PARASHAT VAYELEJ, SHABAT SHUVAH Y YOM KIPUR: LAS PUERTAS DE LOS CIELOS ESTAN ABIERTAS PARA RECIBIR NUESTRA SUPLICAS TIEMPO DE VOLVER A HASHEM | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
בס"ד
PARASHAT VAYELEJ ( Y fué)
SHABAT SHUVAH
Libro Devarim / Deuteronomio (31:1 a 31:30)
Haftará de la Semana: Este Envio semanal Torah es dedicado a la Refua Shelema de : Aura Esther Bat Jana Barranquilla, Colombia
Horario del Encendido de Velas para SHABAT Y YOM KIPUR en Barranquilla, Colombia
Es considerada una gran mitzvá y una responsabilidad honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.
Resumen de la ParasháLa sección de Vaiélej (y él fue) recuenta los eventos del último día de la vida terrenal de Moshé. "Tengo ciento y veinte años hoy," dice Moshé al pueblo, "y no puedo salir y entrar más". Moshé transfiere el liderazgo a Ioshúa, y escribe (o concluye la escritura de) la Torá en un rollo que deja en manos de los Leviím para ser guardado en el Arca del Pacto. El precepto de Hakel (reunir) es dado: cada siete años, durante el festival de Sucot del primer año del ciclo de Shmitá (año sabático), todo el pueblo judío, hombres, mujeres y niños, deben reunirse en el Templo de Ierushaláim, donde el rey debe leer de la Torá frente a ellos. Vaielej concluye con la predicción de que el pueblo judío se apartará del pacto con Di-s, causando que Di-s se oculte, pero también con la promesa de que las palabras de la Torá "no serán olvidadas de las bocas de tus descendientes". Moshé cumplía 120 años de edad y habló al Pueblo de Israel anunciándole que estaba finalizando su liderazgo, y que el Todopoderoso había elegido como sucesor a Yehoshúa, quien los dirigiría y conduciría a la Tierra Prometida. Frente a todo el Pueblo, Moshé incitó a Yehoshúa a "ser fuerte y valiente", y que confiara plenamente en el Eterno. Posteriormente entregó la Ley escrita a los cohanim y a los ancianos. En Sucot del año posterior al de la shemitá cuando los judíos sean convocados ante el Santuario, deberá leerse públicamente, y así cada uno estará obligado a obedecer a Hashem. El libro de la Ley debía ser colocado por los levitas al lado del Arón Hadkodesh, para atestiguar contra el Pueblo de Israel, si llegara a desviarse de Sus enseñanzas. Por último, el Todopoderoso ordenó a Moshé que procediera a reunir al Pueblo y les enseñara el cántico y que sería recordatorio de las consecuencias de apartarse del Eterno.
Enfoques sobre la Parashá
Mi ira arderá contra él en ese día, y los abandonaré; y les ocultare Mi rostro y se transformaran en presa. Ese día dirán: '¿No es acaso porque mi Di-s no está en mi medio que me acontecieron estos males?'" (Devarim 31:17) Cuando el Pueblo Judío sufre una tragedia, se piensa que Hashem nos ha abandonado, dejándonos en manos de nuestros enemigos. Cuando nos acosan aquellos que buscan destruirnos y da la impresión de que nada los detiene, y de que no tenemos modo de defendernos, y ellos nos aniquilan mañana y noche... recordemos este versículo. Hashem nunca ha de abandonarnos; lo que pasa es que sentimos que Él nos abandonó porque "ocultó Su rostro". Y cuando Hashem "oculta Su rostro" significa que no podemos ver cómo controla los acontecimientos. Nos parece que reina el caos. Pero, por supuesto, no hay nada que pase sin que Él lo decrete. Todo lo que pasa fue decretado y sellado en Yom Kipur. "Quién vivirá y quién morirá". Y si nos fijamos más en detalle, aunque no podamos ver el "rostro" de Hashem, al menos podemos discernir Su "espalda". Podemos ver las reveladoras huellas en la nieve de la historia. A veces estamos seguros de que Le 'fallamos' tanto que no hay manera de volver a Él. Pero debemos recordar que El siempre está presente, detrás de la máscara del mundo, aguardando que retornemos a través de la plegaria y la teshuvá (arrepentimiento). (Rabenu Bejaie) "Y Moshé fue y les dijo estas palabras a todo Israel" (Devarim 31:1) ¿Por qué la Torá no nos dice a dónde fue Moshé? En cada judío que vivió, en todas las épocas de la historia, hay una chispa de Moshé Rabenu. Allí es donde fue Moshé. Ese fue su lugar de descanso. Por eso el versículo concluye diciendo: "Y Moshé fue (y