19 junio 2008

parashah: NASÓ - La Triple Bendición, por Malcah 5768

NASÓ - La Triple Bendición, por Malcah 5768
de Josefina Navarro - Thursday, 19 June 2008, 04:37 PM
 

 B''H

Con un poquito de retraso, que ya saben que venimos acumulando, y agradeciendo su paciencia y sabiendo que sabrán apreciar el texto, aun un poquito más tarde de su tiempo, aquí les comparto el comentario de Malcah de este año a la parashah de Nasó.

                                    B"H

De Malcah para la Quebutzah

Nasó

La Triple Bendición

El capítulo seis de Bamidbar (ya sabéis que Bamidbar significa "en el desierto", que es el cuarto libro de la Torah y que los cristianos lo conocen como "Libro de los Números"), su capítulo seis, pues, se cierra con el enunciado de la Triple Bendición que los Cohanim habrán de impartir a los Benei-Israel.

El texto constituye un mandamiento que contiene seis versículos, Empieza por el tradicional: "Habló el Eterno a Moshé para decir…", lo cual, más que una simple fórmula introductoria, señala de modo inequívoco, el enunciado de un conjunto de indicaciones a tener en cuenta a la hora del estudio. Aquí es un solo precepto el que goza de este privilegio.

Para quienes no tuvieran a mano un ejemplar de la Torah, citaremos los seis versículos enteros, ya que son breves.

"Habló el Eterno  Moshé para decir – Habla a Aarón y a sus hijos para decir –  así bendeciréis a los Benei-Israel, diciéndoles: ¡Hashem te bendiga y te guarde!  ¡Haga Hashem resplandecer Su Rostro sobre ti y te dé merced! ¡Alce Hashem Su Rostro hacia ti y ponga en ti paz! – Así ellos pondrán Mi Nombre sobre los Benei-Israel  y Yo los bendeciré"

Como tantas veces en la Torah, El Eterno habla a Moshé para ordenarle que hable, es decir que, al ser transmitida al pueblo por el órgano de Moshé, La Palabra divina Se filtra, perdiendo algo de Su total energía para poder ser recibida por la gente que vive en una dimensión de capacidad psíquica limitada.

La Triple Bendición que los Cohanim han de pronunciar y los israelitas de oír contiene 15 palabras organizadas del modo siguiente : 3 palabras para la primera (2 verbos en futuro, con valor de subjuntivo yusivo, según lo generalmente admitido, enmarcando el Santo Tetragrama), 5 palabras la segunda (también con dos verbos empleados en subjuntivo y que también son la primera y la última palabras de la frase, estando el centro de la misma ocupado por el Santo Tetragrama seguido por "Su Faz sobre ti y, por fin, 7 palabras para la tercera (los dos verbos en subjuntivos ocupan el primero y el quinto lugar mientras que el Santo Tetragrama sigue en el segundo).

Las tres bendiciones forman, pues un triángulo, figura geométrica de la primera realización posible. Los tres puntos del triángulo convierten la relación bipolar de los opuestos que es una relación exclusivamente lineal en un conjunto planificado.

Por otra parte, La Berajah, al estar estructurada a partir del número 15, que es, a la vez el número suma de 5 (1+2+3+4+5) y la multiplicación de 5 por 3, está ligada a la letra "he" que es femenina y berajah es una voz femenina, con lo cual queda claro que la bendición se sitúa en el ámbito de lo femenino. Para impartirla y recibirla es indispensable situarse en el nivel superior del alma, que es el de la emunah, (confianza absoluta, espontánea y total) que es la virtud incomparable que Hashem Se dignó conceder a la mujer para que la extienda y la haga resplandecer sobre todos los suyos y sea el fundamento del aforismo judío " La mujer es quien lleva la bendición a la casa."

Ahora, nos queda por examinar rápidamente la razón que explica la existencia de una bendición especial de los cohanim cuando, y esto no se le escapa a nadie, El Eterno bendice a los seres humanos, individual o colectivamente, todas las veces que quiere.

Encontramos la respuesta a esta inquietud en el número 60 que es el de las letras que componen las 15 palabras. Sesenta es un número propio de los cálculos relacionados con el círculo, o sea con el cosmos y con el tiempo. Esto nos indica que la Berajah envuelve el universo entero y persiste a través de siglos y milenios por toda la eternidad. Hashem la instituyó para cubrir al conjunto de los Benei-Israel  en un mismo momento de forman que, incluso si no todos la oían directamente, todos supieran que se estaba impartiendo, para todos sin que las circunstancias personales oscurecieran su esplendor. Pero, como lo acabamos de mencionar, el número 60 es propio del discurrir temporal: Al desaparecer el espacio en el que se pronunciaba la Berajah, ésta se fue desplazando a través del tiempo. Siempre seguirá en la boca de nuestros cohanim y siempre nos recordará que seguimos existiendo en tanto que pueblo.

               ¡Bendito Sea Hashem Que, con todo Su Santo y apasionado Amor, ordenó bendecirnos!

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