20 junio 2008
comunidades: Re: Anuncio Importante: por fuerza mayor, SE VE POSTERGADA NUESTRA VISITA A CARACAS
comunidades: Anuncio Importante: por fuerza mayor, SE VE POSTERGADA NUESTRA VISITA A CARACAS
Anuncio Importante: por fuerza mayor, SE VE POSTERGADA NUESTRA VISITA A CARACAS de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 20 de June de 2008, 12:54 | |
Shalóm Javerím! Incomprensibles son algunas veces los caminos por que Hashém nos guía para brajah. Razones de absoluta fuerza mayor (que sería inapropiado detallar aquí) han obrado que, a apenas 5 días, nos hayamos visto forzados a postergar nuestra visita a Caracas, programada para iniciarse este próximo lunes. Muchos son los javerím que han empeñado gran esfuerzo y generosa lealtad, para hacer posible el proyecto de acudir personalmente a encender luces y dar brío y compartir estudio y esclarecimiento sagrado con tantos de vosotros. Sé de varios javerím que planearon incluso llegar a Caracas desde lejos para participar del encuentro. A todos ellos, mi gratitud; y más allá de que no en mi voluntad se origina la postergación, también mi humilde pedido de disculpas por las molestias que ésto pudiera causaros. be'ezrat Hashém, en el correr de la próxima semana, tendremos dos encuentros "casi presenciales" en el canal en vivo de www.KolIsrael.TV, en el que es posible intercambiar en chat al tiempo que transmitimos en video. y confío en que en el correr del próximo par de semanas, también estaremos en condiciones de confirmar una nueva fecha para nuestro encuentro sagrado en Caracas, para atraer brajah y Shalóm. mis brajót para todos, y shabát shalóm, daniEl |
comunidades: claves para decidir por qué inclinarse en parashat Shlaj Lejá
claves para decidir por qué inclinarse en parashat Shlaj Lejá de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 20 de June de 2008, 12:36 | |
בס"ד Shlaj Lejá (Bamidbar -Numeros- 13:1 a 15:41) NOVEDAD: La lectura de las 7 aliót de la parashah, traducidas al español y con notas de Rash"i, realizada en video por Fabian Spagnoli, en el canal La lectura de la Torah de cada dia: un esfuerzo maravilloso que cabe agradecer y disfrutar. * en el curso "La Parashah de la Semana", actualizaciones varias veces por semana ATENCION: Novedades benditas en la Comunidad de Torah. Visita: |
19 junio 2008
parashah: Re: SHELAJ LEJA - Retroceder es fácil, por Malcah 5767
Re: SHELAJ LEJA - Retroceder es fácil, por Malcah 5767 de fishel david friedman - Thursday, 19 de June de 2008, 19:31 | |
estimada malcah y continuando mi anterior reflexion,encajaria con el hermoso mensaje en el que afirmas QUE LA BUSQUEDA DE LA TIERRA PROMETIDA EN EL SENO DEL PROPIO CORAZON,ES EL VERDADERO CAMINO HACIAEL TEMPLO......... para eso entonces estamos aca.... shalom fish-el |
parashah: Re: SHELAJ LEJA - Retroceder es fácil, por Malcah 5767
Re: SHELAJ LEJA - Retroceder es fácil, por Malcah 5767 de fishel david friedman - Thursday, 19 de June de 2008, 18:19 | |
bellisimo malcah,toda raba solo agregar ese detalle leido en algun libro sagrado judio , y que dice asi: "No te olvides ........Para Que estas .....Aca" shalom y brasjot malquita fish-el |
parashah: SHELAJ LEJA - Retroceder es fácil, por Malcah 5767
SHELAJ LEJA - Retroceder es fácil, por Malcah 5767 de Josefina Navarro - Thursday, 19 June 2008, 04:40 PM | |
B''H Y para estar acordes con el estudio de esta semana, les comparto el comentario de Malcah del año pasado, correspondiente a la porción de esta semana. B''H De Malcah para la Quebutzah
Comentario a la parashah Shelaj Leja 9 de junio de 2007 23 de Siván de 5767
SHELAJ LEJA RETROCEDER ES FÁCIL
Ya curada su hermana de la lepra por la desgarradora súplica que él alzó hacia el Eterno, Moshé recibe la orden de enviar a la Tierra de Promisión doce adelantados, uno por cada tribu, para observarla secretamente y volver con información fidedigna.
