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"B H"GRANDIOSO ES EL CONOCIMIENTO, VIRTUD EN EL ENTENDIMIENTO, GLORIA Y LIVERTAD EN LA SAVIDURIA DE LA CUAL "H" NOS PROVEE.
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17 octubre 2009
parashah: Re: BOLETIN_74_SUKOT_5770
16 octubre 2009
Barranquilla: 2da Parte.PARASHAT BERESHIT-SHABAT MEBARJIM-:EL PUNTO MAS ALTO DE LA CREACION
2da Parte.PARASHAT BERESHIT-SHABAT MEBARJIM-:EL PUNTO MAS ALTO DE LA CREACION de Asher Amram Ben Avraham Avinu - Friday, 16 de October de 2009, 00:49 | ||||||||||||||||||||||
Los misterios del Génesis El Génesis encierra numerosos misterios. Es como una célula madre que contiene la información de todo el cuerpo que se formó a partir de la misma. Así acontece con el mundo, el génesis contiene la información de todo el mundo, desde el principio hasta el fin. Quien conozca los misterios del Génesis y lleve a la práctica las reglas proscritas por el Creador, podrá realizar maravillas. El que logre triunfar en este asunto, alcanzando la completitud absoluta, se situará fuera de lo natural y le será posible sobreponerse incluso a las más duras enfermedades y curarlas. También podrá acceder a la riqueza y sobreponerse a los designios astrológicos desfavorables. Le será posible acceder a todos los deseos que un ser humano puede tener para llevar adelante su vida sanamente y confortablemente. (Véase Or Hajaim 15:5) La luz del futuro Veamos algunos detalles esenciales: En el comienzo del libro del Génesis se describe la base de la creación. Como está escrito: En el comienzo creó Dios a los Cielos y a la Tierra, cuando la tierra estaba informe y vacía, con oscuridad sobre la superficie del abismo, sobre las aguas que se encontraban sobre la superficie de la Tierra, y la Presencia Divina sobrevolaba sobre la superficie de las aguas, dijo Dios: «Que haya luz», y hubo luz. Dios vio que la luz era buena, y Dios separó la luz de la oscuridad. Dios llamó a la luz «Día» y a la oscuridad la llamó «Noche». Y fue de tarde, y fue de mañana, un día (Génesis 1:5). Apreciamos que está escrito: "Dios llamó a la luz Día y a la oscuridad la llamó Noche" (Génesis 1:5). A partir de esta declaración surge una pregunta clave: ¿Acaso no es la luz lo mismo que el día, y no es el día lo mismo que la luz? ¡Esta aparente redundancia resulta sorprendente, pues en la Torá no hay nada que esté de más! Para resolver esta cuestión observemos lo enseñado por los sabios: en el cuarto día de la creación fue dicho: "Dijo Dios: «Que haya luminarias en el firmamento de los Cielos para que separen el día de la noche; y sean por señales y para las fiestas, y para los días y los años, y sean por luminarias en el firmamento de los Cielos para que iluminen sobre la tierra». Y así fue. Y Dios hizo las dos grandes luminarias, la luminaria mayor para que domine el día, y la luminaria menor para que domine la noche, y las estrellas. Y Dios las colocó en el firmamento de los Cielos para que den luz sobre la tierra, para que dominen de día y de noche, y para que separen la luz de la oscuridad. Y Dios vio que era bueno. Y fue de tarde, y fue de mañana, cuarto día" (Génesis 1:14-19). Observando lo enunciado en el primer día de la creación y en el cuarto, deducimos que la luz que fue creada en el transcurso del primer día de los seis días de la creación no es la misma luz del cuarto día, proveniente de los astros celestiales. ¿Por qué razón decimos esto? Porque la misma no puede alumbrar de día después de haber sido creado el Sol, pues merced a su inmensa luminosidad, la luz creada en el primer día suprimiría al Sol. Asimismo, la luz creada en el primer día no puede iluminar durante la noche, pues no fue creada sino para iluminar durante el día. Ahora bien, uno pregunta: y esa luz del primer día, ¿dónde está? La respuesta es que fue guardada en el