07 diciembre 2007

IeshivahNet: Re: Líquidos

Re: Líquidos
de Luis Valderrama - Friday, 7 de December de 2007, 17:40
 De ser asi, cual es la beraja que debería decir a Hashem antes de beber un vaso de agua?


Shalom: "Capitulo 1, Mishna 18 Pirke Avot" "Fundamentate en Justicia, Verdad y Paz"

"Capitulo 1, Mishna 18 Pirke Avot" "Fundamentate en Justicia, Verdad y Paz"
de David Maloof - Friday, 7 de December de 2007, 09:58
 

RABAN SHIMON BEN GAMLIEL DIJO:"EL MUNDO PERDURA EN VIRTUD DE TRES CUALIDADES: LA JUSTICIA, LA VERDAD Y LA PAZ, PUES FUE DICHO: ADMINISTRAD LA VERDAD Y EL JUICIO DE PAZ EN VUESTROS PORTALES".

EL MUNDO PERDURA EN VIRTUD DE TRES CUALIDADES – Esta mishná no contradice la segunda mishná de este capitulo, la que afirma que "El mundo se para sobre tres cualidades", y menciona sin embargo, tres cualidades diferentes. Como lo explica el Rabi Ovadia de Bartenura, la frase "El mundo se para" se refiere a la existencia misma del mundo, en tanto que la frase "el mundo perdura" se refiere al desarrollo exitoso de la sociedad.

El mundo puede existir en merito al estudio de la Torá, la plegaria, y los actos de bondad de ciertos individuos. Pero para que la sociedad florezca, son embargo, la humanidad toda debe llegar a apreciar la importancia de la justicia, la verdad y la paz, y conducirse de acuerdo a estos valores.

Por ello, cita el versículo que dice "en vuestros portales", para indicar que habla de una sociedad ya existente, y que estas tres virtudes deben ser aplicadas por toda la sociedad ("Administrad en vuestros portales"). Asimismo, a ellos se debe que no cite la otra parte de ese mismo versículo – "hablen la verdad, un hombre con su semejante" – pues ello puede aplicarse también a la relación entre individuos, mientras que "en vuestros portales" incluye a todos, sin excepción.

(Sijot Shabat Parshat Pinjas,5739)

Tomado del libro En la Sendas de Nuestros padres
Comentarios a Pirké Avot, Adaptado de las Obras del Lubavitcher Rebe, Rabí Menajem M. Schneerson.


Comentario a la Mishná.

Javerim, para esta mishna los dejo una vez mas con el comentario a pirke avot del Rav Shlomo Wahnon, siempre excelente y aplicable a nuestra vida.

En virtud de tres principios el mundo perdura. A diferencia de Shimón Hatzadik que habló de los pilares sobre los que fue construido el mundo, Rabán Shimón Ben Gamliel habla de la continuidad del mundo; el mundo no fue creado para la justicia, la verdad y la paz ya que sin ellos, los humanos unos a otros vivos nos comeríamos.

Justicia. Dijeron nuestros Sabios sobre la primera frase de la Torá: "Bereshit bará Elokim et Hashamayim...". El Mundo fue creado en la condición de Din (ley, justicia) y así repitió la Torá la expresión Elokim a lo largo de los sietes días de la Creación. Solamente tras completarla cambió la expresión y dijo la Torá: "BeYom Ashó Hashem Elokim..." a lo que comentaron nuestros Sabios: Vio el Creador que no se podía sostener el mundo en esa condición estricta de ley y justicia divina, por lo que Hashem tuvo que cambiar a la razón de bondad. La verdad de la Creación está en la severidad de la justicia. Solamente la debilidad de la realidad forzó a implantar la bondad por encima de la rigurosidad de la justicia Hashem Elokim.

Verdad. Hashem Emet. Emet, verdad es el nombre de Hashem, ese es su sello, en la verdad espiritual no existe lugar a la mentira, solamente en este mundo material existe lugar para ello y así denominaron los cabalistas este mundo: Olam Hasikrá (el mundo de la mentira).

