17 agosto 2005

Matók MiDvásh 19 - Matót / Masa'éi 5764 - Editorial: La travesía nocturna de puro amor, de puro anhelo de amanecer por fin en casa

Parashat Matót
Todo esta' escrito; y estamos aqui' para aprender a leerA modo de Editorial:
LA TRAVESIA NOCTURNA DE PURO AMOR, DE PURO ANHELO DE AMANECER POR FIN EN CASA

Queridos jaberím:

Nuestro universo está construido de modo tal que las mismas cualidades, las mismas relaciones, se repiten y se traducen por doquier. De cómo operan los vínculos a un nivel de la realidad, aprendemos cómo operan en otro. De lo que somos capaces de percibir, aprendemos lo que se oculta a nuestros sentidos. Y reside en ello uno de los grandes secretos para la adquisición y comprobación de la Verdad.

Cuando la mujer judía se encuentra en estado de "nidáh" (impureza), el vínculo físico, el más inmediato y evidente con su marido, se suspende por completo. No se suspende el amor, sino la más sensible de sus manifestaciones; y de debajo de la aflicción que ésto provoca, amanece siempre la llama de algo nuevo que es lujo sagrado estrenar.

Al llegar a estas fechas, entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av, el pueblo de Israel se pone de luto por la situación de exilio y devastación espiritual que sufrimos, que se evidencia en la interrupción del vínculo íntimo, sensible y evidente, con el Creador: por momentos, todo parece oscuro en derredor, y el alma se lamenta por aquel tiempo de la profecía, del "ruaj hakódesh", del milagro evidente y magnífico que no dejaba lugar a la tristeza ni la duda. Vemos, por todas partes, las señales; hurgamos en la Toráh deleitándonos en cada nuevo atisbo a la verdad trascendente de la vida; y aprendemos el camino que nos habrá de llevar de retorno al contacto íntimo, a salir de la opresión, a recuperar la evidencia de sacralidad en nuestras vidas.

En la profundidad de la desconexión que vivimos, sabemos la presencia del objeto de nuestro anhelo y el alma exige revelación, proximidad, contacto. De este anhelo puro y bramante, nace en los corazones de Israel el trabajo de la tefiláh (la plegaria), del estudio y el ejercicio de la Toráh; nace y crece la "irAt shamaim": esa sensación de fragilidad y empequeñecimiento, de numinosidad, recato y por fin amor (que pasa a ser "Ahavát Hashém", amor al Nombre, a la inmensa totalidad y maravilla con que el Creador se manifiesta a nuestro anhelo), como fin del camino cuando culmine, bajo nuestra acción disciplinada y eficaz, nuestro estado de "nidáh": cuando hayamos sabido consagrarnos y volvernos aptos para el contacto sensible e inmediato con el Creador, y seamos por fin plenos y felices otra vez, puros y sagrados, listos a la verdadera Redención.

En las secciones de la Toráh que nos tocan esta semana, hallamos varias instrucciones para el camino. Se habla en ellas de cómo preservar cualidades esenciales para mantener el Shalóm, la paz en plenitud, durante este tiempo de contención, de colapso que anuncia el relapso luminoso. Se nos enseña del poder del habla y de cómo sostenerlo y preservarlo; de la necesidad de justicia llevada hasta el más mínimo detalle. Se habla del equilibrio entre la piedad y el celo de la Verdad.

Con ustedes, todas las letras que el equipo de Matók MiDvásh ha preparado especialmente para traducir la "Toráh de hoy" a un contexto en que pueda resultarnos el más dulce alimento y el más vivificante. Para que aprendamos de qué modo el conocimiento y la comprensión de un origen y una meta, de un sentido, nos dotarán de herramientas para arribar a la más alta felicidad en lo profundo del alma hebrea.

Es nuestro deseo y nuestra plegaria que este manjar que horneamos con amor sea de vuestro agrado y vuestro disfrute, y nos ayude a encontrarnos, cada día, más profundamente hermanados en el camino de la Toráh.
Con vosotros mis bendiciones,

daniEl I. Ginerman
editor@ieshivah.net

El verdadero sentido de participar de la Verdad


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