos enseñan que Amalek atacó a los judíos porque rechazaron la abundancia que les daba HaShem, al quejarse del Maná. Los Bikurim vienen a corregir ese error. De la Mishná sabemos que esta Mitzvá se cumplía con gran gozo y alegría. La Mishná dice así: "Los líderes decían, venid con nosotros a Yerushalaim. Encabezando la procesión iba un buey con sus cuernos forrados de oro y su cabeza adornada con una guirnalda de hojas de olivo. Músicos iban tocaban en su camino hacia Yerushalaim y cuando llegaban al Beit HaMikdash se encontraban a los Levitas que cantaban". Rabí Nájman de Breslov se pregunta, ¿cuán felices podemos ser dando nuestras riquezas? La respuesta está en esta Mishná. Después de cruzar el Jordán, los israelitas viajaron 60 Parsha (millas persas) para construir un Altar y escribir la Torá en un monumento de piedra. El propósito de esta acción es para declarar ante el mundo que Israel está yendo a su propia tierra y va a llegar a ella, no como un conquistador o ladrón, sino como el verdadero dueño que regresa a su herencia, trayendo consigo un mensaje y una enseñanza para el mundo entero (Rabí S. Spero). Tal vez ésto es lo que tenemos que tener hoy muy en cuenta cuando dudamos de la legitimidad de Israel y el propósito por el que vivimos en esa Tierra. Se nos dan ahora las segundas bendiciones y maldiciones. Las tragedias aquí enumeradas se tradujeron más tarde en realidad con la destrucción del Templo. Pero incluso en medio de estas maldiciones vemos que hay dentro de ellas una bendición, de que el exilio judío nunca va a resultar en algo tan sereno y tranquilo que haga que la Nación se asimile y desaparezca como lo han hecho otras muchas civilizaciones. El hecho de pasar por estos tiempos difíciles hace que el Pueblo retenga su identidad nacional para siempre. A la vez también aprendemos que nuestro sufrimiento siempre tiene sentido. "Maldita es la persona que no guarda la Torá entera" (Deuteronomio 27:26). Sabemos que tenemos que guardar la Torá. ¿Por qué se nos habla de ser malditos? El Akedat Yitzjak explica que hay ciertos individuos que sólo guardan la Torá para beneficio personal y creen que un gran conocimiento de la Torá les va a dar prestigio y honor, y van a tener más status en su comunidad. El Rabino explica que es ésta la persona a la que se la califica como "maldita". Por su parte, el Ktav Sófer nos ofrece otra explicación, señalando que este versículo se refiere a la gente que estudia y adquiere grandes conocimientos de las Mitzvot pero que no están dispuestos a cumplirlas. También el Rambán nos da una explicación del versículo sacada del Talmud Yerushalmi, Tratado Sotá. Allí el Rabino dice que si uno estudia la Torá de la manera más profunda, guarda las Mitzvot con gran fervor pero tiene dudas sobre la fuerza de la Torá. A esa persona también se la llama maldita. Cada Mitzvá tiene dos aspectos, guardarla de por sí, y el pensamiento de que nos estamos conectando con HaShem a través del cumplimiento de esa Mitzvá (Sfat Emet). Obviamente estos tipos de gente de los que nos hablan nuestros Sabios no estaban precisamente conectados con HaShem. Muchas veces nos pasa a nosotros lo mismo, ya que hacemos una Mitzvá y ahí se queda, sin conexión con lo Divino, y muchas veces sentimos que hacer esa conexión es algo extraño y fuera de lo normal, algo para tipos raros; pero aquí la Torá nos está diciendo que salgamos de ese prejuicio y nos conectemos, de lo contrario puede ser que se nos considere "malditos". Estas son palabras muy fuertes, pero la Torá habla el lenguaje humano y sabe que a veces hay que sacudirnos. "Y todas las bendiciones vendrán hacia ti y te alcanzarán, porque tú escucharás a HaShem" (Deuteronomio 28:1,2). Las últimas palabras, escuchar a HaShem, son parte de la Bendición. Serás bendito con el "querer" escuchar a HaShem, y esa es la mayor bendición de todas (Jofetz Jaim). ¿Qué quiere decir que las bendiciones te alcanzarán? Quiere decir que no tendremos que ir corriendo tras ellas, nos alcanzarán si entendemos nuestros principios morales y que las otras naciones sólo nos van a respetar si nos guiamos por ellos y somos fieles a nuestra Torá. Si entendemos ésto no tenemos que preocuparnos, porque las Bendiciones nos van a llegar desde Arriba y estaremos tranquilos con nosotros mismos y con nuestros vecinos y el mundo entero, que en realidad también está esperando que cumplamos con nuestra misión. Mi Braja de esta semana es que HaShem nos bendiga con querer aprender Su Palabra sin tener en mente agrandar nuestro ego, sino simplemente por el hecho de ser una Mitzvá. ¡Shalom desde Yerushalaim! |
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