12 noviembre 2007

Barranquilla: El secreto del cultivo de las virtudes

El secreto del cultivo de las virtudes
de Edwin Asher Ben Eliyahu - Monday, 12 de November de 2007, 04:19
 BS''D

Rav Shlomó Aviner El secreto del cultivo de las virtudes
Rav Shlomó Aviner

El cultivo de las virtudes se divide – desde el punto de vista histórico – en dos etapas: Antes de ser publicado el libro "Mesilat Iesharim", y después.
El libro "Mesilat Iesharim" es un resumen de todos los libros que hubo anteriores a él, y es la base de todos los libros que fueron escritos después. Ese gran Gaon (genio del estudio de la Torá), versado en la Kabala, poseedor de inspiración divina, Rabí Moshé Jaim Luzato, fue también un enviado Divino especial, que llegó para corregir las virtudes de todo Am Israel (el Pueblo de Israel).
Y en efecto, el Gaon de Vilna apreciaba mucho ese libro: "Fue contado de boca en boca, que cuando fue publicado el libro 'Mesilat Iesharim' – y su autor ya no estaba en vida – el Gaon de Vilna leyó el libro, y dijo 'un gran resplandor saldrá de él para el mundo'. Y lo estudió de memoria ciento una veces, y pagó una buena suma por el libro. Acostumbraba a decir que la mayoría de los libros son más grandiosos que su autor. Pero en ese libro, es notorio en forma clara que el autor es varias veces mayor que su obra" (Agregados a Maase Rav). "Los ancianos de esta generación le contarán a sus hijos que cuando llegó ese libro a manos del Gaon de Vilna, dijo con gran entusiasmo que si Rabí Moshé Jaim Luzato estuviese en vida, iría incluso a pie a estudiar de él el cultivo de las virtudes" (Agregados a Maase Rav).
En ese libro maravilloso – pequeño, pero grandioso en calidad – hay varias premisas básicas, en lo que al cultivo de las virtudes se refiere.
Primer principio:No hay "atajos". La persona no cambiará su forma de ser en un sólo día. Puede cambiar sus acciones en un instante - y será muy elogiado como quien vence sus malas tendencias - pero en lo que respecta a cambiar su personalidad, la realidad no tiene alas. Debemos tener paciencia, realizar una labor constante, y trepar lentamente. Y es así que el Ramja"l (Rabí Moshé Jaim Luzato) nos construyó una escalera con diez eslabones, de acuerdo a las fuentes de nuestros sabios.
Segundo principio:Se puede trepar alto, el camino está abierto a toda persona de Am Israel. Toda persona tiene la obligación de ser tzadik (justo), es decir, cumplir con sus obligaciones. Pero lo que más confortará a D's es que sea jasid (piadoso), es decir, que desee profundamente rendirle culto a D's. Y él podrá trepar más alto aún, hasta el nivel de kdushá (santidad) y Ruaj HaKodesh (inspiración Divina). Cómo?. Cada nivel le proporcionará los medios para alcanzar el nivel próximo.
Tercer principio:Cuídate de no caer!. También cuando has llegado a donde has llegado – con la ayuda de D's – debes tener presente que tú eres solamente un hombre, y puedes llegar a tropezar. Eso lo aprendimos del        Primer Hombre, que se encontraba en el Gan Eden (Paraíso) físico y espiritual, y a pesar de ello cayó. Por ello, debes cuidarte todo el tiempo.
Cuarto principio:
La herramienta para corregirte, es tu cerebro. Según nuestro gran Rav, el Ramja"l, el medio para el cultivo de las virtudes, es el razonamiento. Por supuesto, él no se opone al sentimiento o la imaginación y demás, pero la principal fuerza es el razonamiento. Se debe utilizar doblemente: Para aprender correctamente qué es bueno y qué es malo, y para verificar cabalmente en qué situación me encuentro, cada día. Evaluar qué es bueno y qué no lo es, y pensar cómo corregirlo.
Hay muchas otras reglas, pero nos detendremos en esta última, que enhebra todo el libro Mesilat Iesharim, y figura bajo distintos términos: Analizar, verificar, observar, etc.
En esa labor del cultivo de las virtudes, el gran enemigo del pensamiento es la imaginación. El raciocinio se esfuerza y trabaja duro para llegar a la verdad, y en contraste la imaginación no está interesada en absoluto en la verdad. Es cierto que el raciocino también se equivoca, pero todo el tiempo se verifica a sí mismo y corrige sus errores – porque su meta es conocer las cosas como son. No es así la imaginación, que describe las cosas como quiere que sean, y no como lo son.
Por ello, las personas aman su imaginación, y el mundo está colmado de supersticiones, trucos y artimañas, y tonterías que dañan. Mi raciocinio me dice: "Tu relación de pareja renguea, porque tu actitud para con tu cónyuge no es correcta". La imaginación me dice: "No, ella tiene toda la culpa!". Si así es, por supuesto que la imaginación es mucho más agradable y amada. Y también la imaginación me dirá: "No eres orgulloso, no eres una persona colérica, no eres una persona que busca saciar sus pasiones, no eres un holgazán..." qué agradable!.
Por supuesto, también hay una imaginación creativa, que hace avanzar al mundo y el pensamiento humano – pero eso es después que sea confirmada con la luz del raciocinio, que le da la autorización.
Por ello, ya el Ramba"m luchó crudamente contra la secta que pensaba que todo lo que nos ofrece la imaginación es auténtico, y seguramente no nos engañará.
Lamentablemente, esa lucha también es relevante en nuestros días, en los que somos testigos del fenómeno apodado "escape del raciocinio". El pensamiento se desarrolló tanto en el mundo, y a pesar de ello las personas se desilusionaron de él!. Por qué?. Porque no proporciona soluciones instantáneas, sino que es semejante a las aguas del río Shiloaj, que surcan lentamente (ver Orot, Israel UTjiato). Por ejemplo: La persona ve que la medicina moderna no solucionó los problemas de fulano, y por ello él se dirigió a un médico pagano – olvidando que esa medicina moderna resolvió los problemas de millones y millares!. Lamentablemente, también en el plano político sueñan con soluciones mágicas, que no corrigen nada, sólo hacen más daño.
El cultivo de las virtudes se basa en el triunfo del raciocinio sobre la imaginación, y también se basa en ese doble conocimiento: Qué es auténticamente bueno, y dónde me encuentro realmente. Cada día mantenemos una lucha entre el raciocinio y la imaginación, - y vencemos. Cuándo?. Cómo?. En la oración del Vidui (confesión): "Cometimos trasgresiones". Ese supremo vigor, la capacidad de decir: "Soy culpable", es la clave de toda la salvación. Porque si yo soy culpable y cometí algún daño, por lo visto soy capaz no sólo de destruir sino que también de corregir. Cuánta alegría y valentía le otorga el Vidui a la persona!. Y gracias a él la persona trepa más y más alto, corrige sus virtudes y alegra a D's.

Tomado de : http://www.alumbrar.org/indexbeahava1.html


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