les dijo estas palabras) a todo Israel". Tal vez esa sea una de las razones por las cuales nadie sabe adónde está enterrado Moshé: porque la última morada de Moshé se encuentra en el corazón de cada judío. (Rabí Mijael Schoen) "Al cabo de siete años... leerás esta Torá ante todo Israel... los hombres, las mujeres y los niños pequeños" (Devarim 31:10-12) ¿Cuántas veces vemos personas que están totalmente alejadas de la religión se vuelven de pronto "ortodoxas" cuando se trata de educar a sus hijos? En su comentario del versículo citado, Rashi menciona que la razón por la cual se debe traer a los pequeños a que oigan la Torá, en Hakel, es para "causar recompensa a aquellos que los traen". Esto implica que el motivo por el cual vienen los hijos no tiene nada que ver con la influencia que puede ejercer en ellos, sino en los que los traen. Al tratar de establecer un buen modelo para sus hijos, los propios padres han de tener más cuidado en el cumplimiento de las mitzvot. (Avodat Israel en Mayaná shel Torá) "Ciertamente ocultaré Mi rostro..." (Devarim 31:18) Había una vez un gran rabino que se encontró con un niño pequeño que lloraba profusamente. El rabino le preguntó: "¿Qué te pasa, niño?", y los ojos le brillaban de ternura por el pequeño. "Estábamos jugando... y yo era el que tenía que esconderse..." El niño miró al rostro del rabino. "Sí, te escucho...", dijo el rabino. "Entonces fui y me escondí, pero... pero..." Y nuevamente prorrumpió en profuso llanto. "Dime lo que ocurrió", dijo el rabino suavemente. Por fin, el niño logro concluir la oración: "... ¡pero nadie vino a buscarme!". Tras unos instantes, el rabino sonrió y dijo: "¿Sabes algo? No deberías estar triste. Estas en muy buena compañía". El niño suspiró, y las lágrimas se fueron secando. El rabino lo miró a los ojos y continuó: "La verdad es que estás en muy buena compañía. Di-s se siente igual que tu. No son muchos los que van a buscarlo". El mundo es como un juego cósmico de escondidas. En este mundo nos dan una invitación. La invitación se llama Vida. Esa invitación es en sí misma un desafío: ¿Quién nos trajo aquí? ¿Quién nos mantiene? ¿Qué es lo que hacemos aquí? Y para que el juego sea todavía más interesante, y nuestro éxito más significativo, existen distintas distracciones y "pistas falsas" que nos pueden alejar del juego. Pero nuestro "Compañero de Juego" nos dejó una "ayudita" con la que podemos salir victoriosos de esta gran aventura. El nos proporcionó un manual claro con cuya ayuda tenemos garantizado que podremos desenmascararlo a Él y al propósito de nuestra existencia. Ese manual se llama "la Torá". Al cumplir con la Torá, vemos a nuestro "Anfitrión" mejor y con mayor claridad. Pero si no cumplimos con la Torá, Él se oculta mucho más profundamente, y entonces resulta muy difícil poder encontrarlo."Ciertamente ocultaré Mi rostro". En el idioma hebreo, la expresión "ciertamente hacer algo" se forma con la repetición del verbo. En otras palabras, la traducción literal de la frase "Ciertamente ocultaré Mi rostro" es "Ocultar, ocultaré Mi rostro". La estructura misma del idioma hebreo nos proporciona una explicación de ese "ocultamiento". Existen dos clases de ocultamiento. Uno es el ocultamiento en el que sabes que hay alguien que se esconde, pero no lo ves. El otro es el ocultamiento en el que ni siquiera sabes si en verdad hay alguien que se esconde. En esta segunda clase, está oculto el hecho mismo del ocultamiento. Ese es el ocultamiento por excelencia: en el que el ocultamiento mismo se encuentra oculto. Cuando tenemos conciencia de que Di-s se ocultó de nosotros, en realidad El no se encuentra oculto, porque nos damos cuenta de que al ocultarnos nosotros de Él, El actuó con nosotros del mismo modo, ocultándose de nosotros. Entonces, bajamos la cabeza y retornamos a Él, implorando Su perdón. Sin embargo, cuando el ocultamiento en si es algo oculto, y pensamos que así es como tiene que ser el mundo, entonces estamos en un grave problema, porque no hay nada que nos despierte para retornar a Hashem. Pensamos: "Así es como son las cosas, ¿no?". Hay un refrán en ingles que dice "La ignorancia es la felicidad". Pero