Matók MiDvásh: prensa electrónica de Ieshivah.Net - Edición No. XXXIX
Menajem-Av 5765, Parasha't Devarím, desde Jerusalem
Edición dedicada a revertir la sentencia que el Mal ha infiltrado en Israel, y a producir la Teshuváh inmediata de quienes la sostienen. Edición dedicada a producir Amor y certeza de Bien y Verdad, y descubrimiento de Toráh en los corazones de todos
Edición Web: Foro Matok MiDvash (nos interesan tus comentarios)
"... y os Icé sobre alas de águilas, y os traje hacia Mí..."
No les temas, ni a ellos ni a cuanto representan.
Y entonces serás libre
Javerím, queridos amigos, Shalóm:
Lecturas imprescindibles para parashát Devarím (Devarím -Deuteronomio- 1:1 a 3:22)
* Parashát Devarím: clase de daniEl I. Ginerman en el Beit-Midrásh virtual
* Matók MiDvásh #20 a b c d e f g
* Parashát Devarím, por Rav Shlomo Wahnon en Mesilot.Org
* Parashát Devarím, por Rav Shimon Elituv
* Haftarát Devarím, con fonética, canto y traducción
Y para entrar en la sintonía de Tish'áh beAv, para cerrar los ojos y meditar a conciencia y clamar a Hashém por GueUláh, por Redención, por la llegada del Mashíaj, por la anulación de la sentencia que pesa en estos días sobre las cabezas de Israel, por Luz para todos y Teshuváh completa, por corazones de carne y nunca más de piedra, "Rajém al Tsión", "Ten misericordia de Tsión", entonado por el Admú"r Rav Baruj Ashlag z"l,
- ¿Por qué eres religioso?
- Porque soy libertario
Y aún, tras todos los milagros que habéis visto y vivido, "vosotros no creéis", no confiáis, "en Hashém vuesto E-lokím". Así increpa Moshéh al pueblo de Israel (Devarím -Deuteronomio 1:32-33) en nuestra parasháh, al inicio de su despedida que habrá de durar pocos días, y tras la cual comenzará a concretarse el objeto de toda esta peripecia de cuarenta años, que consumió a una generación entera en un desierto necesario y atroz.
Debíamos madurar. Cada persona y el pueblo en su conjunto, debían adquirir la capacidad de mirar por sí mismos la realidad, asumir códigos de valor y comprometerse con ellos, adquirir responsabilidad por su destino; elegir ser libres de toda esclavitud terrena y pupilos de la Verdad superior.
- Pero... los que se llaman "libertarios" no creen en nada de lo que tú crees
- Los que se llaman "libertarios" son esclavos de otros esclavos; pelean para liberarse de unas esclavitudes en nombre de otras. Se sacan de arriba señores feudales, y se ponen encima a sus propios instintos.
Cuarenta años. Enviamos espías a la tierra de Israel que vieron maravillas, pero no advirtieron la tierra de Israel. Lo que se ve, puede ser extraño u entraño. No supieron advertir que la tierra sagrada les era entrañable, y entonces, les supo extraña a su suerte y a su destino.
Cincuenta y siete años, desde 5708 (1948 para ellos). Una pequeña parte del pueblo de Israel, a modo de los espías, entraron en ella y creyeron ver, creyeron advertir. Tiempos de oscuridad. Se establecieron y construyeron sobre lo que vieron, pero aún no vieron casi nada. La tierra de Israel sigue siendo extraña para muchos de los que la habitan, y se la puede entrañar. Quisieron -seamos perdonados por haber querido- poseer el bien prometido por Hashém, y no obstante, obtener aún los beneficios de los cultos idólatras aprendidos en los tantos exilios de que venimos.
- Y entonces, ¿qué es ser libre?
- Conocer verdaderamente los límites y las direcciones, saber qué es arriba y qué abajo; y ser responsables por cada opción que tomamos.
En hebreo, "extraño" se dice "zár" (zain-reish); lo oculto, lo "entraño", se dice "ráz" (reish-zain). Uno es el opuesto del otro. El "zár" está por fuera; el "ráz", está por dentro.
