LA IMPORTANCIA DE UN IEHUDI
Y EL AMOR DE HASHEM AL PUEBLO DE ISRAEL
por Gabriel ben-Israel
para LebEjad no. 35 y Matók MiDvásh
Dice Rashi: ¿para qué nos describió la Tora todas las escalas que el pueblo de Israel tuvo en el desierto? Para mostrarnos el “favor” y la bondad de Hashem hacia nosotros, que aunque nos haya decretado estar deambulando por el desierto durante 40 años, no permitió que esos viajes dejen de ser placenteros y que nos provoquen incomodidad, y no hizo que sea un constante peregrinar sin descanso, ya que vemos que fueron 42 viajes en 40 años.
Y continua el rab Iaacov Noiman ztz”l, en su libro Darje Musar, que Rabi Tanjuma nos explica la misma pregunta de otra forma: lo compara con un rey al que se le enferma el hijo, y para curarlo, tiene que llevarlo muy lejos; solamente cuando están volviendo, el padre comienza a enumerar y contar lo que está pasando en el camino (en el viaje de ida no, ya que está muy preocupado por la enfermedad del hijo).
De aquí vemos cuánto es el amor de Hakadosh Baruj Hu al pueblo de Israel.
El Saba Mikelem ztz”l preguntó: ¿qué es lo que dijo Jazal sobre Bilam, que Hashem le puso las palabras en su boca? No se entiende, ¿acaso no tenemos todos libre albedrío? ¿Hashem le quitó a Bilam el poder de la elección? Y contestaron: de ninguna manera Hashem le quitó el poder de elegir qué hacer, sino que Hakadosh Baruj Hu le reveló para que vea con sus propios ojos, la grandeza del pueblo de Israel, su importancia y sus virtudes, después de ver esto, ¿quién podría querer maldecir?, después de ver las buenas cualidades del pueblo de Israel, hay un sólo camino, solamente queda abierta la puerta para darle bendiciones y alabanzas.
El Talmud, en el Tratado de Baba Metzia (hoja 83) nos relata un hecho en el que Rabi Iojanan ben Matia le dice al hijo: ve al mercado y contrata empleados.
El hijo va, busca empleados, y les fija el salario, ¿cuál es el salario que les fija? Que por trabajar les darían de comer.
Cuando el hijo vuelve al lado de su padre, el padre le explica: aunque después de cada jornada de trabajo, les hagas a los empleados la comida más importante que esté a tu alcance, no saldrás de la obligación de pagarles por su trabajo, ya que ellos también son hijos de Abraham, Itzjak y Iaacov.
Estas palabras nos muestran la categoría que tiene el pueblo de Israel, que hasta un “simple trabajador”, que él mismo no se considera merecedor, ni pasa por su mente que le corresponda más que un pedazo de pan con unas legumbres, para Rabi Iojanan ben Matia, que él sí entiende lo que es un “alma” de Israel, que todo “simple iehudi”, es descendiente de Abraham, Itzjak y Iaacov. Hay una conexión entre cada iehudi y los abot hakedoshim, los sagrados ancestros.
No existe un “simple iehudi”, ya que cualquier “simple iehudi” es más importante, “elevado” y “pesado” que cualquier gran superministro de los otros pueblos del mundo, ¿por qué?, simplemente porque es descendiente espiritual de Abraham, Itzjak y Iaacov.
Más todavia, todo “simple iehudi” está conectado con nuestra Torah Hakedoshah, y la Torah Hakedoshah nos conecta a Hakadosh Baruj Hu, entonces esto le da a todo iehudi una “altura” sin límite.
Entonces, el amor de Hashem Itbaraj sobre el Am Israel tampoco tiene límite, y nos relata los viajes que atravesamos, aquí dormimos, allí nos levantamos, etc. Ahora, en el transcurso de nuestra diáspora cercana a los 2000 años, Su Gran Amor está escondido, en secreto, no está revelado para todos el amor hacia el pueblo de Israel (pero el que quiere verlo seguro que lo puede ver).
Que seamos meritorios de ver el Melej Hamashiaj muy pronto, en nuestros días, y que podamos todos comprender la grandeza y la importancia del pueblo de Israel, y que se cumpla “y serán reyes con su fe”, en honor y gloria a la Toráh -a la Verdad- y al Creador.
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