Jardín del Edén y está preparada para los justos, quienes podrán disfrutar de ella en el Mundo Venidero, como fue dicho: "Será la luz de la Luna como la luz del Sol en la actualidad, y la luz del Sol será siete veces siete con relación a la luz de los siete días" (Isaías 30: 26) (Midrash Raba Bereshit 3:5). Analizando la creación Ya vimos que Dios creó una luz extremadamente potente y luego la ocultó, creando asimismo una luz menos potente. Alude a uno de los misterios más recónditos de la creación, llevada a cabo a través de la reducción de Su extraordinaria luz. Observemos ahora más detalles puntuales a partir de lo enunciado en los versículos. El primer versículo revela: "En el comienzo creó Dios a los Cielos y a la Tierra" (Génesis 1: 1). El verbo creó que aparece en este versículo, en el original hebreo está indicado mediante la locución "bará". Este concepto indica creación a partir de la nada. Refiere a la materia prima original creada por El Eterno en el primer día de la creación. Luego en los días sucesivos y a partir de esta materia primordial, sería formado todo lo existente. Esto puede comprobarse observando los versículos subsiguientes: "Dijo Dios: Que haya un Firmamento en medio de las aguas y que separe las aguas de las aguas. Así Dios hizo el Firmamento y separó las aguas que estaban debajo del Firmamento de las aguas que estaban por encima del Firmamento. Y así fue. Dios llamó al Firmamento Cielos. Y fue tarde, y fue mañana, día segundo". (Génesis 1: 6–8) Se observa que está escrito "Dios hizo...", término este que está representado por la expresión hebrea "vaiaas". Advertimos que en esta oportunidad se utiliza una conjugación del verbo «hacer –vaiaas–» y no del verbo «crear –bará–». Es porque se trata del segundo día de la creación y a partir del mismo las innovaciones son sobre la base de lo ya creado el primer día. Sólo se utilizará nuevamente el verbo «crear –bará–» para señalar creaciones espirituales, que no pueden formarse a partir de la materia. Profundizando la raíz la creación Sobre la base de lo enunciado es posible comprender lo que está escrito a continuación de la declaración inicial: «Cuando la tierra estaba informe –tohu– y vacía –bohu–» (Génesis 1:2). El término «tohu» refiere a la materia prima original carente de forma y nombre que identifique o califique sus propiedades, las cuales son inaprensibles. Este material primordial fue denominado por los filósofos griegos «iuli». Consistió en la más minúscula porción de un ente informe, el cual se convertiría en el origen de todo lo existente en el mundo. El término «bohu» refiere a la forma adoptada por la materia prima original. Esta forma está compuesta de cuatro elementos básicos: aire, fuego, agua y tierra. Lo manifestado permite comprender el sentido de la cita bíblica expuesta: La Tierra tras su creación se hallaba en estado de «Tohu», es decir, poseía materia prima indefinida. Y se encontraba en estado de «Bohu», es decir, esa materia indefinida fue revestida de una forma -tzurá-. Una síntesis ordenada Lo expuesto puede resumirse del siguiente modo: Advertimos la presencia de tres procedimientos: · Creación a partir de la nada -briá-, Estos elementos básicos que constituyen la forma esencial para todo ente creado, con los cuales se realiza todo lo hay en el mundo, están indicados en el versículo inicial del Génesis. La revelación de los elementos básicos Este dato puede apreciarse en forma encubierta en el primer versículo y desarrollado en el segundo. En el primer versículo está escrito: «En el comienzo creó Dios a los Cielos y a la Tierra». La palabra Tierra en el texto original hebreo es «Haaretz». Este término está compuesto por las letras: he, alef, reish, tzadi. · La letra alef es la inicial de esh, que significa fuego.
· La letra reish es la inicial de ruaj, que significa aire.
