Bogotá
Barranquilla | | Cali | | Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos. Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol RESUMEN DE LA PARASHÁ | Éxodo 1:1-6:1
| Los Hijos de Israel se multiplican en Egipto. Amenazado por la creciente cantidad de Israelitas, el Faraón los esclaviza y ordena a las parteras hebreas Shifra y Pua, matar a todos los varones que nazcan. Cuando ellas no cumplen, manda a su propia gente a arrojar a los bebes hebreos al Nilo. Iojeved, la hija de Levi, y su marido Amram tienen un hijo. El niño es colocado en un canasto en el río, mientras su hermana, Miriam, observa desde lejos. La hija del Faraón descubre al niño, lo cría como propio y lo llama Moshe. Ya de joven, Moshe deja el palacio y descubre las dificultades de sus hermanos. Ve a un egipcio golpeando a un hebreo y mata al Egipcio. Al próximo día ve dos judíos peleando entre ellos; cuando los advierte, éstos revelan lo que Moshe hizo el día anterior, así viéndose forzado a huir de Egipto hacia Midián. Allí rescata a las hijas de Itró, se casa con una de ellas – Tzipora, y se vuelve el pastor del ganado de su suegro. Di-s se aparece a Moshe en una zarza ardiente al pie del Monte Sinaí, y le instruye ir hacia el Faraón y exigirle: "Deja ir a mi pueblo, para que Me sirvan". Aarón, el hermano de Moshe, es designado como su portavoz. En Egipto, Moshe y Aarón reúnen a los ancianos del pueblo de Israel para decirles que el tiempo de la redención llegó. La gente les cree; pero el Faraón se niega a dejarlos ir, además intensificando el sufrimiento del pueblo. Moshe retorna hacia Di-s y protesta: "¿Por qué has hecho el mal con esta gente?". Di-s le promete que la redención está cercana AMORES QUE MATAN Y se levantó un nuevo rey en egipto... que no conocía a Iosef (Shemot 1,8) Se levantó un nuevo rey, discuten Rav y Shmuel, uno dice que es un rey nuevo (otro rey), y el otro dice que se renovaron sus decretos (el mismo rey con leyes nuevas). Rashi. Pregunta el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita: ¿cuál es la discusión y que consecuencias nos trae en cuanto a nuestras leyes? En cuanto a las leyes, contesta el "Torat Jaim", es importante saber esto cuando una persona vende una casa que fue restaurada, diciendo que es una casa nueva. Si ahora el comprador se queja de haber sido engañado, ya que es una casa restaurada y no nueva, cuando lo que el compró fue una casa nueva, el vendedor tiene en que apoyarse: ya que está escrito sobre el rey de egipto "se levantó un nuevo rey...", y la intención no es decir que es otro rey sino que es el mismo rey con disposiciones renovadas, con lo que también podemos decir que la casa es nueva, cuando en realidad fue renovada... Dijo el "Ben Iehoiada", cuando el pueblo de Israel tenía por delante una guerra, había personas que estaban excentas de presentarse en las filas del ejército. Una de ellas, la persona que había construído una casa nueva y todavía no la había estrenado. Esta persona debía quedarse en su nueva casa y estrenarla, no vaya a ocurrir, lo alenu, que muera en la guerra y otra persona estrene la casa que él construyó... ¿Y qué ocurre aquí si la persona restauró su casa? Discuten rabi Iehuda con los jajamim en el tratado de Sota. Dice el "Ben Iehoiada", la discusión tiene su origen en nuestra pregunta. Si el rey es realmente otro rey o si es el mismo rey con nuevas disposiciones. Si decimos que se trata de un rey nuevo, entonces, la persona que reconstruyó su casa deberá salir a la guerra, en cambio si es el mismo rey con nuevas leyes, esta persona deberá quedarse en su casa, que se considera como nueva. ¿Cuál es el origen de esta discusión? Está escrito en el libro "Likutei Batar Likutei": el faraón y el pueblo egipcio le deben mucha gratitud a Iosef, que gobernó el país durante ochenta años y le dio gran prosperidad. Cuando muere Iosef, el faraón se vuelve contra los iehudim, se hace antisemita, matando ciento cincuenta bebés iehudim cada mañana y cada noche, y arrojando otros más al mar!!! Es muy difícil de entender cómo puede comportarse así una persona que tiene una deuda de gratitud, por eso, algunos de los jajamim que explican la Tora, y uno de los Emoraim de la Guemara, sostienen que el versículo se refiere, a la fuerza, a un nuevo faraón que ahora comenzó a gobernar el país. No puede existir en el mundo una persona tan desagradecida, por eso debe ser un nuevo rey. Sin