26 agosto 2009

Barranquilla: PARASHAT KI TETZE: la victoria nos esta asegurada por parte de HASHEM,para este 5770. ELUL: Tiempo de endulzar y atraer las Bendiciones

PARASHAT KI TETZE: la victoria nos esta asegurada por parte de HASHEM,para este 5770. ELUL: Tiempo de endulzar y atraer las Bendiciones
de Asher Amram Ben Avraham Avinu - Wednesday, 26 de August de 2009, 19:38
 

בס"ד

 

PARASHAT KI TETZE
(Cuando salgas)

 

Libro Devarim / Deuteronomio (21:10 a 25:17)

Haftará de la Semana:
Yeshayahu / Isaías 54:1-10

 

Este Envio de Torah Semanal esta : Dedicado a la Refua shelema
 ( curación completa) de:
Sr. Alberto Girado Lobo 
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam Toba
Netanel Ben Sara
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Aylin Bat Olga
Leah Zehara bat Miriam Sasha
 
Leiluy Nishmatam ( Elevación de las  Almas) de:
HaRab Jaim Ben Rosa HaLevy ZT´´L
HaRab Jaim  David Ben Shraga Fievel Zukervar  ZT´´L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr Miguiel Avila Z''L
Julio Wasserman Z''L
 
 * Si desea dedicar este envio de Torah, por la pronta recuparacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algun ser querido, por favor envienos un correo con el nombre de la persona y el nombre de su Madre. 


Horario del Encendido de Velas para Shabat en Barranquilla, Colombia.

 

Fecha

Hora    

Viernes, 28 Agosto, 2009

Encendido de velas a las: 17:54

Shabat, 29 Agosto, 2009

Shabat concluye: 18:43

   

Es considerada una gran mitzvá y una responsabilidad honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.

Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.

 


 

 En esta semana la Torá nos cuenta acerca de la vuelta de la guerra de los soldados de Israel, la porción semanal comienza con el versículo: "Cuando salgas a la guerra sobre tus enemigos, y te lo dará Di-s en tus manos…" Este versículo presenta una dificultad básica: La Torá nos dice que el enemigo será entregado con tan solo salir a la guerra, no hay mención alguna de batalla ni lucha contra el enemigo, el enemigo será entregado solamente con salir a la guerra.
Sobre esto podemos rescatar un mensaje, en la lucha diaria de la vida, podemos dudar si salir a la guerra contra las dificultades que se nos presentan, cuando muchas veces no creemos posible una victoria, debemos saber que si salimos a la guerra por sobre nuestros enemigos, teniendo en mente que la victoria nos esta asegurada por parte de Di-s lo único que tenemos nosotros que hacer es salir a la guerra , enfrentar nuestros miedos, y batallar contra nuestras debilidades sabiendo que Di-s nos entregara al enemigo en nuestras manos.

 

Resumen de la Parasha

 

Setenta y cuatro de los 613 preceptos (Mitzvot) de la Torá se encuentran en la sección Ki Tetzé. Estos incluyen las leyes de una cautiva bella, los derechos de herencia del primogénito, el hijo rebelde y descarriado, entierro y dignidad de los muertos, la devolución de un objeto perdido, el envío del ave madre antes de tomar a sus pichones, la responsabilidad de construir un cerco de seguridad en el techo de una casa propia, y las varias formas de kiláim (híbridos prohibidos entre plantas o entre animales).
También son recontados los procedimientos judiciales y las penas por adulterio, por la violación o seducción de una moza soltera, y por un esposo que acusa falsamente a su mujer de infidelidad. Los siguientes no pueden casarse con una persona de linaje judío: un bastardo, un varón de descendencia Moabita o Amonita, una primera y segunda generación de Edomita o Egipcio.
Esta sección también incluye las leyes de la pureza del campamento militar; la prohibición de entregar un esclavo que se escapó; la obligación de pagar a un trabajador a tiempo y de permitir a cualquier animal o persona que trabajan para uno, "comer mientras trabaja"; la forma correcta de tratar a un deudor y la prohibición de cobrar interés por un préstamo; las leyes de divorcio (de donde son derivadas muchas de las leyes de matrimonio); la pena de 39 latigazos por la trasgresión de una prohibición de la Torá; y los procedimientos de ibum ("matrimonio levirático") de la mujer de un hermano fallecido que no tuvo hijos o jalitzá ("quitado del zapato") en el caso en que el cuñado no desee casarse con ella.
Ki Tetzé concluye con la obligación de recordar "lo que Amalek te hizo en el camino, cuando salían de Egipto"
 

Comienza la parashá de esta semana refiriéndose a las leyes sobre una mujer cautiva, capturada en una guerra fuera de Canaán. Señala la Torá leyes sobre el comportamiento del hijo rebelde y su castigo.

Se le recuerda al Pueblo de Israel otras leyes y el cumplimiento de ciertas mitzvot y prohibiciones, como ser la prohibición de dejar colgado toda la noche a quien haya sido condenado a muerte en la horca, debiéndose inhumarlo en el mismo día. La mitzvá de devolver a su dueño algún objeto perdido. La mitzvá de levantar a un animal que se ha caído. La prohibición de vestir ropas del sexo opuesto. Las leyes sobre la paloma y sus pichones. La mitzvá de construir una baranda de seguridad alrededor del techo de cada casa. La prohibición de vestir Shaatnez (tela con mezcla de lana y lino). La mitzvá del uso de tzitzit. Las leyes referidas a la falsa acusación de infidelidad, de un esposo contra su esposa, después del compromiso y antes del matrimonio, o si la acusación fuera cierta, y los castigos correspondientes; también las leyes concernientes al caso de adulterio, la violación de una mujer comprometida, los matrimonios permitidos y prohibidos, especialmente con personas de las naciones de Amón y Moab.

