Si se levantara entre los tuyos un profeta o un visionario que sueña sueños, y exhibiera ante tí pruebas y señales en los cielos y en la tierra...
Devarim 13:2
LAS PRUEBAS QUE NOS ATACAN PARA ENSEÑARNOS A VER
por Gabriel ben-Israel
para LebEjad no. 39 y Mato'k MiDva'sh
Y si vas a querer preguntar, ¿por qué Hashem les dio poder para hacer demostraciones? Porque Hashem quiere probarlos" (Rashi).
Dice el Maran HagaOn Rabi Iaacov Kanievsky z"l (más conocido como el "Stáipeler" en su libro "Jaie Olam": "es sabido que, en la vida, se nos pueden presentar pruebas sobre cualquier tema o asunto". En cada área de la vida de cada quien, hay pruebas a superar. Por ejemplo, un pobre por un lado y un rico por otro: a los dos se les presentan distintas pruebas que deben superar. O, en otra área, la diferencia entre la "tranquilidad" y la vida de sobresaltos. Podemos creer que una persona que tiene tranquilidad no tiene pruebas que atravesar, pero estamos equivocados, ya que esta persona puede caer en el aburrimiento, soledad, vagancia, etc, obstáculos todos que debe vencer.
En el cultivo de las propias cualidades ocurre algo similar: los instintos, el orgullo, son pruebas muy difíciles. La finalidad de que un alma baje a este mundo es solamente para que libre una gran guerra contra el instinto y pueda vencerlo: tal enseñan nuestros libros sagrados.
Otra clase de pruebas son las que confunden nuestro pensamiento. Hashem le dio "permiso" al satan para que haga cosas que provoquen hacernos dudar y, lo alenu, destruir nuestra fe. Un claro ejemplo de este tipo de pruebas fue el "falso profeta", que tenía "poderes" y hacía creer que era verdadero.
La única forma de defenderse de estos "ataques" es desde el amor al Creador, que provee a nuestro entendimiento las herramientas para soportar los embates de la falsedad. Y está explícitamente escrito: "porque Hashem los va a probar para saber quiénes lo aman con todo su corazón y toda su alma"; de ahí que precisamente el amor a Hashem nos protege e "inmuniza" contra estas pruebas.
En nuestra historia hubo muchos casos que crearon gran confusión, y de los que tenemos oportunidad de aprender. Por ejemplo, los becerros de Ierobám ben Nebat que los colgó en el aire mediante un sistema de imanes. La mayoría del pueblo vio en ello milagros. Así también con Nebujadnetzar, que puso el "tsits" (la vincha de oro, con poderes mágicos) del Cohen Gadol en la boca de un ídolo, y logró así que el ídolo hablara.
Y a pesar de que el mismo Boré Olám (Creador del Mundo) dio "vía libre" a todas estas confusiones, quien cae en sus redes es considerado "culpable", desde que quien adquiere para sí la Toráh, quien toma para sí la Verdad escrita en ella y logra de este modo una relación íntima con el Creador, tiene en su poder un criterio y un testimonio firmes que no podrán ser refutados jamás.
Después de la destrucción del Beit Hamikdash la magia y la brujería desaparecieron de entre las herramientas de confusión al servicio de Satán. Por ello, debemos ser especialmente cuidadosos en nuestros días con las distintas formas de confusión a que nos enfrentamos cotidianamente. Los eventos que nos hacen creer "que los malvados triunfan", o los estímulos constantes a la dispersión, a la pérdida de concentración, al evanescimiento de los verdaderos objetivos vitales.
Debemos saber que todo lo que nos aparte de la Toráh no es otra cosa que prueba a superar.
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