embargo, el segundo de los Emoraim afirma que se trata del mismo faraón, ¿es posible explicar su comportamiento? Aparentemente no, pero explican que en el primer comportamiento del faraón no había ningún amor hacia los iehudim. La intención del faraón fue siempre la de exterminar al pueblo de Israel!!! Al principio, lo intentó por las buenas, los hizo amigos, "vengan, sean parte del pueblo egipcio, nosotros los queremos, acérquense, necesitamos la ayuda de este pueblo tan inteligente..." Así esperaba que el pueblo se desintegre por el camino de la asimilación... Cuando vio que la cosa no andaba, que sus planes no surtían el efecto esperado, tuvo que cambiar los métodos, nuevas formas de exterminación, usando la fuerza, esto es, el mismo rey pero renovando sus decretos, la misma intención, pero con nuevas estrategias, si no funciona por las buenas, tendrá que funcionar por las malas. Por eso, continua rabi Shlomo, todo lo que hoy vemos no es nuevo. Vimos los dos métodos del faraón en oriente y occidente. Por un lado, los estados unidos hacen a los iehudim sus amigos, y lograron que el noventa por ciento de la población judía se asimile, un desastre mayor que cualquier guerra o catástrofe. Por otro lado, el estado ruso, tratando de eliminar a los iehudim por la fuerza, con persecusiones y matanzas... Los dos reyes, o el mismo rey con distintos decretos... Esh Dat. El Mahril Diskin pregunta: ¿por qué uno de los Emoraim se desvía de la explicación lineal de la Guemara y busca otro significado? Y contesta que hilando fino en el lenguaje utilizado: y se levantó un rey nuevo, si la intención del versículo hubiera sido tal cual como está escrito, debería estar escrito y se levantó otro rey, ya que rey nuevo, sugiriendo que así era costumbre en esa época, podría ser un rey que después de haber gobernado en otros países, es nombrado rey ahora en egipto. Pero, como nunca escuchamos sobre una costumbre así, debemos decir que rey nuevo es un rey que nunca gobernó en otro lugar, y sobre él ya dijimos que debería estar escrito otro rey, con lo cual no nos queda otra alternativa, rey nuevo debe ser como explicaron los jajamim, el rey que renovó sus decretos… * * * El "Keli Iakar" explica este versículo de forma totalmente diferente, no habla de un rey nuevo que no conoce a Iosef. Dice así: El no conocer a Iosef significa que no sabía lo que había ocurrido con Iosef, la verdadera historia de Iosef… Los hermanos intentaron de cualquier forma hacerlo desaparecer, anulando lo que sus sueños mostraron. Pero todos sus esfuerzos para eliminar a Iosef fueron en vano, porque la Voluntad de Hashem Itbaraj era engrandecer a Iosef hasta convertirlo en el Rey de todo egipto. Y la Palabra del Bore Olam siempre se cumple!!! El faraón dijo que había que exterminar a los iehudim para que no se multipliquen, en contra de la Voluntad de Hashem que dijo, que dio Su Bendición, que sí se multipliquen. Y el faraón pensó miles y miles de formas para hacer cumplir sus palabras, pero no tuvo éxito, de la misma forma que no tuvieron éxito los hermanos de Iosef en su intento de hacerlo desaparecer. Todo lo que el faraón quiso hacer en contra del aumento poblacional de los iehudim, sirvió para que los iehudim, en lugar de disminuir en número, aumenten más y más, las mismas armas que utilizó para luchar contra el pueblo de Israel, cayeron como espadas sobre su propio pueblo… Talalei Orot - Shnaim Mikra. Sabemos que el faraón estaba con miedo al saber que el "Salvador" del pueblo de Israel estaba por nacer. Entonces ordenó a matar a todos los varones que nacieran, iehudim o egipcios, ya que no sabía dónde iría a nacer. Pero todos los esfuerzos del faraón para que no nazca el Salvador de Israel serían vanos, ya que esto iba en contra de la Voluntad del Bore Olam. Y por eso, no sólo vemos que Moshe Rabenu nació, sino que además fue el propio faraón el que lo hizo crecer y nada menos que en el palacio real. El faraón quería hacer algo contra la Voluntad del Creador, entonces el Creador lo convierte en su propio socio… Leiluy Nishmat Alberto Abraham ben Amalia z"l http://www.judaismohoy.com/article.php?article_id=1561 | Fructificacion sobrenatural