Paz. La verdad de la cosas se encuentra en su situación de paz, de estabilidad consigo mismo. Hillel nos dijo: Sean de los discípulos de Aarón, ¡Amen la paz y busquen la paz!. La paz no es suficiente con desearla y con amarla sino hay que perseguirla, y el secreto para conseguirla nos la enseñó Hillel cuando nos dijo, ama a la gente y acércala a la Torá, solamente se puede conseguir la paz por medio del amor al prójimo, como dijo Rabi Akiva: Y amarás a tu prójimo como a ti mismo; es una gran enseñanza de la Torá y por eso continuó Hillel y enseñandonos que el amor al prójimo se consigue acercándole a la Torá.

Rab Shlomó Wahnón


06 diciembre 2007

parashah: MIQUETZ - La Problemática del Poder, por Malcah Canali 5767

MIQUETZ - La Problemática del Poder, por Malcah Canali 5767
de Josefina Navarro - Thursday, 6 de December de 2007, 04:10
 

         De Malcah para la Kebutzah

 

Madrid a 21 de Diciembre de 2006

30 de Kislev de 5767

6º de Janucah

Rosh Jodesh de Tevet

 

 

 

LA PROBLEMÁTICA DEL PODER

 

 

 

                  Queridos Amigos:

 

                                               La parashah de Miquetz que leeremos pasado mañana, si Haqadosh Baruj Hu nos lo permite, empieza por el célebre sueño de las vacas gordas y de las vacas flacas. Esta vez el soñador es el mismísimo Faraón, quien, sin tener el tiempo suficiente para reponerse de la impresión, vuelve a dormirse y sueña con siete espigas raquíticas devorando a siete espigas lozanas y gruesas. Como es natural, al carecer de la perspicacia psicológica de nuestro patriarca Yaacov, que interpretaba sin vacilar los sueños de José, el atribulado soberano llama a sus magos de confianza para que descifren el contenido de ambos sueños. Interviene entonces el sumiller imperial para mencionar la existencia de Yosey y subrayar su conocimiento de los arcanos oníricos. Se había callado durante dos años, a pesar de haber prometido lo contrario al joven hebreo… La Torah siempre nos describe a los seres humanos tales y como son, nunca tales como nos gustaría que fueran para poder aplaudirles o demostrarles según nuestros deseos. Que el sumiller imperial es un ingrato, no hay quien lo dude. Piensa y se expresa como tantos vecinos con quienes nos cruzamos a diario ¿Por qué se habría ido él a facilitar a Faraón una información que éste no le pedía? ¿Y si al irascible soberano le exasperaba que se metiera en sus asuntos un joven, un mocoso, hebreo, o sea extranjero… un inmigrante de estos que vienen a comer el pan de los trabajadores honrados (os ahorro el rollo sobre los inmigrantes… moros, sudacas, etc… en aquel entonces era "hebreos"… porque me imagino que lo conocéis) y además de mocoso y hebreo, esclavo? El sumiller, con gran prudencia y mediana cobardía, se había callado.

 

                                               Queridos Amigos, os ruego que aceptéis un consejo de abuela bienintencionada: si algún judío o algún gentil indignado os comenta lo abyecto que fue el sumiller, sobre todo no os preguntéis qué habría hecho el indignado en su lugar, porque… ¡igual os contestáis!

 

                                               Bueno, pues cuando piensa que ya ha llegado la oportunidad de lucirse ante el Faraón ("¡Mira que yo conozco a gente…!) y de pagarle la deuda a José, el buen hombre cambia la copa de mano, deja la jarra de vino al alcance de la urgencia y se lanza, con precauciones: "Mira, Gran Mandamás, yo conozco a un … un… humanoide… joven, hebreo y esclavo, que sabe…"

 

                                               Todos conocemos la historia: Faraón manda llamar a José. Éste llega y explica el misterio: es el Eterno el D.os Único Quien cuida del Faraón enviándole anuncio del acontecer futuro…

 

                                               No es difícil ponerse en el lugar de ambos personajes, el Faraón y José, porque ellos están en nuestros corazones. No cuesta ningún esfuerzo recogerse un instante y vivir la escena: Faraón mira al joven hebreo… Faraón es un hombre de poder, lleva años reinando, gobernando, juzgando, pensando y decidiendo. Conoce a los hombres. Este joven hebreo es sincero, honrado (mientras Yosef se afeitaba le han traído la información los sabihondos de su servicio de inteligencia) y sabe cosas. Putifar, que es un hombre inteligente, le tiene estima e incluso afecto a pesar del numerito que ha montado la muy cursi de su esposa… la mujer de Putifar… sí, sí, una guapetona que estuvo en un baile de la corte y se lo tiene muy creído… bueno, este joven hebreo vale para gobernante y debe de gustarle el poder… ¡pobrecillo!

