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בס"ד
Parashá Bo - Ve Libro Shemot / Éxodo (10:1 a 13:16) Haftara: Irmiahu (Jeremías) 46:13-28
Este Envio de Torah Semanal esta : Dedicado a la Refua shelema ( curación completa) de: MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM (BEN JAIA MUSHA) ELYASHIV SHLIT"A.- Sr. Alberto Girado Lobo Sr.Sixto hijo de Juana Sr. Fabio Camacho Matitiahu Ben Katerine Sr.Alfonso Rojas Avraham Moshe ben Miriam Toba Netanel Ben Sara Sebastián Ben Rujama Sr.Zevulón ben Alicia Sr Aaron Ben Sara David Gabriel Ben Farida Sr Kalman Shamai Ben Dina Sr Iosef Ben Avraham Avinu Sra Aura Ester bat Jana Sra Maria Bat Lola Sra Aylin Bat Olga Sra. Leah Zehara bat Miriam Sasha Sra.Rujama Bat Clemencia Sra.Rina bat Clemencia Sra.Clemencia bat Tana Sra.Mayo Bat Tana Sra.Etelvina bat Tana Sra Jaya Bat Shira Sra Maria Barrerio Sra Mijal ruby Bat Marlen
- Ocultar texto citado - Paula Tzofiah Bat Leah Leiluy Nishmatam ( Elevación de las Almas) de: HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT´´L Harab Amram Horowitz ZT''L Sr. Miguiel Avila Z''L Carlos Ben Maria Z''L Sr Julio Wasserman Z''L Iyov Ben Avraham Z''L Hatzlaja beKol Maase Yadenu: Asher Amram Ben Avraham Abinu
* Si desea dedicar este envio de Torah, por la pronta recuparacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algun ser querido, por favor envienos un correo a
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali ,Colombia Bogotá:
Barranquilla:
Cali:
Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos. Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol
Las semanas en las cuales se lee desde la parashá Shemot hasta la de Tetzavé, reciben el nombre de: "Shobabim Tat". Nombre que se forma con la iniciales de cada una de las parashot: Shemot, Vaerá, Bó, Beshalaj, Itró, Mishpatim, Terumá, Tetzavé. Desde un punto de visto más profunda, el nombre "Shobabim" insinúa las palabras del Eterno a través del profeta: "Shubu banim – ¡Volveos, oh hijos rebeldes, y os sanaré de vuestras rebeliones! -Henos aquí; nosotros venimos a Ti, porque Tú eres el Eterno nuestro Elokim." (Irmiá / Jeremías 3:22) Y "Tat", son las parashot que se añaden cuando estamos en un año embolismal, con un segundo Adar. Este nombre, formado por dos letras tet, insinúa las nobles conductas de: Teshuvá y Tefilá, Retorno/Arrepentimiento y Rezo/Plegaria. Algunas personas muy piadosas durante estas semanas: ayunan los lunes y jueves, incrementan sus plegarias, actos de contrición y la caridad. Es un tiempo especial para incentivar o comenzar los cambios trascendentes en nuestras vidas, para decidirse a hacerse responsable de la propia vida de una manera más intensa y comprometida con la Torá y los preceptos. Veamos ahora una pequeña enseñanza de cada parashá de estas semanas: Shemot: Tefilá "Los Hijos de Israel gemían a causa de la esclavitud y clamaron a Elokim, y el clamor de ellos a causa de su esclavitud subió a Elokim.Elokim oyó el gemido de ellos y se acordó de Su pacto con Avraham [Abraham], con Itzjac [Isaac] y con Iaacov [Jacob]. Elokim miró a los Hijos de Israel y Elokim comprendió" (Shemot / Éxodo 2:23-25) Dirija al Eterno sus plegarias, abra su corazón ante Él y espere con confianza la respuesta que siempre es buena. Vaerá: Reconocimiento del pecado y error "Entonces el faraón mandó llamar a Moshé [Moisés] y a Aarón y les dijo: -He pecado esta vez. El Eterno es el justo; yo y mi pueblo somos los culpables." (Shemot / Éxodo 9:27) Aquel que no se percata de que está yendo por mal camino, no podrá jamás llegar a buen puerto. El primer paso del arrepentimiento, del retorno a la propia esencia espiritual y a Dios, es cuando uno dice: "estoy mal". Bó: Aprender y educar "Y cuando mañana te pregunte tu hijo diciendo: '¿Qué es esto?', le dirás: 'Con mano poderosa el Eterno nos sacó de Egipto, de la casa de esclavitud." (Shemot / Éxodo 13:14) No se puede andar por los caminos del Eterno si no se estudia Torá, pues en ella está el sentido de nuestras vidas. Y cuando hemos estudiado, también tenemos que enseñar a quien sabe menos que nosotros. Especialmente a nuestros hijos, pues