19 agosto 2005

Kolót: "Un poco de historia" (2) acerca de árabes y judíos

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"Un poco de historia" (2) acerca de árabes y judíos
de EduPlanet Rectorate - Friday, 19 de August de 2005, 04:56

 
PARTE DOS
 
JAIME-ARGENTINA, en la lista "hebreos"
 

La diáspora más antigua.

 

El conflicto árabe-israelí involucra muchos asuntos problemáticos y ásperos. Quizás el que más resalta entre todos ellos es la cuestión del “derecho de los palestinos al retorno”. En los años recientes los árabes han impulsado este asunto para ponerlo en primer plano de su lucha por Palestina. Tal “derecho” es considerado como consabido no solamente entre los árabes sino también por muchos funcionarios de las Naciones Unidas y sus Estados miembros. Han quedado olvidados en toda esta discusión sobre los refugiados árabes palestinos, cerca de un millón de otros refugiados: los refugiados judíos que tuvieron que marcharse de los países árabes, los cuales en su mayoría fueron absorbidos por Israel. También han quedado desatendidos tanto la historia como el contexto de ambas corrientes de refugiados.

 

Los judíos han vivido en los que son en la actualidad países árabes, desde la destrucción del Primer Templo judío en el año 586 antes de la era común. Dichas comunidades judías, las más antiguas de toda la Diáspora, desembocaron en un final desdichado en los años de 1940 y los iniciales de la década de 1950, cuando los judíos fueron obligados a marcharse para salvar sus vidas. En 1945 eran aproximadamente 900.000 judíos los que vivían en comunidades esparcidas por el mundo árabe.

Hoy en día, allá son menos de 8.000, Algunos Estados árabes, como Libia, están completamente judenrein (vocablo nazi para significar “limpio de judíos”). En otros apenas han quedado unos pocos cientos de judíos ancianos.

De aquellos 900.000 aproximadamente 600.000 fueron absorbidos por Israel; el resto se fueron a Francia, Canadá, Estados Unidos, Australia y Sudamérica.

 

La historia de los judíos bajo el dominio árabe y musulmán es antigua y variada. Los judíos (y también los cristianos) eran considerados dhimmi, un grupo “protegido” de ciudadanos de segunda clase. El trato brindado a los judíos en países musulmanes estuvo signado por algunos períodos dorados de prosperidad, cuando los judíos servían como asesores de la clase gobernante; tales períodos fueron frecuentemente marcados por los progresos impulsados por los judíos en la medicina, el comercio y la cultura. También florecieron en ese entonces la filosofía judía y los estudios religiosos. Pero con frecuencia, sin embargo, los judíos eran agobiados con impuestos punitivos, obligados a vivir apretujados en vecindarios reservados tipo ghetto y relegados a los niveles más bajos de los estratos económicos y sociales. Pero con todo, no fue hasta la década de 1940 que los judíos residentes en los países árabes comenzaron a temer por sus vidas.

 

En alas de águilas.

 

En 1941, durante la festividad judía de Shavuot, 180 judíos fueron asesinados en un farhoud (pogrom) en Bagdad. Informes no oficiales afirman que 700 personas sufrieron daños y que los perjuicios a propiedades judías sumaron millones de dólares. Aquel farhoud dispersó ondas de choque a través de toda esa comunidad judía, pero no fue sino hasta después de 1948 que las condiciones se tornaron realmente insoportables.

Los judíos sufrieron una dura persecución económica que desembocó en una indigencia inferida como castigo a todos los sectores de la comunidad. En 1950 el gobierno iraqués despojó de la ciudadanía a los judíos y les permitió marcharse.

Emisarios para la aliá que estaban presentes en Irak en esa coyuntura, explicaron que “no caben dudas de que, detrás de todo esto, está el propósito de asumir las propiedades de los judíos.”

Fue por esto, precisamente, que el gobierno de Irak congeló todos los activos de los judíos, impidiéndoles acceder a sus cuentas bancarias y clausuró los depósitos de almacenamiento y las fábricas de propiedad judía. Llegaron informes de que judíos en las calles eran atacados por la policía, los agentes parapoliciales y los ciudadanos comunes, y que se les arrebataban todas sus pertenencias. Según declararon dos olim procedentes de Irak el 15 de marzo de 1951, “el espectro de morir de hambre se estaba acercando rápidamente.” La mayoría de los judíos de Irak fueron rescatados por Israel a comienzos de la década de 1950 mediante el “Operativo Ezra y Nehemías”. Los pocos miles que se quedaron allá sufrieron privaciones económicas, arrestos y acoso. Muchos trataron de huir en las décadas de 1960 y 1970.

En la actualidad esa antigua colectividad judía que en 1948 contaba con 90.000 miembros, ahora suma apenas cien.

 

Irák es apenas un caso entre muchos otros. Pero su historia es muy similar a la de muchas otras comunidades judías en países árabes. La comunidad judía egipcia vivió en una relativa calma hasta los años cincuenta, cuando el grupo de oficiales militares encabezado por el general Naguib y el coronel Gamal Abd Al-Nasser tomaron el control y Egipto comenzó a moverse hacia la Unión Soviética. Durante el transcurso de muchos años los judíos se habían vuelto exitosos comerciantes y sus locales de comercio, nacionalizados desde entonces, siguen funcionando en la actualidad. El 3 de noviembre de 1956 Nasser expropió toda la propiedad judía. Todos los trabajadores judíos fueron despedidos de sus posiciones en compañías que fueron expropiadas y los judíos comerciantes, profesionales y empleados gubernamentales ya no pudieron seguir ejerciendo sus anteriores funciones. El mensaje era claro: sería mejor para los judíos entregar sus propiedades y marcharse de Egipto lo antes posible. Entre noviembre de 1956 y junio de 1957 más de 22.200 judíos se fueron de Egipto. Ataques brutales contra los judíos siguieron constriñéndolos a irse del país. Más de 13.500 judíos egipcios llegaron a Israel en octubre de 1957. La persecución de los judíos continuó en Egipto, de modo que de una comunidad de 75.000 almas, hoy en día han quedado no más de 200. Se estima que las propiedades y activos que debieron abandonar suman unos 2.500 millones de dólares.

 

Hoy día no quedan judíos en Argelia. En 1948 sumaban 18.000.

 

En Marruecos, un país que protegió a sus judíos durante el Holocausto, apenas 5.800 quedan de los 286.000 que eran en 1948.