Leyes referidas al pecado de prostitución, la prohibición de cobrar intereses a los judíos, como también sobre el cumplimiento de una promesa.

Leyes de divorcio (guet), leyes sobre el recién casado, leyes referidas al secuestro. También nos trae esta parashá leyes sobre las garantías a tomar en caso de préstamo de dinero a otro judío, sobre la obligación del pago del salario a la terminación de un trabajo.

Otras leyes referidas al levirato y a la jalitzá. También las leyes que obligan a comerciar honestamente, no usando balanzas defectuosas, ni engañando al cliente en el peso ni en las medidas.

Por último, se recuerda al Pueblo de Israel las traicioneras acciones de Amalek, debiendo borrar su recuerdo de la faz de la tierra.

 

Tomado de: Es.chabad.org




Enfoques sobre la Parashá


Cuando olvidar vale la pena

por Rav Moti Maarabi
 

"Estos son los preceptos para cuyo cumplimiento la Torá no asigna límites: Peá (rincones de un campo en cultivo, que no debían ser cosechados durante la siega, reservándolos para los necesitados y extranjeros desprovistos de tierras), las primicias (primeros frutos de la tierra, que se traían como ofrenda al Templo), el Reaión (ofrendas que se traían al Templo de Jerusalém en ocasión de las 'Fiestas de Peregrinación': Pesaj, Shavuot y Sucot), la beneficencia, y el estudio de la Torá" (Mishná Peá I:1).

El mes de Elul, "Tiempo de Misericordia y Perdón" para el pueblo de Israel, asume un significado muy particular no sólo en cuanto a la relación con D-s, como lo indica su nombre, sino también a la de nuestros vínculos con nuestros prójimos.

A lo largo del mes, último del calendario hebreo, debe existir una suerte de "tornar corazones" entre los integrantes del pueblo judío. Así lo entendieron nuestros rabinos, cuando al querer hallar ese símbolo, "leían" en cada letra de las cuatro que componen el nombre Elul en hebreo, un mensaje doble, a saber:
 
E (equivalente a la letra "alef") = Ish;
L (equivalente a la letra "lámed") = Le-reéu;
U (equivalente a la letra "vav") = U-matanot;
L (equivalente a la letra "lámed") = La-ebioním.

Vale decir: "Cuando cada Hombre (ish) se torne hacia su prójimo (le-reéu), y cuando se dan regalos (matanot) para los indigentes (ebionim)"; así también este mes, significaba con sus letras un caro concepto que anidaba en el sentimiento profundo de nuestros Sabios, insinuando tanto el vínculo con el Creador, como así también para con sus congéneres:

E (equivale a la "alef") = Aní;
L = Le-dodí;
U (equivale a la letra "v"cuando no es vocal) = Ve- dodí;
L = Lí.
 
Es decir:
"Aní Le-dodí Ve-dodí Lí" - "Yo soy de mi amado y mi amado lo es para mí". El mes propone, el hombre dispone. Y entre ambos, asoma mágicamente en el tiempo nuestra Torá, donde el privilegio de la vida no le es concedido a unos pocos, y construye un puente -vital, atemporal y ético-, entre ese tiempo que nos propone y la sociedad que se predispone a vivir ese momento
con integridad.

Así, accederemos una vez más a través de la presente perashá "Ki Tetsé" - "Cuando salieres", a esos aspectos donde cuidadosamente el texto bíblico nos propone "ganarnos la recompensa" de ser un poco más humanos, por medio del cumplimiento de preceptos que, tal cual lo perfila la Mishná (recopilación de la tradición Oral del pueblo judío, Siglo III de la Era
común), "No se les asigna límites"(es decir, no se nos dice de cuánto deben ser ni de cuánto deben constar; preceptos no cuantitativos).

De este modo, quedarán expuestos en el capítulo 24, y a partir del versículo 19 hasta el 22 (tan sólo cuatro versículos son suficientes, insinuaría la Torá, para comprender la Tsedaká...) los criterios básicos que -en cuanto a los donativos a los pobres- deberemos implementar. La Torá nos habla de: ..."cuando segares tu mies en tu campo, y olvidares alguna gavilla en el campo..." ¿Qué hacer en ese caso?... "No vuelvas para recogerla".

Debo dejarla. No volver tras de mí. Debe quedar allí donde quedó. ¿Para quién? "...será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda...." establece nuestra Torá. Y si prevalece en nosotros la duda, si es que vale la pena obrar de este modo, nos lo aclara el final del versículo: "...para que Te bendiga el Señor, Tu D-s, en toda obra de tus manos". Pero allí no
termina la tarea. Es sólo el comienzo. El otro espacio lo constituye: "...cuando vareares tus olivos... No recogerás las ramas que hayas dejado tras de ti..."

Nuevamente se me indica no retroceder. Nuevamente los beneficiarios serán el "extranjero, el huérfano y la viuda". Y por último, el tercer recinto de productividad tampoco será "presa del olvido": "...cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras de ti".

No debo "volver a buscar". Mi primer intento, meticuloso o no, ya es suficiente. También aquí, el extranjero, el huérfano y la viuda necesitan recorrer la viña. Pero cabe la pregunta: ¿cuál es el objetivo del mandamiento? Podríamos pensar, a priori, en el apoyo material al débil y mendigo. Pero no. No creemos que la finalidad sea precisamente ésa, al menos desde el punto de vista social. ¿Por qué? Nos induce a pensar de este modo, el hecho de la cantidad ínfima que proporcionan la espigadura y la gavilla olvidadas, que no podrán satisfacer las necesidades materiales de estos tres sectores, profunda y sensiblemente carenciados.