la fidelidad de la Torá se ha mantenido gracias a la transmisión de padres a hijos, generación tras generación. Beshalaj: Agradecimiento y gozo "El Eterno es mi fortaleza y mi canción; Él ha sido mi salvación. ¡Éste es mi Elokim! Yo le alabaré. ¡El Elokim de mi padre! A Él ensalzaré." (Shemot / Éxodo 15:2) Es un deber estar agradecido por todo lo que el Eterno nos ha brindado, pues el espíritu agradecido es uno que reboza de gozo. Para el que es sinceramente agradecido, no hay dolor por la ambición no colmada. Itró: Atraer al prójimo a la Luz "Moshé [Moisés] contó a su suegro todas las cosas que el Eterno había hecho al faraón y a los egipcios a favor de Israel, los contratiempos que habían pasado en el camino, y cómo los había librado el Eterno." (Shemot / Éxodo 18:8) Agradecer y alabar al Eterno por nuestras bondades es muy bueno, pero es necesario hacer partícipe a nuestro prójimo de las bondades que el Eterno constantemente nos otorga. Demos cabida a nuestro hermano en la Luz de la Torá, contémosle acerca de la justicia y la misericordia del Eterno, extendamos una mano al que nos necesita. Porque el egoísta no es considera como una persona viva, sino solamente como alguien que pasa por la vida con gran vacío existencial. Mishpatim: Cumplir con los mandamientos "Asimismo, tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: -Todas las cosas que el Eterno ha dicho, haremos y comprenderemos." (Shemot / Éxodo 24:7) El rezo es importante, así mismo lo es el reconocimiento del error. Lo es estudiar y también agradecer. Pero la base de la plenitud espiritual se encuentra en el esfuerzo por cuidar y cumplir con los preceptos que Él nos ha dado. Con TODOS aquellos preceptos que podemos cumplir, y que nos corresponde que cumplamos. Terumá: Generosidad y santidad "Di a los Hijos de Israel que tomen para Mí una ofrenda; de todo hombre cuyo corazón le mueva a hacerlo tomaréis Mi ofrenda… Que Me hagan un santuario, y Yo habitaré dentro de ellos." (Shemot / Éxodo 25:2-8) Es nuestro deber abrir nuestra mano, y nuestro corazón, tanto para dedicar de nuestro dinero y esfuerzo para las obras del Eterno, como para ayudar a nuestro prójimo que está necesitado. Cuando somos auténticamente generosos, cuando damos de lo nuestro sin hacer negociados camuflados, entonces estamos construyendo un verdadero santuario para el Eterno en nuestras vidas. A través de nuestra generosidad el Eterno "habita en nuestro ser". Tetzavé: Iluminar a nosotros y al mundo "Tú mandarás a los Hijos de Israel que te traigan aceite de olivas claro y puro para la iluminación, a fin de hacer arder continuamente las lámparas." (Shemot / Éxodo 27:20) Debemos hacer que el Eterno sea alabado a través de nuestra conducta. Que todas nuestras acciones, por medio incluso de las cosas más banales y corrientes, se santifique Su Nombre entre las personas. Está en nosotros la capacidad de hacer alumbrar la divina llama, es cuestión de quererlo y trabajar por ello. Estos ocho consejos, si se aplican en las semanas Shobabim Tat, o todo el año, sin dudas que llevan a la persona a un estado de salud espiritual que equilibra también la salud mental, social, emocional y física. Empecemos ahora, es tiempo propicio para hacerlo… Tomado de: http://serjudio.com/cterapia/shobabim-tat
Resumen de la Parashá Esta parashá comienza con la advertencia de Moshé al Faraón de que caería sobre todo Egipto una plaga de langostas que comerían todo árbol y hierbas, como así invadirían los palacios, y casas de los egipcios. Los consejeros del Faraón le exhortaron que dejara salir a los hombres hebreos, únicamente, para que sirvieran al Eterno. Pero Moshé y Aharón reclamaron que también debían salir las mujeres, niños y el ganado. Paró, los echó de su presencia. Al siguiente día, Moshé extendió su vara y un fuerte viento trajo la plaga de langostas sobre toda la tierra de Egipto, y devoró todo las plantaciones de los egipcios. El faraón vio la gran destrucción y pidió a Moshé y Aharón que rezaran para que la plaga fuera eliminada. Pero nuevamente Paró endureció su corazón y no dejó salir al pueblo. El Eterno ordenó a