 

En todos los casos antedichos y en los de Siria, Libia, Túnez y Yemen, sus respectivos gobiernos llevaron adelante políticas de expulsión informal. La propiedad judía fue confiscada, los activos arrebatados, los medios de vida destruidos.

Las agresiones físicas contra los judíos quedaban impunes y de tanto en tanto eran perpetrados por la policía misma.

Los Estados árabes, durante sus esfuerzos concertados para forzar a los judíos a que se fueran, desarraigaron y destruyeron dos mil años de vida judía en la región.

 

Los judíos, ahora sin un centavo y con sus espíritus quebrados, se encaminaron a Israel. Algunos llegaron a Israel a pie, sobornando a los guardias de fronteras.

Otros fueron rescatados por los operativos de transporte aéreo emprendidos por Israel, como la “Operación Alfombra Mágica”, que trajo al Estado judío a 55.000 judíos del Yemen en el año 1949. Israel, un Estado recién nacido en esos años, aceptó a esos refugiados y se esforzó para absorberlos en su sociedad. Aunque el nuevo Estado cometió muchas equivocaciones en sus tempranos intentos para integrar y asentar a los refugiados, al fin de cuentas tuvo éxito. Los refugiados eran generalmente instalados en campamentos de tránsito (maabarot) de los que finalmente eran sacados y llevados a las ciudades establecidas, a las ciudades de desarrollo y a otros asentamientos poblacionales.

Los refugiados, que habían sido expoliados en sus países de origen de todas sus pertenencias, generalmente llegaban a Israel únicamente con las ropas que vestían y eran instalados en condiciones miserables en las maabarot, donde no tenían agua corriente ni electricidad. Los efectos de su huida forzosa y las dificultades de su absorción en Israel se siguen sufriendo incluso en la actualidad. Pero, por la otra parte, los hijos de esos refugiados son ciudadanos plenos del Estado de Israel y han ejercido un profundo impacto en la sociedad israelí. Hijos de los refugiados judíos procedentes de países árabes sirven en altos rangos de las fuerzas armadas (incluyendo al actual jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Shaul Mofaz), son ministros del Gabinete gubernamental y diputados a la Kneset. Figuran entre las estrellas del deporte israelí, sus celebridades musicales, y sus hombres de negocios exitosos. Y en el año 2000 Moshé Katzav, un inmigrante nacido en Irán que pasó sus primeros años en Israel en una maabará, fue elegido presidente del Estado de Israel.

 

Los refugiados árabes.

 

¿Y qué pasó con los otros refugiados? En 1948 digamos 650.000 árabes (las estimaciones varían entre 400.000 y 850.000) huyeron de la Israel envuelta en guerra. Muchos fueron alentados a hacerlo por líderes árabes que les prometieron que pronto iban a poder regresar victoriosos y reclamar su tierra. Pero los árabes perdieron la guerra. En vez de reasentar a sus congéneres árabes en países árabes, como lo había hecho Israel, los dirigentes árabes decidieron colocar a los refugiados en campamentos de desplazados, que todavía existen cincuenta años después. El problema de los refugiados árabes ha sido convertido en una de las cuestiones más espinosas del conflicto árabe-israelí y es resultado de una campaña deliberada para transformarlo precisamente en eso. El liderazgo árabe, nada dispuesto a reconocer al Estado de Israel y nada inclinado a absorber a los refugiados árabes en sus propios países, manipuló la situación de sus hermanos para continuar mediante ellos su guerra contra el Estado judío. En cuanto se hizo claro para los árabes que no iban a poder vencer a Israel en el campo de batalla, supusieron que iban a poder destruirla insistiendo en el “derecho al retorno” a favor de los refugiados árabes palestinos. Así, no solamente se ahorrarían las molestias de absorber e integrar a los refugiados en el seno de sus propias sociedades, son que iban a poder continuar su batalla contra Israel sin tener que recurrir a las armas ni arriesgarse a más derrotas humillantes. Una catarata de árabes a Israel podría alterar a su favor la estructura demográfica del país, a tal grado que ya no sería un Estado judío. Es por esto que si llega a ser establecido un Estado Palestino en Judea, Samaria y Gaza y se logra el reconocimiento del “derecho al retorno” de los árabes a la Israel dentro de las fronteras anteriores a 1967, los palestinos van a tener, a todos los efectos prácticos, dos Estados, mientras que los judíos no tendrán ninguno. Manipular a los refugiados de esta manera les ha rendido a los árabes una bonificación adicional, puesto que les ha facilitado sumar apoyo internacional para su causa. Los árabes han reconocido que no pueden ganarle a Israel en batalla pero si pueden atraer para sí la opinión pública mundial, quizás puedan conseguir sus objetivos por vía diplomática.

Es por esto que desprecian todas las concesiones ofrecidas por Israel respecto de territorios y continúan focalizándose en sus refugiados.

 

Perpetuando el problema.

 

La Historia está llena de ejemplos de transferencias de poblaciones y crisis de refugiados resueltas. Después de la Segunda Guerra Mundial, precisamente 57 años antes de escribirse estas líneas, habían en el mundo más de 60 millones de Personas Desplazadas (Displaced Persons – DP’s).

Ninguna de ellas sigue siendo refugiado hoy en día. Millones de alemanes de Checoslovaquia y muchas otras partes de Europa – valga el ejemplo – fueron enviados a Alemania. A una distancia de medio mundo, en la India y Pakistán, unos seis millones y medio de musulmanes se mudaron de la India a Pakistán; y una cantidad igual de hindúes y sikhs emprendieron el viaje opuesto cuando ambos países obtuvieron su independencia. El único problema de refugiados que todavía no ha sido resuelto, es el de los árabes palestinos.

 

La cuestión de los árabes palestinos no sólo no ha sido resuelta: se la ha perpetuado. En diciembre de 1948 las Naciones Unidas establecieron una agencia especial para ayudar a los refugiados: la United Nations Relief and Works Agency, conocida por la sigla UNRWA. Esta agencia de la ONU tiene 20.000 empleados y un presupuesto de millones de dólares. Pese a que ya existe una agencia de la ONU cuyo cometido es ayudar a los refugiados en todo el mundo: la del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, empero la Asamblea General creó aparte la UNWRA específicamente para los refugiados árabes, con el objetivo de “suministrar ayuda directa y programas de acción en colaboración con gobiernos locales” y “para consultar con los gobiernos del Medio Oriente en lo concerniente a medidas preparatorias del tiempo en que ya no sea asequible la asistencia internacional para ayuda y proyectos de emprendimientos.”