Al momento de descender a Egipto,nuestros patriarcas totalizaban 70 almas.De aquellas almas solo 54 constituyen la base de la que posteriormente habria de transformarse en el numeroso pueblo de los hijos de Israel (pues ni Yaakov ni ninguno de sus hijos continuaron procreando en Egipto.Asimismo,Dina,Zeraj y Yojebed no fueron incluidas en el calculo,debido a que fueron pocas las ocaciones en que dieron a luz). Durante un corto periodo,de solo 210 años,Israel llego a multiplicarse tan sobrenaturalmente que ,al salir de Egipto,nada mas la cuenta de los varones ascendia a 600.000 individuos,y ello sin calcular todo el nucleo familiar que cada hombre encabezaba-mujeres,ancianos y ancianas,niños y niñas-,lo cual totalizaba 3.600.000 personas que salieron de Egipto. Mas aun esto representaba una parte minima del total de los hijos de Israel existentes en la epoca, si consideramos que la mayoria no salio de alli, donde dice que murieron 300.000 de la tribo de Efraim por intentar abandonar Egipto antes de tiempo.Y en Shir HaShirim Raba (3:4) dice que los niños que salieron eran 600.000.No obstante, en Shir HaShirim Raba(6:4) se señala que fueron 800.000, aunque hay quienes sostienen que el total de los que salieron fue de 20.000.000 (ver Or Yejezkel,parte III,pag 245.Y de echo asi me fue mostrado(autor del libro Moshe Louis) en Shita Mekuvetzet sobre el tratado Baba Kama pag 83,bajo el titulo Abal Gaon z"l.Y esto no coincide con la postura de los Tosafot alli)Nota:Los Tosafot fueron comentaristas de la Torah. En cuanto a la interpretacion del versiculo "Y los hijos de Israel subieron jumashim de la tierra de Egipto(el termino humashim tiene la connotacion de numero 5),Los tanaitas disienten acerca de cual fue el porcentaje de los hijos de Israel que efectivamente salieron.Otros sostienen que solamente uno de cada cinco salieron-el 20 %.Deacuero don esto,habrian sido 3.000.000 la cantidad de varones que slieron sin considerar, esposas, hijos, hijas,ancianos y ancianas.Pero el total de los que habia en Egipto-es decir, la suma de los que salieron y los que no salieron-era de 18.000.000(3.000.000 x6).!Osea que las 54 almas que originalmente bajaron a Egipto se convirtieron a lo largo de 210 años en 18.000.000!!!!!Y de acuerdo con la postura de que fueron 20.000.000 los salidos de Egipto, el total de Hebreos que salieron seria de aproximadamente 100.000.000. Hay tres posturas mas en relacion con cuantos salieron: a) Uno de cada 50(2%) b)Uno de cada 500 (0.2%) c) Uno de cada 5000( 0.02%)
El resto -los que no salieron-fallecieron durante la plaga de la oscuridad. Hay aun otra postura que sostiene que solamente dos de cada 600.000 salieron(es decir,uno de cada 300.000).
Y todo este colosal numero de hebreos descendio de aquellas pocas 54 almas iniciales. De cualquier manera, toda las posturas coinciden enque el numero de los hijos de Israel no unicamente elevado sino ademas, sobre natural.Considerando el numero inicial-54-,el modo en que se multiplicaron en tan breve tiempo constituye un echo completamente prodigioso. Al establecer una analogia con los descendientes de Levi, obtendremos la prueba de que tal maravilla efectivamente ocurrio,si consideramos que dicha familia fue la unica cuya multiplicacion fue natural,teniendo en cuanta que era la tribu menos numerosa al momento de abandonar a Egipto( solo 22.300 individuos).La magnitud de la maravilla se incrementa a la luz que solia contarse a los hijos de Levi a partir del mes de nacidos, mientras que las restantes tribus eran contabilizadas a partir de los 20 años de edad.mas aun, al salir de Egipto,cada tribufue contada con base exclusivamente en el numero de los que salieron(uno de cada cinco, uno de cada cincuanta etc., segun la postura),sifra que constituia solo un minimo porcentaje de la abultada cifra que cada tribu habia alcanzado a lo largo de la esclavitud en Egipto.La tribu de Levi ,en cambio abandono el lugar en su totalidad.Se supone que sobrevivieron a la plaga de la oscuridad pues, a diferencia del resto, no estaban supeditados a Egipto y se ocupaban solamente de la Torah,gracias a lo cual consiguieron permanecer en un nivel espiritual elevado.Paradojicamente,el motivo por el que la tribu de Levi quedo tan reducida y no fue incluida en la bendicion que se manifesto en el resto de la progenie,es por que no se cumplo en ellos lo que declara el versiculo: " y cuanto mas los afligian,mas se multiplicaban y fructificaban". Pues dado que los Levitas no eran afligidos-en virtud de su condicion sacerdotal- no se aplicaban a ellos las palabras del vesiculo citado,pese a que entre ellos se contaban numerosos jefes de familia.