· La letra tzadi posee un valor numérico idéntico al del agua. Pues agua en el texto original hebreo es «maim», cuyo valor numérico es 90, exactamente igual al de tzadi.
En tanto, en el segundo versículo del Génesis está escrito: «Cuando la tierra estaba informe y vacía, con oscuridad sobre la superficie del abismo, y el espíritu –ruaj– de Dios sobrevolaba sobre la superficie de las aguas». La oscuridad mencionada refiere al fuego, pues el núcleo de este elemento es oscuro. El espíritu, en hebreo ruaj, refiere al aire. Pues la expresión ruaj define tanto al espíritu como al aire. Ejemplo: "Moshé extendió su vara sobre la tierra de Egipto y El Eterno guió un viento –ruaj– del este por toda la tierra en aquel día y en toda aquella noche". (Éxodo 10:13) Agua y tierra son términos que se encuentran explícitos en el pasaje señalado. Surge de lo expuesto que las nociones de los elementos básicos que forman todo lo existente constan expresamente en la Biblia. Dominando sobre lo terrenal Estos elementos básicos citados se encuentran en todo lo existente en la Tierra en forma equilibrada. Por ejemplo, en un cuerpo humano, cuando existe una irregularidad severa, el calor comienza a irse. La temperatura disminuye hasta que el individuo queda frío, lo que derivará indefectiblemente en la muerte. Sin embargo, dominando los misterios de la creación y rectificándose adecuadamente, es posible salvar incluso a un individuo que se encuentra en el estado crítico mencionado. Observad lo que está escrito en el Talmud:
Cuando estuvo frente al enfermo, Rabí Iojanán le dijo: ¿deseas los flagelos (para hacerte acreedor de un buen pago por parte de El Eterno al soportarlos)?. Rabí Jía bar Aba le respondió: ¡No deseo a los flagelos, ni al pago que sobreviene por ellos (pues no me permiten estudiar Torá)!. Rabí Iojanán tras escuchar le dijo: ¡Dame la mano!. En arameo, que era la lengua hablada por ellos en esa época ¡Dame la mano! se dice: -Ab li iedaj- Rabí Jía bar Aba le dio la mano -Hab leih iadeh- Rabí Iojanán asió su mano, lo ayudó a reincorporarse, y Rabí Jía bar Aba sanó. Otro caso En otra ocasión, el que enfermó fue Rabí Iojanán. Rabí Janina se enteró y fue a visitarlo. Cuando estuvo frente al enfermo, Rabí Janina le dijo: ¿deseas los flagelos (para hacerte acreedor de un buen pago por parte del Eterno al soportarlos)?. Rabí Iojanán le respondió: ¡No deseo a los flagelos, ni al pago que sobreviene por ellos (pues no me permiten estudiar Torá)!. Rabí Janina tras escuchar le dijo: ¡Dame la mano!. -Ab li iedaj- Rabí Iojanán le dio la mano -Hab leih iadeh- Rabí Janina asió su mano, lo ayudó a reincorporarse, y Rabí Iojanán sanó. Luego de narrar este suceso, en el Talmud se pregunta: ¿por qué Rabí Iojanán no se curó solo, tal como hizo con Rabí Jía bar Aba cuando éste enfermó?. Se responde: Un preso no se puede liberar a sí mismo. Nuevo suceso Posteriormente se narra un tercer caso similar. Rabí Eleazar enfermó. Rabí Iojanán se enteró y fue a visitarlo. Cuando estuvo frente al enfermo, Rabí Iojanán dialogó con él, y luego le dijo: ¿deseas los flagelos (para hacerte acreedor de un buen pago por parte del Eterno al soportarlos)?. Rabí Eleazar le respondió: ¡No deseo a los flagelos, ni al pago que sobreviene por ellos (pues no me permiten estudiar Torá)!. Rabí Iojanán tras escuchar le dijo: ¡Dame la mano!. -Ab li iedaj- Rabí Eleazar le dio la mano -Hab leih iadeh- Rabí Iojanán asió su mano, lo ayudó a reincorporarse, y Rabí Eleazar sanó. Reflexión Estos sucesos narrados por el Talmud despiertan nuestra curiosidad, pues seguramente nos preguntamos ¿cómo es posible que por el solo hecho de darle la mano, el enfermo sana?. La respuesta a esta cuestión es, que tanto Rabí Iojanán, como Rabí Janina, que son