solamente mientras seamos ignorantes de nuestra ignorancia. Llegará el día en el que todos nos despertaremos frente al tribunal "Supremo", y entonces deberemos pagar el precio por nuestros años de "felicidad". En Yom Kipur tenemos la oportunidad de sacudirnos de nuestra ignorancia y arrojarnos a la compasión del Rey. Si buscamos con todo el corazón, seguramente Lo encontraremos. (El Sfat Emet en nombre del Jidushei Harim en Mayaná shel Torá; historia oída de boca de Rabí Zev Leff) "Y el hallará muchos males y preocupaciones y dirá aquel día: 'He aquí que como Di-s no está en medio de nosotros, me han acontecido estos males'" (Devarim 31:17) ¿Cámo definirías la felicidad? ¿La riqueza? ¿El status? ¿La seguridad? ¿La juventud o la belleza? Una vez alguien dijo: "La felicidad es saber que las cosas son importantes, y tener una conexión con ellas". La persona que cree en Di-s piensa que las cosas son importantes: el mundo tiene un propósito y que todo ocurre por un motivo. Tal vez no entienda la razón, pero eso no significa que lo que ocurre ocurra porque sí. Para la persona de fe, todo lo que ocurre en la vida tiene importancia. El guionista Divino no deja intriga sin resolver. Ninguna vida es insignificante; ningún acontecimiento deja de tener importancia. Si Di-s me creó, debo ser importante; debo tener significatividad. Esa es la fuente esencial de la felicidad: "Si Di-s me creó, entonces mi vida debe tener significatividad". Esta actitud es un arma de tremendo poder contra los sentimientos de depresión y de soledad. Si la felicidad es saber que las cosas son importantes y que yo estoy conectado a ellas, entonces la tristeza es lo opuesto. Es sentir que nada tiene importancia. La antítesis de la felicidad es la apatía. La apatía es la voz que dice "No valgo nada; mi vida no tiene ningún valor... ¿Para qué voy a salir de la cama?" "Y el hallará muchos males y preocupaciones y dirá aquel día: 'He aquí que como Di-s no está en medio de nosotros, me han acontecido estos males'" (Devarim 31:17) La estructura de este versículo es asimétrica. Al principio habla de "males y preocupaciones" y al final menciona solamente "males". ¿A que lección apunta la Torá? Los "males" se refieren al acontecimiento en sí. En este mundo, la tragedia no es foránea. Son muchos los que deben soportar "males" de algún tipo. En el mundo en que vivimos, los acontecimientos se dividen en buenos y malos. Nuestra visión es muy limitada. No podemos ver el bien esencial de todo lo que ocurre. Las "preocupaciones" se refieren a la ansiedad mental, a la depresión, cuando todo nos parece negro. Esto viene a unirse al "mal" que le acontece a la persona. Cuando no tenemos fe en Di-s, no solo que nos vemos afligidos por el dolor de lo que ocurre sino que, mucho peor todavía, no tenemos forma de poner estos hechos en su debida perspectiva. Nos da la impresión de que las cosas ocurren al azar. Sin embargo, cuando depositamos nuestra confianza en Di-s, vamos por el valle de la sombra de la muerte sin temor, porque sabemos que Di-s siempre está junto a nosotros. (Rabí Elazar Menajem Shaj en Lekaj Tov, Rabí Noaj Orlowek) "...Y al cabo de siete años, en el plazo del año de shemitá,... habrás de leer esta Torá, ante todo Israel, a sus oídos..." (Devarim 31:10-11) La Torá ordena la Mitzvá de Hakel - que toda la nación, incluyendo mujeres y niños, se junten para escuchar al Rey leer de la Torá. Esta Mitzvá se cumple en el primer año del ciclo de Shemitá (siete años, concluyendo con el año sabático). La razón por la cual la Torá "conecta" la Mitzvá de Hakel a la de Shemitá es que en el año de Shemitá, el último año del ciclo, no se puede hacer ningún trabajo en la Tierra, y las personas están liberadas de la presión de trabajar la tierra y vender su producción. En este momento, todas las personas, tanto "grandes y chicas" pueden prestar atención al servicio de Di-s, y es así que las palabras de la Torá pueden entrar en sus oídos en un profundo nivel de entendimiento. (Meshej Jojmá)