El libro Devarím es, por excelencia, la sección de la Toráh dedicada a la generación de Israel que habrá de ingresar y "entrañar" la tierra que le es connatural. El objetivo fundamental de Devarím es, por consiguiente, proveer a Israel del bagaje espiritual necesario para merecer la obtención de su tierra, y ser aptos para permanecer en ella. Así lo explica el Klí Jemdáh (Devarím 1): "Ahora, cuando se aprestan a ingresar a la tierra de Israel, los apura otra vez Moshéh a aprender las mitsvót de la sagrada Toráh, puesto que todo el hecho de que les sea entregada la tierra de Israel radica únicamente en el mérito de (haber aceptado) la sagrada Toráh; y sin ello, no habrían tenido" derecho alguno sobre la tierra de Israel. Sin la Toráh, no tenemos mérito para tomar posesión de nuestras propias fronteras. Y es que la relación de Israel-pueblo con Israel-tierra no es como la relación de tantos otros pueblos y culturas con sus tierras: el eje de la misión de los hebreos en este mundo radica en una vida que sólo es posible llevar a cabo en la tierra de Israel, con Har HaBáit (el Monte del Templo) por centro de una realidad que no se ajusta a las leyes de lo natural.
- Entonces, ¿Tú eres libre?
- Este mundo tiene Ley, y yo intento vivir de acuerdo a ella. Así, conquisto lo más posible de todo mi potencial. No hallo que provenga privilegio alguno de la ignorancia, o de la rebelión que no sabe contra qué se rebela. Y no acepto que nada, por debajo de la Ley, me compre ni me someta.
Es imprescindible comprender de qué estamos hablando cuando referimos una realidad que se rige por leyes distintas de las que damos por "naturales". El Talmud (Tratado de Iomá 21a y 21b) nos provee una lista de todos los milagros que ocurrían a diario en el Beit-HaMikdásh (el Templo de Jerusalem). Entre tantos otros, hallamos que nunca las lluvias apagaron el fuego a leña del altar (que estaba a la intemperie, también en invierno cuando las lluvias arrecian e incluso nieva), y nunca los vientos, por más fuerte que soplaran en la montaña, dispersaron el humo de ese fuego. Y había fuegos capaces de devorar lo húmedo y lo seco por igual, y otros que no: seis tipos de fuego en total. Y el último día de Sucót, se reunía todo el pueblo alrededor del altar, y de acuerdo a la dirección que tomara la columna de humo, sabían con exactitud qué tipo de lluvias habría el siguiente invierno, y con qué cosecha contarían (hoy día, como no hemos merecido aún nuestro Mikdásh, alentamos meteorólogos que pretenden hacer las veces de ese humo sagrado; hombres que son, erran porque creen pre-ver lo invisible).
- ¿Eso es ser religioso?
- Eso es la maravilla de contar con la Toráh.
Tras el episodio de los espías (que fueron a la tierra de Israel y no la advirtieron, no la entrañaron, cual hemos dicho), hasta ahora en Devarím, no hay comunicación directa del Creador a Moshéh. El episodio de los espías impuso un velo, un primer grado de ocultamiento de la luz. Desde entonces hasta ahora, no está escrito en la Toráh "vaidabér", "y Habló" Hashém a Moshéh; sino que en cada circunstancia en que fue necesaria la comunicación, ésta se hizo patente ya a través de visiones en el sueño (según Rash"i en el Tratado de Ta'anít 30b), ya a través de ángeles o de los "Urím veTumím" -herramienta mágica del Cohén Gadól- (agrega Rash"i en el Tratado de Baba-Batra 121b). Pero ahora (Devarím -Deuteronomio- 2:16) se nos dice: "Y fue cuando acabaron todos los hombres (...)" que habían sido mayores de 20 años en los tiempos del censo, cuando todos ellos murieron, entonces (2:17), "Y me Habló Hashém", "Vaidabér": el descorrimiento del velo, la nueva re-velación sin la cual no cabía posibilidad alguna de ingresar a la tierra de Israel. Ese día, compuesto de un elemento luctuoso (se revela que terminó de morir una generación que no alcanzó a realizar su sueño) y de un componente de la más intensa luz sagrada (el Creador renueva su comunicación directa con el pueblo de Israel) es, según Rav Najman (Tratado de Baba-Batra 121a-121b), el 15 del mes de Av, 6 días después del 9 de Av (que comienza a la salida de este próximo shabát): cuando la luna de "Ariéh" (Leo) se vio completa, y el pueblo de Israel observó que por primera vez en cuarenta años nadie había muerto en el campamento (la mayor parte de la generación había ido muriendo en cada 9 de Av), y comprendieron que, por fin, se había cerrado un ciclo y debían disponerse, ahora sí, a ingresar a su Tierra, a merecerla cada día, a ser todo lo sagrados que la nueva vida prometida requería.