El mandato de la UNWRA expirará el 30 de junio de 2002.

La UNWRA ejercita los programas educacionales, de salud y de servicio social en los campamentos de refugiados y es ostensiblemente una organización apolítica humanitaria.

Sin embargo, desde los años de 1970 han habido evidencias de que los campamentos de refugiados son utilizados como bases terroristas y “aguantaderos” seguros y que los empleados de la ONU lo saben y a veces incluso ayudan a las células terroristas.

 

Tamaña parodia sólo puede ser comprendida en el contexto de las relaciones entre la ONU e Israel. Casi desde su creación el Estado de Israel ha sido tratado como el hijo bastardo de las Naciones Unidas. Inmediatamente después que Israel ingresó a las Naciones Unidas en calidad de Estado miembro, los Estados árabes y sus aliados se embarcaron, junto con la Unión Soviética y sus Estados satélites, en una campaña para desterrar y deslegitimar a Israel. Así fue que en 1975 la Asamblea General aprobó la infame resolución de “sionismo equivale a racismo”, cuyo disparate fue más tarde reconocido y rechazado el 16 de diciembre de 1991. No obstante, el esfuerzo para utilizar las estructuras e instrumentos de las Naciones Unidas a fin de continuar por esos medios la guerra contra Israel, sigue siendo evidente en la actualidad, como ha quedado demostrado en la reciente Conferencia de las Naciones Unidas Contra el Racismo (WCAR, según las iniciales de las palabras en inglés que componen esta sigla) reunida en Durban, Sudáfrica. Igual como los Estados árabes, que ninguno de ellos es democrático ni gran bastión, por cierto, de los derechos humanos, se apropiaron del lenguaje de la democracia y los derechos humanos para poder exorcizar a Israel, ellos también recurrieron a manipular la suerte que sufren los refugiados, en provecho de sus propios intereses. Pasando por alto la verdadera tragedia de los refugiados y el papel que ellos mismos, los Estados árabes, han desempeñado en la generación y perpetuación de su miserable condición, siguen manteniendo cautivos a los refugiados en el rol de ser su naipe definitivo y mejor en su esfuerzo para vencer finalmente a Israel.

 

Un intercambio de poblaciones.

 

Pero los hechos no apoyan la idea de repatriación palestina a Israel. Aparte de las consecuencias suicidas que eso implicaría para Israel, la repatriación de refugiados árabes crearía un a nueva normativa en los asuntos internacionales. En el período que enmarcó el nacimiento del Estado de Israel se registraron dos movimientos de refugiados: uno hacia Israel y el otro desde Israel. En realidad, se trató de un intercambio de poblaciones. ¿Puede hacerse que el reloj corra hacia atrás en todos los demás intercambios de poblaciones en el mundo? Tamaña idea no es considerada seriamente respecto de ningún otro caso en el planeta. No obstante, puesto que los regímenes árabes, asistidos por la UNRWA y una bien predispuesta Asamblea General de la ONU, mantienen a esos árabes en condición de refugiados y no los reasientan otorgándoles la ciudadanía y permitiéndoles así convertirse en miembros productivos de la sociedad, han ayudado a que el mundo se olvide de la verdadera génesis y circunstancias que rodean el problema de estos refugiados.

 

Es ya tiempo de remover el velo de silencio que rodea la historia de los refugiados judíos. Especialmente a medida que los árabes se están tornando cada vez más estrepitosos acerca de sus verdaderas intenciones y el “derecho al retorno” de los refugiados árabes palestinos, es importante hacer recordar que hubieron otros refugiados en el conflicto árabe-israelí .

Los refugiados judíos, empero, ya no son refugiados.

Son plenos y ufanos ciudadanos de su nueva patria.

Aunque fueron obligados a abandonar propiedades privadas y comunitarias por valor de miles de millones de dólares, y recuerdos de una vida que ya no existe, Israel no procura ningún “derecho al retorno” de los judíos a los países árabes.

Del mismo modo, rechaza que haya un “derecho al retorno” de los árabes a Israel.

 

Este importante punto ha sido reconocido en muchos ámbitos.

En 1978 John McCarthy, un experto en refugiados de la Conferencia Católica Unida (United Catholic Conference), hizo notar que si no fuera por la no cooperación de los Estados árabes, las crisis de refugiados árabes palestinos ya hubieran sido resueltas. Puntualizó McCarthy que a lo largo de treinta años la Catholic Conference había ayudado a reasentar a aproximadamente un millón de personas en todo el mundo. “Nosotros podemos reasentar a la gente si tenemos para eso la ayuda, mejor dicho el permiso, de los gobiernos. Pero hay que recordar una cosa: que los países árabes no quieren albergar a los refugiados árabes, (...) los que para ellos son apenas peones de ajedrez” en su juego político. 

En 1975 Sabri Jiryis. Director del Instituto de Estudios Palestinos, de Beirut, escribió en el diario de Beirut “Al Nahar” que:

 

“Está claro que Israel recurrirá a la cuestión (de la expulsión de los judíos de los países árabes) en toda negociación seria (...) acerca de los derechos de los palestinos. (...) 

Las argumentaciones de Israel van a tener aproximadamente la siguiente forma: Es cierto que nosotros, los israelíes, hemos provocado el éxodo de los árabes de su tierra en la guerra de 1948 (...) y tomamos el control de sus propiedades. Pero a cambio, sin embargo, ustedes, los árabes, causaron la expulsión de un número similar de judíos de los países árabes desde 1948 hasta la actualidad. La mayoría de ellos vinieron a Israel después que ustedes, los árabes, los despojaron del control de sus pertenencias de una u otra forma. Lo que aconteció, pues, es meramente una especie de «transferencia de poblaciones y de propiedades», cuyas consecuencias las dos partes tienen que soportar. Así fue como Israel obtuvo judíos de los países árabes y los países árabes están obligados, a su vez, a asentar a los palestinos dentro de sus propias fronteras y procurar una solución del problema.”

 

Conclusión.

 

El 28 de julio del año 2000 el presidente Bill Clinton sugirió una manera para que los dos problemas de refugiados, ambos de ellos, puedan ser finalmente resueltos. “Deberá constituirse, propuso, una especie de fondo internacional creado para los refugiados. Existe, pienso yo, cierto interés (...) por parte de ambos lados en disponer de un fondo que compense a los israelíes que fueron convertidos en refugiados por causa de la guerra que se libró tras el nacimiento del Estado de Israel.