Los enviados a esta misión de espionaje debían ser príncipes de sus respectivas tribus, o sea hombres considerados de confianza de alto nivel espiritual o intelectual, es decir, hidalgos, varones reverenciados por detentar la autoridad entre sus familiares. Se dice en hebreo: "Col nasí bahem". Su poder se queda "bahem" entre ellos. Son autoridades civiles.
Está claro: el explorador, el adelantado, el espía llámeselo como se le llame, había de ser alguien en quien el pueblo depositaba su confianza, porque tenía derecho a hacerlo. Creía tener derecho a hacerlo ciegamente y no era para tanto.
No es baladí la exigencia de mandar a explorar Haaretz (la Tierra de Canaán) a hombres encumbrados. Cualquiera lo entiende, se trata de enseñar al pueblo lo que significa, realmente, la delegación de poderes. Significa que ésta tiene límites. Los claros varones que Moshé envía a observar la tierra hacia la cual el conjunto del pueblo se está encaminando, son ciertamente príncipes de sus respectivas tribus, hombres educados y sensatos, pero que no han recibido ninguna unción que les garantice la inspiración divina en el momento de transmitir su mensaje. Nadie puede concederles una confianza ciega. En esto, se parecen a los hombres políticos democráticamente elegidos y que siempre se pueden escudar en la voluntad popular para justificar sus errores. La Torah nos muestra que cierto espíritu crítico es indispensable a la hora de hacer valoraciones. Los exploradores traen muestras de la prodigalidad de la tierra de Canaán, o sea, de la veracidad de la Promesa Divina, pero diez de entre ellos se dejan embargar por el pánico, jurando y perjurando que, con eso y con todo, será imposible conquistarla porque los pueblos que la habitan están dotados de una fuerza descomunal.
Sólo Caleb, de la tribu de Yehudah y Josué de la tribu de Efraín mantienen la lucidez y proclaman que lo correcto es tener confianza en el Eterno. Dicen: "Es una tierra excelente. Si el Eterno se complace en nosotros, nos llevará a esta tierra y nos la dará".
¿Qué les ocurrió a los hebreos para pensar en apedrear a estos mensajeros de la esperanza? Pues que reaccionaron de modo ebefrénico, como chavalines asustados: "¡Ay, pero si es mayor que yo! Es más alto y es más fuerte. Yo soy demasiado pequeño para pegarme con él". Vieron a los intrépidos exhortadores como a tutores irresponsables, sometidos a alguna influencia nefasta o a los efectos del alcohol, dispuestos a lanzarlos a una empresa totalmente descabellada que les costaría la vida o la libertad. En cualquier caso, la tranquilidad.
Lo mismo pasa siempre que una población se ve abocada a someterse a todas las exigencias de un opresor cada día más implacable. La ínfima minoría de valientes que opta por la resistencia no suele encontrar ninguna simpatía por parte de sus conciudadanos, sino que es víctima del rechazo y de las denuncias. Después de la victoria, es otra historia: todos han sido héroes, nadie ha sido cobarde, ni colaboracionista.
A las puertas de Haaretz (la tierra prometida) también, la mayoría se achantó y no lapidó a Caleb y a Josué porque Hashem Se manifestó directamente. De todas formas habían querido retroceder y tuvieron que asumir las consecuencias de su pusilanimidad, porque si bien el Eterno, cediendo, como de costumbre, a la generosidad de Moshé, no los mató a todos, como se lo dictaba Su Legítima Ira, les condenó a terminar sus días en el desierto donde, al parecer, se encontraban tan a gusto. Caleb y Josué se salvaron, naturalmente, y transmitieron el relato.