Moshé extender su mano al cielo y se produjo una densa oscuridad por tres días. Los egipcios no podían verse ni moverse, a diferencia de los judíos que tenían luz en sus viviendas. El Faraón accedió parcialmente a que saliera el pueblo, pero sin el ganado para que este fuera garantía de que volverían. Moshé rechazó esta propuesta y Paró le prohibió volver al palacio. Nuevamente el Eterno habló a Moshé y prometió una plaga devastadora, que mataría a todos los primogénitos egipcios. Así el Todopoderoso le informó que ese mes (Nisán) sería el primero del año, con el que vendría la liberación del pueblo. El día diez de ese mes, cada jefe de familia tomaría un cordero macho sin defectos y conservarlo hasta la noche del día catorce y entonces sacrificarlo. La sangre del cordero debía se utilizada para pintar los marcos de las puertas de las casas judías. Debían esa noche asar el cordero y comerlo con hierbas amargas y pan sin leudar (matzot). Ese pan ácimo debían comerlo por siete días. Tenían que comer rápidamente y prepararse para comenzar un viaje. Esa noche Hashem extirparía la vida de todos los primogénitos egipcios, sean hombres como animales. Esa noche sería festividad por siempre y observada y transmitida por los judíos por todas las generaciones. Su nombre, Pésaj (saltó), ya que el Todopoderoso salteó las casas de los hebreos. En esa medianoche, el Todopoderoso eliminó a todos los primogénitos. Ante la gran cantidad de pérdidas de vidas, Paró "pidió" a los hebreos que partieran. Con toda premura los israelitas partieron en cantidad de seiscientas mil almas. Llevaron consigo grandes cantidades de oro y plata que les entregaron los egipcios. El Eterno ordenó a los judíos que debían cumplir la mitzvá de liberar a sus hijos primogénitos varones en todas las futuras generaciones y el uso de los Tefilín (filacterias) como "señal en la mano y recordatorio entre los ojos" para que no olvidaran la salvación de los judíos de la opresión egipcia. Todos estos mandatos fueron impartidos por el Todopoderoso a Moshé, en el monte de Sinai para cumplimiento de los Hijos de Israel http://www.mesilot.org/esp/resumen/bo.htm LAS PLAGAS DE EGIPTO (Segunda parte) Estábamos la semana pasada hablando de la plaga de los piojos. Agregó el rab Shlomo Levinstein Shlita que los piojos eran del tamaño de un huevo de gallina, y discutieron los jajamim, ya que algunos dijeron que eran como un huevo de pavo. Toda la tierra de egipto se transform Pasamos ahora al grupo de plagas que nos demuestran que Hakadosh Baruj Hu "controla" el mundo. Para los pueblos que suponen que el mundo se "mueve" solo, que nadie supervisa lo que ocurre en él, y que no hay diferencias entre el que hace un "Servicio" al Bore Olam y entre quien hace lo que quiere. Pueden estar todos muy seguros que hay diferencias, y que la diferencia es muy grande. Ahora llegaron estas tres plagas que mostraron como Hashem separó al pueblo de Israel de los egipcios, a Su Voluntad!!! Así fue que una mañana, comenzaron a aparecer los animales en la tierra de egipto. Al principio fueron a la casa del faraón, y más tarde atacaron al resto del pueblo. En una etapa posterior ingresaron a las casas de la gente. Cuando la gente empezó a cerrar sus casas para impedirles la entrada, el Bore Olam le dio la orden al "silonit" Y esto sucedió solamente para los egipcios, en la tierra de Goshen no entró ni siquiera un animal. Inclusive, cuando un iehudi caminaba por las ciudades de egipto, los animales no lo atacaban!!! La muestra de que Hashem "hace diferencias" entre Israel y los demás pueblos se vio en la plaga de los animales, solamente respecto a las personas. Ahora llega la plaga de la peste para decirle a todo el mundo que la diferencia es también sobre las pertenencias, inclusive animales pertenecientes a un iehudi que estaban en poder de un egipcio en alquiler o en sociedad, no fueron dañados!! Todos notaban que había un poder superior. Nadie podía atribuir la peste en todos sus animales como consecuencia de una epidemia o de un "virus". Una extraña epidemia que atacaba todos sus caballos, burros, camellos, vacas y