16 noviembre 2007

parashah: Parashat Vaietsé, por Malcah Canali (5767)

Parashat Vaietsé, por Malcah Canali (5767)
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 16 de November de 2007, 13:30
 Baruj Hashem
 

 De Malcah para la Quebutzah
 

Madrid, a 29 de Noviembre de 2006
Que es 7 de Kislev del año 5767
De la Creación del Mundo por
Haqadosh Baruj Hu

  Queridos Amigos:
 
     La Parashah que vamos a leer el sábado se llama "Vayetzé" porque empieza por esta palabra que significa: "Salió". Por cierto se trata de un verbo empleado en futuro invertido, es decir, transformado en pasado por la vav que le sirve de prefijo. Esta particularidad de la lengua hebrea, que consiste en invertir los aspectos verbales, es generalmente considerada en el mundo occidental, que tantas cosas sabe y tantas cosas define, una fantasía oriental digna de un pueblo poco ilustrado. Sin embargo, unos brevísimos instantes de reflexión nos permiten advertir que transformar el futuro en pasada es el movimiento de la vida misma. El niño que nace tiene todo el futuro por delante. Lo va transformando en pasado hasta su muerte. En cuanto a la transformación del pasado en futuro, pues representa, en primer lugar, el hecho tan fundamental para la vida, de aprender de la experiencia. Si El Eterno lo permite, volveremos sobre el tema.
 
     Ahora volvemos a nuestra parashah, que es ciertamente una de las más emocionantes de toda la Torah.
 
     Salió Yaacov de Beersheva, la ciudad del pozo, la ciudad del pacto, donde Abraham había hecho una alianza con Abimélej a propósito de un pozo. El pozo es símbolo de vida y de sabiduría porque es proveedor de agua. En cierto sentido, podemos entender que se repite la experiencia de Abraham. Al igual que su abuelo, Yaacov sale de la casa de sus padres, de la seguridad... un tanto burguesa... que le había permitido desarrollarse física y espiritualmente, para marcharse hacia lo desconocido. Pero la voz que a él le ordena ponerse en camino, no es directamente la del Todopoderoso, sino la de su madre, Rivkah, una mujer asustada por la discordia que se ha abierto paso en su familia. Ella, además, indica a su hijo hacia dónde ha de dirigirse, a Jarán, tierra de su tío Laván. Isaac, por su parte, refrenda la decisión de su esposa y bendice a su hijo, deseándole que sea padre de muchos pueblos.

     Yaacov actúa como Abraham: obedece sin discutir, pero él conoce las razones de su exilio y son dolorosas. Su hermano no consigue superar la frustración creada por la pérdida de la primogenitura y le quiere matar. Lo ha manifestado en voz alta y su madre le ha oído.
 
     Así pues Yaacov se marcha para escapar a la persecución fratricida. El hermano a quien tantas veces había admirado por su fuerza, por sus habilidades de cazador, incluso por el desparpajo que usaba cuando eran todavía dos chiquillos y le decía: "¡Venga ya, no te quedes todo el tiempo estudiando en esta tienda! ¡Anda, te echo una carrera!" Esau, el fuerte, se había convertido en un Caín enfurecido que le odiaba y quería matarle.
 
     Yaacov caminaba... huía... lo pensaba "Las cosas se han de llamar por su nombre: estoy huyendo, huyendo de mi hermano a quien no he hecho absolutamente nada. Yo fui honrado con él, la primogenitura no se la robé, se la compré y él aceptó el trato. Yo no le engañé. A quien engañé fue a nuestro padre (para que no entristeciera al saber la poca importancia que Esau daba a la primogenitura), pero no a él, y nuestro padre me ha perdonado puesto que me ha bendecido, pero él, Esau, mi hermano, me odia y me quiere matar ¡Quiera El Eterno que se le pase este absurdo furor y que nos reconciliemos!"
 
     Seguramente fueron aquellas las reflexiones de Yaacov a lo largo de un día agotador. Probablemente también se estaba preguntando cuál era la voluntad de Hashem al infligirle tan duro tormento, cuando llegó a un lugar donde decidió pernoctar.
 
     En efecto, ya se había puesto el sol. Tal vez pensara el pobre hombre que la noche envolvente de la voluptuosa Canaán sería más dulce para él que la oscuridad de un corazón desconcertado y dolido. Y lo fue.
 
     Yaacov se dispuso a dormir en el suelo porque... era un fugitivo. No llevaba en el equipaje las almohadas confeccionadas por su madre. Entonces buscó una piedra para hacerle de cabecera.
 
     Sí, una piedra, es decir, en hebreo, una "abén". Esta palabra "abén" es extraordinaria porque contiene la palabra "padre" (ab) y la palabra "hijo" (ben), además de la palabra "an" que significa donde. O sea que, en la palabra "abén" se encuentra resumida toda la problemática de Yaacov en el momento de su huida hacia Jarán: relación entre padres e hijos y misión de crear su propia familia en el lugar adonde se dirige.
 
     Por otra parte, si permutamos las consonantes de "abén" advertimos que esta palabra se encuentra enteramente contenida en la palabra "nabe" (profeta) que se deletrea: nun, beit, yod, alef. La yod intermedia simboliza la Presencia Divina, anunciando que la problemática de nuestro patriarca se resolverá gracias a la intervención de Hashem.
 
     No sabemos si Yaacov tuvo conciencia de todo lo que significaba aquella piedra, pero lo más probable es que estuviera demasiado agotado para reparar en tan profundas implicaciones y se limitara a tratar de proporcionarse una relativa comodidad para reponer fuerzas. Sin embargo, no cabe duda de que su inconsciente captó el mensaje porque se acostó... y soñó.
 
     Por primera vez la Torah nos indica que uno de nuestros patriarcas sueña. Aquí aparece en el texto el verbo "jalam" que significa "soñar". Naturalmente, viene en futuro invertido. Yaacov sueña con lo que acontecerá en el porvenir, ahora lo veremos, y el sueño se transformará en un momento del pasado, fundido en aquel adormecimiento original que el Creador ofreció a Adam para extraer de su seno la femineidad.
 
     La palabra "jalom" (sueño), como Adam y, sobre todo, como Elohim, termina en "mem sofit" (M final), mem cerrada, letra que simboliza las aguas contenidas en el útero y que protegen al hijo en el proceso de concepción o, mejor dicho, de formación. El pozo abandonado en Beersheva, Yaacov lo lleva en el alma. Se ha transformado en las aguas humanas destinadas a proteger la fecundidad del linaje abrahámico en su rama hebrea. Yaacov está soñando...
 
     El hombre que acostumbra a utilizar la fuerza para garantizarse el sustento, no sueña, sino que actúa y exige. No se preocupa por el futuro. Lo quiere todo y  en seguida. Todo lo usa y todo lo tira de inmediato. Esaú no sueña, tiene hambre y come... al precio que sea..., cuando se pare a pensar, advertirá que ya es tarde para echarse atrás, porque esta vez la espada no le va a servir absolutamente para nada. No valoró el futuro, no hipotecó..., actuó como el hombre moderno, el hombre occidentalizado que hipoteca toda su vida para gozar de una vivienda confortable, aquí y ahora, en seguida, sin pensar que tiene otras soluciones a su alcance. Soluciones menos fáciles que el "todo y en seguida", pero mucho más rentables a la larga. El hombre moderno, a menudo, se parece a Esau, que en vez de soñar, hipoteca su vida.
 
     Yaacov es un fugitivo, un perseguido, tiene que ir adelante, hacia el futuro. El no es hombre de violencia, no confía en la fuerza para resolverle la vida. Entonces sueña. Inaugura así esta costumbre tan hebrea y luego tan judía de soñar. El sueño nocturno nos explica la vida y nos la anuncia. El sueño, tanto el onírico de la noche, como la ensoñación consciente, es una actividad primordial de la psique porque, al transportarnos al nivel del poder interior de nuestra propia configuración de la vivencia, nos permite modificarla o realizarla. El hombre de violencia, al ser incapaz de aplazar el gozo, se transforma, como lo acabamos de ver, en un autómata que goza de inmediato y paga a plazos... con intereses... intereses usurarios, que tales son los que la vida suele cobrar a los impacientes. En cambio, el soñador, al demorar el gozo, abre un espacio en la psique, un espacio en el que cristalizará el juicio y florecerá el proyecto. La psique soñadora es un útero que tarde o temprano alumbrará la realización del deseo de modo perfectamente natural y durable. La espada nada puede contra el espíritu creador.
 
     Veamos ahora en qué consistió el sueño de Yaacov, el sueño primigenio de Israel: Yaacov, dormido, con la cabeza apoyada sobre una piedra, soñó con una escalera apoyada en la tierra y cuyo extremo superior llegaba al cielo. Por ella bajaban y subían ángeles y El Eterno estaba a su lado prometiéndole el dominio sobre la tierra en la que estaba acostado, una posteridad innumerable y bendiciones inagotables. En suma, Yaacov vio y oyó en su sueño el destino de su estirpe. Los ángeles que suben y bajan representan la movilidad de las energías que unirán siempre a la tierra de Israel con la morada divina.
 
     Escalera en hebreo, se dice "Sulam" y se escribe: "Samej, Lamed, mem sofit". Samej representa el apoyo de la escalera en el suelo puesto que el nombre de la letra es la raíz "samaj" que significa "apoyar". Lamed, segunda letra de la palabra, es la única del alfabeto hebreo que se eleva por encima de la línea de la escritura. Indica el estudio y la elevación intelectual, a la par que la afectiva, porque es también inicial de "Lev" que significa "corazón". La Mem final es reserva de vida, ya lo hemos comentado.
 