Israel está colmado de gentes judías que vivieron anteriormente en países árabes y vinieron a Israel por haber sido convertidos en refugiados en sus propias patrias.” Su historia no debería ser ignorada ni encubierta. La tragedia de los judíos forzados a irse de los países árabes tendría que ser insertada en la agenda internacional y su importancia reconocida en toda resolución final del conflicto del Medio Oriente. Las ingentes sumas gastadas por Israel para la absorción y rehabilitación de los judíos procedentes de los países árabes deberían igualmente ser consideradas. Es importante, y debe ser recordado, que como consecuencia del nacimiento del Estado de Israel no se generó un problema de refugiados, sino dos. Es ciertamente trágico que los refugiados árabes están todavía alojados en campamentos de desplazados, a más de cincuenta años de haber dejado Israel. Pero se trata de una tragedia que ha sido perpetuada y explotada por sus propios líderes, con motivaciones políticas.

Ya es tiempo de arrojar luz sobre la verdadera naturaleza del tema de los refugiados y del intercambio poblacional del cual fue parte.

Responder al foro  

MM #40 - VaEtjanan - ¡Shalóm Ahora! Que no falte tu voz en el clamor

Matók MiDvásh: prensa electrónica de Ieshivah.Net - Edición No. XL
Menajem-Av 5765, Parasha't VaEtjanán, desde Jerusalem
Edición dedicada a revertir la sentencia que el Mal ha infiltrado en Israel, y a producir la Teshuváh inmediata de quienes la sostienen. Edición dedicada a producir Amor y certeza de Bien y Verdad, y descubrimiento de Toráh en los corazones de todos
Edición Web: Foro Matok MiDvash (nos interesan tus comentarios)


"... y os Icé sobre alas de águilas, y os traje hacia Mí..."
"los pórticos del llanto no se cerraron"
¡Shalóm Ahora! Que no falte tu voz en el clamor
porque termine esta farsa y amanezca por fin la Redención

Javerím, queridos amigos, Shalóm: 

vaEtjanán (Devarim -Deuteronomio- 3:23 a 7:11)
* Parashát VaEtjanán, por Gal Einai
*
Parashát vaEtjanán, por Rav Shlomo Wahnon en Mesilot.Org
*
Parashát VaEtjanán, por Rav Shimon Elituv
*
Parashát VaEtjanán, por Rav Pynchas Brener
*
Haftarát VaEtjanán, con fonética, canto y traducción

Quién pudiera hoy escribir, desde el dolor que transige el alma, las palabras precisas que mitiguen la profunda desazón, la frustración y la rabia. Quién se sentará hoy, con serenidad indiferente, y dirá algo, lo que sea, que escape del contexto del pueblo de Israel que sufre la traición del enemigo interno que actúa desde dentro de nuestras propias entrañas, cual un tumor drenando las fuerzas de un cuerpo espiritual que lucha por vivir, y ensuciando una tierra que nos es connatural y sabe llorar como nosotros.

"VaEtjanán", comienza diciendo nuestra parasháh: "Y supliqué a Hashém en ese momento", relata Moshéh al pueblo de Israel, avanzando en el resumen que completará antes de consumar su despedida. El valor numérico de "VaEtjanán", en letras hebreas, es 515: el mismo de "Shiráh" (canto, poesía); y el mismo de "Tefiláh" (plegaria). Moshéh está relatando al pueblo acerca del máximo ruego que hizo a Hashém. La sentencia era clara: Moshéh no entraría a la tierra de Israel, sino que moriría en el desierto. Moshéh sabe que, si continúa al mando de su pueblo, le será  dado construir el Beit-HaMikdásh; y el Beit-HaMikdásh, el Templo construido por él, jamás será destruido. Bien otra habría de ser la historia -también lo sabe- si Hashém no revoca la sentencia, y le obliga a morir en el desierto. De modo que hace un último intento: "VaEtjanán".

Nos enseña Rash"i al respecto que el tipo de plegaria llamada "tejináh" (de cuyo nombre se construye "VaEtjanán") tiene la siguiente peculiaridad: en ella, el hombre no pide nada al Creador en función de los méritos que pueda haber hecho para merecer lo pedido. En la "tejináh", se suplica a Hashém "matanát-jinám", un "regalo gratuito", un acto de bondad suprema concedido al llanto y a la súplica mismas, una acción de pura misericordia aislada de todo el contexto vital de quien se entrega a suplicar. Pero hay más: ésta, es la última de apenas tres ocasiones en que Moshéh le expresa al Creador: "no dejaré de pedir hasta que me Indiques claramente si Aceptarás mi pedido". Esto es "VaEtjanán".

Mas, ¡cuán lejos de nosotros la capacidad de dirigirnos así al Creador!, cuán poco sabemos y cuán poco mérito tenemos, y cuán mínima nuestra estatura espiritual. Ni siquiera la generación de Mordejái y Esther tenían capacidad de establecer tal tipo de comunicación con Hashém. Por consiguiente -leemos en Esther 4- se entregaron a un "alarido grande y amargo" (ze'akáh guedoláh umaráh), gritaron desde el fondo de sus corazones pidiendo ser salvados de la tragedia que se cernía sobre el pueblo todo. Cuando al "alarido grande y amargo" se  suma "be-béji", con llanto, volvemos a tener la misma cifra 515 que para los otros tres niveles mencionados de plegaria frente al Creador. Esa cifra 515 de la plegaria que, cuando se junta con el Nombre impronunciable en que se manifiesta la Misericordia de Hashém, cuyo valor numérico es 26, da por resultado 541: el valor de la palabra "Israel".

Es que la existencia de Israel es dialéctica: para que sea realidad la singularidad trascendental de Israel, tiene que existir esa comunicación biunívoca, en uno de cuyos polos se encuentra nuestra plegaria, y en el otro, Hashém, atento a nosotros, desde Su expresión en el Nombre Sagrado de los Rajamím, el nombre de la misericordia divina. De ese diálogo nace la vitalidad de Israel.

Pero, ¿qué hacer, cuando nos enseñó Rabí El'azár (Tratado de Berajót 32b): "Desde el día en que se destruyó el Beit-HaMikdásh, se cerraron los pórticos de la tefiláh"?. El mismo nos responde a continuación: "los pórticos del llanto no se cerraron": hay que aprender a entrañar el dolor inmenso por el exilio espiritual que vivimos, y llorar, llorar sinceramente clamando a Hashém por Redención, para renovar la comunicación, para restablecer el lazo que dará lugar, otra vez be"H, al resurgir de la luz sagrada de Israel.

