23 agosto 2007

parashah: Parashat Ki-Tetsé, por Jana Simon - La hermosa cautiva

Parashat Ki-Tetsé, por Jana Simon - La hermosa cautiva
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Wednesday, 22 de August de 2007, 21:43
 
Parshat Ki Tetsé: La Hermosa Cautiva
 
por Ruth Jana Simon
Queridos amigos:
 
   En esta parshá, como resultado de las leyes de la guerra "opcional", la Torá nos da reglas de cómo actuar con los cautivos. Nuestro Libro Sagrado nos provee herramientas psicológicas para luchar contra la atracción que el soldado judío puede sentir por una linda mujer extranjera. Se establece un período mediante el cual la atractiva mujer cautiva se hace fea temporalmente y a su vez renuncia a su religión idólatra y a su familia, y decide que quiere ser judí­a. Sólo después de ésto se inicia el proceso de conversión al judaísmo. Si la relación que tiene con el soldado acaba siendo algo temporal, se la debe tratar con dignidad y consideración. El soldado judío debe resistirse a las tentaciones que normalmente se presentan en las batallas, pero se le permite tomar a la bella cautiva sólo de acuerdo con las leyes de la Torá.
 
  Mirando este Mitzvá vemos que es una concesión a las bajas inclinaciones del hombre cuando se encuentra en el fuego de la batalla; pero por otra parte, la Torá le exige más de lo que se exige a soldados de otras naciones, que son notorios por actuar inmoralmente. Recuerdo un articulo que leí hace unos meses en The New York Times magazine sobre las mujeres soldados en Irak. El artículo me impactó porque yo no podí creer que los soldados norteamericanos fueran tan salvajes con sus propias compañeras. Las mujeres se quejaban de que habían tenido que dejar de servir a su paí­s a causa de que fueron agredidas por sus superiores. Vemos que no es buena idea que las mujeres vayan a la guerra; pero una vez allí, tener miedo de sus propios superiores además de tener que enfrentarse con el enemigo, es algo que nunca van a olvidar y muchas de ellas acabaron en hospitales psiquiátricos. El soldado judí­o no es así ni siquiera con las mujeres del enemigo. Hay una gran diferencia.
 
  Si después de un mes de esperara, durante el cual la cautiva se dejaba crecer las uñas y se rapaba el cabello para parecer menos atractiva, el soldado judío decidí­a no casarse con ella se la tenía que dejar en libertad sin humillarla.                     "Cuando vas a la guerra contra tus enemigos" (Deuteronomio, 21:10), el mayor enemigo es el satán, nuestra inclinación al mal, y la mejor defensa contra él es una ofensiva: en vez de esperar que el yetzer hará te ataque, hay que atacárlo  primero estudiando la Torá y cumpliendo los Mitzvot constantemente. Si te alejas del peligro espiritual, vencerás (Nesivos Shalom). Si empiezas a luchar saldrás victorioso porque "HaShem pondrá a los enemigos en vuestras manos" y recibireís ayuda divina para ganar la batalla, tal como dice el Talmud, "quien intenta purificarse recibe ayuda de arriba".
 
  El Rambán explica que el Mandamiento de ir a la guerra, "Miljemet Mitzvá", es parte del Mandamiento de habitar en la Tierra de Israel, manteniéndola bajo soberanía judía, y estableciendo la vida nacional judí­a en Israel es como cumplimos esta Mitzvá. No sólo lo hacemos con tanques y aviones sino con cada nueva Casa Judía. También podemos tomar ésto como algo más interior, cosiderando a la guerra y a nuestros enemigos como la guerra con el Yetzer Hará. De todos modos, los mandamientos de la Torá que tratan acerca de la guerra nos enseñan que aun cuando las naciones enemigas disputan nuestros derechos a la Tierra de Israel, tenemos la obligación de establecer el "Reinado de HaShem" cuando nos encontramos en Israel, incluso si encontramos dificultades personales. Los Rabinos comparan a los enemigos con el satán que quiere atraparnos, y al deseo por la mujer esclava con las tentaciones que confrontamos cada día de nuestras vidas.
 
  Cuando recitamos el Salmo 27 en el mes de Elul, El Rey David también se refiere a este conflicto con el enemigo, "enemigos que vienen a comer mi carne" (Salmos, 27:2) y nos ofrece una guía para poder vencer a nuestros adversarios tanto humanos y materiales como espirituales, poniendo nuestra confianza en HaShem frente a todas nuestras dificultades. Es fá¡cil dejarnos llevar y caer en tentación, pero David Hamélej nos recuerda que "hay que ser fuertes, tener valentí­a y esperar a HaShem".
 
  Esta parshá nos dice que la mujer cautiva debe llorar todo un mes por su familia antes de casarse con su captor. El Zohar nos dice que este mes de llanto está relacionado con el mes de Elul. ¿Cuál es la conexión? Nuestros Sabios explican que esta mujer se debe pasar un mes llorando a causa de que vivía una vida de idolatría y sólo después puede empezar una nueva vida casada con un judío. Si no llora, su vida pasada siempre va a ser parte de ella y le va a impedir que crezca espiritualmente. Así también antes de que nosotros empecemos una nueva vida espiritual a partir de Rosh HaShaná, debemos pasarnos un mes llorando por nuestras acciones pasadas y así podemos empezar de nuevo.
 
  Finalmente vemos que el término Zajor (Recuerda) es el término predominante de esta parshá. "Acuérdate de lo que HaShem hizo a Miriam..." (Deuteronomio, 24:9). "Debes recordar que eras esclavo en Egipto"; y finalmente el famoso verso, "Recuerda lo que Amalek te hizo" (25-17). O sea recuerda las malas lenguas, cuando alguien difama a otros todo el pueblo sufre, recordad que fuisteis víctimas y que no debeis oprimir a otros; no como Amalek que es la antítesis de una sociedad justa y misericordiosa. La nación de Amalek es lo opuesto a la idea del carácter nacional de un pueblo que se basa en la justicia y la obligación de amar al prójimo y seguir la palabra de HaShem. Amalek es una nación malvada, su fuerza está en la espada y en atacar a los más débiles. Cuando Amallek pelea con Israel encontramos la guerra entre dos naciones opuestas, la espada y la palabra de HaShem; y a través de esta batalla aprendemos la Mitzvá de borrar la memoria de Amalek, borrar toda memoria de una sociedad injusta para poder construir un mundo basado en los valores de la Torá.
  El resto de las numerosas leyes que encontramos en esta Parshá, 74 en total, tratan de crear una civilización que refleje santidad incluso en sus más mínimos detalles, una sociedad donde la compasión, modestia y ayuda al prójimo sean las reglas que guien nuestras vidas.
  Al final de los tiempos, el malvado Amalek será destruído y las fuerzas del bién podrán permear la tierra.
Mi Brajá de esta semana es que HaShem nos ayude a luchar por la justicia y a los que estamos viviendo en Israel a hacer todo lo posible para que esta tierra sea la Tierra Santa.
 
  Shalom desde Yierushalaim!
 

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