quienes curaron a los enfermos, sabían con exactitud las propiedades de las letras y las combinaciones que hay en el interior de cada una de las mismas. Relación de las letras con la materia A partir de las 22 letras del alfabeto hebreo, con las que Dios hizo el mundo, es posible crear y hacer cosas sorprendentes con las creaciones. Por ejemplo, si llegado el caso, se necesitan realizar acciones que afecten las situaciones de los cuerpos físicos (constituidos por los cuatro elementos básicos), se puede lograr esto, mediante el empleo de las 22 letras citadas. Para saber como acontece este maravilloso fenómeno, apreciaremos la relación existente entre las letras y los cuatro elementos básicos que conforman todo lo concreto que hay en el mundo. Este es el detalle completo de la relación letras – entes físicos: Las letras alef, he, tet, mem, pei, shin, nun sofit, contienen el fundamento fuego.
Las letras guimel, zain, samej, caf, kof, caf sofit, pei sofit contienen el fundamento aire.
Las letras dalet, jet, lamed, ain, reish, mem sofit, contienen el fundamento agua.
Las letras bet, vav, iod, nun, tzadik, tav, tzadik sofit, contienen el fundamento tierra. (Midrash Talpiot)
El hecho de que haya diversas letras que contienen a cada uno de los elementos, torna posible que haya variedad y disimilitud en lo existente. O sea, distintos colores, superficies, tersuras, aspectos, y demás características derivadas de los cuatro fundamentos. Por ejemplo, si tomamos un poco de tierra y la calentamos a determinada temperatura, la misma adoptará cierto color. Pero si le aplicamos una temperatura más elevada, tomará un color diferente. Vemos que los colores generados dependen de la temperatura aplicada. Esto mismo sucede con todos los elementos, los cuales disminuyendo o incrementando su intensidad, permitirán la creación de una amplia gama de variantes. Sin embargo, pese a la reducción de fogosidad en el último nivel de la letra Alef, el mismo es considerado "la cabeza" del primer nivel de la letra He, que es la que sigue a Alef. Asimismo la letra He contiene en su interior 28 niveles distintos de fuego. Los mismos se encuentran en orden decreciente, por lo que el nivel 28 presenta un grado de fuego atenuado, de acuerdo a su categoría. Sin embargo, pese a tratarse de un fuego bastante debilitado, el nivel 28 de la letra He es considerado "la cabeza" del primer nivel de la letra Tet, que es la que sigue a la He. Este proceso se repite en todas las letras pertenecientes al fundamento fuego. Hasta llegar al último nivel, el 28, de Nun Sofit, que presenta el fuego más reducido. Este mismo proceso acontece en las letras que contienen los demás elementos básicos: aire, agua y tierra. Modo de empleo de estas propiedades Los sabios que conocen las propiedades de cada letra, y las proporciones de las combinaciones que cada una presenta en su interior, tienen la posibilidad de realizar grandes cosas a través de las mismas. Por eso, cuando Rabí Iojanán advirtió que el cuerpo del enfermo estaba frío, supo que está por morir. Ya que este síntoma ocurre cuando el fundamento del agua y la tierra predominan sobre el fuego (la temperatura). Este incidente era un claro indicio de que la muerte está cerca, pues si la temperatura es vencida por completo, se produce automáticamente el deceso. Es esta la razón por la cual los cuerpos de los fallecidos están totalmente fríos. Al tener frente a él un cuadro semejante, el sabio procuró actuar sin demoras y darle al moribundo calor. Era con el objetivo de aumentar la temperatura de su cuerpo, para que recobre estabilidad. ¿Cómo hizo esto? Le dijo ¡Dame la mano! -Ab li iedaj-. "Ab li iedaj" se escribe así:
Estas tres palabras comienzan con las letras "He", "Lamed", "Iod".