     La Sulam es, pues, una reserva de vida que se crea por medio de un sólido apoyo en la tierra (en el Judaismo la vida material y las necesidades físicas nunca serán consideradas despreciables o vergonzosas) y una elevación constante hacia el cielo.
 
     Al hablar del respeto que tiene el Judaismo por lo físico y lo material, entendemos por qué El Eterno, Bendito El, se dirige a Yaacov diciéndole: "La tierra sobre la cual estás acostado, te la daré". Menciona primero el hecho de que Yaacov esté acostado, como cualquier ser humano exhausto después de un día de viaje y luego, formula la promesa. En cierto modo, premia a Yaacov por su aceptación de las condiciones materiales de la existencia que no son sino la base de la elevación espiritual, pero que deben ser asumidas como tales.
 
     En esta fusión de lo material con lo espiritual se encuentra para el Judaismo el fundamento del amor que el Todopoderoso le pide a su pueblo en el rezo de la Shemá cuando dice: "Amarás al Eterno tu D.os con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus medios".
 
     En el sueño de la escalera venía anunciada y prefigurada esta apasionada demanda.
 
Malcah
 
 
 
 ¡Quiera El Eterno concedernos siempre la dichosa capacidad de soñar que le dio fuerza al patriarca Yaacov!
 
¡Shabbat Shalom!

15 noviembre 2007

Barranquilla: Parashat Vaietze / Las Promesas de HASHEM y el Poder de la Tefilah.

Parashat Vaietze / Las Promesas de HASHEM y el Poder de la Tefilah.
de Edwin Asher Ben Eliyahu - Thursday, 15 de November de 2007, 05:43
 

בס"ד

COMUNIDAD HEBREA PARA EL RETORNO SEFARADI DE BARRANQUILLA


PARASHAT  VAIETZE
 
 
 
(Primer libro de la Torá:
Bereshit/Génesis 28:10 a 32:3)
HAFTARA : Oshéa (Oseas) 11:7 - 12:12 (Sefaraditas)
FechaHora    
Viernes, 16 de Noviembre, 2007Encendido de velas a las: 5:14 PM
Shabat, 17 de Noviembre, 2007Shabat concluye: 6:05 PM

Es considerada una gran mitzvá y una responsabilidad honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.

Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.

RESUMEN DE LA PERASHA

Iaakob abandona Beer Sheva en respuesta al pedido de sus padres. Luego de catorce años estudiando en la Ieshivá de Shem y Ever prosigue su viaje rumbo a Jarán, la ciudad donde habitan los parientes de su madre, Rivká. En su camino pasa y se detiene en el Monte Moriá, el sagrado lugar de Akedat Itzjak y del futuro Bet HaMikdash (Gran Templo), y allí se acuesta a descansar. Tiene un sueño profético en donde ve una escalera con su base en la tierra y su cima en el cielo, en la cual hay angeles que ascienden y descienden. Hashem le promete que habrá de darle a él y a su descendencia la Tierra de Israel, y que de él saldrá una gran nación que contará siempre con la protección Divina. Iaakob se despierta y construye allí un altar. Reza una plegaria a Di-s y promete donar el diezmo de sus ganancias. Desde ese lugar continúa hasta Jarán y se encuentra con Raquel junto al pozo de agua. Iaakob pide a Labán, padre de ella y hermano de Rivká, la mano de Raquel en matrimonio, a cambio de siete años de trabajo. Labán accede pero luego lo engaña: tras la boda le entrega a su hija mayor, Leá. Iaakob promete entonces trabajar otros siete años para obtener la mano de Raquel.

Con Leá tiene cuatro hijos, Reubén, Shimón, Leví y Iehudá, las cuatro primeras tribus de Israel. Raquel en tanto no puede concebir y entrega a su sierva Bilhá a su marido en matrimonio, la cual concibe a Dan y a Naftalí . Zilpá, sierva de Leá, engendra a su vez dos hijos, Gad y Asher. Leá da a luz posteriormente a Isajar, Zebulún y Diná. Finalmente Hashem bendice a Raquel con un hijo, Iosef. Despues de muchos años de trabajar en Jarán, Iaakob decide dejar a Labán pero éste no está de acuerdo pues es consciente del beneficio que le reporta el trabajo de Iaakob. Finalmente lo deja partir, no sin antes tratar de engañarlo nuevamente. Iaakob conoce las artimañas de Labán y se apresura a marcharse, llevándose consigo a toda su familia. Labán los persigue pero Hashem se le aparece en sueños advirtiéndole que no se atreva a dañarlo. Labán y Iaakob finalmente hacen un pacto de paz. Labán regresa a su hogar mientras Iaakob prosigue camino rumbo a su tierra, preparado para enfrentarse con su hermano Esav.

Tomado de: www.judaicasite.com


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¿Por Que la Torá Toma en Cuenta Pequeños Detalles?



 

PREGUNTA:
¿Por qué la religión judía parece estar obsesionada por detalles insignificantes?
Cuánta matzá tenemos que comer, qué cuchara usamos para la leche y cuál para la carne, cuál es la manera correcta de atar los cordones. Me parece que esto hace perder el "gran cuadro" enfocando la minucia. ¿Estas trivialidades son lo que los judíos llaman "espiritualidad"?
(En realidad, le envié esta pregunta hace una semana y no he recibido
respuesta)

RESPUESTA:
Nunca dije tener todas las respuestas. Hay muchas preguntas que están más allá de mí. Pero en este caso, contesté su pregunta, y usted tuvo la respuesta. Le envié una contestación inmediatamente. El hecho que usted no la haya recibido es la respuesta a su pregunta. Ya ve, le envié una contestación, pero escribí su dirección de e-mail omitiendo el "punto" antes del "com". De todas maneras pensé que recibiría el e-mail, porque, después de todo, es sólo un punto pequeño. ¡Quiero decir que no es como si hubiese escrito el nombre incorrectamente o algo tan drástico! ¿Quién sería tan trivial como para diferenciar entre "yahoocom" y "yahoo.com"? ¿No es un poco ridículo que no haya recibido mi e-mail debido sólo a un pequeño punto?
No, no es ridículo. Porque el punto no es sólo un punto. Representa algo. Ese punto tiene un significado que va mucho más allá de los píxeles que lo forman en la pantalla. A mí puede parecerme insignificante, pero eso es absolutamente debido a mi ignorancia de los procesos del Internet. Todos lo que sé es que con ese punto, el mensaje llega al destino correcto; sin él, el mensaje se pierde en el olvido.
Las costumbres y preceptos judíos tienen una profundidad infinita. Cada matiz y detalle contiene un mundo de simbolismo. Y cada punto es importante. Cuando se realizan con precisión, una vibración espiritual es enviada a lo largo del universo (al igual que un e- mail), directo al inbox (casilla de correo) de Di-s.
Si usted quiere entender el simbolismo del punto, estudie Internet.
Si usted quiere entender el simbolismo de la Torá, estúdiela

tomado de: www.lubavitchcolombia.com

Muy Interesantes Videos sobre la Parashat haShabua.

http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/vaietze.html

Parasha con Harav Dani''EL Ginerman  Shelit´´a

http://video.google.com/videoplay?docid=-113595626025060209&hl=en

 

BAT ISRAEL (HIJA DE ISRAEL)

Un espacio creado pensado en la Mujer Judia de Hoy y su papel en el GueUlah Shelema.

PROXIMO ENCUENTRO 15 DE KISLEV / 25 DE NOV.

Hora: 9: 00 AM A 1:00 PM

Tematicas:

  •    Más allá de Tzinut.
  •   Tarahat ha Mishpaja: La llave hacia la santidad.

TODAS SON BIENVENIDAS!!!!

"DEBES ORAR CON TODA TU FUERZA.
DE ESTA MANERA EL SONIDO DE TU VOZ
PENETRARÁ EN TU MENTE Y SERÁS CAPAZ
DE CONCENTRARTE EN LA PLEGARIA.
TU CORAZÓN ESCUCHARÁ LAS PALABRAS
QUE SALEN DE TUS LABIOS Y
SERÁS CAPAZ DE ENDEREZAR TU CORAZÓN
Y ALCANZAR LA VERDADERA ALEGRÍA.
ESTA FELICIDAD SERÁ TAN GRANDE
QUE TE PERMITIRÁ CUMPLIR CON TODAS LAS MITZVOT
CON UNA GRAN ALEGRÍA PRODUCTO DE
LA MISMA MITZVA Y SERÁS CAPAZ DE
PRESENTAR TUS PLEGARIAS EN LA FORMA DE CUENTOS.
TENDRÁS EL PODER DE ANULAR TODOS
LOS DECRETOS SEVEROS INCLUSO LUEGO DE
HABER SIDO EMITIDOS."
 
("CONSEJO", 'PLEGARIA', Punto 10 Rebe Najman de Breslov)

 

EEste 5768/2007, Januka empieza al anochecer del Martes 4 de Dic.

 

SHABAT SHALOM UMEBORAJ!!!

 


14 noviembre 2007

parashah: VAYETZÉ por Malcah Canali 5767

VAYETZÉ por Malcah Canali 5767
de Josefina Navarro - Wednesday, 14 de November de 2007, 16:05
  
Baruj Hashem
 

 De Malcah para la Quebutzah
 

Madrid, a 29 de Noviembre de 2006
Que es 7 de Kislev del año 5767
De la Creación del Mundo por
Haqadosh Baruj Hu

  Queridos Amigos:
 
     La Parashah que vamos a leer el sábado se llama "Vayetzé" porque empieza por esta palabra que significa: "Salió". Por cierto se trata de un verbo empleado en futuro invertido, es decir, transformado en pasado por la vav que le sirve de prefijo. Esta particularidad de la lengua hebrea, que consiste en invertir los aspectos verbales, es generalmente considerada en el mundo occidental, que tantas cosas sabe y tantas cosas define, una fantasía oriental digna de un pueblo poco ilustrado. Sin embargo, unos brevísimos instantes de reflexión nos permiten advertir que transformar el futuro en pasada es el movimiento de la vida misma. El niño que nace tiene todo el futuro por delante. Lo va transformando en pasado hasta su muerte. En cuanto a la transformación del pasado en futuro, pues representa, en primer lugar, el hecho tan fundamental para la vida, de aprender de la experiencia. Si El Eterno lo permite, volveremos sobre el tema.
 
