29 junio 2007

parashah: Parashat Balák - Bil'am el Hechicero, por Jana Simon

Parashat Balák - Bil'am el Hechicero, por Jana Simon
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 29 de June de 2007, 09:02
 
Parshat Balak: Bilam el hechicero
por Jana Simon

Queridos amigos:

 Después

Bilam es un experto en las artes de necromancia, pero no mayor que el mismo Balak, quien ya ha probado todo tipo de hechicería contra Israel pero sin éxito. La sabiduría de Bilam es tal que ha descubierto el mismísimo segundo en un período de 24 horas en que la furia del Creador se puede canalizar para hacerle daño al mundo, y ahora se le pide que use ese poder contra los Bnei Israel.
Inicialmente Bilam dice que hay que preguntarle a HaShem y en efecto HaShem le ordena que no lo haga. Pero cuando Balak manda a una segunda delegación de oficiales de alto rango, Bilam se deja convencer por cierto precio.
 HaShem entonces deja que Bilam siga por su mal camino porque, "en el camino que una persona escoja, el cielo le deja viajar por él". Bilam viaja con su asno, o mejor dicho asna, porque es del género femenino, insistiendo mucho en los detalles de sus adornos, lo cual nos prueba de que aunque fuera un gran intelectual, moralmente y espiritualmente es alguien bajo, pues su mente y corazón están con el animal. En verdad es una burra muy especial creada expresamente para ese momento al atardecer del primer viernes de la Creación. Un ángel se le apareció a la burra y no a Bilam, tres veces, con una espada lista para matar a Bilam. De repente y milagrosamente la burra habla y se queja del látigo de Bilam cuando en realidad le acaba de salvar la vida. Finalmente Bilam puede ver al ángel y admite que tenía malas intenciones contra Israel cuando estuvo con los líderes Moabitas. HaShem le deja que siga pero le advierte que sólo va a poder decir palabras permitidas por HaShem. Los dos enemigos de Israel juntan todas sus fuerzas espirituales para maldecir al Pueblo Escogido, pero cada uno de sus malos pensamientos se convierte en una bendición. Balak cree que el problema está en el lugar físico en donde Bilam intenta maldecir y que tal vez el sitio no está lo suficientemente asociado con una futura calamidad para Israel, entonces Bilam lo lleva a dos lugares más. Uno es el sitio donde Moshé morirá y creen que simbólicamente este sitio representa falta de poder; el segundo sitio es donde está el ídolo Peor, sitio donde Israel va a sufrir más tarde, pero también en estos dos sitios sus maldiciones se vuelven bendiciones. Entonces el enfurecido Balak, después de tener una visión sobre el futuro de Israel, se le ocurre como tener éxito contra Israel, incitarlos a la inmoralidad y ese pecado será su enemigo. Moab toma el consejo y la gente peca. Uno de los líderes de la tribu de Shimón, Zimri ben Salu, peca con la midianita Kozbi bat Tzur, nadie menos que hija de Balak. Pinjas el hijo de Elazar, nieto de Aharón, reconoce que Israel está en gran peligro y se acuerda de la regla que dice que en una situación así se puede tomar la ley en su mano, y ayudado por doce diferentes milagros Pinjas atraviesa a la pareja con una lanza y así detiene la plaga mortal que había caido sobre Israel, y a su vez enseña a la Nación las consecuencias que traen sus malas acciones. A Pinjas se le otorga vida eterna como el Profeta Elías.