Son días de golpearnos el pecho, de aprender a elevar el "alarido grande y amargo" y llorar, porque nos cerca la oscuridad y nos ha invadido, y ahora nos ataca desde dentro sin pudor. Hay que romper la costra de indiferencia que ha alentado la profanidad en nuestros corazones, poner a latir el alma, y de pronto, despertar por fin al pavor de lo que nos rodea, abrir la conciencia a percibirlo hasta que se nos haga por completo insoportable, y por fin, sí, entonces, llorar a gritos pidiendo GueUláh, pidiendo que la luz de la Verdad hienda las terribles tinieblas que nos pesan. Ejercer nuestra vocación de belleza y consagración, cual desde el canto cuando triunfales en la revelación y la consagración, hoy desde el llanto.

Y sabemos desde siempre que el Mal acecha siempre aguardando su oportunidad, aguardando que Israel se desconecte de Hashém por un instante siquiera para poder enquistársele dentro. Tal aconsejó el brujo Bil'ám a Balák rey de Moáb en su momento: si quieres vencer a Israel, tienes que desconectarlo de su sacralidad, tienes que tentarlo para que profane su lazo con el Creador. Y entonces: las doncellas moabitas, la prostitución, la vergüenza, la mortandad en el seno del pueblo, sálvenos Hashém de todo ello. Así, hoy, cuando quienes lideran a gran parte del pueblo de Israel le mantienen desconectado adrede de la matriz sagrada de la Toráh y le revuelcan en fangos paganos, volvemos a saber en carne propia que, sólo si (Vaikrá -Números- 18) "Y cuidaréis para vosotros mis estatutos y mis juicios, y no hagáis ninguna de esas inmundicias (...)", en ese caso, "no os vomitará la tierra" de Israel, y no os expulsará de ella. Mas, de lo contrario, la tierra creada para la sacralidad, la tierra milagrosa en cuyo centro se halla el sitio del Templo que conecta el mundo inferior con los Mundos Superiores, no soportará la iniquidad, la conducta inmoral de Israel; y es entonces cuando la desgracia se cierne sobre pueblo y tierra por igual, exiliados ambos en sí mismos, en la humillación y el grito que brota de todos los pechos concientes, que clamamos por Shalóm.

Hemos hablado mucho acerca del "Shalóm", la paz judía de la plenitud verdadera. No esta vergüenza que, desde la herencia maldita del imperio romano, intentan los malvados de turno vendernos otra vez. Ya lo denunció lacónicamente  Cayo Cornelio Tácito, hace cerca de dosmil años: "Ubi solitudinem faciunt, pacem appellant" (Al lugar en que hacen un desierto, lo llaman paz).

Parashát Devarím, la semana pasada, culminó con la sentencia "Ló TiraUm", "no les temerás" (a tus enemigos, a los enemigos de la Verdad). Esa promesa está sustanciada en el lazo biunívoco entre Israel y el Creador, en la consagración, en el ejercicio y la sabiduría de la Toráh como herramientas exclusivas para producir la enmienda -tikún- de la Creación. Sobre el final de "VaEtjanán" (Devarím -Deuteronomio- 7:9), se repite el compromiso, advirtiendo que Hashém cuida y preserva "haberít ve hajésed", "el pacto y la piedad" para Israel conectado a su Toráh. Si a la sentencia "Ló Tiraúm" le sumamos la garantía "bí" (dicho por Hashém: "en Mí", o sea, apoyado y garantizado por Mí, y "a Mi cuenta"; ver por ejemplo Bereshít -Génesis- 22:16), su valor numérico es 700: el mismo que el de "haberít ve hajésed", el pacto (con Hashém) y la piedad (para con nuestros semejantes): la conducta que Israel debe enmendar en su vida para obtener la Redención, y liberarse del temor y la derrota que nos inflige, hoy mismo con saña, la ceguera producto del mal.

Quiera Hashém que seamos capaces, de enmendarnos, de sensibilizarnos, de llorar sinceramente, de pedir con acierto y sin mezquindad, de ser Bien y hacer el Bien. Y quiera Hashém abrir para nosotros las puertas de la Misericordia, liberarnos ya mismo del yugo depravado y cruel de los enemigos internos y externos de Israel, y atraer la pronta Redención, luz y belleza de Shalóm verdadero para todos, pronto, ya en nuestros días, Amén.

Shabát shalóm, con mi bendición para vosotros,

daniEl I. Ginerman
Editor


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El Sabor de los Recuerdos
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parashah: Parashát VaEtjanán, por Gal Einai

parashah » Foros » Comentarios de la Parashah » Parashát VaEtjanán, por Gal Einai

Parashát VaEtjanán, por Gal Einai
de EduPlanet Rectorate - Friday, 19 de August de 2005, 01:52

   

WB01440_.gif (323 bytes) La Perashá de la Semana WB01440_.gif (323 bytes)

Vaetjanán

por Rav Jaim Frim a partir de las enseñanzas de Rav Itzjak Guinsburgh, reproducido con autorización de "La dimensión Interior de Israel"

¿El Mashíaj Bajando por la Chimenea?

 Una Palabra que Expresa la Unidad Esencial

La palabra hebrea ejad, "uno", es la más importante del versículo (Deuteronomio 6:4):

Oye Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es Uno

Aunque ejad expresa la unidad absoluta de Di-s está compuesta por tres elementos, las letras alef, jet y dalet.

Su valor numérico es 13, número en el que se refleja la unicidad absoluta de Di-s y que también es el valor numérico de la palabra ahavá, "amor".

Una Visualización Paradójica

Cuando meditamos vemos imágenes sagradas, pero Di-s, en Su unidad absoluta, está por encima de toda forma o imagen. Al meditar sobre las tres letras de la palabra ejad, visualizamos paradójicamente eso que no tiene forma, nos unificamos con El que no tiene figura y nos hacemos concientes de El.

Por definición, la unidad absoluta no puede ser visualizada, ya que de lo contrario significaría que tiene partes y entonces no es esencialmente una unidad.

No obstante, visualizando la palabra ejad traeremos a nuestra conciencia la percepción de la unida de Di-s.