     Ahora volvemos a nuestra parashah, que es ciertamente una de las más emocionantes de toda la Torah.
 
     Salió Yaacov de Beersheva, la ciudad del pozo, la ciudad del pacto, donde Abraham había hecho una alianza con Abimélej a propósito de un pozo. El pozo es símbolo de vida y de sabiduría porque es proveedor de agua. En cierto sentido, podemos entender que se repite la experiencia de Abraham. Al igual que su abuelo, Yaacov sale de la casa de sus padres, de la seguridad... un tanto burguesa... que le había permitido desarrollarse física y espiritualmente, para marcharse hacia lo desconocido. Pero la voz que a él le ordena ponerse en camino, no es directamente la del Todopoderoso, sino la de su madre, Rivkah, una mujer asustada por la discordia que se ha abierto paso en su familia. Ella, además, indica a su hijo hacia dónde ha de dirigirse, a Jarán, tierra de su tío Laván. Isaac, por su parte, refrenda la decisión de su esposa y bendice a su hijo, deseándole que sea padre de muchos pueblos.

     Yaacov actúa como Abraham: obedece sin discutir, pero él conoce las razones de su exilio y son dolorosas. Su hermano no consigue superar la frustración creada por la pérdida de la primogenitura y le quiere matar. Lo ha manifestado en voz alta y su madre le ha oído.
     Así pues Yaacov se marcha para escapar a la persecución fratricida. El hermano a quien tantas veces había admirado por su fuerza, por sus habilidades de cazador, incluso por el desparpajo que usaba cuando eran todavía dos chiquillos y le decía: "¡Venga ya, no te quedes todo el tiempo estudiando en esta tienda! ¡Anda, te echo una carrera!" Esau, el fuerte, se había convertido en un Caín enfurecido que le odiaba y quería matarle.
 
     Yaacov caminaba... huía... lo pensaba "Las cosas se han de llamar por su nombre: estoy huyendo, huyendo de mi hermano a quien no he hecho absolutamente nada. Yo fui honrado con él, la primogenitura no se la robé, se la compré y él aceptó el trato. Yo no le engañé. A quien engañé fue a nuestro padre (para que no entristeciera al saber la poca importancia que Esau daba a la primogenitura), pero no a él, y nuestro padre me ha perdonado puesto que me ha bendecido, pero él, Esau, mi hermano, me odia y me quiere matar ¡Quiera El Eterno que se le pase este absurdo furor y que nos reconciliemos!"
 
     Seguramente fueron aquellas las reflexiones de Yaacov a lo largo de un día agotador. Probablemente también se estaba preguntando cuál era la voluntad de Hashem al infligirle tan duro tormento, cuando llegó a un lugar donde decidió pernoctar.
 
     En efecto, ya se había puesto el sol. Tal vez pensara el pobre hombre que la noche envolvente de la voluptuosa Canaán sería más dulce para él que la oscuridad de un corazón desconcertado y dolido. Y lo fue.
 
     Yaacov se dispuso a dormir en el suelo porque... era un fugitivo. No llevaba en el equipaje las almohadas confeccionadas por su madre. Entonces buscó una piedra para hacerle de cabecera.
 
     Sí, una piedra, es decir, en hebreo, una "abén". Esta palabra "abén" es extraordinaria porque contiene la palabra "padre" (ab) y la palabra "hijo" (ben), además de la palabra "an" que significa donde. O sea que, en la palabra "abén" se encuentra resumida toda la problemática de Yaacov en el momento de su huida hacia Jarán: relación entre padres e hijos y misión de crear su propia familia en el lugar adonde se dirige.
 
     Por otra parte, si permutamos las consonantes de "abén" advertimos que esta palabra se encuentra enteramente contenida en la palabra "nabe" (profeta) que se deletrea: nun, beit, yod, alef. La yod intermedia simboliza la Presencia Divina, anunciando que la problemática de nuestro patriarca se resolverá gracias a la intervención de Hashem.
 
     No sabemos si Yaacov tuvo conciencia de todo lo que significaba aquella piedra, pero lo más probable es que estuviera demasiado agotado para reparar en tan profundas implicaciones y se limitara a tratar de proporcionarse una relativa comodidad para reponer fuerzas. Sin embargo, no cabe duda de que su inconsciente captó el mensaje porque se acostó... y soñó.
 
     Por primera vez la Torah nos indica que uno de nuestros patriarcas sueña. Aquí aparece en el texto el verbo "jalam" que significa "soñar". Naturalmente, viene en futuro invertido. Yaacov sueña con lo que acontecerá en el porvenir, ahora lo veremos, y el sueño se transformará en un momento del pasado, fundido en aquel adormecimiento original que el Creador ofreció a Adam para extraer de su seno la femineidad.
 
     La palabra "jalom" (sueño), como Adam y, sobre todo, como Elohim, termina en "mem sofit" (M final), mem cerrada, letra que simboliza las aguas contenidas en el útero y que protegen al hijo en el proceso de concepción o, mejor dicho, de formación. El pozo abandonado en Beersheva, Yaacov lo lleva en el alma. Se ha transformado en las aguas humanas destinadas a proteger la fecundidad del linaje abrahámico en su rama hebrea. Yaacov está soñando...
 
     El hombre que acostumbra a utilizar la fuerza para garantizarse el sustento, no sueña, sino que actúa y exige. No se preocupa por el futuro. Lo quiere todo y  en seguida. Todo lo usa y todo lo tira de inmediato. Esaú no sueña, tiene hambre y come... al precio que sea..., cuando se pare a pensar, advertirá que ya es tarde para echarse atrás, porque esta vez la espada no le va a servir absolutamente para nada. No valoró el futuro, no hipotecó..., actuó como el hombre moderno, el hombre occidentalizado que hipoteca toda su vida para gozar de una vivienda confortable, aquí y ahora, en seguida, sin pensar que tiene otras soluciones a su alcance. Soluciones menos fáciles que el "todo y en seguida", pero mucho más rentables a la larga. El hombre moderno, a menudo, se parece a Esau, que en vez de soñar, hipoteca su vida.
 
     Yaacov es un fugitivo, un perseguido, tiene que ir adelante, hacia el futuro. El no es hombre de violencia, no confía en la fuerza para resolverle la vida. Entonces sueña. Inaugura así esta costumbre tan hebrea y luego tan judía de soñar. El sueño nocturno nos explica la vida y nos la anuncia. El sueño, tanto el onírico de la noche, como la ensoñación consciente, es una actividad primordial de la psique porque, al transportarnos al nivel del poder interior de nuestra propia configuración de la vivencia, nos permite modificarla o realizarla. El hombre de violencia, al ser incapaz de aplazar el gozo, se transforma, como lo acabamos de ver, en un autómata que goza de inmediato y paga a plazos... con intereses... intereses usurarios, que tales son los que la vida suele cobrar a los impacientes. En cambio, el soñador, al demorar el gozo, abre un espacio en la psique, un espacio en el que cristalizará el juicio y florecerá el proyecto. La psique soñadora es un útero que tarde o temprano alumbrará la realización del deseo de modo perfectamente natural y durable. La espada nada puede contra el espíritu creador.
 
     Veamos ahora en qué consistió el sueño de Yaacov, el sueño primigenio de Israel: Yaacov, dormido, con la cabeza apoyada sobre una piedra, soñó con una escalera apoyada en la tierra y cuyo extremo superior llegaba al cielo. Por ella bajaban y subían ángeles y El Eterno estaba a su lado prometiéndole el dominio sobre la tierra en la que estaba acostado, una posteridad innumerable y bendiciones inagotables. En suma, Yaacov vio y oyó en su sueño el destino de su estirpe. Los ángeles que suben y bajan representan la movilidad de las energías que unirán siempre a la tierra de Israel con la morada divina.
 
     Escalera en hebreo, se dice "Sulam" y se escribe: "Samej, Lamed, mem sofit". Samej representa el apoyo de la escalera en el suelo puesto que el nombre de la letra es la raíz "samaj" que significa "apoyar". Lamed, segunda letra de la palabra, es la única del alfabeto hebreo que se eleva por encima de la línea de la escritura. Indica el estudio y la elevación intelectual, a la par que la afectiva, porque es también inicial de "Lev" que significa "corazón". La Mem final es reserva de vida, ya lo hemos comentado.
 
     La Sulam es, pues, una reserva de vida que se crea por medio de un sólido apoyo en la tierra (en el Judaismo la vida material y las necesidades físicas nunca serán consideradas despreciables o vergonzosas) y una elevación constante hacia el cielo.
 
     Al hablar del respeto que tiene el Judaismo por lo físico y lo material, entendemos por qué El Eterno, Bendito El, se dirige a Yaacov diciéndole: "La tierra sobre la cual estás acostado, te la daré". Menciona primero el hecho de que Yaacov esté acostado, como cualquier ser humano exhausto después de un día de viaje y luego, formula la promesa. En cierto modo, premia a Yaacov por su aceptación de las condiciones materiales de la existencia que no son sino la base de la elevación espiritual, pero que deben ser asumidas como tales.
 