Más aún llama la atención, lo fortuito en el cumplimiento de tales preceptos. No sólo eso, creemos que es inaceptable, hacer depender la imprescindible ayuda al menesteroso, de... ¡la casualidad del olvido!

Estamos, eventualmente, ante el único precepto que no depende de la voluntad humana. Y tal vez, la única oportunidad en la cual no hay intención (Cavaná) en el cumplimiento del mismo. (¡Nadie olvidará algo suyo y tan prioritario como el alimento en su propio campo!). Por lo tanto: ¿cuál es el propósito último de esta noble ordenanza? Y nos respondemos: tal vez debemos buscar el propósito de la misma, en la ausencia de intención de ella.

El Sefer HaJinuj (obra referida a los 613 preceptos, donde se explican sus motivos, fundamentos y principales normas. La identidad del autor se desconoce, habiendo quienes la atribuyen a Rabí Aharón HaLeví, sabio Barcelonés del Siglo 12), sugiere que la raíz del precepto encierra la idea de "la educación del individuo, o más bien, la educación de la conciencia del individuo" - "She-ikné bazé Néfesh Tová" - "Para que pueda forjarse un Nefesh (la totalidad de su ser vital), un alma buena y generosa". Es decir, que D-s quiso que el pueblo de Israel, sea ornamentado, adornado (para ser embellecido) con toda virtud, buena y cara, para que posea un "Alma generosa y espíritu dadivoso". ¿Cómo podemos explicarnos todo esto?

Se nos sugiere que hay Acciones -"Guemilut Jasadim"-, o sea, todos aquellos actos que provienen de la Bondad ilimitada. Cuando estas acciones -Jasadim- forman parte de nuestra dinámica espiritual, nuestro Nefesh, nuestra Alma resultaría quedar "Impresionada" por la buena actitud, y así se tornaría cada vez más y más bondadosa, permitiendo al Jesed crecer en nosotros, transformándose de ese modo (el alma) en el receptáculo ideal para la Bendición del Eterno "...Para que Te bendiga el Eterno, Tu D-s, en toda obra de tus manos".

Por tanto, sepamos discernir un criterio básico: los motivos para los preceptos que tienen que ver con lo social, en cuanto a lo equitativo, o mejor dicho, a la equiparación en el plano de las necesidades vitales que hacen a cada ser humano; decíamos, que los preceptos no sólo son ordenados para mejorar la situación de los pobres, sino y fundamentalmente, para
educar a los más pudientes...

Debemos intentar, cada día de cada año, "adquirir una alma bondadosa". No basta con nacer bueno. El Jesed, la bondad, es un atributo que como cada uno de nosotros, debe acompañar nuestro crecimiento físico y moral. No hay casualidades. El olvido que nos plantea la Torá, es activo: ¡No nos olvidemos de que somos humanos! No pretendamos "llenar nuestras almas" recogiendo hasta el último beneficio de nuestro trabajo, pues de esa forma la "estaremos vaciando" de su esencia: la generosidad...

Por eso, tal vez, la Torá nos pide: "¡No te vuelvas para atrás...!"

Retroceder es descender de tu escala espiritual, de ese "Ruaj nedibá", de ese espíritu dadivoso que te habrá de mostrar... ¡cuánto has crecido!

A veces es bueno olvidar. Cuando mi olvido me "permite recordar" cuán humano debo ser, para deberme al pueblo judío, a su Torá y por sobre todo ¡a D-s!

Tomado de: eduplanet.net

 

ELUL: UN MES MAS...


"... y llorará por su padre y su madre durante un mes..."
(Devarim 21,13)


Treinta días: es el mes de Elul, según el Zohar Hakadosh (en realidad veintinueve, ya que dice "ieraj iamim", los días de la luna, los días en que la luna da la vuelta a la tierra, que equivale a un mes de nuestro calendario).


¿Y por qué tenemos que decir que treinta días se refiere al mes de Elul si esta perasha se podría decir en cualquier mes del año?, pregunta el rab Miller Shlita en su libro "Shiur Leiom Hashabat". Y podemos agregar, en el Sifri está escrito: "y llorará por su padre y su madre" no es una metáfora, se refiere a sus verdaderos padres, dice rabi Eliezer. Y rabi Akiva discute con él diciendo que cuando se habla de padre y madre no se habla de otra cosa sino de la idolatría, como trae el versículo en el profeta Irmiahu (cap. 2) donde llama "padre" a las maderas que usan para el culto a la idolatría.


Si queremos decir que la postura de rabi Akiva es correcta, debemos entender por qué hace falta un mes para llorar por el culto pagano...
Intentaremos comprenderlo utilizando la Guemara en el tratado de Julin (hoja 142): Rabi Iaacov y Elisha ben Abuia vieron el mismo hecho cada uno por su lado: un muchacho va a recoger unas crías de pajaritos por el pedido de su padre. Aparte de cumplir con el pedido de su padre (que se encuadra en el precepto de honrar al padre y a la madre), cumple con otro precepto, "Shiluaj Haken" (echar del nido a la madre y recoger los pichones o los huevos). En el camino de regreso a su casa, el niño se cae y muere!!!


Elisha ben Abuia protesta: este muchacho acaba de cumplir dos preceptos: honrar al padre y a la madre y Shiluaj Haken, dos preceptos donde la Tora nos garantiza "larga vida", ¿por qué, entonces, el hijo muere? Y al no poder contestar esta pregunta, Elisha ben Abuia se apartó del buen camino y "negó" toda su creencia.