Tomado del libro Exodo y Redencion (Titulo original:"Metame Hashuljan") compuesto por Moshe Louis Editorial Jerusalem de Mexico Cortesia del Reb Jose Israel Modrikamen
La clave mística del éxito El libro de Génesis finaliza con la sección Vivió, en la cual se declara, al final de la misma: "José murió a la edad de ciento diez años" (Génesis 50:26) Esto quiere decir que José había gobernado en Egipto durante 80 años. Pues a los 17 años había sido vendido por sus hermanos, y los compradores lo llevaron a Egipto. En este país fue puesto en la cárcel, donde permaneció por espacio de 12 años. Después de ese periodo fue sacado de allí para interpretarle al Faraón unos sueños que le habían sobrevenido y estaba preocupado porque nadie se los podía interpretar correctamente. José lo hizo con éxito y fue nombrado virrey, siendo entonces de 30 años de edad. Ejerció como tal hasta el día de su muerte, a los 110 años. Es decir, gobernó en Egipto durante 80 años. Y hasta el día de su muerte sustentó a su padre y sus hermanos, con todas las familias de ellos. En el comienzo del libro de Éxodo se declara: "José murió, y todos sus hermanos, y toda esa generación. Los Hijos de Israel se fructificaron, proliferaron, aumentaron y se fortalecieron mucho, muchísimo, y la tierra se llenó de ellos" (Éxodo 1:6-7). Hasta que todos los hermanos de José murieron, los Hijos de Israel eran libres. Pero después: "Se levantó un nuevo rey en Egipto, que no conocía a José. Él le dijo a su pueblo: «He aquí que el pueblo, los Hijos de Israel, son más numerosos y más fuertes que nosotros. Vamos, seamos más astutos que ellos para que no se multipliquen, y sea que en caso de guerra, se una también él a nuestros enemigos y luche contra nosotros, y suba de la tierra». Designaron oficiales de tributo sobre él, para afligirlo con sus cargas, y construyó ciudades de almacenamiento para el Faraón, Pitom y Ramsés. Pero cuanto más los afligían, más aumentaban y se esparcían; y su desprecio se despertó a causa de los Hijos de Israel. Egipto sometió a los Hijos de Israel con trabajos inhumanos. Le amargó la vida con trabajos duros, con barro y con ladrillos, y con todos los trabajos del campo; todos los trabajos que les asignaban eran inhumanos (Éxodo 1:8:12). La narración bíblica no deja lugar a dudas. Los egipcios olvidaban todo el bien que José les había hecho y esclavizaban cruelmente a sus descendientes, los Hijos de Israel. Y esto no fue todo, pues ciento treinta años después de que los Hijos de Israel habían descendido a Egipto, al Faraón le sobrevino un sueño. En el mismo, el monarca estaba sentado sobre el trono de su reinado. Alzó sus ojos, y divisó un hombre anciano que estaba de pie frente a él, que tenía en sus manos una balanza y la dispuso delante del Faraón. Después tomó a todos los ancianos de Egipto, la totalidad de los ministros, y todos los hombres de importancia, a quienes amarró, y los colocó en uno de los platillos de la balanza. Asimismo, asió un cordero tierno, a quien puso en el otro platillo, desnivelando el animal la balanza ante el enorme conjunto de personas que se hallaban en el otro lado. El Faraón se sorprendió sobremanera, exaltado por el increíble hecho, donde un pequeño cordero puede contrarrestar a tanta gente junta. Por ello, al despertar, convocó a todos sus siervos, y les relató lo que había soñado. Ellos escucharon y temieron en gran manera. El Faraón les dijo: "Revélenme por favor el significado de este sueño que tuve".
Bilam, el hijo de Beor, uno de los principales ministros del Faraón, interpretó el sueño de la siguiente manera: "Esto no es sino un gran mal que sobrevendrá sobre Egipto en los días postreros. Pues un hijo le nacerá a Israel, el cual destruirá todo Egipto, y aniquilará a sus pobladores, sacando luego a todo Israel con mano fuerte de Egipto. El Faraón escuchó a Bilam y por eso: "El rey de Egipto les dijo a las parteras hebreas, de las cuales la primera se llamaba Shifra y la segunda Pua, y dijo: «Cuando atiendan a las mujeres hebreas y las vean sobre el asiento de dar a luz, si es un varón, lo mataréis, y si es una mujer, vivirá». Mas las parteras temían a Dios y no hicieron lo que les dijo el rey de Egipto, y dejaron que los niños vivieran. El Rey de Egipto convocó a las parteras y les dijo: «¿Por qué habéis hecho esto y habéis dejado que vivan los niños?». Las parteras le dijeron al Faraón: «Pues las mujeres hebreas no son como las mujeres egipcias, pues son expertas; antes de que la partera llegase a ellas, ya dieron a luz». Dios benefició a las parteras y el pueblo aumentó y se fortaleció enormemente. Y fue gracias a que las parteras temían a Dios que Él les hizo casas. El Faraón ordenó a todo su pueblo, diciendo: «Todo varón que nazca, al río lo arrojaréis. Y toda mujer, la dejaréis con vida» (1:15-22). Las citadas parteras, Shifra y Pua sus verdaderos nombres eran: Iojeved y Miriam. Y la razón por la que a Iojeved se la llama Shifra es porque embellecía al bebé, limpiándolo de la sangre del parto y