En la Parshá Balak encontramos una de las mayores paradojas en la Torá en la persona de Bilam ben Pe'or.Bilam era un "Naví la'goyim" un profeta entre las Naciones. Era un hombre de quien Jazal dice que podría haber llegado a niveles de profecía comparables a los de Moshé Rabeinu, y sin embargo es considerado un rashá. ¿Por qué dio HaShem a un rashá no judío tan alto nivel de profecía?. Rashi nos responde que fue para que los goyim no pudieran usar su carencia de profetas como excusa para no hacer Teshuvá. Ésta no es la primera vez que Bilam intenta perjudicar a Israel. El midrash nos dice que Bilam fue uno de los consejeros de Paró y quien le sugirió la terrible idea de esclavizar al pueblo de Israel, así que cuando leemos el pasuk (Números 24:5) "aquí está una Nación de salió de Egipto y ha cubierto la faz de la tierra", vemos que Balak le está recordando a Bilam que su original consejo al Paró fracasó y que ahora debe tratar de usar una maldición (Or HaJaim). En el versículo 22-20 encontramos que HaShem le dice a Bilam que vaya con los oficiales de Moab "si vienen a visitarte, ve con ellos", pero en el 21-22 dice que eso enojó a HaShem, "y se fue con los líderes de Moab y HaShem se enojó. la respuesta es que la clave está en la palabra 'con ellos'". HaShem le dio permiso a Bilam para ir pero no con la misma intención que tenían los moabitas. El Or HaJaim se pregunta además por qué HaShem le dio permiso para ir y nos responde que si HaShem le hubiera prohibido ir, Bilam habría creído que tiene miedo de sus maldiciones y hubiera sentido que ni siquiera HaShem le podía detener. Ésto está de acuerdo con lo que sabemos de la personalidad de Bilam, alguien lleno de ga'avá, altanería.

 El Shulján Aruj empieza con las siguientes palabras "La persona debe tener la fuerza de un león para levantarse por la mañana y servir al creador". La Mishná Brura explica que la persona debe sobreponerse a su Yétzer HaRá que en el inverno le dice que hace frío y debe quedarse en la cama calentito y en el verano le dice que está demasiado cansado porque se fue a dormir tarde y debe quedarse en la cama: la persona entonces debe pensar que se levantaría para alguien importante que viniera así que todavía tiene una mayor obligación de levantarse para servir a HaShem, ¿en qué otra parte encontramos la expresión "Vitgaber Ke'Aryé", ser fuerte como un león? En esta Parshá (Números 23:24).
Bilam se levantó por la mañana muy deprisa y puso la silla en su burra él mismo sin esperar que lo hiciera un sirviente. Jazal nos dice que "tú", hombre malvado, vas tan de prisa para maldecir a Israel, pero Avraham Avinu te precedió, porque Avraham puso la silla en su asno y muy de prisa se fue a cumplir con lo que HaShem le había ordenado, sacrificar a su hijo Isaac. Ésto nos enseña que todas las buenas acciones no son sólo buenas para el presente sino también destruyen malos decretos en el futuro.
Lo necesario para que los judíos reciban bendiciones es que reconozcan que son únicos a causa de las virtudes de nuestros Patriarcas, por eso el Ángel confrontó a la burra de Bilam tres veces para recordarle a Bilam que los judíos tienen tres características únicas que los hacen dignos de ser benditos. La primera cualidad es que tenemos libre albedrío y podemos cambiar si queremos. La segunda cualidad es que podemos hacer teshuvá por nuestros errores pasados y escoger un nuevo camino y la tercera cualidad es que tenemos (o debemos tener) líderes interesados por el pueblo entero, no sólo interesados por unos pocos. Tal como Avraham nos enseñó, nuestro destino está en nuestras manos. Cuando Bilam llegó a Bamos Baol para espiar a los judíos, vió que estaban en las cumbres de Baol, o sea que eran dueños de lo más alto: ellos mismos; y tenían la habilidad de escoger.

 ¿Tenemos ahora estas tres características o acaso nos estamos olvidando de cómo usarlas?

¿Tenemos libre albedrío o nos dejamos llevar por la moda, sea en política sea en otras cosas, podemos hacer teshuvá o confundimos a nuestros errores con Mitzvot? ¿Tenemos líderes justos o líderes que están de acuerdo con lo que deseamos sea correcto o no?

Mi Brajá de esta semana es que HaShem nos haga dignos de poseer estas tres cualidades porque la verdad es que podemos cambiar, no estamos sujetos a un destino fatal y podemos hacer que mañana sea mejor que hoy. Nuestras pasadas faltas no nos atan para siempre , porque podemos escoger un nuevo camino y si el destino está en realidad en nuestras manos también podemos acercarnos a los tzadikim y hacer de ellos nuestros líderes aunque sea por ahora sólo a nivel personal.

¡Shalom desde Yerushalaim!


parashah: Parashat Balák - La Gran Pelea, por Gabriel ben-Israel

Parashat Balák - La Gran Pelea, por Gabriel ben-Israel
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 29 de June de 2007, 08:55
 Parashat Balák - La Gran Pelea, por Gabriel ben-Israel
para LaHoja #147