Rabi Iaacov se formuló la misma pregunta, pero, también la contestó: "para que se alarguen tus días", en el mundo donde todo es bueno, por eso, no ve ningún problema en la muerte del hijo. Dijo rabi Iosef, si el "otro" (Elisha ben Abuia) hubiera explicado el versículo de esta forma, no habría pecado...


¿Y por qué el "otro" (así lo llaman a Elisha ben Abuia después de renegar a la Tora, lo alenu) no llegó a la respuesta correcta? Encontramos la contestación en el libro "Oznaim Latora", que explica el versículo de acuerdo a la Guemara en el tratado de Jaguiga (hoja 15b): "decían sobre él que cuando estaba en el Beit Hamidrash llevaba consigo muchos libros profanos". Por eso, podemos decir que después de haber leído ideas extrañas en esos libros que no concuerdan con el pensamiento de la Tora, Elisha ben Abuia se sentaba a estudiar Tora, pero su cabeza ya estaba repleta de cosas ajenas a nuestro camino, de ahí que ahora su mente no podía razonar correctamente.


Rabenu Bejaie, en la introducción a la perasha "Maase" resalta la importancia del "estudio de base", el primer estudio que hace la persona, lo que lo "marca", y así está escrito en el Mishle de Shlomo Hamelej (cap. 4): Lo primero, lo principal para saber, es "comprar" la sabiduría, y preocuparse en que todas las adquisiciones sean "compras inteligentes". Es casi imposible traducir el versículo pero la idea implica que si queremos estudiar Tora, si queremos que la Tora sea parte de nuestra vida, tenemos que "fundar", establecer los fundamentos, formar una base sólida de Tora, como primer paso. Esto es lo que enseño al pueblo de Israel el rey Shlomo: antes de estudiar cualquier otra ciencia, cualquier otro estudio, primero, estudien Tora, la Tora facilitará luego el estudio de cualquier otra sabiduría. Pero, si estudian primero otra cosa, ajena a la Tora, ese estudio "tuerce" nuestros corazones y nos empuja a seguir estudiando otras cosas, sin dejar lugar al ingreso de la Tora, lo alenu.


Al adelantarnos, al estudiar primero y como base principal la Tora, la Tora forma una estructura que permite la entrada de otras ciencias, sin que esas ciencias puedan desvirtuar el eje principal. La Tora permite la entrada pero no les da la fuerza para que puedan anularla (hasta aquí, Rabenu Bejaie).


En el Tehilim (cap. 111): "el principio de la sabiduría, es el temor a Hashem". La mente humana tiende a mantener una "inercia" inimaginable, cuando fija un camino, una forma de conducirse, es muy difícil cambiarlo, inclusive cuando ese camino está muy equivocado. Y esta tendencia se encuentra en casi todo el mundo, nuestro cerebro no está dispuesto a reconocer que estamos equivocados, e intentamos a toda costa mantener nuestra primera idea.
¿Se puede corregir este defecto que está en casi todos nosotros (para no decir en todos)? Seguro, aunque no es fácil, pero es lo que nos enseña David Hamelej en el versículo que acabamos de escribir: todo pasa por el "temor" al Bore Olam...


Y justamente por esa tendencia de nuestra mente, la Tora enfatiza que la prisionera tendrá que llorar a "sus" creencias durante treinta días.
Su conducta, sus costumbres adquiridas desde la niñez, están "impregnadas" en su mente, y no será fácil borrar la memoria. Esta muchacha, para convertirse en la esposa de un iehudi tiene que hacer desaparecer sus raíces, y para esto son necesarios, por lo menos, treinta días de introspección.
Y, desde luego, esta es la razón por la cual Jazal relaciona este mes del versículo con el mes de Elul, tiempo de reflexión, de revisar "por dentro". Hakadosh Baruj Hu, nos regaló, con su infinita piedad, en cada año, treinta días para que podamos investigar todas las acciones realizadas (y no realizadas) en el año que pasó. Todo momento de este mes necesitamos volcarlo al esclarecimiento, un estudio que no es sencillo, un estudio meticuloso de nuestras intenciones, para descubrir las verdaderas y las falsas. Y más difícil resulta cuando nos adentramos en nuestras mentes, que siempre buscan la excusa "perfecta" para cualquier acción que no tuvo la intención correcta...


Ahora, este año, en estos días más que en cualquier otro tiempo, calza perfectamente la Mishna del Pirke Avot (cap. 2), donde Jazal nos advierten: el día es corto y hay mucho para trabajar. Esto nos debe despertar, y darle la importancia a estos días, de los cuales ya pasaron unos cuantos, pero no todos...


* * *


En el libro "Tnuat Hamusar" descubrimos las costumbres del rab hagaon Itzjak Blazer ztz"l, en los días del mes de Elul. Su vida "cambiaba" durante el mes de Elul. Los que lo conocían ya no se asombraban del "trabajo" que realizaba cada año, y en especial, de su temor al Bore Olam.


En la época en que vivió en la ciudad de Kuvna, desde el principio del mes hasta el día después de Iom Hakipurim, tenía la costumbre de abandonar su casa e irse a vivir solo a distintos lugares que utilizaba para reflexionar y elevarse. Estos lugares podían ser: la casa de veraneo que la familia tenía en un monte cercano a la ciudad, un Beit Hamidrash en Slavodka, el altillo de la casa del rab Shagra Frank en una ciudad lindante a Kuvna, y otros más... A veces, también se encerraba en uno de los cuartos de su casa.