ovejas, y, por una causa no determinada, no atacaba a ninguno de los animales de los iehudim!!! Y esta plaga no s Moshe Los brujos, los tan poderosos brujos, no pudieron presentarse delante del faraón y de Moshe y Aharon, debido a la sarna. Y los egipcios se rascaban y rascaban hasta quedar sin uñas. Jazal nos cuentan que cuando el picazón se sentía en la panza y también en la espalda, se les complicaba el asunto. Entonces le pedían a otro egipcio que les rasque la espalda mientras ellos se rascaban la panza. Pero a este egipcio también le picaba la espalda, por lo que le pedía a otro, y éste a otro más, hasta que se formaba un "trencito" de miles de personas, una rascándole la espalda a la otra. Cuando el último egipcio no encontró otro, no tuvieron más remedio que "cerrar" el círculo, para que todos tengan quien les rasque la espalda. ¿Y los brujos, preguntó el rab Levinstein? Ah, ellos tenían una ronda aparte para ellos solos! Llegamos al último grupo de las plagas, las que nos confirman la "unicidad" del Bore Olam en todo el mundo, que como El, no existe nadie más en toda la tierra. Sabemos que los egipcios fueron famosos por ser idólatras. ¿Qué no adoraban? El río nilo, el faraón, las montañas, el sol, la luna, las estrellas, constelaciones, planetas, en fin, de todo. Viene Hakadosh Baruj Hu decidido a apagar la "luz" del sol y las estrellas, sus más fuertes competidores después de haber dejado en el camino al río y al faraón... En la caída del granizo el cielo estaba completamente nublado (aunque según algunos comentaristas, el granizo caía sin nubes, pero de todas formas, había una oscuridad casi absoluta), en la plaga de la langosta, la cantidad y la concentración era tan alta que no se podía ver nada, para la plaga de la oscuridad no hace falta aclarar, y la de la muerte de los primogénitos ocurrió por la noche. En todas ellas, el sol, los astros y las constelaciones "desaparecieron", para indicarle a todo el mundo que el Bore Olam que gobierna, es Unico. Granizo como el que cayó en egipto no hubo ni habrá jamás. Comenzaba con truenos y relámpagos, luego temblores de tierra, y finalmente la caída del granizo. No cayó junto con la lluvia, sino solo. El granizo se partía en dos y de dentro de él salía fuego. Esta bola de fuego se volvía a "partir" en dos, y de su interior salía nuevamente granizo. Durante tres días seguidos cayó ininterrumpidamente este granizo. Toda persona o animal que estuviera al descubierto moría instantáneamente. No quedó árbol en pie, el fuego quemó hasta las raíces. Hasta los caminos se "borraron", así que si al terminar el granizo alguien quería ir a determinado lugar, no sabía cómo!!! El rab Levinstein agregó que aquí hubo un "pacto" entre el agua y el fuego. ¿Cómo caía fuego con agua? ¿El agua apagaba el fuego o el fuego evaporaba el agua? Ninguna de las dos cosas, el agua y el fuego hicieron las "paces", hicieron Shalom a pedido de Hakadosh Baruj Hu!!! Moshe Rabenu hace una señal con su bastón y comienza a soplar un fuerte viento del este que trae un "ejército de langostas". Como dijo el rab Levinstein había "arbe arve!" Tanta era la cantidad, que no se veía nada por ningún lado. Y las langostas comían todo lo que encontraban en su camino. Si ya casi no quedaba nada después del granizo, ahora ni casi, egipto parecía una tierra desvastada. Y las pocas plantas que pudieron salvarse del granizo, las langostas las arrancaron de raíz, de forma que nunca más podrían volver a crecer. Antes de llegar la plaga de la langosta, a los egipcios les quedaba una pequeña esperanza, y tenían motivo, todavía, para estar un poquito alegres. El granizo no pudo destruir el trigo y la alfalfa. Pero pasó la langosta y no quedó nada, ni la alegría, que se hizo tristeza muy rápidamente. Al ver tanta cantidad de langostas, los egipcios tuvieron una gran idea. Juntarlas en barriles, con agua y sal, para tener lo que comer. Hasta tomaron empleados, para juntar más y más, con el propósitos de hacer negocios!!! Dice el Rambam, el que no cree en que los muertos volverán a la vida es un renegado de toda la Tora!!! Los egipcios vieron como los