     En esta fusión de lo material con lo espiritual se encuentra para el Judaismo el fundamento del amor que el Todopoderoso le pide a su pueblo en el rezo de la Shemá cuando dice: "Amarás al Eterno tu D.os con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus medios".
 
     En el sueño de la escalera venía anunciada y prefigurada esta apasionada demanda.
 
Malcah
 
 
 
 ¡Quiera El Eterno concedernos siempre la dichosa capacidad de soñar que le dio fuerza al patriarca Yaacov!
 
¡Shabbat Shalom!
 

parashah: VAYETZÉ - La Paternidad, por Malcah Canali 5768

VAYETZÉ - La Paternidad, por Malcah Canali 5768
de Josefina Navarro - Wednesday, 14 de November de 2007, 16:00
 

B''H

De Malcah para la Quebutzah

 

 

Comentario a la Parashah de Vayetzé

Sábado 17 de noviembre de 2007

7 de Kislev de 5768

 

 

 

 

 

VAYETZÉ

 

LA PATERNIDAD

 

 

                                    

 

                  Esaú no asumía la venta de su primogenitura, andaba rumiando su despecho. Con mucha habilidad consiguió Rivqah el asentimiento de Ytzjaq para que Jaacob se marchara a casa de Laván. No le habló del proyecto de Esaú de matar a su hermano sino que le mencionó la necesidad de encontrar una buena esposa  para el próximo jefe de familia y le recordó lo odiosas que eran las mujeres hititas de Esaú el Super Postergado. Ytzjaq también estaba harto de las nueras, así que accedió y bendijo a Yaacob, deseándole una descendencia numerosa.

 

          Se fue pues de Beer-Sheva nuestro tercer patriarca con el sonido de las palabras paternas resonándole en el alma, con esta misión: ser padre de un grupo de pueblos; el texto utiliza la expresión "quehal ´amín", ligada numéricamente al verbo "ratzah" que es "querer, tener voluntad de". O sea que, ya al emprender el camino, Yaacov tenía, consciente o inconscientemente, la voluntad de ser padre.

 

          El caso es que, por la noche se acostó con la cabeza apoyada en unas piedras, una en particular, que, al amanecer, erigiría en monumento conmemorativo del sueño de la escalera y de la promesa divina que lo acompañó. Como ya dijimos el año pasado, al comentar esta misma parashah, la palabra "piedra", "aven" en hebreo, contiene a la vez "av" (padre) y "ben" (hijo). La piedra es el símbolo de las relaciones familiares de Yaacov. Son duras, pero prometedoras.

 

 

          Hemos de volver sobre este particular porque nos muestra la presencia de la Ley Divina en la vida de los seres humanos.

 

          En primer lugar, advertimos que el número 2, referido a los hijos, se remonta a Qaín y Abel. Uno de los hermanos envidia al otro y se desencadena una tragedia. Será un tercer hijo, Seth, engendrado ulteriormente  quién dará nacimiento a los antepasados de Noaj. Abraham también tiene dos hijos sin que la convivencia entre ambos pueda ser duradera. Luego, el propio Ytzjaq que, sin proponérselo, había sido causa de la marginación de Ysmael, tendrá dos hijos mal avenidos.

 

          Este aspecto terrible de la dualidad, al parecer inseparable de la procreación doble, colea todavía en la familia de Yaacov, porque él va a tener 12 hijos, es cierto, pero no lo es menos que forman dos grupos, Yosef y sus hermanos, siendo Yosef marginado por los otros.

 

          Aquí es preciso observar que la palabra "hijo" que es "ben" en hebreo, empieza por la letra bet, segunda del alfabeto, que también es la inicial de la Torah. La dualidad es la ley de este mundo. Se refleja, por lo tanto, en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida. Para engendrar hijos tiene que haber una pareja (la clonación, por mucho que nos canten sus loores, no es ningún sustituto a la relación entre dos seres fecundos, porque reproduce siempre el mismo individuo, o sea que niega la creación). Ahora bien, la existencia de la dualidad tiene, como todo, y quizás más que nada (¡es un simple juego de conceptos, os ruego que no lo toméis en serio) su rostro negro: en vez de complementariedad, puede originar envidia. En el caso de dos hijos, los psicólogos lo tienen claro: uno de los hijos es el mayor, el primogénito y el otro, es el pequeño, el que se siente inane.

 

          El segundo quiere ser el primero. Algunas veces, si el pequeño es el objeto de predilección especial por parte de los padres (será el caso de Yosef) ocurre lo contrario: el mayor quiere ser el pequeño. La familia se estabiliza con la presencia de un número mayor de hijos, porque los papeles se diversifican.

 

          Nuestros patriarcas Abraham e Ytzjaq, a instigación de sus respectivas esposas, resolvieron la rivalidad fraternal poniendo distancia espacial entre uno y otro hermano. A Yaacov se lo dieron hecho los hijos mayores al vender a Yosef a unos nómadas que se marchaban lejos, muy lejos. Sin embargo, un padre responsable, al ver que la situación no se va resolviendo realmente con la sucesión generacional, siente inevitablemente en su corazón un profundo deseo de hallar una buena solución a la rivalidad.

 

           Cuando Yaacov tuvo la alegría de encontrar a Yosef en Egipto, debió de pensar que estaba todo hecho, pero, no es improbable que rápidamente advirtiera que tampoco era para tanto. Sí, los hermanos estaban reconciliados, Yosef había perdonado y los demás le tenían esta devoción espectacular que suelen demostrar al más fuerte sus antiguos verdugos, sobre todo cuando le necesitan de modo imperioso para poder subsistir. Recuerdo que, cuando comentábamos el asunto en casa, mi marido me decía: "¡Claro que Yosef había perdonado a sus hermanos! Él era un hombre noble y generoso, desconocía la inquina duradera y despiadada, pero conocía la vida; era un potentado y, por lo tanto, sabía cómo se las gastan los seres humanos, así que, a sus hermanos, los quería, los amparaba, los ayudaba, pero los mantenía a distancia, en las tierras de Goshen, que estaba lejos de la Corte. No se fiaba de ellos. Era un hombre prudente".

 

          Diego llevaba razón. El problema representado por la discordia fraternal sólo estaba resuelto en la superficie. Faltaba la unidad afectiva, el impulso este irresistible que brota del corazón y transforma los sentimientos negativos en manantial de amor. El acierto del patriarca Yaacov en el postrer momento de su vida será provocar la aparición del amor auténtico entre los hermanos, fuente de dicha colectiva, cuando al bendecir a los hijos de Yosef Hatzadiq (José el Justo) repitió la suplantación del mayor por el menor y todos pudieron comprobar que ninguno de los dos hermanos experimentaba sentimiento negativo alguno con respecto al otro.

 

          Yaacov se había transformado en el padre de la reconciliación familiar. Podía morir en paz. Había cumplido con su misión al cabo de una vida sembrada de dificultades, porque, si bien es cierto que tanto la bendición de Hashem, como la de Ytzjaq le cubrieron y le protegieron siempre, no lo es menos que se había beneficiado de un ardid y que esto, lo tuvo que pagar. Es algo fundamental en el judaísmo que la Creación eterna, en todos sus aspectos, está regida por una ley. Si se falta a esta  ley, si se comete un fallo, por la razón que sea, se agrede la armonía universal que, para subsistir, va a integrar el fallo al funcionamiento de la ley. Así, éste se reproducirá hasta que una actuación acertada lo anule.

 

          Hemos visto lo que ocurrió con la rivalidad entre hermanos. También se produjo la reiteración del fallo en las bodas de Yaacov. Lo mismo que él había utilizado la ceguera de su padre, su oscuridad biológica, para suplantar a su hermano, Laván utilizará la oscuridad de la noche para colocar a Leah como suplantadora de su hermana en el tálamo nupcial. Por otra parte, al haber sido Rivqah, hermana de Laván, la instigadora de la impostura, será Laván quien asuma la autoría del engaño infligido a Yaacov.

 

 

          La integración del fallo al funcionamiento de la ley de vida volverá a producirse cuando al marcharse con su marido que abandonaba la casa de Labán, Rajel robó los ídolos de su padre, como éste le había robado siete años de vida conyugal y el uso de su identidad, al ofrecerla en sacrificio, incruento pero cruel, a los ídolos de su codicia.

 

          La resolución de los conflictos que acabamos de describir la llevarán a cabo Labán y Yaacov al hacer un trato en el que Labán reivindica y asume su condición de padre que ya no piensa en su propia ganancia, sino en la dicha de sus hijas y de sus nietos, mientras que Yaacov le acepta la buena voluntad y se porta como buen hijo.

 

          Nos queda ahora por examinar el comportamiento de Rajel cuando recurrió al mismo proceder que Sarah para paliar su esterilidad, ofreciendo a su esposo la cohabitación con una criada suya, destinada a parir en su lugar. Bilah, la criada tuvo dos hijos a quienes Rajel nunca aborreció, ni siquiera después de nacer Yosef. Leah, por su parte, también utilizó a su criada para aumentar el número de sus hijos. Así, Zilpah fue madre de Gad y de Asher. Leah tampoco experimentó nunca sentimientos negativos hacia los hijos de sus criadas, de forma que, entre Rajel y ellla anularon la estela de amargura que la expulsión de Hagar con su hijo había dejado en el piélago del devenir familiar.