Durante sus días de balance se apartaba de todo lo relacionado con el mundo material, y no hablaba ninguna palabra ni de temas generales, ni de temas de negocios, solamente hablaba de Tora. Sus alumnos, y gente que lo seguía y a la que le gustaba escucharlo, tenían horarios fijos para estar junto al rab, en los cuales dictaba conferencias que invitaban a la reflexión y al arrepentimiento.


Su costumbre de no hablar palabras que no sean de Tora durante todo el mes de Elul, la conservó durante toda su vida, y por nada del mundo se apartaba de esto. Si sucedía algo que generaba la necesidad de hablar, si no quedaba alternativa, escribía sobre un papel lo que le urgía decir...
Una vez, lo fue a visitar un rab muy importante, de otra ciudad, el tema a considerar era de suma gravedad, pero, de todos modos, el rab escribió: "me puse un límite, y no puedo cambiar...", y no habló con el rab!!!


Sucedió uno de esos años, que tuvo una hija en el mes de Elul. Rabi Itzjak fue a visitar a su esposa al sanatorio y le dijo solamente: "felicidades", y, aunque fue a verla muchas veces hasta que la dieron de alta, no habló con su esposa ni una palabra...


En otra ocasión, tuvo que viajar con su esposa, a mediados del mes de Elul, a una ciudad de alemania, para hacer una consulta médica con un especialista. Consiguieron la cita con el conocido profesor, especialista en el tratado de la enfermedad que padecía la esposa. Rabi Itzjak mantuvo su costumbre y no habrió la boca!!! El profesor supuso que el rab era mudo, y con cara de tristeza se dirigió a la rabanit lamentándose por el hecho de la "mala suerte" que tuvo una mujer joven y hermosa de tener que casarse con un hombre viejo y además mudo! El rab, al escuchar semejante disparate, sonrió, pero no contestó nada...


Otro año, el rab estuvo bajo un tratamiento médico que incluía baños en el mar, todos los días. Con este fin, viajó, ese verano, a una ciudad que estaba a orillas del mar Báltico, y el tratamiento se prolongó hasta mediados del mes de Elul, según las indicaciones del doctor. Sabiendo que en el momento de irse, no podría despedirse de las personas conocidas y de quienes colaboraron con él en su estadía, adelantó las despedidas a la víspera del principio del mes...


En sus últimos años de vida, en los que vivió en Ierushalaim, sufrió una dura enfermedad, y, justo en Elul, tuvo que viajar a la ciudad de Viena, en Austria, para someterse a una delicada operación. Rabi Itzjak pensó, que debido a su enfermedad y a la operación que lo esperaba, podría abandonar su costumbre, entonces, antes de salir de Ierushalaim, reunió tres sabios para que le permitan romper su "promesa". Pero, lo más probable, es que a pesar de tener el permiso, haya guardado su costumbre durante toda su estadía en Viena.


Estando en Viena, lo visitaron numerosos rabanim, acompañados de las personas más importantes de las comunidades de la región, y entre ellos, estaba el rab Ieshaia Firsht, uno de los rabanim más importantes de Europa en esos días, pero rab Itzjak, mantuvo su santa costumbre y contestó sus preguntas con "papelitos".


En el libro "Ubejen Tzadikim" atestiguan sobre la forma en que rezaba rab Itzjak. Normalmente, durante el mes de Elul, en el rezo de la tarde estaba en el Beit Hamusar de Kuvna, y cuando terminaban los rezos, todos los días, tenían que "secar" el mar de lágrimas que quedaba en el lugar que estuvo parado el rab. Cosas reales, no pretendemos llegar a semejante categoría, pero estamos obligados a aprender de ellos, y sentir un poquito de envidia...


Lekaj Tov.

Leiluy Nishmat Rina bat Matilde (Aleha haShalom)

 

Tomado de: http://judaismohoy.com/article.php?article_id=1302


¿Tú, qué sabes del amor?

La sección de la Torá denominada Ki Tetzé comienza expresando: "Cuando salieres a la guerra contra tu enemigo y El Eterno, tu Dios, te lo entregare en tu mano y capturares cautivos" (Deuteronomio 21:10).

Los sabios explicaron que refiere a la guerra del individuo que debe entablar permanentemente contra su propio mal instinto. Y al respecto está escrito: El mal instinto se fortifica contra la persona cada día, y si no fuese por la ayuda de Dios, el individuo no podría con él (Talmud, tratado de Kidushín 30).

Es decir, es muy difícil enfrentarse al mal instinto valiéndonos únicamente de nuestras propias fuerzas, se requiere de la ayuda de Dios. Por lo tanto se deduce que lo que se requiere de nosotros es entablar la batalla, dar el primer paso, salir a combatir contra el mal instinto, y una vez que hayamos hecho esto, Dios nos ayudará a derrotar al enemigo. Como está escrito: "Cuando salieres a la guerra contra tu enemigo...", e inmediatamente a continuación: "y El Eterno, tu Dios, te lo entregare en tu mano y capturares cautivos". Es decir, tú das el primer paso, y Dios lo entregará en tu mano para que lo sometas a ti y lo utilices para bien. Como está escrito: "Amarás a El Eterno, tu Dios, con todos tus corazones" (Deuteronomio 6:5). Alude a la tentación del corazón al bien, y a la tentación del corazón al mal. Debes someter la inclinación del corazón al mal y servir con ella a Dios al igual que con la tentación al bien (Talmud, Berajot 54). A esto refiere lo que está escrito: "y capturares cautivos", a tus propias inclinaciones al mal las tomarás cautivas y las someterás a tu voluntad, para que también ellas hagan el bien (véase Fuente de Torá, Torat Moshé).