Ahora, quiero rogar al lector que no vea un simple alarde de ironía en la reflexión: "Se encontraban tan a gusto en el desierto" ¡Claro que, de repente, se encontraban a gusto en ese desierto que tanto habían denostado poco tiempo atrás! Era lo conocido, ya sabían vivir en él quejándose, lamentándose y desobedeciendo a cada momento. Ya no eran unos parias, eran unos migrantes y poco a poco se iban acostumbrando a esta no-condición. Un nuevo cambio radical les horrorizaba, como horrorizaba a sus exploradores. Ni las uvas, ni los higos, ni las granadas, tuvieron poder suficiente para exaltar los ánimos. A pesar de todas sus rebeliones anteriores, descubrieron que no querían la prosperidad si era preciso conquistarla, arriesgarse, luchar por ella. Se quedaban con el maná.
El Eterno había dicho a Moisés: "Shelaj lejah " (envía para ti) a exploradores que traigan informes sobre esta tierra. Una vez conocida la reacción del pueblo, se entiende que el Omnisciente no haya dicho: "envía para ellos" porque ellos, del testimonio de los observadores sólo admitirían la parte negativa, inmovilista. Otra cosa les hubiera exigido creer en la Palabra Divina, actuar con entusiasmo, no dudar ni un solo instante de su propia fuerza de voluntad, del poder de su confianza en la Santa Providencia. Ellos dudaron de su alma.
Su Elohim les había sacado de todos los apuros, les había salvado de todos los peligros, les había perdonado sus desmanes, les estaba alimentando a diario, y seguían desconfiando. ¿No creían en Su Palabra? Es difícil de admitir, a pesar de todo lo que hemos analizado hasta ahora sobre el miedo que les devoraba las entrañas. Sabían que el Eterno cumple con Su Palabra, pero lanzarse a la gran empresa implicaba un riesgo de muerte, no de muerte colectiva puesto que, según acabamos de mencionar, Haqadosh Baruj Hu cumple con Sus Promesas y ellos lo sabían. El riesgo era el de la muerte individual. Y, extrañamente, ahí es donde se encontraban todos unidos, en el "¡A ver si me va a tocar a mí!", sin pensar que de todas formas el individuo siempre muere en unas u otras circunstancias. Ellos no pensaron en términos colectivos, sobre todo, no pensaron en sus hijos. Tal vez aquello fuera lo que más dolió al Eterno, porque Él es el Padre por antonomasia. La primera palabra que se puede formar con las letras del alfabeto hebreo es "ab" (=padre) que se escribe alef,bet. Aquella indiferencia ante la suerte que correrían sus hijos en el porvernir, a Hashem le dolió tan cruelmente que, a pesar de acceder al ruego de Moisés en cuanto a la oportuna clemencia, decretó que los jovencitos que aún no habían cumplido los veinte años en el instante del pecado, serían quienes entrasen en Haaretz, mientras que toda la generación indigna moriría en el desierto. Él protegió a los chavales, a los chiquitines.
La generación que salió de Egipto fue condenada a errar en el desierto durante cuarenta años, un año por cada uno de los días que había durado la exploración de Haaretz y los suficientes para que se murieran todos los supervivientes de la epopeya inicial.
En nuestros textos santos el número 40 suele ir ligado a la noción de madurez y, tradicionalmente, no se podía empezar el estudio de la Qabalah antes de cumplir los 40 años. Es sólo un ejemplo, pero nos puede servir para recordar que, más o menos, hasta la mitad del pasado siglo, se consideraba que una persona alcanzaba la madurez a esta edad. Ahora ya se sabe, los portavoces de la inteligencia han decretado que la sabiduría reside en la juventud, junto con la experiencia y el discernimiento; de forma que a los cuarenta años se inicia un retroceso abominable que transformará al anciano en un recipiente desechable de prejuicios y malas ideas. Pero bueno ¡igual esta moda de despreciar a "los viejos" se queda hasta morir de asco en el desierto de la petulancia!
Nosotros, vamos a volver al número 40, representado en el alfabeto por la letra "mem", símbolo de las aguas, o sea de la abundancia vital y de la maternidad. Una vez más la idea de la madurez va ligada a la asunción de la función paterno/matena.