acondicionándolo; lo que en hebreo se define como: "meshaperet", palabra ésta que da origen a Shifra. Y Miriam, que era la hija de Iojeved, se la llamaba Puá, porque calmaba con su voz al recién nacido que lloraba, acto que en hebreo se denomina: poá. Y de esta palabra surge Puá (Rashi Génesis 1:15). Resulta que Iojeved -Shifra- era la partera, y Miriam -Puá-, que era una niña, su asistente. Ahora que conocemos estos datos, es posible comprender más precisamente lo declarado en la cita que expresa: "Mas las parteras temían a Dios y no hicieron lo que les dijo el rey de Egipto, y dejaron que los niños vivieran". Observando el texto original, apreciamos que existe un detalle que llama la atención en la palabra hebrea que define a "las parteras". Pues esta palabra, que es "hamialdot", está escrita en forma carente. Decimos esto porque no está escrito "hamialdot" con todas las letras que corresponden, sino que a la palabra le falta una letra "vav". Por eso es posible leer "hamialedet", que significa partera. Deduciéndose que era una sola partera, y la segunda era su asistente. Este dato se puede apreciar en el valor numérico de la palabra en su original hebreo: Veamos ahora el valor numérico de Iojeved bat Levi, es decir, Iojeved, hija de Levi: Resulta que "hamialedet", que significa partera, sumándole el valor intrínseco 1 arroja un resultado igual a 490, el miso que el del nombre de la partera citada. Esta partera, Iojeved, había nacido a Levi al llegar a Egipto, cuando cruzaban la frontera (Rashi). Un alumbramiento sensacional Después de esto, se narra en la Torá: Un hombre salió de la casa de Levi y tomó una mujer de Levi. La mujer concibió y dio a luz a un hijo. Ella vio que era bueno y lo escondió durante tres meses. Ya no podía esconderlo más, entonces tomó un canasto de juncos y lo untó con arcilla y brea; colocó al niño en él y lo puso entre las cañas, a la orilla del río. Su hermana se colocó a distancia, para saber qué sería de él (Éxodo 2:1-4). Esta mujer que había dado a luz era nada más y nada menos que Iojeved. Y en ese momento ella era de 130 años de edad, pero milagrosamente le había vuelto el periodo catamenial, recuperado su fertilidad. Este dato concerniente a su edad es posible calcularlo teniendo en cuenta que cuando ella nació, el pueblo de Israel ingresaba a Egipto. Como está escrito: "Todas las personas que llegaron con Jacob a Egipto, sus propios descendientes, además de las mujeres de los hijos de Jacob, sumaban sesenta y seis personas. Y los hijos de José que le nacieron en Egipto sumaban dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob que llegaron a Egipto: setenta" (Génesis 46:26-27). Ahora bien, sumando todos los nombres que fueron contabilizados previamente en la cita mencionada, más José y los dos hijos suman 69. Siendo así ¿por qué dice que eran setenta? Porque Iojeved había nacido en la frontera. Ahora bien, sabemos por otra parte, que los Hijos de Israel permanecieron en Egipto 210 años. Y cuando salieron Moshé era de 80 años de edad. Siendo así, cuando Iojeved le dio a luz, era ella de 130 años de edad (Rashi, Éxodo 2:1). El hijo que le había nacido a Iojeved era sensacional. Toda la casa se había llenado de luz con su venida al mundo. Y como había nacido al sexto mes de embarazo, su madre lo puedo ocultar durante tres meses de las autoridades egipcias. Ya que ellos calculaban la fecha y al cumplirse el tiempo de gestación, enviaban soldados para buscar al recién nacido y matarlo en caso de ser varón. Aconteció pues que después de los tres meses que completaban los nueve de gestación común: "Ya no podía esconderlo más, entonces tomó un canasto de juncos y lo untó con arcilla y brea; colocó al niño en él y lo puso entre las cañas, a la orilla del río" (Éxodo 2:3). Aquí aconteció otro milagro: la hija del Faraón había decidido convertirse al judaísmo y por eso se encontraba en el río Nilo, para purificarse (Talmud, tratado de Sotá 12b). Este dato puede apreciarse aludido en el versículo que declara: "La hija del Faraón bajó al río a sumergirse, y sus criadas caminaban junto al río" (Éxodo 2:5). Observemos la expresión: "La hija del Faraón bajó" en su original hebreo: las letras finales forman la palabra: "datá", que significa: "su fe": La revelación es evidente: había bajado al río Nilo para purificarse de la idolatría y convertirse al judaísmo. Por eso fue llamada Batia, que significa: "hija de Dios" (Rokeaj). Y en esos momentos: "Ella vio el canasto entre las cañas y envió a su sirvienta, y lo tomó" (Ibíd.). Considerad que la palabra hebrea utilizada para referirse a "su sirvienta" es: "amata", que puede interpretarse como: "mano". Es decir, ella extendió su mano intentando tomar el canasto de las aguas. Es decir, no fue su sierva la que lo hizo, sino la hija del Faraón misma. ¿Y cuánto debió alargar su mano? Ese dato lo obtenemos también de la palabra hebrea "amatá" que deriva de "amá", que significa "codo". Revela que su mano se extendió varios codos para tomar el