 

                                               Faraón no reniega del poder, pero la corona le empieza a pesar, ¡tantas historias de estarlo siempre organizando todo, de no poder olvidarse un instante de la dichosa corona, y cuando crees tenerlo todo previsto, todo en orden, con las fronteras controladas y el desierto respetando al Nilo y el Nilo al desierto, en fin todo bajo control, te acuetas tan tranquilo y, en vez de dormir tranquilo en brazos de tu hermana la Faraona, te pones a soñar. ¡No hay derecho!

 

                                               Faraón miraba a Yosef. El joven hebreo le caía bien. Puede que fuera ambicioso, incluso en la cárcel se las había arreglado para tener un puesto de mando. De todas formas los muchos sufrimientos le habían hecho madurar. No era frívolo ni superficial. Además tenía por su D.os el Eterno una veneración indiscutible. Sería un buen ministro.

 

                                               Yosef miraba al Faraón y veía a un hombre preocupado por el bienestar de su pueblo, por la estabilidad de su reino, por la persistencia de su dinastía, por el realce de su corona, pero ya cansado de tantas preocupaciones y de tantos desvelos.

 

                                               Se entendieron, se comprendieron, se estimaron y lo arreglaron todo bien.

 

                                               Y Yosef se convirtió en Primer Ministro y se casó con quien convenía y la bendición de Hazme fueron dos hijos que se querían, que nunca se traicionarían ni se envidiarían el uno al otro.

 

                                               Yosef gobernó. Aprendió a no tener ego, a ser una función antes que un "basar vedam" (carne y sangre). Se dedicó al bienestar colectivo de este pueblo egipcio que le había dado el sustento en las peores y en las mejores condiciones, a este pueblo que le veneraba mientras era poderoso pero que le hubiera escarnecido sin piedad en otras circunstancias. Él no era egipcio ni podía sentirse egipcio, pero a los egipcios, los quería y los protegía, cuidaba de ellos.

 

                                               Un buen día vio llegar a sus hermanos porque había hambruna en Canaán. Su corazón se emocionó. Recordó sus sueños y pensó: "El Eterno es grande, siempre realiza lo que anuncia. Pero él era Primer Ministro, un hombre de poder, con el ego aherrojado, como debe ser, y pensó en proteger al pueblo egipcio que contaba con él para estar a salvo. No trató a sus hermanos como lo hubiera hecho en otras circunstancias. A ellos los conocía, sabía de qué eran capaces, así que los trató como un gobernante responsable lo hubiera hecho con "elementos presuntamente indeseables".

 

                                               Yosef actuó como un hombre justo, un hombre de gobierno que pone siempre por delante el interés de la colectividad que le ha entregado el poder.

 

                                               Cuando, más tarde, se reconcilió con sus hermanos, lloró y los abrazó, lo hizo en la soledad de un aposento privado. Durante un tiempo se apartó de sus conciudadanos y se entregó al cariño familiar.

 

                                               Pero un gobernante no puede tener ego. Envió a la familia a sobrevivir holgadamente al norte del país, lejos d elos focos cortesanos de discordia y conspiraciones, y él siguió siendo un gobernante agradecido a su país de acogida. Hizo algo que no está de moda hoy día: puso su deber por encima de sus afectos y así atrajo la bendición sobre su familia y del país que gobernaba. Hubo paz y prosperidad. Todo un ejemplo.

 

 

 

Shabbat Shalom y feliz final de Janucah

La Luz de la januquiah nunca se apaga en nuestros corazones.

Sed felices.