Un vistazo a la gloria

Luego de este enunciado se enuncian en la sección denominada Ki Tetzé innumerables preceptos. Los mismos poseen incontables misterios encerrados en su interior. Uno de ellos es que conducen a un trabajo espiritual muy elevado que nos ayuda a convertirnos en personas dignas, honestas y generosas. Es decir, individuos que trabajan para someter su mal instinto y subyugarlo al camino del bien.

Encontramos a continuación preceptos del más variado tipo: 

"No verás el buey de tu hermano o su oveja que se extraviaron y te desentenderás de ellos; ciertamente se los devolverás a tu hermano" (Deuteronomio 22:1). Aquí es evidente que este precepto conduce a ser bondadoso y hacer el bien.

Además está escrito: "No verás el burro de tu hermano o su buey caídos en el camino y te desentenderás de ellos; ciertamente los pondrás en pie con él" (Deuteronomio 22:1). También aquí es obvio el objetivo de esta sentencia.

Lo mismo ocurre con este precepto: "Si te encuentras con un nido de pájaro en el camino, en cualquier árbol o sobre el suelo, y hay en él pichones o huevos y la madre está empollando sobre los pichones o sobre los huevos, no tomarás a la madre junto con los pichones" (Deuteronomio 22:6). Se ordena ser generosos con la madre para preservar la especie.

Y este otro no es diferente en el aspecto que estamos identificando: "Si construyes una casa nueva, harás una valla en tu techo, para que no viertas sangre en tu casa si se cae una persona del mismo (Deuteronomio 22:8).

Pero más adelante está escrita una serie de preceptos prácticamente incomprensibles a simple vista:

"No sembrarás tu viñedo con una mezcla –kilaim-, para que lo que crezca de la semilla que plantes y lo producido del viñedo no sea prohibido. No ararás con un buey y un burro juntos. No vestirás fibras combinadas, lana y lino juntos. Te harás hebras trenzadas en las cuatro esquinas de tu vestimenta con que te cubres" (Deuteronomio 22:10-12). Uno observa y pregunta asombrado: ¿A qué clase de bondad conducen estos preceptos?

Y más sorprendente se torna el asunto cuando uno contempla lo que está escrito más adelante: "Cuando los hermanos habitan juntos y uno de ellos muere y no tiene hijos, la mujer del difunto no se casará afuera de la familia, con un extraño; su cuñado vendrá a ella y la tomará para sí como esposa, y llevarán a cabo un matrimonio de levirato. Ocurrirá que si ella concibe, el primogénito perpetuará el nombre de su hermano muerto y no sea borrado su nombre de Israel. Pero si el hombre no desea casarse con su cuñada, entonces su cuñada subirá al portal, a los ancianos, y dirá: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». Entonces los ancianos de la ciudad lo convocarán y le hablarán, y él se parará y dirá: «No deseo casarme con ella». Entonces su cuñada se aproximará a él ante los ojos de los ancianos; ella le quitará su zapato del pie y escupirá ante él sobre el suelo; ella responderá y dirá: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano». Entonces su nombre será proclamado en Israel: «¡La casa de aquel cuyo zapato fue quitado!» (Deuteronomio 25:5:10).

¿Qué significa todo esto: que la viuda le quite el zapato al cuñado porque no quiere casarse con ella y escupir ante él? ¿Acaso es esto bondad?

Es verdad que uno puede presentar aquí cuestionamientos, pero sabed lo que enseñó Hilel: "No hagas a tu prójimo lo que odias que te hagan a ti. Esa es toda la Torá, lo demás son explicaciones" (Talmud, tratado de Shabat 31) Quiere decir, que todos los preceptos de la Torá son explicaciones de cómo hacer el bien al prójimo. ¿Y cómo se aplica en todos estos preceptos extraños que hemos enumerado?

"No sembrarás tu viñedo con una mezcla –kilaim-, para que lo que crezca de la semilla que plantes y lo producido del viñedo no sea prohibido".

Obsérvese que no todas las especies echan la misma raíz ni poseen la misma capacidad de expansión y desarrollo. Hay tipos de plantas que absorben más nutriente e impiden a otras especies nutrirse proporcionalmente y desarrollarse. Pero una misma especie posee fuerzas similares y las plantas pueden crecer juntas sin perjudicarse mutuamente. Se trata de una gran bondad respetar las posibilidades y capacidad de cada especie.

"No ararás con un buey y un burro juntos". Ocurre que el buey y el burro no poseen la misma fortaleza física, y uno sufriría por causa del otro. Uno se vería limitado e impedido de avanzar, y el otro se vería obligado a forzar la marcha más allá de sus posibilidades naturales. Pero Dios se apiada de todas las criaturas y por eso prohibió arar con dos especies de desigual capacidad, para que no sufran (véase Rabeino Bejaie).

"No vestirás fibras combinadas, lana y lino juntos".