canasto, ocurriendo esto en forma milagrosa. Ella tuvo la voluntad de hacerlo, y Dios la ayudó (Rashi, Beer Maim Jaim). En el Talmud consta la medida que se proyectó el brazo de la hija del Faraón: En el versículo fue dicho: El brazo de la hija del Faraón, se extendió una distancia de sesenta codos para que pudiese tomar el canasto en el que se encontraba Moshé (Meguilá 15b). Después de esto la hija del Faraón: "Lo abrió –al canasto- y vio al niño, y he aquí que el joven lloraba. Ella le tuvo compasión y dijo: «Éste es uno de los niños hebreos». Su hermana le dijo a la hija del Faraón: «¿Quieres que vaya y te llame una nodriza de las hebreas, para que amamante para ti al niño?». La hija del Faraón dijo: «Ve». La joven fue y llamó a la madre del niño. La hija del Faraón le dijo: «Toma este niño y amamántalo para mí, y yo te daré tu paga». La mujer tomó al niño y lo amamantó. El niño creció y le fue traído a la hija del Faraón, y fue un hijo para ella. Lo llamó Moshé, pues dijo: «Porque de las aguas lo saqué (Éxodo 2:6-10). Ella eligió este nombre debido al acontecimiento que había tenido lugar, y basándose en el término arameo "meshitihu", que significa "sacar". A continuación está escrito: "Sucedió en aquellos días que Moshé creció y salió con sus hermanos, y observó sus sufrimientos" (Éxodo 2:11). Obsérvese que antes ya fue dicho: "El niño creció" (Éxodo 2:9), y nuevamente fue dicho en este último versículo que citamos: "Sucedió en aquellos días que Moshé creció...". ¿Qué enseña esta aparente redundancia? Rabí Iehuda en el nombre de Rabí Elazar declaró: La primera vez se refiere a la estatura de Moshé, y la segunda vez, a su grandeza, ya que el Faraón lo había designado encargado de su casa. En el Midrash se narra: Mientras residía en casa del Faraón, Moshé vestía ropas color púrpura, y crecía junto a los hijos del monarca. Moshé se hizo grande en el palacio, y Batia, la hija del Faraón lo consideraba como a su propio hijo. Toda la casa del Faraón lo honraba, y todos los hombres de Egipto le respetaban. Cada día Moshé iba a la tierra de Goshen, donde se hallaban sus hermanos, los hijos de Israel. Al recorrer los puestos de trabajo apreciaba que la respiración de ellos era entrecortada. Esto demostraba un estado de agotamiento total. Además, vio el trabajo forzado al que eran sometidos día tras día. Como está escrito: "y observó sus sufrimientos" (Éxodo 2:11). Moshé les preguntó: ¿Por qué han sido dispuestas estas labores tan duras sobre vosotros, para que las realicéis día tras día? Los hijos de Israel le narraron todos los decretos que había establecido sobre ellos el Faraón, incluso antes de su nacimiento –de Moshé-. Además, le contaron relataron todos los consejos emitidos por Bilam, el hijo de Beor, que había propuesto matar a todos lo niños que nacieren, e incluso al mismo Moshé, cuando éste era pequeño y había tomado la corona de sobre la cabeza del monarca egipcio. Moshé escuchó las declaraciones, y enfureció mucho con Bilam. Desde ese día comenzó a acosarlo jornada tras jornada, pues deseaba matarlo. Un día, le fue dicho a Bilam: "El hijo de Batia te quiere matar, y te acosa jornada tras jornada". Bilam temió mucho de Moshé, por lo que tomó a sus dos hijos y salieron de Egipto, y huyeron a la tierra de Kush. Ellos acudieron al rey Kikanos, que reinaba en ese lugar. En tanto Moshé era amado por todos, tanto por el Faraón, como sus siervos, y los demás egipcios, pues El Eterno puso gracia sobre él, para hallar la simpatía de la gente. Un día, Moshé fue a Goshen, tal como era habitual en él, para ver a sus hermanos. Contempló los terribles trabajos forzados a los que eran sometidos, y se sintió notablemente afligido. Después de esto regresó a la capital de Egipto, ingresó al palacio real, avanzó hacia donde se encontraba el rey, se prosternó, y le dijo: "Mi señor, he venido a solicitarte algo muy pequeño, no me hagas tornar, por favor, con las manos vacías". El Faraón le indicó: "¡Habla!". Entonces, Moshé pidió: "Otorga, por favor, a tus siervos, los hijos de Israel, que residen en Goshen, un día para que descansen de su trabajo". El mandatario respondió: "Haré acorde a tu solicitud". Y ordenó el Faraón hacer correr la voz por Egipto y Goshen diciendo: "A ustedes, todos los hijos de Israel, así dijo el rey: hagan vuestra labor y servidumbre durante seis días, y el día séptimo descansen, no hagan trabajo en él. Así se hará a ustedes todos los días, tal como lo ordenó el rey, y Moshé, el hijo de Batia". Moshé se alegró por este beneficio logrado para sus hermanos, y los hijos de Israel hicieron acorde a la nueva disposición. Pues esto provenía de El Eterno, porque comenzaba a recordarlos para salvarlos, por causa de sus ancestros. En tanto el Creador permanecía con Moshé, quien era un hombre grande en los ojos de los egipcios, y en los de todo Israel, quien hablaba bien de ellos frente al Faraón, y procuraba permanentemente mejorar el bienestar de sus hermanos (Sefer Haiashar). Un suceso embarazoso Cuando Moshé era de