Esto puede compararse con la etapa de ratzó, "correr" desde las imágenes visualizadas hacia la unidad absoluta de Di-s, que está por encima de las imágenes.

 

La Meditación que trae el Shulján Aruj 

La primera meditación sobre la palabra ejad en el versículo del shemá: "Oye Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es Uno", está escrita en el Shulján Aruj, el Código Judío de Leyes. La alef de ejad representa alufó (de la letra alef) shel olam, "el Amo del Universo". El valor numérico de la alef es 1 y representa a El Uno Esencial. El Shulján Aruj advierte no demorarse mucho tiempo en la imagen de esta letra, porque es intangible y no puede llegar a comprenderse fácilmente.

A continuación pasamos a meditar sobre la letra jet, de valor numérico 8. Al centrarnos en ella meditamos sobre el hecho que la unidad de Di-s permea la realidad visible y la imaginable. Primero impregna los 7 niveles del firmamento arriba y luego continúa descendiendo hasta el octavo nivel de la tierra, abajo.

Finalmente llegamos a la letra dalet, cuyo valor numérico es 4 y corresponde a las cuatro direcciones, la unidad de Di-s se esparce hacia el este, el oeste, el norte y el sur.

Cuando nos conectamos a la unidad de Di-s dejando de lado las imágenes con las que nos habíamos conectado antes, estamos pasando a la etapa de ratzó, como ya vimos. Luego en la meditación del Shulján Aruj experimentamos la etapa de shov, "retorno". "Retornamos" de nuestra meditación inicial acerca de la unidad de Di-s en la alef y descendemos para visualizar cómo Su unidad permea la realidad en los siete firmamentos arriba y la tierra abajo y cada uno en las cuatro direcciones.

 

Jasidut profundiza en ejad

El jasidut agrega otra dimensión a la meditación en ejad. Toda alma judía es realmente una parte de Di-s. Cuando aprendemos a reconocer su unicidad, tenemos que meditar simultáneamente en que Di-s y la fuente de nuestras almas son uno. El alma se origina en la unidad absoluta con Di-s. Este es el punto de la alef.

Cuando se decreta Divinamente que el alma debe entrar al cuerpo, esta desciende a través de los siete firmamentos. Entonces el alma alcanza el octavo nivel, el cuerpo, que es llamado "tierra". Este descenso del alma al cuerpo es el nivel de jet.

Toda alma es un emisario de Di-s para diseminar la conciencia Divina hacia las cuatro direcciones de la tierra. Dalet es el nivel en el cual el alma "estalla" hacia todas las direcciones para cumplir su misión Divina.

 

El Nivel Intermedio de las Direcciones

Cuando comprendemos el rol de las cuatro direcciones en nuestra meditación, entonces entendemos la conexión entre las dos meditaciones previas y las siguientes.

En hebreo, la palabra "dirección" es ruaj. Literalmente, significa "espíritu" o "viento". Cada dirección es un viento y cada viento es un espíritu. En nuestro ejercicio meditativo, el espíritu que alude a Mashíaj es el nexo intermediario entre las meditaciones previas y las subsiguientes.

Ruaj alude a dos importantes versículos en la Biblia. En la visión de Ezequiel de los huesos secos (Ezequiel 37), el ruaj tiene que ser insuflado en las narices de las personas para traerlas de nuevo a la vida y redimirlas. Para que sean redimidas necesitan el espíritu de Di-s.

En la meditación jasídica acerca de la dalet, ante|s mencionada, este espíritu es dirigido hacia el exterior para diseminar la conciencia Divina hacia los cuatro puntos cardinales de la tierra, pero aquí las cuatro direcciones del espíritu de Di-s son dirigidos hacia adentro, soplado en las narices del pueblo por el Mashíaj.

El segundo versículo donde se menciona ruaj es en Isaías (Isaías 11:2), donde está escrito que el Mashíaj recibirá cuatro espíritus: el espíritu de Di-s, el espíritu de la sabiduría y el entendimiento, el espíritu de congregación y el poder y el espíritu de la conciencia y el temor reverencial de Di-s. La dalet grande de la palabra ejad, tal como está escrita en la Torá, alude a estos cuatro espíritus que descienden sobre el Mashíaj.

Dado que, como enseña el Baal Shem Tov, todos tenemos la chispa del Mashíaj, rogamos que este versículo se haga realidad en nuestras propias vidas.

 

La Meditación Mesiánica

Ahora que comprendemos que el Mashíaj está representado por la letra dalet de ejad, (aunque en esencia el Mashíaj se relaciona con las tres letras de ejad y no sólo con la dalet), podemos proceder a la tercera meditación.

Esta invierte el orden de nuestra meditación. Primero, los cuatro espíritus de los vientos descienden sobre nosotros, para que luego podamos salir y llevar la conciencia de la unidad absoluta de Di-s a toda la creación.

 

Chimenea, Ventana, Puerta

Un dicho jasídico dice que el Mashíaj puede venir a través de la chimenea (arubá, que comienza con alef), o posiblemente volando a través de la ventana (jalón, comienza con jet) o entrará a través de la puerta (delet, comienza con dalet). Las primeras letras de cada una de estas entradas posible forman la palabra ejad.

Estas tres posibilidades para la llegada del Mashíaj son las tres imágenes a las que aspiramos cuando pensamos en su llegada. Mientras que la aparición del Mashíaj en la chimenea es algo extraordinario, que entre por la ventana no lo es tanto, mientras que la última, a través de la puerta, es la más natural de las tres.

 

Mashíaj Bajando por la Chimenea

El Mashíaj puede ser cualquier cosa y es todo. Como es lógico, podemos imaginar fácilmente un Mashíaj humano entrando por la puerta, pero la imagen de una chimenea es menos directa ya que se asocia claramente con el humo y el fuego. En cabalá, "el humo", (en hebreo "ashán", ver la porción de Itró) es un acrónimo de las dimensiones de la realidad: espacio, tiempo y alma. La primera tarea del Mashíaj es eliminar completamente todo mal y sufrimiento. El Mashíaj como fuego es la imagen del mal consumiéndose en llamas sobre la tierra. La aniquilación del mal es el punto de partida necesario para el Mashíaj, pero desde allí deberá seguir progresando.

 

Mashíaj a través de la ventana

La imagen de algo que entra volando por la ventana es la del ave. En el Zohar está escrito que mientras el Mashíaj aguarda para redimirnos, se sienta en el nido de un ave. El valor numérico de la palabra tzipor, "pájaro", es 376, igual que la palabra shalom, "paz". Luego de eliminar el mal y el sufrimiento, el Mashíaj procederá a traer la paz absoluta y universal sobre la tierra.