 

          Hasta ahora, hemos analizado el desenvolvimiento de la ley de vida en la existencia de diferentes generaciones, pero no hemos mencionado que esta ley es expresión de la Mente Divina y que Hashem es Quien la maneja para el mayor bien de toda la humanidad. En el caso del patriarca Yaacov es algo palmario. La sucesión en los capítulos 29 y 30 de Bereshit viene reflejado en un texto cuyo ritmo extraordinariamente rápido y vigoroso refleja una voluntad de iniciar, afirmar y completar la paternidad de nuestro antepasado y que transciende las exigencias de cualquier ley, aunque se trate de la Santa Ley de Vida que preside la sucesión natural de los acontecimientos. Hay en el nacimiento de los futuros jefes de las doce tribus, una excitación, la fuerza de un ardiente, poderoso y amoroso deseo que no engaña: es la Voluntad Divina en todo su esplendor. Hqadosh Baruj, Padre de los seres humanos había decidido que Yaacov sería Yaacov Abinu (Jacob nuestro padre) y lo realizó en un brote de júbilo que siempre conmoverá a nuestras generaciones. ¡Baruj Hashem!     


13 noviembre 2007

Atencion: ULPAN-Curso de Hebreo (desde cero!) en www.HEBREO.net

Javerím, queridos amigos, Shalóm:

Con enorme placer, y agradeciendo al Creador la oportunidad que me brinda, concurro a invitaros al primer Ulpán para el estudio de la lengua hebrea que, sin perder ninguna de las ventajas de la presencialidad, tendrá lugar completamente a través de internet.

Cada domingo, la profesora Malcah Canali dictará desde Madrid una clase, en la sala virtual Haqevutzah: un salón de clase completo, en que vemos y oímos a la morah con audio y video de alta calidad, podemos hablar o presentar nuestras preguntas en el chat de texto, y tenemos en pantalla los materiales de estudio que estamos utilizando.

Al mismo tiempo, en www.hebreo.net (el sitio del Ulpán) se publicarán los materiales de estudio para cada clase, así como las grabaciones en mp3 de las clases pasadas y sus transcripciones y resúmenes en texto. Se halla disponible ya, acompañando al curso, un foro de intercambio y consultas.

Las clases comienzan, con ayuda de Hashém, el próximo domingo 18 de noviembre. El curso no es gratuito, pero intentaremos que nadie quede fuera por cuestiones de dinero. Sólo hay que apresurarse ya hasta www.hebreo.net, y abrir la puerta que se nos ofrece para conocer y aprender la lengua sagrada de Israel.

con brajót -bendiciones-,

daniEl

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en Sefarad: 9318-46704 & 66-413-1069
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contextos: Re: Las letras que cifran nuestros días (III)

Re: Las letras que cifran nuestros días (III)
de Yoel Sodsof - Tuesday, 13 de November de 2007, 00:30
 que logico ,,,,muy iluminadas palabras ,,me hacen ver una pelicula en mi mente

Barranquilla: Re: Atención: Ulpán virtual (desde cero!) en www.HEBREO.net

Re: Atención: Ulpán virtual (desde cero!) en www.HEBREO.net
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Monday, 12 de November de 2007, 22:10
 y ya realizado el anuncio formal, la invitación específica:
yo estoy seguro de que aprender ivrít sistemáticamente, con alguien que lo enseña desde la Torah, es de los mejores progresos inmediatos que todo javér de la kehilah debiera anhelar: así fuera únicamente para la tefilah y el estudio de Torah, hay un abismo entre la comprensión antes y después de emprender un estudio sistemático de hebreo.
de modo que les invito a ponerse las pilas sonrisa, y reclutar siquiera un pequeño grupo inicial, a partir del cual sea posible reducir significativamente el precio, y podamos todos crecer juntos en este área de conocimiento fundamental para todo iehudí.
mis brajót,

daniEl

Barranquilla: Atención: Ulpán virtual (desde cero!) en www.HEBREO.net

Atención: Ulpán virtual (desde cero!) en www.HEBREO.net
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Monday, 12 de November de 2007, 22:09
 בס"ד
Javerím, queridos amigos, Shalóm:

Con enorme placer, y agradeciendo al Creador la oportunidad que me brinda, concurro a invitaros al primer Ulpán para el estudio de la lengua hebrea que, sin perder ninguna de las ventajas de la presencialidad, tendrá lugar completamente a través de internet.

Cada domingo, la profesora Malcah Canali dictará desde Madrid una clase, en la sala virtual Haqevutzah: un salón de clase completo, en que vemos y oímos a la morah con audio y video de alta calidad, podemos hablar o presentar nuestras preguntas en el chat de texto, y tenemos en pantalla los materiales de estudio que estamos utilizando.

Al mismo tiempo, en www.hebreo.net (el sitio del Ulpán) se publicarán los materiales de estudio para cada clase, así como las grabaciones en mp3 de las clases pasadas y sus transcripciones y resúmenes en texto. Se halla disponible ya, acompañando al curso, un foro de intercambio y consultas.

Las clases comienzan, con ayuda de Hashém, el próximo domingo 18 de noviembre. El curso no es gratuito, pero intentaremos que nadie quede fuera por cuestiones de dinero. Sólo hay que apresurarse ya hasta www.hebreo.net, y abrir la puerta que se nos ofrece para conocer y aprender la lengua sagrada de Israel.

con brajót -bendiciones-,

daniEl

12 noviembre 2007

Barranquilla: El secreto del cultivo de las virtudes

El secreto del cultivo de las virtudes
de Edwin Asher Ben Eliyahu - Monday, 12 de November de 2007, 04:19
 BS''D

Rav Shlomó Aviner El secreto del cultivo de las virtudes
Rav Shlomó Aviner

El cultivo de las virtudes se divide – desde el punto de vista histórico – en dos etapas: Antes de ser publicado el libro "Mesilat Iesharim", y después.
El libro "Mesilat Iesharim" es un resumen de todos los libros que hubo anteriores a él, y es la base de todos los libros que fueron escritos después. Ese gran Gaon (genio del estudio de la Torá), versado en la Kabala, poseedor de inspiración divina, Rabí Moshé Jaim Luzato, fue también un enviado Divino especial, que llegó para corregir las virtudes de todo Am Israel (el Pueblo de Israel).
Y en efecto, el Gaon de Vilna apreciaba mucho ese libro: "Fue contado de boca en boca, que cuando fue publicado el libro 'Mesilat Iesharim' – y su autor ya no estaba en vida – el Gaon de Vilna leyó el libro, y dijo 'un gran resplandor saldrá de él para el mundo'. Y lo estudió de memoria ciento una veces, y pagó una buena suma por el libro. Acostumbraba a decir que la mayoría de los libros son más grandiosos que su autor. Pero en ese libro, es notorio en forma clara que el autor es varias veces mayor que su obra" (Agregados a Maase Rav). "Los ancianos de esta generación le contarán a sus hijos que cuando llegó ese libro a manos del Gaon de Vilna, dijo con gran entusiasmo que si Rabí Moshé Jaim Luzato estuviese en vida, iría incluso a pie a estudiar de él el cultivo de las virtudes" (Agregados a Maase Rav).
En ese libro maravilloso – pequeño, pero grandioso en calidad – hay varias premisas básicas, en lo que al cultivo de las virtudes se refiere.
Primer principio:No hay "atajos". La persona no cambiará su forma de ser en un sólo día. Puede cambiar sus acciones en un instante - y será muy elogiado como quien vence sus malas tendencias - pero en lo que respecta a cambiar su personalidad, la realidad no tiene alas. Debemos tener paciencia, realizar una labor constante, y trepar lentamente. Y es así que el Ramja"l (Rabí Moshé Jaim Luzato) nos construyó una escalera con diez eslabones, de acuerdo a las fuentes de nuestros sabios.
Segundo principio:Se puede trepar alto, el camino está abierto a toda persona de Am Israel. Toda persona tiene la obligación de ser tzadik (justo), es decir, cumplir con sus obligaciones. Pero lo que más confortará a D's es que sea jasid (piadoso), es decir, que desee profundamente rendirle culto a D's. Y él podrá trepar más alto aún, hasta el nivel de kdushá (santidad) y Ruaj HaKodesh (inspiración Divina). Cómo?. Cada nivel le proporcionará los medios para alcanzar el nivel próximo.
Tercer principio:Cuídate de no caer!. También cuando has llegado a donde has llegado – con la ayuda de D's – debes tener presente que tú eres solamente un hombre, y puedes llegar a tropezar. Eso lo aprendimos del        Primer Hombre, que se encontraba en el Gan Eden (Paraíso) físico y espiritual, y a pesar de ello cayó. Por ello, debes cuidarte todo el tiempo.
Cuarto principio:
La herramienta para corregirte, es tu cerebro. Según nuestro gran Rav, el Ramja"l, el medio para el cultivo de las virtudes, es el razonamiento. Por supuesto, él no se opone al sentimiento o la imaginación y demás, pero la principal fuerza es el razonamiento. Se debe utilizar doblemente: Para aprender correctamente qué es bueno y qué es malo, y para verificar cabalmente en qué situación me encuentro, cada día. Evaluar qué es bueno y qué no lo es, y pensar cómo corregirlo.
Hay muchas otras reglas, pero nos detendremos en esta última, que enhebra todo el libro Mesilat Iesharim, y figura bajo distintos términos: Analizar, verificar, observar, etc.
En esa labor del cultivo de las virtudes, el gran enemigo del pensamiento es la imaginación. El raciocinio se esfuerza y trabaja duro para llegar a la verdad, y en contraste la imaginación no está interesada en absoluto en la verdad. Es cierto que el raciocino también se equivoca, pero todo el tiempo se verifica a sí mismo y corrige sus errores – porque su meta es conocer las cosas como son. No es así la imaginación, que describe las cosas como quiere que sean, y no como lo son.
Por ello, las personas aman su imaginación, y el mundo está colmado de supersticiones, trucos y artimañas, y tonterías que dañan. Mi raciocinio me dice: "Tu relación de pareja renguea, porque tu actitud para con tu cónyuge no es correcta". La imaginación me dice: "No, ella tiene toda la culpa!". Si así es, por supuesto que la imaginación es mucho más agradable y amada. Y también la imaginación me dirá: "No eres orgulloso, no eres una persona colérica, no eres una persona que busca saciar sus pasiones, no eres un holgazán..." qué agradable!.
Por supuesto, también hay una imaginación creativa, que hace avanzar al mundo y el pensamiento humano – pero eso es después que sea confirmada con la luz del raciocinio, que le da la autorización.
Por ello, ya el Ramba"m luchó crudamente contra la secta que pensaba que todo lo que nos ofrece la imaginación es auténtico, y seguramente no nos engañará.
Lamentablemente, esa lucha también es relevante en nuestros días, en los que somos testigos del fenómeno apodado "escape del raciocinio". El pensamiento se desarrolló tanto en el mundo, y a pesar de ello las personas se desilusionaron de él!. Por qué?. Porque no proporciona soluciones instantáneas, sino que es semejante a las aguas del río Shiloaj, que surcan lentamente (ver Orot, Israel UTjiato). Por ejemplo: La persona ve que la medicina moderna no solucionó los problemas de fulano, y por ello él se dirigió a un médico pagano – olvidando que esa medicina moderna resolvió los problemas de millones y millares!. Lamentablemente, también en el plano político sueñan con soluciones mágicas, que no corrigen nada, sólo hacen más daño.
El cultivo de las virtudes se basa en el triunfo del raciocinio sobre la imaginación, y también se basa en ese doble conocimiento: Qué es auténticamente bueno, y dónde me encuentro realmente. Cada día mantenemos una lucha entre el raciocinio y la imaginación, - y vencemos. Cuándo?. Cómo?. En la oración del Vidui (confesión): "Cometimos trasgresiones". Ese supremo vigor, la capacidad de decir: "Soy culpable", es la clave de toda la salvación. Porque si yo soy culpable y cometí algún daño, por lo visto soy capaz no sólo de destruir sino que también de corregir. Cuánta alegría y valentía le otorga el Vidui a la persona!. Y gracias a él la persona trepa más y más alto, corrige sus virtudes y alegra a D's.