Tomado de: www.mesilot.org Se acerca Iom Kipur Shabat Shuba El Shabat que acaece entre Rosh Hashaná y Iom Kipur recibe el nombre de "Shabat Shuba" -Shabat del retorno-.Esta denominación se debe a la Haftará (trozo selecto de los libros de los profetas que se lee tras la culminación de la sección semanal de la Torá) de esa semana. Pues la misma comienza con las palabras "Retorna -Shuba- Israel hasta El Eterno tu Di-s". (Parparaot la Torá) A modo introductorio diremos que la lectura de la "Haftará" de instauró por causa que en tiempos de antaño fue sentenciado un cruel decreto en perjuicio del pueblo de Israel. El mismo incluía la prohibición de practicar la lectura de la Torá. Los dirigentes espirituales de la época evaluaron la situación y decidieron sustituir este vacío por un trozo de los libros de los profetas cuyo contenido se asemeje a la sección semanal de la Torá que corresponde a esa semana. (Mishná Berurá 284: 1) Al implantar esta enmienda de emergencia, los sabios concordaron en emplear para la lectura de la Haftará, el mismo sistema utilizado para la porción semanal de la Torá. Esto equivale a decir, serían llamados siete individuos, quienes recitarán la bendición anterior y posterior a la lectura. Asimismo, cada uno leerá al menos tres versículos, como es la ley para la lectura de la Torá. Como consecuencia, los siete convocados leían por lo menos un total de veintiún versículos. Cuando el decreto que prohibía leer la Torá fue abolido, la lectura de la Haftará no fue suprimida. Siguió vigente y se acostumbra hasta el día de hoy, haciéndoselo tras la lectura de la Torá. Igualmente, se trata de no disminuir de veintiún versículos, tal como otrora. LA HAFTARÁ DE LA SEMANA La "Haftará" que se lee esta semana presenta una singularidad realmente curiosa, no tiene ningún vínculo con la porción semanal de la Torá. Solo se relaciona con el móvil de la fecha, es decir, con el "Shabat del retorno", que se encuentra en medio de los diez días de arrepentimiento que van desde Rosh Hashaná hasta Iom Kipur. Esta relación es posible porque la palabra Shuba representa retorno y a su vez arrepentimiento. De esta manera, se relacionan los diez días de arrepentimiento con el retorno hacia El Eterno. CARACTERÍSTICAS DE ESTE DÍA El "Shabat Shuba" orienta a la predisposición y preparación de todo Israel para el Día del Perdón -Iom Kipur-. Por tal razón la gran multitud estila en este Shabat, luego del mediodía, ingresar a las Sinagogas y casas de estudio para escuchar las disertaciones de los líderes espirituales de cada comunidad. Ellos, tonificando lo requerido para este día, ofrecen mensajes que despiertan a la multitud de su letargo espiritual. Los estimulan a tomar decisiones de mejorar sus conductas personales y perfeccionar sus modales, tanto frente a su prójimo, como ante el Creador del universo. (Parparaot la Torá) Es de carácter concluyente ingresar al Sagrado día de Iom Kipur con la preparación espiritual adecuada. Debido a ello, el relevante papel protagónico que cobran estas disertaciones anunciadas, las cuales aportan una gran ayuda para lograr tal preparación. UN CASO EJEMPLAR Rabí Iaakov Krantz, conocido popularmente como "El predicador de Dubna", era un erudito capaz y dotado de condiciones innatas para llegar a lo más recóndito de las personas y despertar sus corazones y almas. Este sabio era sumamente respetado, y su fama se expandió por las congregaciones de Israel que residían en Rusia y Polonia. Su nombre circulaba libremente y estaba en boca de muchos. Era conocido como el "padre de los disertantes". Sus exposiciones eran recibidas con cariño por los eruditos y el grueso de la población por igual. En cierta ocasión "el predicador de Dubna" visitó una Sinagoga de 'gente descarriada' en la ciudad de Berlín. Este acontecimiento tuvo lugar durante el "Shabat Shuba", y fiel a su estilo, al culminar la plegaria, el erudito subió a la tarima para derramar frente a los presentes su apasionante disertación surgida del corazón. El mensaje brindado casi siempre incluía normas de conducta, relatos alusivos, y consejos de ética y moral. El sabio dio inicio a su discurso y comenzó a expresarse como habituaba en las demás ocasiones. Promediando la disertación, presintió algo extraño, sus palabras no eran recibidas por el público con anhelo