Mucha gente puede pensar erróneamente que la culminación de la misión del Mashíaj es esta de traer la paz, sin embargo, el Mashíaj debe también acceder a la etapa siguiente, y entrar por la puerta.

 

El Mashíaj a Través de la Puerta

La imagen del Mashíaj entrando por la puerta es la del novio perdido por tanto tiempo que se reúne con su amada novia, como se describe en el Cantar de los Cantares. Es la unión del Pueblo Judío con Di-s y del mundo entero con Di-s.

Cuando meditamos en ejad, nos conectamos con esta experiencia de infinito amor de las delicias. Es la máxima manifestación de la unidad perfecta de Di-s en nuestras almas y la más esencial de las tres imágenes. Como se explicó arriba, el valor numérico de ahaba, "amor", es (13) al igual que ejad.

La unicidad absoluta de Di-s se manifiesta como el amor de las delicias con Israel.

 

Paz y Amor

Jasidut explica que por cuanto que la paz involucra necesariamente un pacto entre al menos dos entidades opuestas, el concepto de paz sólo puede comenzar a existir después de la contracción inicial de la luz infinita de Di-s, cuando comienza la creación de un ente aparentemente separado. El Rebe de Lubavitch agrega que el concepto de amor es el de dos amantes manifestando un estado de unidad absoluta. Como tal, el amor existe previamente a dicha contracción, ya que es la manifestación de la luz de Di-s. Esto es especialmente cierto respecto al epítome del amor, el amor de las delicias entre Di-s e Israel.

 

Los Elementos

Esta progresión de la llegada del Mashíaj en tres etapas está bellamente ilustrada de acuerdo a los cuatro elementos. El Mashíaj viene a redimir al pueblo, representado por el elemento de tierra o polvo. Primero se manifiesta a través de la chimenea como fuego, luego por la ventana como viento y finalmente a través de la puerta como agua.

 

La Conexión entre Agua, Puerta y Amor

En hebreo, la palabra para un manantial de agua es deli, que comparte una raíz con delet, "puerta".

El manantial de Miriam proveyó a Israel con agua mientras avanzaban por el desierto. Cuando llegaban a cada lugar de campamento, un arroyuelo de agua fluía desde el manantial directamente hasta la puerta de cada tienda.

En el Tania, el Alter Rebe explica que esta es la imagen del novio amado entrando por la puerta y volviendo a casa a su novia anhelada. Este es el amor (13) de las delicias de Mashíaj manifestándose como la unidad absoluta (ejad, 13) de Di-s y su novia, Israel.

En resumen:

Meditación 

Alef

Jet

Dalet

Shulján Aruj

Di-s, El Esencial

La Unidad de Di-s permeando la realidad a través de los siete firmamentos

La Unidad de Di-s esparciéndose en todas las direcciones

Jasidismo

Origen del alma en la unidad absoluta de Di-s

Descendiendo del alma por los siete firmamentos hasta el cuerpo

Misión Divina del alma

Mesiánico

Arubá, chimenea

Aniquilación del mal

Jalón, ventana

Paz sobre la Tierra

Delet, puerta

Amor de las delicias

 

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parashah: Parashát VaEtjanán, por Rav Pynchas Brener

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Parashát VaEtjanán, por Rav Pynchas Brener
de EduPlanet Rectorate - Friday, 19 de August de 2005, 00:05

 
Parashát VaEtjanán

Cualidades de la Tierra Prometida

por Rav Pynchas Brener

Es imposible permanecer insensible a la súplica de Moshé ante Dios para que le permita cruzar el Yardén y ver la magnificencia de la Tierra Prometida. Aunque el ruego de Moshé a favor del pueblo hebreo es siempre escuchado, en el caso personal la sentencia no es conmutable. Dios le permitirá ver la Tierra, mas no pisarla. Incluso Moshé, Adón HaNeviim, el “Señor de los Profetas” tiene que someterse a la voluntad Divina.

Está claro que Moshé quería ver la culminación, la compleción de su tarea. Había sido el mensajero de Dios para convencer al Faraón para que permitiera el éxodo del pueblo hebreo de la esclavitud egipcia. Había conducido a los hebreos al Har Sinai, al monte Sinaí, donde recibieron la Torá, y durante cuarenta años se había dedicado a explicar y comentar cada una de sus normas y leyes. Ahora, ante las puertas de la Tierra Prometida, Dios decide que su tarea termina: no conducirá el proceso de la conquista. Será su discípulo Yehoshua quien asuma el mando en esta nueva etapa de la historia. De esta manera, Moshé es incluido entre aquellos que tenían más de veinte años cuando salieron de Egipto y que tendrán que morir en el desierto. La conquista de la tierra exigía una nueva tipología, la del hebreo que desconoce la esclavitud y que no mira atrás, hacia Egipto, al enfrentar cualquier contratiempo.

Además de lo antedicho, probablemente había otras razones para el desánimo de Moshé. A diferencia de otras tierras, la tierra de Israel crea un enlace, un brit, un pacto con el pueblo que la habita. ¿Por qué tenía que residir el pueblo hebreo sobre esas tierras en particular? Porque la tierra de Israel no tolera la idolatría. Era necesario erradicar cualquier vestigio del rito pagano y propagar la noción de la existencia de un solo Dios a lo largo y ancho de esa tierra y esa era la misión del pueblo de Israel.

Cuando la Humanidad tenía sólo conocimientos incipientes de agricultura y probablemente desconocía las ventajas que producía el ‘descanso’ periódico de la tierra, la tierra de Israel, en una demostración de su personalidad propia, exigía el descanso semanal en años: cada séptimo año, tal como si fuera un ser viviente, humano o animal.

En el caso de la administración de justicia exigía el establecimiento de una corte en el portal de cada ciudad. Además, solicitaba que se apartasen ciudades donde las personas que cometieran involuntariamente un asesinato podrían encontrar albergue y seguridad de las manos del Goel Hadam, el ‘vengador’ del muerto que los acecharía fuera de los límites de esas ciudades.
La tierra de Israel era intolerante frente a la conducta inmoral de sus habitantes y los expulsaba cuando mostraban indiferencia por los más necesitados. Cuando sembraban la tierra, tenían que dejar el producto de las esquinas de los campos para los pobres. Durante la cosecha no podían recoger el fruto que caía de sus manos, tenía que quedar también para los pobres. Ni la propiedad era permanente. Las tierras volvían a sus antiguos dueños cada cincuenta años en el Yovel, el año jubilar.