- Sí, pero es un largo camino; tenemos nuestras vidas, compromisos, carreras, negocios, gustos, hábitos, leyes civiles,.... quizá en otra época era más fácil...
- Nunca fue más fácil. La Ley te releva de las leyes; los valores verdaderos te defienden de la mentira. Sólo siéntate a estudiar, y pronto advertirás que hasta ahora no eras libre, no elegías realmente casi nada... a medida que te vayas liberando de cuanto decidía por tí, descubrirás que es verdad lo que te digo. Mas no se logra sin esfuerzo.
Leemos esta parasháh en la víspera del 9 de Av. La parasháh culmina con la promesa de que será Hashém el que liberará al pueblo de Israel de sus enemigos. Pero hay una condición definitiva: "Lo TiraUm", "no les temas" -dice Moshéh-. "Lo TiraUm" equivale, en valor numérico, a "beSod HaToráh", "con el secreto de la Toráh": la dimensión secreta de la Toráh es la clave para "no temerles". La "irAh" (iod-reish-alef-hei), el temor que nace de la reverencia, está reservada al Creador. Y el Creador la ha dejado al arbitrio de los hombres, como aprendemos de Rabí Janinah en el Tratado de Brajót 33b: "Todo está en manos de Hashém, menos la irAh" de los hombres hacia El (explicado en Matók MiDvásh #28 http://eduplanet.net/mod/forum/discuss.php?d=350). Si estuviera en manos de Hashém, no tendríamos libertad de decidir, de optar entre el camino digno y bueno de la más alta libertad -en la que nos sometemos únicamente al Creador- y el camino de las vanas ilusiones y los valores vacíos, que sólo lleva -Hashém nos libre- a vernos sometidos por fuerzas que están, en el mejor de los casos, a nuestra propia altura.
"Lo TiraUm": no temas a tus iguales, ni a quienes están por debajo de tí. Teme, respeta, reverencia, a Hashém, y vive de acuerdo a la Toráh. "Porque Hashém, vuestro E-lokím, El Hace la guerra por vosotros", termina nuestra parasháh.
Leímos en el Zohar (Toldót 134b): "así Dijo HaKadósh Barúj Hú al mundo, cuando lo Hizo y Creó al Adám: 'Olám 'Olám (Mundo, Mundo), Tú, y todos los componentes y órdenes en que te conduces, no se apoyan (no obtienen existencia) sino en la Toráh; puesto que fueron creados a partir de la Toráh, toda su existencia se apoya en Ella. Por ello, Creé en tí al Adám, para que se ocupe y actúe en la Toráh. Y si el hombre no se ocupa en la Toráh, Yo te Devolveré a tí al estado de caos". A la vista la misión y las fronteras, esa es la bandera que nos toca izar para producir la enmienda del mundo, y atraer la verdadera y completa Redención.
Sea voluntad de Hashém que nuestro luto de cada mes de Av culmine ya. Como culminó en nuestra parasháh, en el desierto, cuando advirtieron que toda la generación de "temerosos", de seres inaptos para la libertad sagrada, había terminado de ceder lugar a una generación nueva, capaz de valorar el privilegio de ingresar a la tierra de Israel y poblarla con amor y espíritu sagrado, y vivir en ella las maravillas que nos fueron anunciadas, que pedimos cada día lleguen ya, por fin, pronto, en éstos nuestros días, por mérito de todos los hombres libremente aferrados a la Ley, que han aprendido y tomado para sí el gran secreto que la Toráh nos regala y nos reclama, justo hoy, justo ahora, para estos días terribles que vivimos: "No les temas"; porque es Hashém el que lucha esta guerra, y tú sólo debes generar el mérito para que el designio de bien halle la oportunidad de cumplirse. Tiempo de Teshuváh (de verdadero Retorno), de Tefiláh (de plegaria en la que sepamos volcar el alma), y de Tsedakáh (de dar de cuanto hay en nuestras manos para ayudar a quien carece, y para expandir el alcance de la Toráh). Para producir el milagro todos juntos.
Shabát shalóm, con mi bendición para vosotros,
daniEl I. Ginerman
Editor
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