y fervor. No despertaban en ellos sentimientos austeros y deseos de mejorar sus conductas. Intuyó que los oyentes no prestan atención a sus palabras, demostrando una clara falta de interés. El "predicador de Dubna" decidió recortar su mensaje, culminando con la siguiente parábola: Shloime el herrero vivió toda su vida en una pequeña aldea. Cada jornada para encender su fragua requería un enorme esfuerzo personal de su parte. Necesitaba soplar insistentemente, forzando y exigiendo sus pulmones hasta lograr el fuego necesario para su labor. Lo mismo sucedía cuando pretendía elevar la llama. Un día, este herrero visitó la ciudad y adquirió allí un fuelle, que con su ayuda es posible aumentar el fuego sin esfuerzo. El hombre se alegró en gran manera y regresó de inmediato a su vivienda portando el preciado hallazgo. Llegó a su casa y sin perder tiempo se dirigió a la principal herramienta de trabajo que poseía, la fragua. Una vez posicionado, comenzó a arrojar aire mediante el fuelle que adquirió, deseando encender el fuego. Las expectativas previas eran indescriptibles, aunque grande fue la sorpresa cuando advirtió que pese a que accionaba con reiteración la herramienta adquirida, el fuego no aparecía. El individuo, totalmente sorprendido, decidió revisar su adquisición para ver si encuentra alguna falla, pero para su gran desazón, la misma se hallaba en perfecto estado. A posteriori, se abocó a analizar paso a paso que es lo que pudo haber sucedido. Finalmente, tras un exhaustivo análisis, decide que lo han estafado y viajará a la ciudad con el fin de presentar el reclamo pertinente. El hombre marcha decidido, y llega hasta el negocio en el cual compró la pieza. Se acerca hasta el mostrador y se queja por lo que le han vendido y no funciona. El vendedor escucha atentamente el reclamo, y tras unos instantes de reflexión sugiere al herrero: Digame una cosa, ¿encendió usted la llama piloto antes de arrojar aire con el fuelle? En ese momento el individuo se percató de su error. Obvió un detalle esencial. La herramienta no le funcionaba porque olvidó encender una llama piloto. Así acontece también con vosotros concluía el "predicador de Dubna" su disertación en Berlín-, hace ya una hora que estoy parado sobre la tarima, y soplo con todas mis fuerzas. Sin embargo ¿de qué sirve el aire que exhala mi espíritu cuando no contáis con una llama piloto encendida?" MORALEJA La idea resultante de esta parábola indica con suma precisión la tarea a emprender para cumplir con la labor que nos fue encomendada por El Eterno de encender a nuestro prójimo apagado. Primero debe encenderse una chispa vital. Luego, con un par de soplidos seguramente gozará de un alma vivificada y radiante, pudiendo llegar a niveles trascendentales. Además, también él mismo podrá encender otras almas que se están apagando, y seguro que todo esto nos beneficiará también a nosotros. Quién hace algo por su semejante y logra que este retome la buena senda, se le considera como que verdaderamente ha formado a esa persona. Para certificarlo observemos lo declarado en el Pentateuco (Génesis 6: 9): "Esta es la genealogía de Noe, Noe fue un varón recto e íntegro en su generación, con Di-s anduvo Noe". Al hacerse un preámbulo a la genealogía de Noe, lo más lógico sería que a continuación el versículo enumere a sus hijos y nietos. Sin embargo, curiosamente el texto comienza alabar la actitud de Noe. ¿A qué se debe esto?. Enseña que lo principal de la genealogía de los hombres rectos consiste en sus buenas acciones. (Rashi) LAS MUJERES Aun es posible pensar que el rol de las mujeres no cobra el mismo protagonismo que el de los varones, siendo el de ellas secundario, al ser que la Torá encomendó al hombre más preceptos que a las mujeres. Este hecho puede inducir a figurarse, que las damas pierden posibilidades en este aspecto y los nacidos con sexo masculino están por sobre ellas. Para disipar esta hipótesis fue escrito: (Éxodo 19: 3): "Así dirás a la casa de Jacob". Esta encomendación tiene como destinatarias a las mujeres. Resulta que Moshé recibió la ordenanza de transmitir en primer orden a las mujeres los principios de los capítulos