dieciocho años de edad, quiso ver a sus padres, por lo que fue a Goshen, donde los hijos de Israel eran obligados a realizar los trabajos forzados y la servidumbre. Allí vio un egipcio que maltrataba a uno de sus hermanos. Como está escrito: Como está escrito: "y vio que un hombre egipcio golpeaba a un hombre hebreo, a uno de sus hermanos" (Éxodo 2:11). Cuando el hebreo vio a Moshé, escapó hacia él para que lo ayudase, pues era un hombre muy honrado y grande en la casa del Faraón. Le dijo: "Mi señor, este egipcio fue a mi casa por la noche, me maniató, y violó a mi mujer frente a mi presencia, y ahora procura quitarme la vida" (Sefere Haiashar, Rashi). Cuando Moshé escuchó esta atrocidad, enfureció sobremanera con el egipcio, por eso: "Miró hacia un lado y hacia el otro, y vio que no había nadie; golpeó mortalmente al egipcio y lo escondió en la arena" (Éxodo 2:12). La declaración: "Miró hacia un lado y hacia el otro" requiere explicación. Pues si se declara: "vio que no había nadie", se sobreentiende que lo Moshé constató mirando hacia uno y otro lado. ¿Siendo así, qué viene a enseñar esta aparente redundancia? El Exegeta Rashi se percató de esta particularidad y explicó: Moshé vio –mediante su espíritu de santidad denominado "Ruaj Hakodesh"- lo que le había hecho el egipcio en la casa, y también vio lo que le había hecho en el campo. Pues en la mente del egipcio ya estaba concebida la idea de matar al esclavo hebreo en el campo (Rashi Mizraji). Asimismo, la expresión "vio que no había nadie", contiene un secreto más que describe el alto grado de aprehensión espiritual de Moshé. Indica que se proyectó hacia el futuro y vio que no saldría de él ningún descendiente que se uniría a la fe de Dios, tornándose prosélito (Rashi). También debemos saber que Moshé mató a este hombre malvado a través de un nombre sagrado de Dios que él conocía. Y esto es posible deducirlo de lo que está escrito a continuación: Al día siguiente -Moshé- salió, y he aquí que había dos hombres hebreos peleando. Le dijo al malvado: «¿Por qué golpeas a tu prójimo?». Él le respondió: «¿Quién te designó por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Acaso dices que me matarás, como mataste al egipcio?» (Éxodo 2:13-14). Se aprecia que no está escrito: "¿Acaso tú pretendes matarme...?", sino: "¿Acaso dices...". Se aprende de aquí que lo mató al egipcio con una pronunciación emitida por su boca. Es decir, con el nombre sagrado de Dios (Midrash Tanjuma Shemot 10). Después de este suceso: "Moshé tuvo miedo y pensó: «Ciertamente el asunto es sabido». El Faraón escuchó acerca de este asunto e intentó matar a Moshé; Moshé huyó del Faraón y se asentó en la tierra de Midián. Se sentó junto a un pozo (Éxodo 2:14-15). Tiempo de reflexiones Esta cita pareciese revelar que Moshé huyó de Egipto a Midián, e inmediatamente se asentó allí, y se casó con la hija de Itró. Pues a continuación de la huída de Moshé de Egipto, está escrito: "El sacerdote de Midián tenía siete hijas; ellas llegaron y sacaron agua y llenaron los abrevaderos para dar de beber a las ovejas de su padre. Llegaron los pastores y las echaron. Moshé se levantó y las salvó... Moshé decidió habitar junto al hombre; y él le dio a su hija Tzipora a Moshé. Ella dio a luz a un hijo, y él lo llamó Gershom, pues dijo: «He sido extranjero –ger- en una tierra extraña»" (Éxodo 2:15-22). Y a continuación se menciona el llamado de Dios a Moshé, para que guíe al pueblo de Israel a la libertad. Como está dicho: "Moshé estaba pastando las ovejas de Itró, su suegro, el sacerdote de Midián; él guió a las ovejas detrás del desierto y arribó a la Montaña de Dios, hacia Joreb... El Eterno vio que se había apartado para ver; y Dios lo llamó de entre el arbusto y dijo: «Moshé, Moshé» y él respondió: «Heme aquí» (Éxodo 3:1). Al leer estos versículos, uno podría conjeturar que todo ocurrió en un breve lapso de tiempo. Pero ha de considerarse que más está escrito: "Moshé tenía ochenta años y Aarón tenía ochenta y tres años cuando hablaron con el Faraón" (Éxodo 7:7). Con este último dato, conjeturamos que desde que Moshé huyó de Egipto, hasta que guió a Israel a la libertad, transcurrieron 62 años. Pues recordemos que se había ido cuando poseía 18 años. Ahora bien, ¿qué hizo Moshé en todo este tiempo? ¿Sólo se ocupaba de las ovejas de su suegro; o en ese lapso recibió también algún tipo de instrucción para conducir apropiadamente a un pueblo entero, compuesto de millones de integrantes, como el que debía liderar? Evidentemente, de acuerdo con la lógica, hace falta preparación y aptitud para desarrollar una función de este tipo. ¿Acaso Moshé no fue probado para comprobar si estaba capacitado? Estas preguntas que hemos formulado son muy puntuales y requieren de una explicación certera. Y en el Midrash encontramos la respuesta que necesitamos. Esta es la síntesis de lo narrado en el Sefer Haiashar al respecto: En aquellos días aconteció que los moradores de oriente y Aram, se habían sublevado a Kikanos, el rey de Kush.