muertos volvieron a la vida! Hashem, después de una semana ordenó a las langostas abandonar la tierra de egipto. No quedó una langosta en todo egipto. Hasta las langostas que estaban "muertas" dentro de los barriles sumergidas en agua con sal, esperando a ser vendidas o comidas en el futuro, revivieron y salieron de los barriles, para abandonar la tierra de egipto, como ordenó Hakadosh Baruj Hu. Seis días de oscuridad, en dos partes. Los primeros tres días "un hombre no vio a su hermano", o sea, una oscuridad normal. En los últimos tres días, nadie se pudo mover del lugar donde estaba, a causa de la oscuridad. Una oscuridad total, que nosotros no podemos describir ni imaginar. Todos los egipcios quedaron como congelados en el lugar y en lo que estaban haciendo. El que estaba comiendo, si quedó mordiendo un pedazo de carne, después de tres días sin moverse podemos imaginar el "cuadro". El que estaba parado no se pudo sentar y el que estaba sentado no se pudo parar. Terrible puede resultar vivir seis días en la oscuridad, y ni hablar de los últimos tres días en que no podían moverse. Además, esa oscuridad tenía otro fin. Mientras los egipcios no veían absolutamente nada, los iehudim revisaron las casas de los egipcios para saber qué podían pedirles en el momento de la salida de egipto, sabiendo cuáles eran sus pertenencias, los egipcios no podían negar que las tuvieran. Además, en estos días, cuando era de noche para los iehudim, murieron y fueron enterrados cuatro quintos de los habitantes de Israel, los malvados que no querían cumplir con la orden del Bore Olam y abandonar la tierra de egipto. Cuando los hijos primogénitos de egipto escucharon que Moshe Rabenu le dijo al faraón que esa noche morirían todos los primogénitos, cada uno corrió a su padre y le dijo: "todas las palabras de Moshe se cumplieron, vayamos y echemos a todos los iehudim de nuestra tierra". Los padres no tenían lo que hacer, entonces los primogénitos fueron a ver a faraón, al que le pidieron que saque a Israel de egipto. El faraón no aceptó, los primogénitos volvieron a sus casas y mataron a sus padres, pensando que así se salvarían. Solamente allí, murieron seiscientos mil egipcios! Cuando llegó la noche del catorce, los hijos de Israel entraron a sus casas, después de haber hecho el sacrificio del cordero y de "pintar" el marco de la puerta con la sangre del cordero. Cuando llegó la medianoche, se escucharon por todas partes gritos de desesperación. En algunas casas hubo varios muertos, ya que las mujeres no eran "fieles" a sus maridos, y varios de sus hijos eran "primogénitos" de distintos hombres. Y en la casa que no había ningún primogénito, moría el mayor de la casa. También los egipcios que vivían en el exterior de egipto, murieron, y entre los extranjeros, que como los egipcios, no querían que Israel abandone la tierra de egipto, también murieron sus primogénitos!!! Los primogénitos que habían muerto tiempo atrás, fueron "arrancados" de sus tumbas por los perros, para que "vuelvan a morir", debido a la plaga. Todos los d-ses de egipto fueron "arrasados". Hasta el cordero, que era venerado por los egipcios, fue sacrificado "por las buenas" por los mismos iehudim, para hacer el sacrificio de Pesaj. El faraón se levantó de su cama (veamos hasta dónde podía seguir negando la verdad que le mostraba Moshe Rabenu: "se fue a dormir" justo esa noche) y salió a buscar a Moshe y a Aharon para que abandonen junto con todo Israel, la tierra de egipto. Moshe y Aharon le preguntaron al faraón: ¿acaso somos ladrones que tenemos que irnos de noche? Nosotros saldremos por la mañana. El faraón les dijo: Antes fueron esclavos del faraón, desde ahora son esclavos de Hashem. El rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita concluye que las plagas vinieron no solo a mostrar al mundo la existencia, control y unicidad de Hashem. Están para darnos a nosotros un mensaje, a todas las generaciones, que sepamos comportarnos correctamente con nuestros semejantes, de la policía podemos escaparnos, pero no de Hakadosh Baruj Hu, que paga siempre lo justo y siempre para nuestro bien!!!