Tomado de : http://www.alumbrar.org/indexbeahava1.html


11 noviembre 2007

Barranquilla: SHavuà tov Javèr.

SHavuà tov Javèr.
de benshem avraham - Sunday, 11 de November de 2007, 05:55
 

B"H

Brajòt Javèr Edwin, Jòdesh tov Kislev, y Todà Rabà por tu tiempo, empeño y dedicaciòn en suministrar a la comunidad de Barranquilla, toda esta informaciòn de gran utilidad para los miembros informales.

Que te bendiga HA KADOSH BARUJ HU e ilumine tu camino

BenSHEM Avrahàm 


Shalom: "Capitulo 1, Mishna 15 Pirke Avot" "Estudia fijamente la Torah y Podras ser feliz"

"Capitulo 1, Mishna 15 Pirke Avot" "Estudia fijamente la Torah y Podras ser feliz"
de David Maloof - Sunday, 11 de November de 2007, 03:36
 

SHAMAI DIJO: "HAZ DE TU ESTUDIO DE LA TORAH TU OCUPACION FIJA; DI POCO Y HAZ MUCHO; Y RECIBE A TODA PERSONA CON ROSTRO ALEGRE".

Shamai no finaliza como figura comúnmente en otros lugares, "Haz de la Torah tu ocupación fija y tu trabajo tan solo pasajero", pues no habla de la importancia del estudio de la Torah en comparación con el trabajo, sino en comparación con otras actividades espirituales. Como ya se dijo antes (mishna 2) "El estudio de la Torah, la plegaria y los actos de bondad". Y sobre esto nos enseña:

HAZ DE TU ESTUDIO DE LA TORAH TI OCUPACION FIJA – El Alter Rebe explica(1) que el estudio de la torah debe fijarse no solamente en el tiempo, sino también en el alma; debe quedar "grabado" en la persona sirviendo de fundamento para la conducta de todo el día. Aun cuando la vocación de la persona se encuentre en otro aspecto del servicio a HaShem – por ejemplo, la plegaria o los actos de bondad-, el fundamento sobre el que descansan debe ser el estudio de la Torah.

(likutei sijot, vol. XXVII, pag 347 y ss.)

DI POCO Y HAZ MUCHO – En un nivel mas simple, esta cláusula nos enseña al mínimo los compromisos verbales que asumimos, y hacer en mayor medida que la de nuestras promesas(2).

No obstante, desde una perspectiva mas profunda, esta cláusula puede verse como una secuencia de la directiva de hacer del estudio de la Torah el fundamento de nuestras vidas.

En ese contexto,"decir" puede interpretarse como significando indicar, ordenar, "legislar", o sea, estudiar la Torah para obtener conclusiones legales, halajot. Y nos enseña: Di poco. Limita el estudio de las leyes. NO pienses que todo tu estudio debe estar dedicado tan solo a las leyes de la Torah, la Torah en aras de la conducta humana. La persona debe sumergirse en el estudio de toda la Torah en aras de la Torah misma, por encima de toda otra consideración.

Como esta postura puede hacerle debilitarse en el cumplimiento de los preceptos, la mitzvot, con dedicación, la mishná continua diciendo:

HAZ MUCHO – Realiza mitzvot en abundancia. Lo que es mas enfatiza…

RECIBE A TODA PERSONA CON ROSTRO ALEGRE – No permitas que tu compenetración en el estudio de la Torah te impida desarrollar una relación con los de más.

Mas específicamente, la mishná declara que el hombre debe allegarse a "cada persona", es decir, no solamente a aquellas que están dedicadas por entero al estudio de la Torah, sino a todas, sin considerar su nivel de compromiso religioso, y recibirlas con rostro alegre.

"Toda persona" puede interpretarse como incluyendo aun los gentiles(3). Esto despierta una pregunta: Hay un bien conocido relato(4) que cuenta que un gentil vino ante shamai para convertirse al judaísmo y le exigió: "enséñame toda la Torah mientras yo permanezco sobre un pie". Shamai lo rechazo. Hilel, en cambio, lo recibió con amable cortesía y le dijo: "Lo que te es desagradable a ti, no hagas a tu prójimo. Esta es toda la Torah; el resto es la explicación, ve y estúdiala".

¿No parece que esa conducta de shamai estuviera en conflicto con su propia instrucción de "recibe a toda persona con rostro alegre"?

1) Shamai pensó que si lo hubiera recibido bien, el gentil podría interpretarlo en el sentido de que su idea de que toda la Torah puede ser estudiada mientras se esta apoyado sobre un pie tiene algún tipo de asidero.

2) Puede explicarse que la narración anterior refleja la tendencia propia del alma de shamai, "rigidez". No obstante, luego de oír la enseñanza de Hilel en una de las mishnayot anteriores (12) – "Se de los discípulos de Aharon, ama la paz y procura la paz"- Shamai cambio su enfoque y enseño a sus alumnos a "recibir a toda persona con rostro alegre".

(Op. Cit. Pags. 114-115)

Tomado del libro En la Sendas de Nuestros padres
Comentarios a Pirké Avot, Adaptado de las Obras del
Lubavitcher Rebe, R abí Menajem M. Schneerson.


  1. Likutei diburim, Vol. I, pag. 13(version inglesa)
  2. Rabi Ovadia de Bartenura y otros.
  3. Vease Tosafot (Ievamot 61ª)
  4. Talmud, Shabat 31a.

Comentario a la Mishná.

Las sentencias de esta mishná arrojan gran luz sobre lo que debe ser el comportamiento correcto de un judío en cualquier lugar que se encuentre.

Nos expresa la mishná "haz de tu estudio de la Torah tu ocupación fija", ¿nos estará diciendo la mishná que nos dediquemos solo al estudio de la Torah? No, lo que nos quiere decir es que todo judío debe fijarse un tiempo diario al estudio de la Torah en todas sus facetas e interpretaciones, para que su vida tenga un centro y soporte verdadero. Ya que es más valioso un tiempo corto de estudio todos los días, que un tiempo largo una sola vez a la semana. Todo judío debe hacer la Torah, su Manual de vida, y aferrarse a ella, ya que este es la que da vida como dice Shlomo HaMelej (El Rey Salomón): " Ella [es] árbol de vida a los que de ella echan mano; y bienaventurados son los que la mantienen". Además de esto, nos quiere enseñar también, que nuestra posición con respecto a la Torah debe ser una posición fija y consistente y no debe ser alterada para adecuarla a su conveniencia e interés. No debe tener el hombre un criterio para el mismo y otro diferente para los demás, sino que sus pautas de la Torah permanezcan fijas para todos incluyéndolo al mismo. Y lo más importante de este enunciado es que el estudio de la Torah es uno de los pilares fundamentales sobre los que se sostiene el mundo.

Entonces dice Shamai, "Habla poco y haz mucho", se podría interpretar por estudia mucha Torah, hazlo en silencio, con completa concentración, y luego no salgas a gritar a todos cuanto aprendiste porque eso podría despertar envidias y sobre todo despertar en ti mismo el ego. Y luego de haber aprendido todo sal y platícalo. Si aprendiste que La Torah es tu centro de la vida, no le digas a nadie y empieza a aplicar lo que tu manual te enseño, que pronto con la fuerza de tus actos acorde a la Torah, podrás enseñar a muchos los caminos que deben tomar.

También aprendemos de aquí que nuestras palabras deben ser acorde a nuestros actos, no podemos andar ahí prometiendo para luego incumplir la promesa. Haz que tu mundo no sea un mundo de palabras sino de acciones eficaces, es decir que actúes como nuestro Padre Abraham que ofrecía en su tienda solo pan a sus invitados, y luego los sorprendía trayendo a ellos carnes, postres, vino y muchas atenciones y enseñanzas. Abraham hablaba poco, el obraba mucho y así logro enseñar a muchos sobre la existencia del HaShem.