Las letras "He", "Lamed", "Iod", que son las iniciales de "Ab li iedaj" son las mismas letras con las que se escribe uno de los 72 nombres de El Eterno.
Ahora bien, con perplejidad nos preguntamos ¿por qué el erudito utilizó justo este nombre? Respuesta Porque la letra He contiene el fundamento del fuego, Lamed contiene el fundamento del agua, Iod, contiene el fundamento de la tierra.
O sea, al pronunciar el nombre de El Eterno, el erudito procuró inyectarle calor (la letra He contiene el fundamento del fuego) para que el fuego de la letra He se induzca en las letras Lamed -agua-, y Iod -tierra-. Así le salvó la vida. De la misma manera actuó Rabí Janina cuando salvó a Rabí Iojanán. Otro detalle Además de lo narrado, los sabios que sabían las propiedades de las letras y pudieron curar a través de ellas, hicieron algo más para lograr su cometido. Solicitaron al enfermo "Dame la mano", y a continuación, éste le dio la mano. Le dio la mano -Hab leih iadeh- se escribe así:
Estas tres palabras también comienzan con las letras "He", "Lamed", "Iod".
Las letras "He", "Lamed", "Iod", que son las iniciales de "Hab leih iadeh" son las mismas letras con las que se escribe uno de los 72 nombres de El Eterno.
Esto enseña, que el enfermo mismo ayudó a recobrar el halito de vida, concentrándose en este nombre de El Eterno. Otro dato Recordemos que cuando Rabí Iojanán enfermó, tras él mismo haber curado a otro, necesitó de alguien que lo cure a él. En ese momento en el Talmud se preguntó: ¿Por qué Rabí Iojanán no se curó solo, tal como hizo con Rabí Jía bar Aba cuando éste enfermó?. Se respondió: Un preso no se puede liberar a sí mismo. Esto significa, que es verdad que el erudito contaba con los medios para curar a otros, a través del conocimiento de las propiedades de las letras, y la pronunciación de los nombres del Eterno. Pero en su propio ser, no lo podía aplicar, debido a que se encontraba "preso" de la enfermedad, la cual no le permitía concentrarse debidamente. Pero si viene otro que si está en condiciones de concentrarse meticulosamente en el nombre de El Eterno, y lo hace con todos los detalles y pormenores requeridos, eso permite que la tenue concentración del enfermo sirva, surta efecto y le sea de auto ayuda para recobrarse. (Rab Eliahu Cohen – Midrash Talpiot) Conclusión A través de los cinco sectores de la boca en los cuales se originan las 22 letras que derivan la masa de todo lo existente, es posible realizar acciones determinantes que pueden alterar la situación de las creaciones. Es más, el Talmud revela que dominando las propiedades de las letras a la perfección, hasta es posible crear con ellas. Tal es el caso de Rab Janina y Rab Oshaia. Ellos, cada víspera de Shabat, estudiaban las leyes de la creación, y como combinar las letras, similar a la forma en la que lo hizo el Todopoderoso cuando creó el universo. Los sabios, a través de ese sistema, llamado "Sefer Yetzirá", en la víspera de Shabat creaban una vaquillona y la comían. (Talmud Sanedrín 57b)Tomado de: http://www.judaismovirtual.com/parasha_numerologia/bereshit.php Muy Interesantes Videos sobre la Parashat haShabua http://www.youtube.com/watch?v=KAygpyKxzm8 http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/bereshit.html http://qik.com/video/3202774 ESTE MOZTE SHABAT, ES ROSH JODESH JESHVAN. ROSH JODESH SON DOS DIAS