Parashat "Bo" En esta ocasión: "El Midarsh cuenta..." Moshé se había reencontrado con Aharón, su hermano, después de muchos años de estar separados, desde aquel episodio en el cual Moshé debió huir del Faraón, tras asesinar un egipcio que golpeaba a un Hebreo. Al día siguiente, Moshé y Aharón madrugaron, y fueron a casa del Faraón, tomando con ellos el bastón del Todopoderoso. Cuando hubieron llegado al portón del palacio, advirtieron que había allí dos feroces leones sujetados por cadenas de hierro, ante quienes nadie osaba acercarse, solo, aquellos que el rey ordenaba, en ese caso, venían los expertos en emitir sonidos especiales a los animales, a través de los cuales controlaban a las fieras, para que no hagan daño, y los visitantes podían pasar. Moshé al ver a los bravos cachorros, se dio prisa, y con su bastón los aplacó, tras lo cual, siguieron su camino hacia la mansión del rey. Y también los leones fueron con ellos alegres, tal como un perro que se contenta con la llegada de su amo del campo. Cuando el Faraón vio la escena, se sorprendió y consternó, pues el aspecto de los visitantes era como de ángeles. Luego el rey les dijo: "¿Qué deseáis?". Ellos respondieron: "Hashem, el Di-s de los Hebreos nos ha enviado a ti, para decirte: envía a Mi pueblo para que Me sirvan". Cuando el Faraón escuchó sus palabras, sintió harto temor, y les dijo: "Vayan el día de hoy, y regresen mañana". Los hermanos hicieron acorde a lo solicitado por el rey, y cuando ya se hubieron retirado, el Faraón envió llamar a Bilam, el hechicero, y a sus hijos, Ianus y Iamberus, quienes vinieron, y se sentaron frente al mandatario. El Faraón les relató todas las palabras que dijeron a él Moshé y Aharón, y luego de escucharlas, los brujos le preguntaron: "¿Cómo llegaron a ti los varones, franqueando los leones que están amarrados en la entrada?". El rey les dijo: "Pudieron ingresar porque los calmaron con el bastón de ellos, tras lo cual los cachorros los acompañaron, como un perro alegre con la venida de su amo". La respuesta de Bilam Bilam respondió: "No son esos hombres, sino unos brujos como nosotros, y ahora, envía por favor por ellos, y los probaremos". El Faraón hizo acorde a la sugerencia, y por la mañana los mandó a buscar. Moshé y Aharón tomaron el bastón de Di-s, y fueron a ver al rey. Una vez en el palacio, dijeron al mandatario: "Así dijo Hashem, el Di-s de los Hebreos: envía a Mi pueblo para que Me sirvan". El Faraón les preguntó: "¿Quién os creerá que Di-s os ha enviado, y por Su boca vinisteis hacia mi?. Ahora, dadnos señal de esto, y creeremos lo que hablaren". Aharón se dio prisa, y arrojó el bastón delante del rey y sus siervos, convirtiéndose en serpiente. Los brujos vieron eso, y también ellos hicieron lo mismo, arrojaron sus bastones, y los mismos se convirtieron en serpientes. Pero el reptil, que se formó del bastón de Aharón alzó su cabeza, abrió su boca, y engulló a todos los que produjeron los egipcios. Bilam, tras esta demostración, respondió: "Desde días de antaño existió esta cosa, que una serpiente trague otra, y que los peces del mar se devoren los unos a los otros, pero ahora, regresen por favor el bastón, tal como era en principio, y también nosotros lo haremos con los nuestros. Será entonces, que si tu bastón traga a los nuestros, sabremos que el espíritu de Di-s está en ti, de lo contrario, eres un hechicero como nosotros". Aharón se dio prisa, y tomó a la serpiente por la cola, la cual se convirtió nuevamente en bastón, acto que fue imitado por los egipcios. Pero luego de esto, el bastón de Aharón engulló a los de todos ellos. Al contemplar esto el Faraón, envió traer el libro de los recuerdos de los reyes de Egipto, donde consta el nombre de todos los dioses conocidos por ellos. Cumplen la solicitud sin vacilar Los siervos del monarca cumplieron la orden, y lo leyeron delante de él, pues su intención era hallar a Hashem, para saber acerca de El, pero no lo encontraron allí mencionado. Tras esta búsqueda, el Faraón dijo a Moshé y Aharón: "No he hallado el nombre de vuestro Di-s en este libro". Luego agregó: "No conozco a Hashem del que hablasteis, y tampoco a Su pueblo enviaré". A esas palabras, los hermanos respondieron: "Hashem, el Di-s de todos los dioses es Su nombre, y fue invocado desde los días de nuestros padres, El nos envió a decir: 'vayan al Faraón y díganle: envía a Mi pueblo para que Me sirva'. Por eso, por favor, envía al pueblo con nosotros, e iremos camino de tres días por el desierto, y ofrendaremos a El allí, pues desde los días en que descendió Iaakov a Egipto, no tomó de nosotros Holocausto, ni oblación, ni sacrificio. Y si no nos envías, Enfurecerá contra ti, y Castigará a Egipto con peste o espada". El Faraón les pidió: "Cuéntenme por favor sobre Su poder y fuerza". Le dijeron: "El es quien Creó los cielos y la tierra, los mares y todos los seres acuáticos, Crea la luz y la oscuridad, Hace llover, y la humecta, haciendo germinar en ella las plantas y la vegetación. Crea las personas, los animales, las fieras salvajes, las aves marinas, y los peces. Y por Su boca ellos viven y mueren. El te ha creado a ti en el vientre de tu madre, y te Otorga hálito de vida, te Hizo crecer, y te puso en el trono del reinado de Egipto. Y El tomará de ti tu alma, y te regresará a la tierra de la cual fuiste tomado". El Faraón se enojó enormemente por esas palabras, y les dijo: "¿Quién entre todos los dioses de las naciones puede hacer eso: ¡mío es el Nilo, y yo lo hice!?". Luego los expulsó del palacio, y ordenó endurecer el trabajo forzado sobre los hijos de Israel. En tanto, Moshé y Aharón, salieron de delante del Farón, y contemplaron al pueblo de Israel en su momento de penuria, pues endurecieron sobre ellos los encargados del Faraón, la labor. Moshé se volvió a Hashem y dijo: "¿Por qué Has hecho mal a Tú pueblo, pues desde el momento en que vine a hablar al Faraón, lo que me enviaste decir, empeoró considerablemente la situación de Israel?". Hashem dijo a Moshé: "Verás que con mano fuerte, y posterior a reiterados flagelos que Mandaré sobre ellos, enviará el Faraón a los hijos de Israel de su tierra". El regreso Luego de esto, regresaron Moshé y Aharón junto a sus hermanos, los hijos de Israel, que se hallaban realizando trabajos forzados, ante quienes los egipcios amargaron sus vidas a través de tornar más rigurosidad a la dura labor a la que eran sometidos. Dos años más tarde, Hashem volvió a enviar a Moshé al Faraón para que deje salir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto. Moshé cumplió la orden del Creador, pero el Faraón no quiso prestar oídos a la voz de Hashem, por lo cual hizo despertar Di-s Su fuerza sobre el Faraón y sus siervos, flagelándolos a través de duros golpes. Así, Envió en manos de Aharón convertir todas las aguas de Egipto en sangre, tras lo cual cuando venía un egipcio a beber, extraía agua con su recipiente, y al contemplar su interior, veía que el líquido se había convertido en sangre. Y también las mujeres, cuando amasaban su amasijo, y cocinaban sus comidas, adoptaban color de sangre. Luego Hashem envió un nuevo golpe, a través de las ranas que surgieron de los ríos y las demás aguas, ingresando a las casas de los egipcios, resultando que cuando uno de ellos bebía agua, las mismas se convertían en su estómago en ranas, las cuales croaban desde el interior del individuo, de la misma manera como lo hacían en su habitat natural, que eran las aguas del Nilo. Del mismo modo, cuando se acostaban en sus camas, el sudor que emanaba de sus cuerpos se convertía en ranas. Posterior a este, el Todopoderoso envió un tercer flagelo, consistente en una plaga de piojos, que nacían del polvo de la tierra, llegando a multiplicarse de tal manera, que formaban una capa de dos codos de altura, adhiriéndose asimismo al cuerpo de los egipcios y al de sus animales. El rey y la reina tampoco se salvaron También al rey y la reina, Hashem envió piojos, provocando una enorme aflicción en los pobladores, pues la plaga se tornaba insoportable. A posteriori, un quinto golpe el Creador asestó al pueblo egipcio, consistente en el envío de todas las fieras salvajes que fueron reunidas en ese lugar, las