El mandatario designó a Bilam en su lugar para que cuidase la ciudad en su ausencia y se encargase de todo lo relacionado con el reino. Después de hacerlo, salió inmediatamente con todas sus huestes para enfrentar a los pueblos de oriente y Aram, con el fin de restablecer el orden y someterlos nuevamente bajo su poder. El rey venció en la contienda y regresó a su ciudad triunfante. Pero se halló con la sorpresa de que Bilam se había sublevado y había tomado el poder, cerrando todos los accesos. Al no existir otra alternativa, Kikanos con todos sus hombres sitiaron la ciudad. En esos días, llegaba Moshé procedente de Egipto, y se unió al ejercito de Kikanos. En poco tiempo se ganó la confianza del rey, pues demostró aptitudes para el combate, entrega y arrojo, como así sabiduría. Fue nombrado consejero del rey. Tras nueve años de sitiar la ciudad, Kikanos falleció, y los hombres decidieron designar a Moshé su nuevo rey. Éste aceptó y se puso al frente del ejército. En muy poco tiempo Moshé organizó un ataque a la ciudad, y lograron vencer la resistencia de Bilam sin mayores obstáculos. Así fue como los guerreros recuperaron sus familias y posesiones. Moshé fue el rey de Kush por espacio de cuarenta años. Era un mandatario ejemplar, muy apreciado por el pueblo. Pero después de ese periodo, la esposa de Kikanos, Adonia, que le había sido concedida a Moshé, se quejó de éste. Pues en todo el tiempo que fue rey no se allegó a ella, y tampoco practicaba la idolatría de esos lugares. Como consecuencia de esta queja, Moshé fue depuesto. Así fue como tras permanecer en Kush 49 años, debió salir de allí y buscar un nuevo destino. Aunque ya no era el mismo que cuando llegó, pues se había convertido en un gran guerrero, y había adquirido una notable experiencia como rey de un gran pueblo. Moshé salió de la tierra de Kush, y tomó su camino, siendo por entonces de sesenta y siete años de edad cuando abandonó ese lugar. Pues de Hashem provenía también esto, al aproximarse el momento de sacar a los hijos de Israel de Egipto. Moshé se dirigió a Midián, pues temía regresar a Egipto, por causa del Faraón. Cuando llegó, se sentó junto a un manantial de aguas, cuando salían las siete hijas de Reuel a pastorear el rebaño de su padre. Ellas se acercaron al manantial, y extrajeron agua para dar de beber a las ovejas. En eso vinieron los pastores de Midián y las echaron, aunque Moshé se levantó, lsa salvó, y dio de beber a sus animales. Ellas fueron hacia su padre y le dijeron: "Un hombre egipcio nos salvó ante los pastores, y también extrajo agua para nosotras y dio de beber a las ovejas". Reuel dijo a sus hijas: "¿Dónde está?. ¿Por qué abandonasteis al varón?". Reuel envió por él, para que lo traigan a la casa, y coma pan con él. Así aconteció, y Moshé le relató sobre su huida de Egipto, y su reinado en Kush durante cuarenta años, tras lo cual tomaron el poder de él, y lo enviaron en paz, y con grandes honores. Cuando Reuel hubo escuchado esas palabras, pensó en su corazón: "Colocaré a este hombre en la cárcel, y a través de ellos, ganaré sus corazones, pues debe haber escapado de ellos". Reuel lo atrapó, y colocó en prisión, donde estuvo preso por espacio de diez años. Pero durante su permanencia en ese sitio, Tzipora, la hija de Reuel, se apiadó de él, y le suministraba pan y agua todos los días. Finalmente, después de ese lapso, Aconteció al cabo de una década, cuando transcurría el primer año de reinado del nuevo Faraón, que Tzipora dijo a su padre Reuel: "El hombre Hebreo que has colocado en prisión hace ya diez años, no hay nadie que reclame por él, por eso, si está bien ante tus ojos padre, envíame por favor, y veré si aun vive o ha fallecido". El padre no sabía que ella le llevaba alimento cada día, y esto respondió a su hija: "¿Es posible que suceda algo así, afligir a un individuo durante diez años en prisión sin comida ni bebida, y que aun viva?". Su hija le respondió: "Has oído que el Di-s de los Hebreos es Poderoso y Temible, que además hace a ellos maravillas a cada instante. El salvó a Abraham del horno encendido en Ur Kasdim, y a Itzjak de la espada de su padre, cuando se dispuso a ofrendarlo, a Iaakov, del ángel, cuando se trenzó con él en Maabar Iabok, y también al hombre este Hizo muchos milagros, cuando lo Salvó del río Nilo, de la espada del Faraón, y de los habitantes de Kush, y también del hambre puede salvarlo y hacerlo vivir". Las palabras de su hija fueron consideradas apropiadas por Reuel, por lo que consintió con ella, y fue a ver que sucede con el individuo que había sido puesto en prisión. Una vez allí, advirtió que el prisionero se hall |