Y al final, nos dice la mishná, "Y recibe a toda persona con rostro alegre", esta mishná nos enseña que en todo el camino que se recorre entre el estudio de la Torah y las acciones debemos afrontarlo con un Semblante alegre y no debemos permitir que los factores externos arruinen esta felicidad. Generalmente los problema cotidianos nos agobian y nos llenan de cargas físicas y espirituales, pero a pesar de todo esto nuestro ánimo debe ser siempre alegre, estando seguro que todas estas cosas hacen parte del proceso de formación que HaShem, Bendito Sea, le ha proporcionado al hombre para que crezca constantemente, y sea coparticipe con EL en la creación.

Además de esto, esta es una enseñanza que muestra la forma en que debemos atender a todas las personas con las cuales nos encontramos en nuestra vida. Debemos siempre ante estas, tener un rostro alegre, tranquilo, con paz, aunque esta persona que tenemos al frente no sea de nuestro absoluto agrado, ya que un semblante alegre puede quebrar cualquier tipo de barrera espiritual y te puede dotar de herramientas contundentes ante cualquier manifestación negativa que pueda presentarse. Debemos aprender también por medio de esta actitud a reconocer en las otras personas todas sus cualidades y no sus defectos. Si logramos hacer esto seguramente estarás alegre y feliz antes cualquiera que se te acerque ya que podrás disfrutar de sus bondades.

Abrámosle las puertas a la Presencia Divina en nuestras vidas por medio del estudio constante y serio de la Torah y por medio de la práctica de las mitzvot (Mandamientos) y seguramente podremos tener un semblante alegre ante toda la creación.

HaShem traiga paz, sabiduría e inteligencia a nuestras vidas, para que podamos aplicar los sabios consejos de Nuestras tradición.


Shalom: "Capitulo 1, Mishna 14 Pirke Avot" "Si no es ahora, entonces cuando?"

"Capitulo 1, Mishna 14 Pirke Avot" "Si no es ahora, entonces cuando?"
de David Maloof - Sunday, 11 de November de 2007, 03:11
 

EL SOLIA DECIR: " ¿SI NO SOY PARA MI, QUIEN ES PARA MI? Y SI SOLO SOY PARA MI, ¿QUE SOY YO? Y SI NO AHORA, ¿CUANDO? ".

Esta enseñanza puede interpretarse dentro del contexto de la indicación de tratar de acercarse a otro para mejorar su nivel de Torá (mishná 12 y siguiente):

SI NO SOY PARA MI – O sea, si no asumo mi rol en esto en forma personal, ¿Cómo obtendré el merito de ser de los alumnos de Aharon HaKohen, el sumo sacerdote?.

¿QUIÉN ES PARA MI? – Se involucre una persona o no, la tarea que de el se requería se llevara a cabo de todos modos, pues el bien destinado a lograrse en el mundo no disminuirá. No obstante, cuando la persona no contribuye personalmente en la tarea que se le encomendó, ella perderá el merito que le estaba destinado.

(Sijot Shabat Parshat Shemini, 5737)

Y SI SOLO SOY PARA MI – Por el otro lado, aunque la persona se aboque como debe ser a la tarea encomendada – en forma personal, sin delegar en otro que hagan su trabajo – si lo hace "solo por si misma", basándose únicamente en su propio criterio, sin procurar el consejo y la opinión de otros, entonces…

¿QUÉ – NO QUIEN – SOY YO? – O sea, ¿Cuál es mi capacidad para ello?.

(Sijot Shabat Parshat Shemini, 5737)

Y SI NO AHORA, ¿CUÁNDO? – a pesar de que no se trata de la perfección personal, sino del acercarse a las "criaturas" y enseñarles, algo que es voluntario y a simple vista dependiente de la buena voluntad personal, el hombre debe ser consciente de la urgencia involucrada, y no ha de aplazar sus esfuerzos para con los demás.

(Sijot Shabat Parshat Shemini, 5737)

Tomado del libro En la Sendas de Nuestros padres
Comentarios a Pirké Avot, Adaptado de las Obras del
Lubavitcher Rebe, Rabí Menajem M. Schneerson.


Comentario a la Mishná.

En esta ocasión limito mis palabras y traigo un comentario a esta mishná que hace Irving M. Bunim en el sitio Web www.tora.org.ar. Agregar mas seria tanto tedioso para el lector como innecesario para el entendimiento del mensaje de Hilel, Z"L, en esta mishná. Perdonen lo extenso del mensaje pero es necesario leerlo todo para nuestro crecimiento espiritual.

Los aforismos de Hilel adoptaban, a menudo, una forma paradójica. ¿Hasta qué punto está un hombre sujeto a su ego? ¿En qué medida debe una persona preocuparse de su propio bienestar, de sí mismo? Desde cierta perspectiva la cuestión parece absurda. Yo soy yo mismo. Sólo yo puedo experimentarme, conocerme verdaderamente. Por ende, si yo no me ocupo de mí, ¿quién lo hará? La esposa más amante no puede compartir mi dolor, experimentar mis ansiedades, o sufrir mi muerte. Allí donde está involucrada la relación de un hombre con D-s, él debe ocuparse de sí mismo. Los conocimientos de mi padre no pueden reemplazar mi obligación de aprender. Es mi deber decir mis propias plegarias y dar mi propia caridad. Si yo no me ocupo de mí, ¿quién podría hacerlo?

Por otra parte, si te preocupas sólo de ti, ¿qué eres? ¿Puedes ser realmente efectivo, resolver tus propios problemas, vencer tus ansiedades? ¿Puedes hacer todo lo que se supone que debes hacer? Más aún, existe el peligro de concentrarnos demasiado en nosotros mismos, hasta el punto de llegar a preocuparnos solamente de nuestra propia salvación y dejar de velar por el bienestar de los demás. ¿Es mi ego, mi propio ser, tan importante como para preocuparme tanto por él? Se ha dicho, acertadamente, que un hombre replegado en sí mismo hace poco bulto. Hilel expresó esta idea hace más de 2.000 años: si sólo me ocupo de mí, ¿qué soy?"

Hilel expresa aquí dos profundos contrastes del pensamiento judío: la insignificancia del individuo, por una parte, y su valor único, por la otra. Y así leemos: "¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?", y luego: "Pues le has hecho poco menor que los ángeles". El segundo contraste es entre el deber del hombre para consigo mismo y para con su semejante. Hilel indica que no debe tomarse ninguno de estos extremos como la regla. Aceptemos, entonces, ambas caras de la moneda y vivamos y trabajemos con ellas.

Sabemos que el yo es importante: el auto-respeto es fundamental y la autosuficiencia y la independencia son esenciales para la dignidad humana Es esta consideración la que, evidentemente, está implícita en la ley bíblica sobre eved nirtzá. El esclavo judío citaba al servicio de su amo durante seis años y luego era liberado. En este lapso, su dueño podía darle una esposa no judía, y la progenie pertenecería al amo. Si al finalizar el periodo de seis años el esclavo declaraba: "Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no saldré libre", se lo sometía a un ritual en cierta medida degradante, prescrito por la Torá. El esclavo era llevado a la puerta y se le perforaba una de sus orejas, y luego debía continuar sirviendo hasta el año del iovel (jubielo). Pero, ¿en qué consistía su crimen que debía ser tratado así? Ciertamente, su declaración de lealtad estaba cubierta por un manto de amor y de sentido de servicio; ¿por qué perforar su oreja? ¿Y por qué el título oprobioso de eved nirtzá, "el sirviente (con el lóbulo de la oreja) perforado?". Sin embargo, quizá algo andaba radicalmente mal en esa persona ya que al ofrecérsele la libertad prefiere la esclavitud. Hay algo de cobardía y de vergüenza en una elección que prefiere la dependencia a la independencia. "Si yo no me ocupo de mi, ¿quién lo hará?"

Hay aún otro punto al que puede hacer referencia este aserto: Hilel podría estar hablando de la necesidad de que uno se corrija a sí mismo y se auto-critique. Hay ciertas cosas que ni siquiera tu mejor amigo te las dirá. Puede que no te corrija por temor a perder tu amistad, Por ende, "si yo no me ocupo de mí, y no trato de mejorar mi conducta, ¿quién lo hará?" Por otro lado, si sólo me ocupo de mí, si también yo caigo presa de la conspiración del silencio y no corrijo a otros, no estoy cumpliendo con mi deber. Nuestra Torá nos dice: "ingenuamente reprenderás a tu hermano". Si es un verdadero amigo, juzgará beneficiosa tu actitud.

Y si no es ahora, ¿cuándo?

La experiencia humana ha confirmado esta verdad una y otra vez. A través de los siglos, los pensadores perceptivos se han hecho eco de este pensamiento. Willíam Congreve escribió: "No dejes para mañana ser sabio; el sol de la mañana puede no salir par ti". Edward Young aconsejó: "Sé sabio hoy, es de locos postergar. la dilación es la ladrona del tiempo".

En un salmo de Moshé encontramos un pensamiento más profundo aún. Examinemos las palabras: "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría". ¿Cuál es la forma usual de contar nuestros días? Normalmente decimos, por ejemplo, que un hombre tiene tantos años de edad. ¿Tiene esto realmente una gran significación? ¿Esto nos dice algo de su vida o de su posible proximidad a la muerte?. En verdad, cada minuto vivido en la tierra fue un minuto que lo conducía a la muerte. Supongamos que estás viajando hacia Atlantic City y te encuentras a unas 100 millas de esta cuidad. Después de viajar diez millas, ves un letrero que dice": Atlantic City - 80 millas".