DOMINGO 18 Y LUNES 19 DE COTUMBRE DE 2009. Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo El Mes de Jeshvan De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Jeshvan (o Mar Jeshvan) es el octavo mes del calendario judío. En la Biblia, es llamado el jodesh bul, de la palabra mabul, "diluvio", que comenzó el 17 de Jeshvan y culminó el 27 del mismo mes del año siguiente. El día 28 Noaj ofrendó su sacrificio a Di-s y Este le prometió no volver a traer un diluvio sobre la tierra para destruir la humanidad, revelándole luego la señal del pacto con el mundo, el arco iris. Es el único mes que no tiene días festivos o mitzvot especiales. Nos enseñaron que está "reservado" para el tiempo del Mashíaj, quien va a inaugurar el tercer Templo en jeshvan. Color: Violeta Letra: nun Es considerada como la letra del Mashíaj, de quien está dicho: "frente al sol, está su nombre Ie-non (de la nun)" (salmos 72:17). La raíz verbal nun significa "reinar". Como sustantivo significa "el heredero del trono" (de nin). El mes octavo es el del Mashíaj, ya que 8 significa la revelación eterna de lo sobrenatural (el estado consumado de la naturaleza rectificada es el secreto del número siete). Mientras que el "arpa" de este mundo posee siete cuerdas, la del Mashíaj tiene ocho. Así como 8 trasciende a 7, 50 (el valor numérico de la letra nun) trasciende a 49, que es 7 al cuadrado. En este mundo, la nun está doblada, confinada a los límites de la naturaleza. Con la llegada del Mashíaj, la nun "se estira" (la figura de la nun de final de palabra), abriéndose paso a través de los límites de la naturaleza, y desciende "por debajo de la línea" hacia las esferas subterráneas de la realidad para revallí la todo abarcadora luz Infinita de Di-s. Mazal: akrav (escorpión) Enseñan nuestros sabios que el escorpión es el miembro más mortífero de la categoría general de criaturas venenosas, cuya figura arquetípica es la serpiente primordial del Edén. La palabra akrav deriva de akev, "talón, como está dicho: "y tu [la serpiente] lo morderás [al hombre] en el talón" (Génesis 3:15). Por eso el akrav simboliza la "mordedura" perfecta de la serpiente en el talón del hombre. En general, el veneno de la serpiente es "caliente", en cambio el del escorpión es "frío". El Mashíaj es la única alma que puede vencer, matar y al final revivir a la serpiente primordial (para trasnformarla en bien). (El alma del Mashíaj y su estado permanentemente conciente, manifiesta la rectificación definitiva del "calor", "ardiendo" solamente en su amor por Di-s y Israel, y también del "frío", el frío absoluto a las falsas vanidades de este mundo). Este es el secrerto de la ecuación numérica: Mashíaj (358) = Najash (358, la serpiente). Akrav (372) = Mashíaj (358, najash) más David (14; la nun es la letra número 14 del alefbet). La raíz de la palabra jeshvan (jet, shin, nun) se permutan para formar la palabra najash (en jeshvan, la nun está "estirada" y en najash está "doblada"). Tribu: Menashé Es el hijo primogénito de Iosef. Derivando de la palabra "olvidar" (literalmente "saltar, alto y afuera"), Menashé implica el poder del tzadik (Iosef) de hacernos olvidar las adversidades, las pruebas y las tribulaciones de este mundo con la llegada del Mashíaj. Con el poder y el sentido de Menashé, todos los dolores de este mundo se transforman y convierten en el placer de la era mesiánica. Las letras de este nombre se permutan para formar la palabra neshamá, "alma". Menashé representa el sentido de revelar el alma Divina de Israel. En la Biblia, Moisés (Moshé) es llamado Menashé, al agregarle la nun correspondiente a Jeshvan. Está dicho de Moisés: "él es el primer redentor