y demás enseñanzas breves que pueden comprender. ¿Por qué fue ordenado enseñar a las damas en primer orden?. Es porque ellas envían a sus hijos al colegio, y atraen sus corazones a través de palabras dulces para que estudien con alegría. Asimismo los cuidan para que no cesen en su aprendizaje de la Torá. Sumado a ello, les transmiten la necesidad de respetar los preceptos desde la infancia. Resulta que las mujeres rectas son la causa del estudio de la Torá y el temor de El Eterno. Además, cuando regresan los maridos de su labor, cansados y exhaustos, les recuerdan la necesidad de destinar y conservar un tiempo estable y predefinido al estudio de la Torá, y logran que vayan a la casa de estudio pese a la fatiga. Por lo tanto, la mujer debe dar siempre el buen ejemplo. Ya que además de todas las satisfacciones que puede obtener en este mundo por la influencia lograda en sus hijos y esposo para que transiten por el camino del bien, cuando le toque devolver su alma al Creador, las buenas acciones que realizarán sus hijos que dejó aquí en la tierra y que educó correctamente, se le contabilizarán a esa madre como que ella misma está haciendo esa buena obra. SE le considerará como si estuviera viva y cumple todos los preceptos. (Reshit Jojmá, Derej Ertetz la nashim) Resulta que ya sea hombre o mujer, niño o anciano, uno debe esforzarse al máximo posible en cumplir la mayor cantidad de actos positivos que esté a su alcance. Pues además de lo mencionado, los mismos se convierten en un depósito a cobrar en el mundo venidero, donde podrá disfrutarse plenamente de todo lo logrado aquí con sudor y esfuerzo. Asimismo es menester encender todas las almas posibles, y alentar a los individuos a que retomen el camino del bien. Pues nuestro Padre espera hasta el último momento que retornemos hacia El. Y si nosotros somos el medio para que uno de Sus hijos lo haga a través nuestro, el bien que generaremos con esto sobre nosotros y nuestras familias será incalculable. Tengan todos un Día de Iom Kipur en el que las plegarias sean aceptadas y merced a ello recibamos un año de abundancia y paz, donde no escuchemos ya de guerras, pobreza ni conflictos de ninguna clase. Que sea este finalmente el año en el cual El Eterno con Su gran misericordia nos envíe Su recto redentor para que nos saque del exilio en el que nos hallamos inmersos y nos devuelva a la Tierra Prometida con el Santo Templo y la ciudad de Jerusalén reconstruidos y podamos acercar nuevamente las ofrendas gratas a nuestro Creador. VIDEO SOBRE YOM KIPUR
http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/yom.html
http://www.aishlatino.com/roshhashanayomkipur/iomKipur/El_ABC_de_Iom_Kipur.asp Ángel por un Día ¿Qué son los "ángeles"? Los ángeles son seres completamente espirituales, que tienen el objetivo exclusivo de servir a su creador. En Iom Kipur, cada judío se asemeja a un ángel. Como explica el Maharal de Praga: "Todas las mitzvot que Dios nos ordenó [en Iom Kipur] están diseñadas para remover, en la mayor cantidad posible, la relación de una persona con el mundo físico, hasta que ella es completamente como un ángel". Así como los ángeles (por así decirlo) se paran derechos, así también nosotros pasamos la mayor parte de Iom Kipur parados en la sinagoga. Y así como los ángeles (por así decirlo) se visten de blanco, así también nosotros acostumbramos a vestirnos de blanco en Iom Kipur. Así como los ángeles no comen ni beben, así también, nosotros no comemos ni bebemos. Cinco Aspectos Hay cinco áreas de envolvimiento físico de los que nos apartamos en Iom Kipur. Ellas son: 1. Comer y Beber A lo largo del año, mucha gente pasa sus días enfocados en la comida, el trabajo, las posesiones materiales superficiales (simbolizadas por los zapatos) y los placeres superficiales (simbolizados por los aceites). En Iom Kipur, restauramos nuestras prioridades a lo que realmente cuenta en la vida. Como Rab Eliahu Dessler escribe: "En Iom Kipur el poder de la inclinación negativa es apagado. Por lo tanto, nuestro anhelo de elevarnos espiritualmente se reafirma, después de haber estado latente como resultado del efecto amortiguador del pecado en el alma. Este