Este precepto encierra un gran misterio, el de la disputa de Caín y Abel, los primeros hermanos que existieron sobre la faz de la tierra. Uno de ellos presentó una ofrenda de lino y el otro de lana, esta mezcla fue el inicio de las disputas, los pleitos y los asesinatos. Como está escrito: "Adán conoció a su mujer Eva y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un hombre con El Eterno». Y también dio a luz a su hermano Abel. Abel fue pastor de ovejas y Caín fue labrador. Transcurrido cierto tiempo, Caín llevó una ofrenda ante El Eterno del fruto de la tierra; Abel, él también presentó una ofrenda de los primerizos de su rebaño, y de los más selectos. El Eterno accedió a Abel y su ofrenda, mas a Caín y su ofrenda no prestó atención. Esto le causó a Caín gran enojo y se le abatió el rostro. Y El Eterno le dijo a Caín: «¿Por qué estás enojado, y por qué tienes el rostro abatido? Ciertamente, si mejoras, serás perdonado. Pero si no mejoras, el pecado aguarda en la puerta. Su deseo está dirigido hacia ti, pero aun así puedes conquistarlo». Caín habló con su hermano Abel. Y ocurrió que cuando estaban en el campo Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató (Génesis 4:1-8). Esta es la razón de la prohibición de mixturar lana con lino (Midrash Tanjuma)

Te harás hebras trenzadas en las cuatro esquinas de tu vestimenta con que te cubres" (Deuteronomio 22:10-12).

La razón de este precepto es provocar que uno recuerde el vínculo con Dios y Sus preceptos. Como está escrito: "Serán por flecos denominados tzitzit para vosotros, para que lo veáis y recordéis todos los preceptos de El Eterno y los realicéis; y no os desviéis tras vuestros corazones y vuestros ojos, tras los cuales os descarriáis. Para que recordéis y realicéis todos Mis preceptos y seáis santos ante vuestro Dios (Números 15:39-40).

En cada uno de los cuatro extremos de la ropa se colocan estos flecos. Para ello se doblan cuatro hebras y se enhebran por el ojal que se ha abierto en la tela, luego se unen las hebras y se las sostiene igualadas. Se toma una de las mismas para rodear a las demás y se comienza a dar vueltas por sobre las otras. La cantidad de vueltas que se dan con la hebra escogida sobra las otras siete es de 39.

Estas 39 hebras señalan el valor numérico de: El Eterno es Uno. Y También Amor al Eterno.

El Eterno es Uno

Amor al Eterno.

Hemos hallado en todos estos preceptos una relación con la bondad y el amor. Confirmamos por cierto que los preceptos, por más asombrosos que parezcan, conducen a la bondad y el amor.

Antes bien, hemos mencionado también un precepto muy extraño, el hombre que no desea tomar en matrimonio de levirato de la mujer de su hermano muerto, debe atravesar una situación humillante: ella le quitará el zapato y escupirá delante de él. ¿Acaso también esto conduce al amor y a la bondad?

Observemos los pormenores de este precepto y esteremos más cerca de comprender las maravillas de Dios, quien nos entregó la Torá para que mejoremos y nos convirtamos en personas sensibles y bondadosas.

Está escrito: "Cuando los hermanos habitan juntos y uno de ellos muere y no tiene hijos, la mujer del difunto no se casará afuera de la familia, con un extraño; su cuñado vendrá a ella y la tomará para sí como esposa, y llevarán a cabo un matrimonio de levirato. Ocurrirá que si ella concibe, el primogénito perpetuará el nombre de su hermano muerto y no sea borrado su nombre de Israel. Pero si el hombre no desea casarse con su cuñada, entonces su cuñada subirá al portal, a los ancianos, y dirá: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». Entonces los ancianos de la ciudad lo convocarán y le hablarán, y él se parará y dirá: «No deseo casarme con ella». Entonces su cuñada se aproximará a él ante los ojos de los ancianos; ella le quitará su zapato del pie y escupirá ante él sobre el suelo; ella responderá y dirá: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano». Entonces su nombre será proclamado en Israel: «¡La casa de aquel cuyo zapato fue quitado!»" (Deuteronomio 25:5-10).

Esta declaración determina que la mujer cuyo marido ha muerto sin que hayan tenido hijos, y su hermano no desea tomarla por mujer, o si ella no quisiere que él la tome por mujer, quitarle su zapato. De este modo quedará permitida para todo hombre que la desee tomar por esposa.

¿Cómo se debe proceder para cumplir con este requisito apropiadamente?

En un primer paso, los miembros del tribunal deben conocer a ambos individuos, el hombre y la mujer que vienen para realizar el trámite. Deben existir testigos que los conocen. Además es necesario que los miembros del tribunal sepan que el hombre que debía consumar el matrimonio de levirato nació mientras el hermano muerto estaba con vida. Además debe saberse que ambos son adultos, aptos para realizar el procedimiento de la quita del zapato.

Antes del procedimiento de la quita del zapato la viuda debe decir en la Lengua Santa: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». Y el cuñado debe decir: No es mi deseo tomarla.

Luego se realizará el procedimiento de la quita del zapato y ella deberá escupir ante él. Posteriormente ella dirá: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano».

Procedimiento de la quita del zapato

El procedimiento de la quita del zapato se lleva a cabo ante la presencia de tres jueces. A priori se acostumbra que el sabio de la ciudad con dos hombres importantes de la ciudad sean los jueces, y a ellos se agregan dos de los más importantes de la congregación.

Antes de iniciar el procedimiento, los jueces preguntarán a la mujer viuda si comió o bebió el día en curso, pues debe escupir de su propio interior, y no otro producto, como podría ser un resto de alimento que ingirió.

Seguidamente el sabio deberá revisar el zapato para constatar que no haya barro pegado sobre el mismo por dentro, y que esté elaborado apropiadamente. A continuación el sabio ordenará al hombre que se lave bien su pie derecho, y que seque bien su pie. Luego los jueces revisarán que su pie está limpio de toda suciedad.

Tras este paso, el individuo deberá atar el extremo de su pantalón arriba de su muslo. Seguidamente deberá colocarse el zapato en el pie derecho estando descalzo, sin calcetines, y el zapato debe ser de la medida de su pie.