 

Malcah

 

 

 


parashah: MIQUETZ - La Insoslayable Otredad, por Malcah Canali 5768

MIQUETZ - La Insoslayable Otredad, por Malcah Canali 5768
de Josefina Navarro - Thursday, 6 de December de 2007, 04:06
 

B''H

De Malcah para la Quevutzah

 

Comentario a la Parasha Miquetz

 

Sábado 8 de diciembre de 2007

22 de Kislev de 5768

4º día de Janucah

 

 

MIQUETZ

LA INSOSLAYABLE OTREDAD

 

 

 

 

        Con la parashah de Miquetz que, si el Eterno lo permite, leeremos el sábado próximo, en medio de la semana de Janucah, leeremos el relato del accidentado reencuentro de Yosef con sus hermanos.

 

El hecho de revivir este episodio fundamental de nuestra vida en tanto que pueblo, todos los años, en la proximidad o en el mismo momento de Janucah, no es irrelevante. Ni es irrelevante, ni es fruto de ninguna coincidencia, porque la casualidad no existe, Lo único que de verdad existe es la Voluntad Divina que ordena los acontecimientos para que sigan Sus Designios. Esto lo constatará con júbilo Yosef Hatzadik en el capítulo 45 de Bereshit, que forma parte de la parashah siguiente a la que estamos comentando, o sea la de Vayigash. Dirá entonces a sus hermanos, con no disimulado alivio: "Ya no fuisteis vosotros que me enviasteis acá, sino el Eterno".

 

Pero, de momento estamos en Miquetz y nos preguntamos por qué razón están los capítulos que la componen relacionado con la fiesta de Janucah.

 

La primera respuesta es evidente: Janucah conmemora la victoria de unos humanos, los Macabeos que, unidos contra un opresor extranjero, consiguieron vencerle porque supieron reavivar en el alma del pueblo judío la llama de la fraternidad en defensa de la identidad nacional.

 

Para quienes no tuvieron alcance a más documentación (Josefina me ha prometido mandaros mucha información a partir de Eduplanet y ella es muy cumplidora pero yo, con mis ojos de anciana que no acaba de entender como funcionan los trastos, he visto que los ordenadores… a veces fallan)… bueno, pues para los desinformados, daré un resumen lo más escueto posible de la historia:

 

El rey Antíoco Epífanes, de la dinastía helenística de los Seléucides se apoderó de la Tierra Santa, de nuestra tierra, entre los años 175 y 164 anteriores a la era común e intentó helenizar a la población (¡en su desparpajo no se paraba por nada! Me imagino que su "servicio de inteligencia" le había prevenido que los judíos son un pueblo duro de pelar… pero nada. Unos cuantos esnobs hablaban griego en la piscina y se paseaban con la cabeza descubierta, así que… doblegar al conjunto de la sociedad era cosa hecha). Pues, no lo era. Cuando un sacerdote colaboracionista aceptó presidir una ceremonia idólatra, especialmente repugnante en el Templo ya profanado, estalló la rebelión. Los hermanos Macabeos la encabezaron, es decir que asumieron la terrible misión de oponerse al más fuerte. Ellos, al principio, tenían pocos medios y, aunque no cabe duda de que el conjunto de la población deseaba sinceramente su victoria, también es cierto que la mayoría de los "deseosos" no quería correr riesgo alguno. Así que los rebeldes se configuraron pronto como seres peligrosos, que atraían la desgracia; en suma, como "el otro" el que no es realista, que no cabe en las categorías. Ser amigo suyo acarrea desgracia, castigo por parte del más fuerte… - a lo sumo se le ayudará secretamente, porque, al fin y al cabo, la razón y la religión están de su parte.

 

Esto es lo que ocurrió, como en todas las guerras civiles, porque fue, además de una guerra contra el opresor extranjero, una guerra civil entre asimilados al helenismo y defensores incorruptibles de la identidad judía. En medio, como lo acabamos de señalar, los tibios, los que desean la victoria de los rebeldes pero esperan a que éstos tengan fuerza para enrolarse bajo su bandera. Al principio, los rebeldes son "El otro", el peligroso… esto es lo que se debe asumir para vencer. Ser el otro. Luego, cuando se es vencedor, todo cambia.

 

Pues bien, los hermanos Macabeo asumieron su otredad y vencieron a Antíoco, restableciendo el culto en el Templo de Yerushalaym. Eran una familia, eran hermanos. Devolvieron a nuestro pueblo este sentido de la fraternidad que garantiza la victoria sobre el enemigo dispuesto a acabar con la identidad nacional. Los macabeos se hicieron con fuerza, con un ejército temible y echaron a los griegos de nuestra tierra. Se hicieron con el poder y restablecieron el culto. Dejaron de ser "el otro".