¿Qué método de cómputo es utilizado en este caso?. Ciertamente, no la cantidad de millas recorridas, sino las que quedan por recorrer para llegar a destino. El procedimiento que Moshé sugiere es éste: "Enséñanos a contar nuestros días". No destaque los días que han pasado, pues ya se han ido. Más bien subraya los días que aún te pertenecen, aquellos que tienes por delante.

De poder ajustar verdaderamente nuestro pensamiento a este punto de vista fundamental, estaremos en condiciones de "adquirir un corazón sabio" podremos programar nuestra vida con sensatez. Supongamos que una persona está llegando al final de sus vacaciones y le quedan sólo diez dólares. Si advierte que el costo del viaje de regreso a su hogar es de siete dólares, seguramente reducirá sus gastos y no derrochará en menudencias el dinero que le queda. De manera similar, cuando un hombre toma conciencia de que su tiempo en esta vida es limitado, debe pensar dos veces antes de desperdiciarlo persiguiendo sombras. "Matar el tiempo" es, en verdad, cometer un asesinato. El dinero que se pierde puede ser recuperado, pero nuestros días, una vez que han transcurrido, no habrán de retornar jamás. Al comprender cuán precioso es el tiempo, debemos esforzarnos por administrar nuestros días con frugalidad y sabiduría. En verdad, todo la que el hombre posee es el "ahora". Hay un poema atribuido a Ibn Ezra:

"El pasado ya no está; el futuro aún no a llegado y el presente dura lo que un parpadeo". ¿Por qué, entonces, preocuparnos?" Sí vivimos sólo el presente, procuremos nuestros logros aquí y ahora. "¿Amas la vida?" Preguntó Benjamín Franklin. "Entonces no desperdicies el tiempo, que es la sustancia de la vida". Y aconsejaba: "No dejes parar mañana lo que puedes hacer hoy".

El Jafetz Jaim compara al ser humano corriente en el manejo de su vida con una persona que está de vacaciones, escribiéndole una tarjeta postal a un amigo. En la parte superior va la fecha, la salutación, la introducción formal y, antes de que comience a escribir lo que realmente quería decir, se da cuenta, súbitamente, de que ¡ya no le queda espacio! Ha llegado al final de la tarjeta. Desesperado, comienza a escribir frenéticamente con letra pequeña, sigue al dorso e incluso trata de hacerlo en el margen.

¿No ofrece el hombre la misma imagen patética cuando maneja su vida? En nuestros primeros años "garabateamos" y desperdiciamos mucho tiempo en trivialidades y actividades carentes de una significación duradera. Súbitamente despertamos a la terrible verdad de que la vida es una tarjeta postal con muy poco tiempo y que ni siquiera hemos comenzado a realizar la tarea para la cual fuimos puestos sobre esta tierra.

La Torá nos dice: "...los hijos de Isajar... entendidos en los tiempos" ¿Cómo se manifestaba su "entendimiento? La tradición nos dice que la tribu de Isajar estableció un arreglo con la tribu de Zevulún, que se dedicaba al comercio y mantenía a los eruditos de Isajar quienes dedicaban todo su tiempo a la Torá. Como verdaderos socios, compartían todas las "ganancias": Isajar recibía apoyo material y Zevulún una participación en la mitzvá de estudiar la Torá. Obsérvese, entonces, que debida a que Isajar invertía todo su tiempo solamente en el estudio de la Torá, las Sagradas Escrituras atestiguan que ellos tenían un "entendimiento" del tiempo: comprendían cuán precioso es, y le daban el mejor uso posible.

La Torá ordena. "Delante de las canas te levantarás" en señal de respeto. Algunos comentaristas le dan a este precepto una notable interpretación: "Levántate antes de convertirte en un anciano"- En otras palabras, no esperes hasta tener una edad avanzada parar retornar a la religión. Elévate, asciende en espiritualidad antes de que sobrevenga gradualmente la vejez. No digas: comenzaré a observar el shabat cuando me retire de los negocios; o comenzaré a concurrir a la sinagoga cuando tenga hijos. "Si no es ahora, ¿cuándo?" ¿Cómo puedes estar seguro de que llegarás a ese período de la vida? Y sí llegas, ¿quién te garantiza que harás esas cosas que estás descuidando ahora? Elévate ahora, antes de que los años te conduzcan hacia la vejez y quedes aferrado a tus hábitos.

Nos hemos referido ya al versículo del Salmista: "Tiempo es de hacer, oh Señor, disipado han Tu Ley". Esto puede ser interesado conforme al siguiente pensamiento: Aquellos que afirman que tienen tiempo para actuar por el Señor porque son jóvenes todavía, y que observarán las mitzvot más adelante, rehusando entretanto santificar el presente y el "ahora", están invalidando la Torá a pesar de sus piadosas expectativas".

Hay una interesante enseñanza en el Talmud: "Aquel que responde con toda su energía amén, bendito sea Su gran Nombre, invalida cualquier decreto punitivo que el Cielo pueda haber formulado contra él". Ahora, "con toda su energía" difícilmente signifique con todo el poder de sus pulmones. Lo que se requiere es que sea dicho con toda sinceridad y la mayor devoción.

Como fuere podemos interpretar, conforme a nuestro pensamiento, que "con toda su energía" significa cuando una persona está en la cúspide de sus facultades mentales y físicas. En tanto el Todopoderoso da la bienvenida a los seres humanos de todas las edades y condiciones, el caso del octogenario que no teniendo ya fuerza ni para pecar busca el consuelo de la religión, es muy distinto al del joven universitario de dieciocho años, o al del recién casado de veinticuatro, el hombre de familia de treinta años o el ocupado ejecutivo de negocios de cuarenta y cinco años de edad. Aquel que resuelve santificar el Nombre del Señor en la flor de su vida puede, en verdad, cambiar todo su destino.

Dice el Salmista: "Bienaventurado el hombre que teme al Señor", Y el Talmud interpreta: Bienaventurado aquel que se arrepiente cuando es un hombre, lo cual significa, como explica RASHI, cuando es joven y en la plenitud de sus fuerzas.

Con este mismo concepto, el difunto Rabí de Lubavich, de bendita memoria, esclareció cierta vez la siguiente declaración del Talmud: "Se debe ser escrupuloso en la observancia de la oración de Minjá (de la tarde) porque fue durante su transcurso que el profeta Eliahu obtuvo respuesta" El sabio explicó: "En la mañana siempre puedes tener tiempo para la oración de Shajarit: puedes levantarte media hora más temprano para recitarla y luego ir a negocio. Para la oración del anochecer siempre puedes hacer tiempo: simplemente, te retiras quince minutos más temprano, dejando espacio para Maariv al final del día. Minjá, empero, es un asunto diferente: su tiempo es por la tarde, durante las horas pico del día, justamente en momentos de intensa actividad. Interrumpir la labor del día con el fin de hacer tiempo para la oración de Minja es, en verdad, una gran mitzvá y un signo de profundo compromiso.

El mismo razonamiento puede aplicarse también a las diferentes edades del hombre. Al comienzo y al final de la vida es relativamente fácil inculcar observaciones religiosas. El bebé difícilmente podría "objetar" la circuncisión, y la concurrencia a la escuela es obligatoria. En forma similar, en la vejez hay pocas cosas que se puedan disputar la atención del individuo. Pero en la "tarde", en el "tiempo de Minjá" de la vida -entre los veinte y los cincuenta años- el hecho de que un hombre "saque tiempo" de los asuntos mundanos y lo invierta en actividades espirituales es, en verdad, meritorio.

La sentencia "si no es ahora, ¿cuándo?" Se aplica también a pedidos específicos de ayuda. Shelomó nos dice: "No digas a tu prójimo Vete y regresa, y mañana te daré." Si un amigo viene a pedir prestado algo, no dilates innecesariamente la dádiva. Con mucha frecuencia, aun sabiendo muy bien que finalmente haremos la donación o prestaremos la herramienta solicitada, diferimos nuestra ayuda para que no resulte demasiado fácil. Algunos de nosotros tememos parecer muy "blandos" a "tontos". Esto, dice la tradición, no es correcto. Hazlo ahora, pues puede no haber un mañana, El tiempo no nos pertenece. No debemos, en consecuencia, darlo por sentado.

El Talmud relata un hecho de trágicas consecuencias por descuidar la demanda total del "ahora". Najum, un gran sabio, cabalgaba con sus asnos cargados de alimentos y otras provisiones, cuando un hombre pobre apareció en el camino y le rogó que le diera algo de comer. El sabio accedió pero pidió al hombre que aguardara hasta que descargara totalmente uno de sus asnos. Mientras lo hacía, el pobre hombre tuvo un colapso y murió. En el curso de nuestras vidas nos enfrentamos continuamente con desafíos y no nos es dado saber cuán vital puede ser el factor tiempo. Tengamos entonces, siempre presente que "si no es ahora, ¿cuándo?".

Se ha formulado una incesante explicación al hecho de que la tradición nunca prescribió una bendición antes de dar caridad, como lo hizo para la realización de la mayoría de las mitzvot. Imaginemos qué pasaría si existiese esta regla. Un hombre pobre golpearía a nuestra puerta y pediría algo de dinero o de alimento. Nosotros; iríamos en busca de un Sidur y recorreríamos sus páginas para encontrar la bendición correspondiente. Si eres muy piadoso, es probable que fueras a lavarte las manos antes de recitarla. Luego podrías caer en la cuenta de que la dijiste en forma inapropiada y tendrías que repetirla. Podría llegar a ocurrir que cuando finalmente te dispusieras a atender al pobre hombre, este ya hubiese muerto de hambre.

No, no hace falta ninguna bendición para practicar la caridad y no hay excusas para dilatarla.

Irving M. Bunim