Tres veces al año, los hebreos residentes en la tierra de Israel tendrán que ascender a la ciudad santa de Yerushaláyim para una comunión más cercana con Dios. El ambiente del fervor religioso reinante en Yerushaláyim, como consecuencia de la presencia del Beit HaMikdash, estaba aunado al compañerismo que producía la proximidad con el resto del pueblo que venía a celebrar, a festejar con devoción las fechas históricas, colmadas de espiritualidad que los Shalosh Regalim, las festividades de Pésaj, Shavuot y Sucot representan.

El espectáculo de los enormes racimos de uvas que los Meraglim, los exploradores, cargaron como un recuerdo de su travesía por la Tierra Prometida, no había producido la angustia y el dolor de la sentencia Divina. Moshé no se lamentó por ninguna consideración material. Moshé quiso ambular por la tierra que, desde que la pisó el primer patriarca Avraham, había sido reservada para el pueblo que sería Or lagoyim, un faro de luz para el resto de la Humanidad. Moshé quería ver como se conjugaban tierra y persona, quería oxigenarse con Avirá dear’á majkim, con el aire que sustenta no sólo los pulmones, sino que inspira, impulsa y obliga al comportamiento solidario con el menos afortunado.

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18 agosto 2005

Kolót: "Un poco de historia" acerca de árabes y judíos

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"Un poco de historia" acerca de árabes y judíos
de EduPlanet Rectorate - Thursday, 18 de August de 2005, 15:38

 
Un poco de Historia
por Jaime Alberto German  en el grupo "Hebreos"
 
 Israel se convirtió en una nación en el ano 1312 antes de Cristo, dos mil   

       años antes que surgiera el Islamismo.

 

2. Los refugiados arabes en Israel empezaron a autoidentificarse como parte de la gente de Palestina en el año 1967, 20 años después del establecimiento del Estado de Israel.

 

3. Desde la conquista judia del año 1272 antes de Cristo, los judios han tenido el dominio sobre esta tierra por mas de 1000 años y han mantenido su presencia en el area mas de 3300 años.

 

4. La unica dominación arabe en esta tierra fue en el año 635 de nuestra era y solo duro 22 años.

 

5. Por mas de 3300 años, Jerusalén ha sido la capital del pueblo judio. Jerusalén nunca ha sido capital de ningun estado arabe o de ninguna entidad Islamica. Aun, en la epoca en que los jordanos ocuparon Jerusalén, nunca la hicieron su capital ni ningun lider arabe la visito.

 

6. Jerusalén es mencionada mas de 700 veces en el Tanaj, el libro de las escritura sagradas judias, en cambio no es mencionado en ningun momento en el Coran.

 

7. El rey David fundo la ciudad de Jerusalén, Mahoma nunca la visito.

 

8. Los judios de todo el mundo rezan mirando a Jerusalén. Los musulmanes oran dándole la espalda.

 

REFUGIADOS ARABES Y JUDIOS.

 

9. En 1948 los refugiados arabes fueron instigados a irse de Israel por los lideres arabes, quienes prometieron aniquilar la presencia judia en el area. El 68 % de ellos se fueron sin haber visto nunca un soldado israelí.

 

10. Los refugiados judios tuvieron que irse de los paises arabes debido al las persecuciones por los programas implementados por los gobiernos arabes.

 

11. El numero de refugiados arabes que salieron de Israel en el ano 1948 llegaba a los 630,000, el numero de refugiados israelíes que dejaron los paises arabes fueron aproximadamente el mismo.

 

12. Los refugiados arabes no fueron ni absorbidos ni integrados a ningun estado arabe, por decisión intencional de dichos estados, a pesar de la vastedad de sus territorios y las posibilidades economicas de alguno de ellos.

 

13. De los 100 millones de refugiados desde la segunda Guerra Mundial, el caso palestino es el unico que no ha sido resuelto dentro de su propia gente, ya que es el unico grupo no aceptado por su propia raza.

 

14. Los refugiados judios fueron totalmente incorporados y absorbidos por el Estado de Israel con un territorio no mas grande que la tercera parte de Cundinamarca o el tamaño del estado Americano de New Jersey.

 

EL CONFLICTO ENTRE ARABES Y JUDIOS.

 

15. Los arabes estan representados por 8 naciones, no incluyendo a los palestinos. Solamente hay un Estado Judio.

Las naciones arabes iniciaron guerras contra Israel con los resultados ya conocidos.

 

16. La OLP, en sus estatutos pide la total destrucción del Estado de Israel. Israel le ha dado a los palestinos la mayoria de la orilla oeste, una autonomía bajo el liderazago palestino y mas aun, les ha proporcionado armas para su defensa.

 

17. Bajo la ocupación jordana, los monumentos judios mas sagrados fueron vejados y ultrajados y el permiso para usar o visitar esos lugares fueron denegados a los judios.

 

18. Bajo la reglamentación israeli, cualquier musulman o cristiano tiene acceso libre a cualquiera de los lugares sagrados a su religión.

 

LA HISTORIA DE LA ONU EN LO REFERENTE A LOS ARABES Y JUDIOS.

 

19. De las 175 resoluciones del Consejo de Seguridad aprobadas antes del 1990, 97 fueron desfavorables a Israel.

 

20. De las 690 resoluciones en las que voto la Asamblea General de la Onu antes de 1990, 429 fueron dirigidas en contra de Israel.

 

21. La Onu, guardo silencio cuando los jordanos destruyeron 58 sinagogas en Jerusalén.

 

22. La Onu guardo silencio cuando los jordanos violaron sistemáticamente la santidad del Cementerio Judio en el

Monte de los Olivos.

 

23. La Onu guardo silencio cuando los jordanos establecieron un sistema parecido al apartheid al no permitir a los judios la visita al Templo de la Montana ( Har Abait ) o la Muralla de la Oración, ( Kotel Hamaaravi ).

 

24. Israel es el unico pais al que no le es permitido ser miembro del Consejo de Seguridad de la Onu.

 

25. A Israel nunca se le ha permitido ser miembro de la Cruz Roja Internacional, pero sus servicios de rescate, altamente calificados, son solicitados después de cada siniestro.

 

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