 

Es evidente que su historia tiene mucho en común con la de Yosef que, vendido por sus hermanos, como lo fueron los judíos piadosos por los progresistas helenizados, se encuentra del día a la mañana en poder de unos extranjeros, los egipcios, que le esclavizan y tratan de asimilársele. Pero Yosef no forma parte de una familia unida. Está sólo. Para sus hermanos biológicos, ha sido el elemento indeseable, el otro de quien es legítimo deshacerse sin contemplaciones. De no ser por Rubén y, sobre todo, por Yehudah, le hubieran asesinado. Hashem no lo quiso. Yosef llegó a Egipto, país del límite, del extremo, que éste es el significado de la palabra Mitzraim (Egipto), como esclavo extranjero, lo que llamaríamos hoy en día un trabajador inmigrante, sin ningún derecho. Era el otro, el que tiene por única misión en esta vida, agradecer los escupitajos con los que le cubren.

 

Yosef tiene 17, a lo sumo 18 años, cuando llega a Egipto, a un país con una cultura que él no entiende y en donde a el no se le entiende, ni le importa a nadie no entenderle. Los esfuerzos tendrá que hacerlos él… él, para aprender a ser el Otro.

 

Aprender a ser el Otro… pero, acaso ¿no lo sabía? ¿No había sido el Otro de sus hermanos desde su nacimiento? El era el hijo de Rajel, la favorita de Yaacov, la privilegiada que, ni siquiera había seguido siendo estéril toda su vida. Leah, la mujer impuesta, a quien el esposo aguanta con buenos modos, pero sin amarla, tenía derecho a la maternidad, pero Rajel, la amante, la querida, la que reinaba en el corazón del patriarca, no podía gozar, además, de la alegría de ser madre. Yosef venía a ser un intruso, una especie de bastardo-aristocrático, de estos que tienen fama de ser más guapos que los hijos legítimos… (Yosef, por cierto, era un joven muy guapo, lo dice el texto)… los demás hijos de Yaacov se sentían frustrados, estafados; estaban convencidos de ser víctimas de una injusticia que beneficiaba al Otro.

 

¡Para colmo, el insoportable intruso tenía unos sueños de grandeza que llegaban incluso a exasperar al padre que cegaba por él!

 

Que Yosef había sufrido por esta marginación y había tratado, aunque con mucha torpeza, de ponerle un término, parece indiscutible, ya lo dijimos en un comentario, pero esta misma torpeza nos resulta un poco sospechosa. Al fin y al cabo, no tenía porque andar contando sus sueños. Realmente hay sobrados motivos para preguntarse si, en el fondo de su inconsciente, el joven que se sabía superior a sus hermanos por su nobleza y su espiritualidad, no hizo todo lo necesario para incentivar la animadversión que le profesaban. Se sentía débil, tal vez cobarde, al ansiar un cariño que, de todas formas, le sería negado y, sin percatarse de lo que estaba haciendo, adoptó las actitudes más propicias a un incremento de la hostilidad fraterna. La otredad fue su refugio contra el peligro de asimilarse a la mediocridad espiritual de sus hermanos.

 

Ahora bien que la otredad fuera una elección inconsciente suya o la impronta de la Voluntad Divina en su alma, viene a ser lo mismo: ella era la vocación de Yosef y él, que tanto amaba el poder, nunca… podría con ella.

 

Que a Yosef le gustaba el poder, no sólo lo dicen sus sueños, sino también el hecho de que siempre supiera utilizar su honradez y su integridad para alcanzar puestos de responsabilidad. Su amo egipcio, Potifar, encontró en él un administrador excelente y le colocó en la cúspide de su servidumbre, como intendente de su casa.

 

Si nos fijamos en un instante en la personalidad de cada uno de nuestros antepasados, nos impresionará la fuerza de su rasgo dominante que les permitirá transmitir a su descendencia las cualidades indispensables para llegar a ser un pueblo capaz de sobrevivir en cualquier circunstancia sin dejar de valorar la dulzura de la existencia.