Por otra parte, en hebreo la palabra "madurez" se dice "bagrut" y se escribe con las letras bet, guimel, resh, vav, tav, que suman 611, como los de Torah. Esto significa que se puede otorgar la consideración de persona madura a la que vive según la Torah.
Si examinamos ahora el número 40 en su enunciado, advertimos que se dice: "arba'ym" y se ortografía: alef, resh, bet, ayn, mem. La suma de estas letras es 323, como las de jishah, cuyo sentido es "sensibilidad". La persona madura es la que es sensible, que ama al prójimo.
Vemos pues que, al impone al pueblo que retrocedió ante el peligro un castigo de cuarenta años, Hashem les reprocha su falta de madurez, su incapacidad de aferrarse a la Santa Torah que, con tanto júbilo había recibido en el Sinaí y que bien pronto tuvo en poco, y su egoismo, su insensibilidad a los posibles sufrimientos de sus hijos.
Retroceder es fácil y muy lenitivo, porque se vuelve al lugar conocido, se evita la siempre inquietante aventura, todo el mundo lo sabe. Pero hay más, el retroceso supone el abandono de un terreno que se va a convertir en una tierra de nadie, una especie de cinturón de seguridad entre la residencia aceptada y la frontera con el territorio del sublime gozo que asusta a los seres inmaduros, como la sexualidad desasosiega al adolescente.
Y ahora nos queda por apuntar que el episodio de los exploradores no es sólo un evento histórico, es también la descripción de cierta tendencia de la mente a conformarse con lo material, a pensar que, una vez cubiertas las necesidades físicas, basta con disponer de un santuario visible, done unos cuantos profesionales debidamente preparados se encargan de las relaciones con las Esferas Superiores, a cambio de unos emolumentos razonables, ya está todo hecho.
Pero no es así; no es así. Privado del movimiento perpetuo de la espiritualidad colectiva, el santuario se convierte en el lugar de los ritos sin sentido, maquinalizados que enmascaran la agonía del alma. El entusiasmo es el fuego que todo lo anima y esto, tanto en lo colectivo como en lo individual. La búsqueda apasionada de la Tierra Prometida en el seno del propio corazón es el verdadero camino hasta el Templo hacia el cual las generaciones futuras focalizarán sus siempre renovadas energías gozando de su propia fecundidad. En cambio los que se quedan en lo material acaban siendo estériles como en la sociedad que nos rodea en la que nadie sabe si atribuir la esterilidad generalizada a los vaqueros o a las dietas. ¡Menos mal que siempre hay una sexta parte del pueblo para no arredrarse¡ Lo estamos viviendo. Cada vez somos más los que advertimos que se están dando todos los signos de la llegada del Mashiaj, así que esta vez, no nos quedan dudas. Entraremos en el Jardín de la Bendición con todos nuestros hijos muy pronto, en nuestros días.