y él es el último redentor" (ver Shemot Rabá 4:2; Zohar 1:253a; Shaar HaPesukim, Vaiejí; Torá Or, al principio de Mishpatim). En su primera vida (como "primer redentor") no alcanzó el "portal 50 del entendimiento" (el entendimiento de Di-s Mismo, como si fuera, y Su intención más profunda de la creación del universo). Cuando vuelva como Mashíaj, se le dará por siempre el "portal 50", la nun de Mashíaj, el secreto de Menashé (Moshé-nun). Se nos enseña en el Zohar que cuando Moisés se fue de este mundo por primera vez recibió ese portal 50 y fue "sepultado" en la Mishná, otra permutación de Menashé, Moshé-nun. A través del estudio de la Mishná (en los tiempos del exilio) revelamos la neshamá de Israel y así merecemos la redención de Moshé-Mashíaj y la revelación para todos en la tierra del "portal 50". Sentido: olfato Es el sentido más espiritual, y en hebreo "oler", reiaj, está emparentado con ruaj, "espíritu". Enseñan nuestros sabios que el olfato es el único sentido que "disfruta el alma y no el cuerpo" (neshamá – Menashé). Es el único de los cinco sentidos que no participó del pecado original del hombre en el Jardín del Eden, y por lo tanto no fue mancillado o impurificado. Es el sentido que salvó al pueblo judío en los tiempos de Mordejai y Ester, quienes son llamados Mor veHadas ("mirra y mirto", las dos fuentes primarias de fragancia). Está manifestado explicitamente que este es el sentido del Mashíaj: "y él olerá en el temor de Di-s" – "juzgará con el olfato" (más que con la vista o el oído, Isaías 11:3; Sanhedrín 93b). Con su sentido del olfato (su ruaj hakodesh, "el espíritu sagrado") el Mashíaj sabrá cómo conectar cada alma judía con su origen Divino, y así identificar su tribu en Israel. Controlador: los intestinos La palabra dakin (intestinos) deriva de daká ("minuto") o dak ("partícula"). Esto implica el poder de desintegrar en partes pequeñas y refinadas. En el proceso de preparar el incienso en el Templo (la expresión consumada del sentido del olfato en el servicio del templo), uno de los ayudantes debía decir una y otra vez: "muele bien, muele bien" (hadek eitev, eitev hadek). Todos los sacrificios en el templo tienen la intención de producir un "aroma agradable" (reiaj nijoaj) y gratificar el sentido Divino del olfato, que implica la "satisfacción" Divina con el servicio de Sus hijos de Israel en particular y con Su creación en general. Nuestros sabios interpretan la frase reiaj nijoaj como "Yo estoy satisfecho (najat ruaj), porque he hablado y se ha cumplido Mi voluntad". Esta satisfacción Divina con el hombre y la creación fue expresada por primera vez el 28 de Jeshván, cuando Noaj ofreció su sacrificio a Di-s, y por Su satisfacción, Di-s prometió a Noaj nunca más destruir al mundo con un diluvio. Como está explícitamente expresado en las leyes de la Torá, el aroma "agradable" a Di-s es producido por las grasas de los intestinos ofrecidos en el altar y por esta razón se los aconsidera controladores del sentido del olfato. tomado de: http://www.dimensiones.org/canales/vidmodrn/viviendo%20con%20el%20tiempo/JESHVAN/Patriarcas.htm Enseñanzas del Rebe Najman de Breslov
"D-OS DE SABIDURÍA, ENSÉÑAME LAS PALABRAS ADECUADAS. ENSÉÑAME LAS PALABRAS QUE TOQUEN EL CORAZÓN Y EL ALMA DE LOS DEMÁS. CUANDO UN AMIGO NECESITE MI ATENCIÓN Y MI COMPRENSIÓN, ENSÉÑAME LAS PALABRRAS QUE DEN FUERZA Y VALOR, QUE EXPRESEN SÓMO MI AMOR Y MI INTERÉS POR ÉL." (LM 1: 34) ("LA DULCE ARMA"; Página 46).-
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