 

Empezaremos por Abraham. Era un fundador, fundó nuestro pueblo con su fidelidad al Eterno y recibió por parte de Este el título de Amigo. Como a todos los fundadores le gustaban los caminos. Fundar siempre es abrir un camino. Pues, lo dicho, a nosotros que tanto íbamos a caminar por todos los continentes, nuestro primer patriarca, que obedeció a la orden "Lej leja" (vete) nos enseño a caminar, como se le enseña al niño pequeño.

 

Itzhaq, en cambio, es menos amante de idas y venidas que de vida apacible. Había subido al Monte Moriah con su padre haciendo gala de una capacidad de entrega y de amor al todo poderoso imposible de superar. El nos enseño el valor de la sumisión y la importancia del arte de vivir, cosas ambas que tan necesarias nos resultaría a lo largo de nuestra historia.

 

A Yaacov le gustaban los líos, estaba siempre metido en uno… este arte de lidiar con los líos, parece que nos ha servido a lo largo de los siglos.

 

Yehudah era un hombre que no soportaba la injusticia, él salvo a Yosef de la muerte y si no se enfrentó completamente a sus hermanos, tratando de obligarles a respetarle, fue, sin duda alguna porque comprendió que los matarían a los dos y Yaacov se verá privado de dos hijos a la vez, pero su actitud posterior es reveladora de su honradez y su sentido de la responsabilidad. Así se entendía con su nuera, Tamar. Él y ella se comprendían, les gustaba el recto proceder y el cumplir con el deber, aunque él tuvo un momento de debilidad cuando trató de evitar a su tercer hijo un destino aciago. A Tamar y a Yehudah, les importaban la ley y el orden. Eran gobernadores natos. No es de extrañar que estuvieran en el origen de la Beit David, la casa soberana de Israel.

 

 Yosef, como lo veníamos diciendo, es quien nos enseño a utilizar lo otredad a la que nunca consiguió o quiso escapar. En la cárcel, era el Otro, el hebreo, el extranjero, el extraño, el que entiende los mensajes misteriosos. En la corte del Faraón siguió siéndolo. Además, fue un primer ministro, un gobernante, es decir, el Otro. Todo gobernante digno de este nombre lo es porque tiene unas percepciones, unas esquematizaciones y unas motivaciones distintas a las que tienen los gobernados. Para colmo, era hebreo, una especie de intocable. Los Egipcios no podían comer con él. Lo dice uno de los Versículos más patéticos de todo la Torah. Imaginemos un minuto lo que aquello podía significar para un hombre que fue un insuperable administrador, autor de la prosperidad faraónica y del bienestar popular. Yosef, vendido por sus hermanos, ha de ser recordado en Janucah, fiesta que celebra a la vez el triunfo de la fraternidad y el arte de saber asumir la otredad para enaltecer la herencia divina de los judíos en este mundo, repitiendo día tras día; Baruj Hashem.

   

        

 

03 diciembre 2007

Barranquilla: JAG JANUKA SAMEAJ!!!!! FELIZ JANUCA JAVERIM, JANUCA: MILAGROS Y LUCES

JAG JANUKA SAMEAJ!!!!! FELIZ JANUCA JAVERIM, JANUCA: MILAGROS Y LUCES
de Edwin Asher Ben Eliyahu - Monday, 3 de December de 2007, 00:26
 

בס"ד

COMUNIDAD HEBREA PARA EL RETORNO SEFARADI DE BARRANQUILLA

Desde Este 4 de Diciembre a las 7:00 PM, Todas las Noches en Nuetsra Sinagoga Ot Le Tovah, tendremos el Encendido de la Janukiya Gigante y Rezo de Arvit de Januca, seguidamente un Compartir Comunitario

TE ESPERAMOS !!!

JANUCA: MILAGROS Y LUCES


Janucá, el festival de las luces, está nuevamente entre nosotros. Llega modestamente, sin mucha pompa ni ceremonia. El único símbolo visible que nos recuerda su presencia es la Menorá, el candelabro de ocho velas, que se encenderá cada noche, durante los ocho días que dura su festejo.
 