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parashah: NASÓ - La Triple Bendición, por Malcah 5768
NASÓ - La Triple Bendición, por Malcah 5768 de Josefina Navarro - Thursday, 19 June 2008, 04:37 PM | |
B''H Con un poquito de retraso, que ya saben que venimos acumulando, y agradeciendo su paciencia y sabiendo que sabrán apreciar el texto, aun un poquito más tarde de su tiempo, aquí les comparto el comentario de Malcah de este año a la parashah de Nasó. B"H De Malcah para la Quebutzah NasóLa Triple BendiciónEl capítulo seis de Bamidbar (ya sabéis que Bamidbar significa "en el desierto", que es el cuarto libro de la Torah y que los cristianos lo conocen como "Libro de los Números"), su capítulo seis, pues, se cierra con el enunciado de la Triple Bendición que los Cohanim habrán de impartir a los Benei-Israel. El texto constituye un mandamiento que contiene seis versículos, Empieza por el tradicional: "Habló el Eterno a Moshé para decir ", lo cual, más que una simple fórmula introductoria, señala de modo inequívoco, el enunciado de un conjunto de indicaciones a tener en cuenta a la hora del estudio. Aquí es un solo precepto el que goza de este privilegio. Para quienes no tuvieran a mano un ejemplar de la Torah, citaremos los seis versículos enteros, ya que son breves. "Habló el Eterno Moshé para decir Habla a Aarón y a sus hijos para decir así bendeciréis a los Benei-Israel, diciéndoles: ¡Hashem te bendiga y te guarde! ¡Haga Hashem resplandecer Su Rostro sobre ti y te dé merced! ¡Alce Hashem Su Rostro hacia ti y ponga en ti paz! Así ellos pondrán Mi Nombre sobre los Benei-Israel y Yo los bendeciré" Como tantas veces en la Torah, El Eterno habla a Moshé para ordenarle que hable, es decir que, al ser transmitida al pueblo por el órgano de Moshé, La Palabra divina Se filtra, perdiendo algo de Su total energía para poder ser recibida por la gente que vive en una dimensión de capacidad psíquica limitada. La Triple Bendición que los Cohanim han de pronunciar y los israelitas de oír contiene 15 palabras organizadas del modo siguiente : 3 palabras para la primera (2 verbos en futuro, con valor de subjuntivo yusivo, según lo generalmente admitido, enmarcando el Santo Tetragrama), 5 palabras la segunda (también con dos verbos empleados en subjuntivo y que también son la primera y la última palabras de la frase, estando el centro de la misma ocupado por el Santo Tetragrama seguido por "Su Faz sobre ti y, por fin, 7 palabras para la tercera (los dos verbos en subjuntivos ocupan el primero y el quinto lugar mientras que el Santo Tetragrama sigue en el segundo). Las tres bendiciones forman, pues un triángulo, figura geométrica de la primera realización posible. Los tres puntos del triángulo convierten la relación bipolar de los opuestos que es una relación exclusivamente lineal en un conjunto planificado. Por otra parte, La Berajah, al estar estructurada a partir del número 15, que es, a la vez el número suma de 5 (1+2+3+4+5) y la multiplicación de 5 por 3, está ligada a la letra "he" que es femenina y berajah es una voz femenina, con lo cual queda claro que la bendición se sitúa en el ámbito de lo femenino. Para impartirla y recibirla es indispensable situarse en el nivel superior del alma, que es el de la emunah, (confianza absoluta, espontánea y total) que es la virtud incomparable que Hashem Se dignó conceder a la mujer para que la extienda y la haga resplandecer sobre todos los suyos y sea el fundamento del aforismo judío " La mujer es quien lleva la bendición a la casa." Ahora, nos queda por examinar rápidamente la razón que explica la existencia de una bendición especial de los cohanim cuando, y esto no se le escapa a nadie, El Eterno bendice a los seres humanos, individual o colectivamente, todas las veces que quiere. Encontramos la respuesta a esta inquietud en el número 60 que es el de las letras que componen las 15 palabras. Sesenta es un número propio de los cálculos relacionados con el círculo, o sea con el cosmos y con el tiempo. Esto nos indica que la Berajah envuelve el universo entero y persiste a través de siglos y milenios por toda la eternidad. Hashem la instituyó para cubrir al conjunto de los Benei-Israel en un mismo momento de forman que, incluso si no todos la oían directamente, todos supieran que se estaba impartiendo, para todos sin que las circunstancias personales oscurecieran su esplendor. Pero, como lo acabamos de mencionar, el número 60 es propio del discurrir temporal: Al desaparecer el espacio en el que se pronunciaba la Berajah, ésta se fue desplazando a través del tiempo. Siempre seguirá en la boca de nuestros cohanim y siempre nos recordará que seguimos existiendo en tanto que pueblo. ¡Bendito Sea Hashem Que, con todo Su Santo y apasionado Amor, ordenó bendecirnos! |
17 junio 2008
Barranquilla: Acompañando Mi Soledad.
Acompañando Mi Soledad. de Edwin Asher Ben Eliyahu - Tuesday, 17 de June de 2008, 02:01 | |