cuales destruyeron todo Egipto, a sus hombres, animales, árboles, y todo lo que tenían. Se sumaron a estas fieras, víboras venenosas, y escorpiones, también ratones y ratas, cetáceos y lombrices terrestres, moscas, avispas, piojos, mosquitos, pulgas, y todo tipo de especies. También batracios, y diferentes aves llegaron a Egipto, quienes en conjunto produjeron mucho malestar a los pobladores, pues entre otras cosas, las moscas y mosquitos, se introducían en los ojos de ellos, y en sus oídos. En tanto las avispas los perseguían sin darles tregua, por lo que los egipcios ingresaban a habitaciones interiores buscando quedar a resguardo. Al intentar los pobladores de Egipto huir de esta plaga compuesta por una gran mixtura de todo tipo de seres del reino animal, en esa desesperada tentativa, cerraban las puertas, para que no pasen, pero en ese momento, Di-s ordenó a los "silonit", que es una especie que vive en el mar, y poseen miembros muy largos, los cuales alcanzan a medir seis metros de longitud. Estos especímenes ascendieron de las aguas, y llegaron a Egipto, subieron a los techos, insertaron sus tentáculos por las aberturas que comunicaban al interior de la vivienda (chimeneas, etc.), abrieron las puertas quitando los cerrojos y trancas, y las fieras ingresaron a las casas, destruyendo todo, causando a los habitantes una gran aflicción. Aunque pese a ello, la furia de Hashem no se aplacó con los que habían hostigado, maltratado y afligido al pueblo de Israel, y Su mano permanecía extendida en dirección de esa nación malhechora. Di-s envió la peste a los caballos, burros, camellos, vacas, ovinos, y a toda la gente del pueblo egipcio. Cuando ellos se levantaron por la mañana, para sacar a pastar a sus animales, los hallaron muertos, quedando con vida, solo uno de cada diez, en cambio, del ganado de Israel, que se encontraban en Goshen, no murió ninguno. A continuación, Di-s envió una infección ardorosa a la carne de los egipcios, por lo que sus tejidos se resquebrajaban, siendo esta, una plaga de sarpullido que los cubría desde la planta de sus pies, hasta la cabeza, llenándose el cuerpo de ellos de numerosas ampollas, a través de las cuales salía el líquido que se había formado en el interior de las mismas, quedando un orificio en ese lugar, el cual comenzaba a heder. Pero aun con todo esto, no se aplacó la ira de Hashem, y Su mano proseguía extendida en dirección de ese pueblo. El Creador envió sobre ellos granizo muy potente, que quebró sus viñedos y árboles frutales, provocando que se sequen y arruinen por completo. También todas las plantas se estropearon y perdieron como consecuencia de esto, porque en el interior del granizo, había fuego encendido, que actuaba en conjunto con el agua helada, y entre ambos, destruyeron el lugar. También las personas que salían en el momento de descender esta feroz lluvia, caían muertos, por el efecto de los componentes de la misma. Seguidamente, Hashem mandó diversas especies de langostas, las cuales devoraron todo lo que había quedado después del granizo. Pero con esta plaga, los egipcios se alegraron, pese a que comieron todas sus plantaciones, pues pese a ello, los pobladores lograron cazar muchos de estos insectos, a los que prepararon con sal para que se conserven, y les sirva de alimento. Tras ello, Hashem, hizo soplar un viento muy fuerte del sector marítimo, el cual arrasó con todas las langostas, inclusive las que habían preservado en salmuera, las cuales eran conducidas por el temporal al Iam Suf (en la actualidad es conocido como "Mar Rojo"), donde penetraban y se perdían, no quedando una sola en todos los límites de Egipto. La oscuridad Luego envió Di-s oscuridad sobre Egipto, prolongándose su efecto por espacio de tres días consecutivos, hasta alcanzar una intensidad tal, que las personas no lograban ver su mano cuando la colocaban sobre su boca. En ese período, murieron muchos del pueblo de Israel, por revelarse ante Hashem, y no prestar oídos ni creer a Moshé y Aharón, cuando dijeron que Di-s los envió. Estos rebeldes respondieron: "No saldremos de Egipto, para |