Después de haberse colocado el zapato en el pie derecho debe ingresar los broches en los orificios correspondientes y atar las correas dos veces alrededor de su pierna, debajo de la rodilla. Y debe ingresar las correas en los orificios del zapato, de modo tal que las correas lleguen hasta el revés de su pierna. Asimismo, debe esforzarse en todo lo posible que las correas posean el mismo largo de ambos lados del sus piernas.

También deberá atar las dos correas sobre su pierna por delante, con dos nudos, uno sobre el otro, mediante nudos ajustados, y sobre ellos hará un moño.

Antes de realizar el procedimiento del quitado del zapato, el individuo debe caminar con el zapato con el que se realizará el quitado del zapato una distancia de cuatro codos. Esto debe hacerlo delante de los jueces para que comprueben cuál es su pie diestro. En otras palabras, observarán que no es un individuo zurdo.

El hombre se pondrá de pie cerca del muro, de modo que pueda apoyarse en él. Aunque deberá ser precavido de no apoyarse demasiado, a tal punto de que si se quitare la columna donde está apoyado, él se caería. Pues en ese caso no se consideraría que está de pie.

Los jueces adiestrarán a la viuda para que sepa decir la expresión: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel». Asimismo, la adiestrarán para que sepa decir la expresión: "y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo" sin interrumpir para respirar en medio de la misma. Del mismo modo adiestran al cuñado a decir: "no es mi deseo tomarla".

Seguidamente le explican detalladamente a ambos lo concerniente al quitado del zapato. Asimismo les informan con este procedimiento ella estará libre de él y permitida para todo hombre. También se les comunica que deberán prestar suma atención y concentrarse en que este procedimiento la liberará a ella de él y estará permitida para todo hombre. En tanto ellos deberán responder: ¡Si! Corroborando que han comprendido.

Una vez que están preparados, le leerán a la viuda el versículo que expresa: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». La lectura será pausada y lenta, palabra por palabra, para que ella pueda repetir sin equivocarse. Y a continuación le leerán la expresión: «no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo», para que la repita en una sola vez, sin respirar entretanto.

El siguiente paso será leerle al cuñado de ella la expresión: «no es mi deseo tomarla», para que la repita.

Tras este paso el individuo se apoyará en la pared, o en una columna, y ajustará el pie en el suelo. Entonces los jueces le advertirán que no ayude a la viuda en el procedimiento del quitado del zapato.

La viuda se acercará al cuñado, y desatará los nudos del zapato con su mano derecha, sin ayuda de su mano izquierda, y después desatará los broches, aferrará el pie con la mano izquierda, y lo alzará del suelo, y hará deslizar el zapato del talón, y después descalzará todo el zapato de su pie con su mano derecha sin la ayuda de su mano izquierda y sin la ayuda del cuñado, no con su mano ni con su pie, y arrojará el zapato al suelo lejos.

Durante la totalidad del procedimiento la viuda deberá estar de pie y encorvada y no podrá sentarse ni arrodillarse.

Una vez finalizado el quitado del zapato, el sabio le dirá que reúna mucha saliva en su boca, y se ponga frente a su cuñado. Le indican que salive en el suelo frente a la cara de él. Los cinco jueces deben observar la saliva cuando sale de su boca hasta que llega ante el cuñado de ella y cae al suelo.

Finalizado este paso, se le lee a ella para que diga en la Lengua Santa: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano». Entonces su nombre será proclamado en Israel: «¡La casa de aquel cuyo zapato fue quitado!»". Y todos los que están allí de pie responderán y dirán "aquel cuyo zapato fue quitado". Debe repetirse este párrafo tres veces.

Luego el hombre que atravesó este proceso devolverá el zapato a los jueces, y ellos jueces dirán: "Sea Su voluntad que las Hijas de Israel no lleguen al quitado del zapato ni a tener que casarse con el hermano de su marido fallecido, tras enviudar del primero sin que le haya dejado hijos". (Véase Maimónides, leyes de jalitzá)

Reflexiones e introspecciones

Tras observar esta síntesis uno pregunta: ¿para qué tanta aflicción y molestias? Después de todo es evidente que ellos no se quieren, ¿hace falta que atraviesen todo este tormento? ¿De qué sirve después de todo?

Esta primera impresión del asunto manifiesta sólo el aspecto exterior. Si ahondamos propiciamente en el tema, observaremos que contiene en su interior la clave del verdadero amor, aquel que perdure y no sea afectado por accidentes circunstanciales.

Ha de saberse que los preceptos que Dios nos concedió son todos justos y rectos. Y este no es una excepción, también posee un objetivo claro y concreto: el amor. Pues así lo habíamos dicho a partir de la cita del sabio Hilel mencionada anteriormente, que todos los preceptos conducen al amor y a la bondad. Por eso, para comprender este asunto tan importante para la vida de un ser humano, observaremos como todo este aparentemente penoso proceso es en realidad un acercamiento a la bondad y al amor.

Para comprenderlo compararemos este proceso con el duelo. En este asunto observaremos las primeras compensaciones opuestas que nos llamarán poderosamente la atención. Las mismas nos permitirán extraer magnificas conclusiones que tal vez modifiquen nuestra forma de observar la realidad.

El misterio del duelo

A quien le falleció un pariente cercano, Dios le ordenó guardar duelo. ¿Cuánto tiempo? Un día. Sin embargo, Moshé estableció que sean siete días y asimismo que sean siete los días de festejo de los recién casados.

En total existen once requisitos que


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