        A pesar de lo aparentemente pobre de la celebración de Janucá, en contraste con las demás festividades del calendario hebreo, llenas de Mitzvot -preceptos-, no carece, empero, de ricos matices; no le falta ni espíritu ni atmósfera.
Tal es así que, en cuanto a profundidad y mensaje, Janucá nos provee de enseñanzas que se hacen más que apropiadas y actuales.
Dos fueron los milagros que ocasionaron la fijación de esta época para su celebración.
La victoria de un puñado de hombres, los Jashmonaím, sobre la gran superioridad numérica de los ejércitos sirios, y el milagro ocurrido con el frasco de aceite que, a pesar de la humillante profanación llevada a cabo por el invasor en el Beit Hamikdash -Gran Templo de Jerusalem-, permaneció con el sello del Kohen Gadol -Sumo Sacerdote-, que garantizaba su pureza, intacto. Este pequeño frasco contenía una cantidad de aceite mínima; sólo para una noche de duración. La elaboración del nuevo aceite necesario para la Menorá -candelabro- del Templo tardaría ocho días. Y he aquí que el milagro se produce. La pequeña cantidad de aceite, suficiente para un día dura ocho días!
Estos dos milagros, forman la esencia de la plegaria que se agrega en las oraciones del "Shemoná Esré" y las posteriores a las comidas -el Bircat Hamazón-, llamada "Al hanisim.."-'Por los milagros. . .
En esta oración, dos pasajes mencionan ambos sucesos:
entregaste a los fuertes en manos de los débiles, a los muchos en manos de los pocos, a los impuros en manos de los puros, a los pecadores en manos de los piadosos, a los arrogantes en manos de quienes se dedican a Tu Torá..
-y Tus hijos entraron a Tu Morada, limpiaron Tu Templo, purificaron Tu Santuario y prendieron luces en Tus Sagrados Patios. .
Se trata no solo del recuerdo de hechos históricos, acaecidos en épocas remotas, cuya agradable memoria se mantiene indeleble y viva durante los ocho días de Janucá.
Por el contrario, son para nosotros eventos de la vida cotidiana, hechos que nos ocurren iariamente, en todas las generaciones. En realidad, nuestra existencia individual como judíos y como "pueblo judío", es un continuo Janucá.
Somos una minoría, y, generalmente, nos vemos enfrentados a un mundo hostil.
Somos superados numéricamente y, más aún, en fuerzas.
Muchas naciones poderosas se han empeñado, y así continúan haciéndolo hasta el presente, en destruirnos. Algunas casi tuvieron éxito. Pero siempre, al filo del terrible desenlace, un suceso milagroso, totalmente sobrenatural, nos salvó de una aniquilación total y segura.
¿Cuál es el secreto de esta increíble sucesión de "victorias", generación tras generación?
Las luces de Janucá nos revelan este misterio indicándonos el camino a seguir. Efectivamente, iluminan el sendero, a fin de que transitemos por él sin tropiezos de ninguna índole.
Veamos algunos conceptos que revelan estas luminarias:
Aceite y mecha no alcanzan, es necesario el fuego:
Cada judío es dueño del potencial que se requiere para ser una fuente de iluminación. Empero, con potencialidad solo, no es suficiente. Es menester acercar una llama para que la mecha y el aceite cumplan su función. Y las palabras Divinas nos brindan una clara explicación de la procedencia del fuego eterno: "¿Acaso no son Mis palabras como el fuego? Dice Di-s".
El fuego es la sabiduría. El conocimiento de Di-s. Arde con una tíama eterna y tal como su primera fuente, es Eterna. La Torá, Palabra Divina, provoca que la inerte me-cha y el aceite apto, ardan con fuerza, dando luz y calor, símbolos de la vida.
El aceite no se mezcla con otros líquidos: Están aquellos que dicen que a través de cierta "moderación" en la vida religiosa, con un "poco" de actualización de esta enseñanza Divina eterna, un "poco" de asimilación, se puede atraer a la juventud, dándole a la Torá más flexibilidad. Las luces de Janucá nos enseñan que justamente el polo opuesto es el que permitió a un pequeño grupo, adepto a sus leyes milenarias hasta el sacrificio, dispuestos a entregar su vida, si fuera preciso, mantener su vida judaica fiel e iluminar el Templo con pureza. Se apartaron de los "muchos". No dijeron, "seamos más actuales, parecidos a nuestros invasores