rejuvenecimiento de las intenciones les da derecho a la persona a ser considerada de manera especial y ser perdonada". Teshuvá y Perdón Luego del pecado del becerro de oro, Moisés le rogó a Dios que perdonara al pueblo. Finalmente en Iom Kipur, la expiación fue conseguida y Moisés bajó el segundo conjunto de Tablas desde el Monte Sinai. Desde aquél día en adelante, cada Iom Kipur ha traído consigo un poder especial para limpiar los errores de los judíos (tanto individualmente como colectivamente) y dejar la pizarra en blanco. Si bien Iom Kipur expía las transgresiones en contra de Dios, esto no incluye los males cometidos en contra de otros seres humanos. Es por esto que la costumbre judía universal - en algún momento antes de Iom Kipur - es disculparse y buscar el perdón de cualquier amigo, pariente o conocido a quien podamos haber dañado o insultado durante el último año. El Ayuno Mismo El ayuno de Iom Kipur comienza con la puesta del sol y dura 25 horas, hasta el siguiente anochecer. En la tarde previa a Iom Kipur, es una mitzvá especial comer una comida festiva. Para poder hacer tu ayuno más fácil en general, durante el día anterior, trata de comer algo cada dos horas. En la comida festiva, come una porción moderada de comida para no acelerar el proceso de digestión. Tampoco tomes café o bebidas cola, porque la cafeína es un diurético. Los tomadores de café pueden también evitar el temido dolor de cabeza disminuyendo lentamente la cantidad de café consumido durante la semana anterior a Iom Kipur. Generalmente después de comer nos da más sed, así que cuando termines la comida festiva, deja un tiempo extra antes de la puesta del sol para beber. También, beber agua tibia con azúcar puede ayudar a estar menos sediento durante el ayuno. En Caso de Enfermedad Si alguien está enfermo, y un doctor opina que ayunar puede ponerlo en peligro de muerte, el paciente debe comer o beber pequeñas cantidades. El paciente debe tratar de comer sólo 28 gramos (una onza) y esperar nueve minutos antes de comer nuevamente. Una vez que hayan pasado nueve minutos, puede volver a comer esta pequeña cantidad, y así sucesivamente a lo largo del día. En cuanto a beber, él debe tratar de beber menos de lo que el Talmud llama "melo lugmav" - la cantidad que llenaría la mejilla inflada de una persona. Mientras esta cantidad varía entre persona y persona, es aproximadamente 35 ml (un poco más que una onza de líquido) y debe esperar nueve minutos antes de volver a beber. ¿Cómo consumir pequeñas cantidades hace una diferencia? En la ley judía, el acto de "comer" es definido como "consumir cierta cantidad en cierto período de tiempo". De otra manera, no es comer, es "picar" - lo cual a pesar que también está prohibido en Iom Kipur, es menos severo cuando la salud esta en juego. La razón para todos estos tecnicismos es porque comer en Iom Kipur está considerado como una de las prohibiciones más serias en la Torá. Así que aunque hay lugar para ser menos severo en ciertas situaciones, aún así tratamos de minimizarlo. Nota que comer y beber son tratados como actos independientes, lo que significa que el paciente puede comer y beber al mismo tiempo durante esos nueve minutos, y las cantidades no se suman. Habiendo dicho esto, si estas pequeñas cantidades son insuficientes, el paciente puede incluso comer y beber regularmente. En tal caso, la persona no hace Kidush antes de comer, pero si recita "La Bendición Después de la Comida", insertando el párrafo de "ya'alé veyavó". ¿Y qué pasa en un caso en el cual la opinión del paciente discrepa con la del doctor? Si el paciente está seguro que debe comer para prevenir peligro a su salud, entonces nos apoyamos en su palabra, incluso si el doctor está en desacuerdo. Y en la situación opuesta - si el paciente se niega a comer a pesar de las advertencias del doctor - entonces convencemos al paciente de que coma, ya que es posible que su juicio esté afectado por la enfermedad. ¡Les deseo un ayuno fácil y un Iom Kipur significativo!
02 octubre 2008comunidades: hacia la dulzura, aprendemos a hacer Teshuvah en parashat Vaielej
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