Continuaron férreamente siendo pocos, sin mezclarse, sin asimilar el medio de vida que se les quería imponer, ajeno a los dictámenes de la Torá. A pesar de su aislamiento del mundo exterior, pagano, a pesar de continuar siendo "pocos contra muchos", ganaron su batalla. Porque en adición a ello fueron "los que se dedican a Tu Torá contra los arrogantes". Su particularidad, su diferencia, y no su "modernización" fueron los factores que decidieron su suerte. De no ser por aquellos que aprendieron del aceite, muchos de nosotros no estaríamos aquí.
La menorá se enciende hacia el exterior: Para aquellos que creen que la solución del problema judío reside en mantener su vida judía oculta a los ojos de la calle, para no despertar el sentimiento dé diferencia que puede ser madre de posibles trastornos y antisemitismo, el modo de encendido de la Menorá es más que expresivo.
La experiencia nos demuestra lo equívoco de la actitud mencionada.
Por el contrario, cuando el judío lleva su vida religiosa con orgullo, es decir sin ocultar su verdadera identidad, sin "temores" a la calle, logra con ello el respeto de los que lo rodean. La calle es siempre símbolo de lo mundano. El hogar - es símbolo de lo sagrado. En él se es judío, llevando una vida, de acuerdo a nuestra tradición. Pero cuando se trata del mundo mundano -valga la redundancia- que lo rodea, ese modo de vida parece ser imposible. Las luminarias de Janucá nos dicen todo lo contrario. Se encienden mirando hacia la calle. Iluminándola. Llevando hacia el exterior una luz sagrada, sobre la cual se pronunció una Brajá -bendición-, en la que se expresó que la calle, lo mundano, el universo, pertenece a su Creador, el Santo bendito sea.
Por último, lo más trascendente.
Cada día se aumenta una vela: Todas las enseñanzas de las luces de Janucá, -que vienen a disipar la oscuridad reinante, de acuerdo a las palabras de nuestros Sabios: "Poca luz disipa mucha oscuridad"- pretenden crear un asidero en las turbulentas y oscuras épocas del Galut, deben ser constantemente crecientes, al igual que el modo en que se encienden estas luces.
Ayer, cuando encendimos la primera luz de Janucá dijimos una bendición. Esta luz, se convierte en algo espiritual.
Ayer,ella alcanzó para disipar la oscuridad reinante en ese momento.
Hoy, empero, ya no alcanza. El hombre debe seguir creciendo. La espiritualidad debe ir en constante aumento. Lo que ayer fue suficiente, hoy ya no alcanza. Hoy se deben prender dos luces. Aumentar la luminosidad espiritual del mundo.
Igualmente, el judío debe crecer constantemente en su acercamiento al Creador. Debe esforzarse hoy más que ayer y mañana más que hoy. Porque cuando no se crece, cuando se supone que se está estático, en realidad se está de-creciendo.
Seamos, entonces, concientes de nuestro verdadero camino, encendiendo las luces de Janucá, las que se forman con mecha, aceite y llama, hacia la calle y creciendo constantemente.
Encendamos nuestra luz, para lograr un Janucá verdaderamente luminoso, en todo el sentido de la palabra.

TOMADO DE: WWW.JABAD.ORG.AR

mas sobre la festividad en :

http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/604666/jewish/Januc.htm

http://www.jabad.org.ar/januca2007.asp

http://www.jabad.org.ar/notasdetail.asp?idnota=1498

Un video didáctico sobre Janucá:

http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/604662/jewish/Video-sobre-Januc.htm

Gran Concurso Para Niños de 5 a 12 años

utilizando distitos materiales elabora una janukiya, la mas original sera premiada en dia 8 de diciembre/ 29 de Kislev

Animate y Participa,

Premios Para Todos......

Este 8 de Diciembre / 29 de Kislev de 5768 5ta Noche de Januca

Vuelven las Actividades los Jovenes Adultos de nuestra comunidad

Javerim de 18 a 35 años.

Espera un correo donde te informaremos de este encuentro

Les desea :

LA COMUNIDAD HEBREA PARA EL RETORNO SEFARADI DE BARRANQUILLA.

Que al Encerder las Luces de Januca nuestras vidas se llenen de Alegrias y Bendiciones y que el Shalom de HASHEM cubra cada uno nuestros emprendimientos  con luz sagrada y regocijo.