24 noviembre 2006

parashah: Toldot

Toldot
de Patricia Starkloff - Friday, 24 de November de 2006, 02:04
 

BS"D

Toldot

Di-s nos da herramientas, carácter, naturaleza, entorno.

Cada uno de nosotros, de los seres que habitamos este mundo, lleva dentro de sí inscripta "la misión" que Di-s espera que cumplamos.

Eisav tenía su misión, él era primogénito y eso significaba mucha responsabilidad, significaba verdadero liderazgo y servicio al Todopoderoso. Eisav desechó la primogenitura, la despreció, él despreció el trabajo que Di-s había puesto en sus manos.

Cuando el ser humano arroja a la basura su responsabilidad, debe saber que también está perdiendo su privilegio; y esto fue lo que le sucedió a Eisav, él rechazó su tarea y Di-s le quitó el premio.

Por otro lado, cuando alguien asume una responsabilidad mayor que la que le corresponde, cuando alguien se ocupa de algo que supera su tarea inicial, cuando alguien hace algo de mayor responsabilidad, desde el Cielo le enviarán, no sólo la ayuda y las herramientas que necesita para la tarea, sino también un regalo por el trabajo "extra" asumido con amor.

Esto es lo que hizo Iaacov. Iaacov asume su tarea y la de su hermano y justamente, porque se hace cargo de ambas tareas, es llamado con dos nombres Iaacov e Israel, se casa con cuatro mujeres y es el padre de doce hijos, las doce tribus que conforman Am Israel.

Iaacov, nuestro Patriarca, asumió el rol que su hermano Eisav había rechazado, y recibió como recompensa, ser el heredero de todo lo que Di-s había prometido a su abuelo Abraham.

Obviamente asumir este rol, no fue gratis, Eisav lo odió.

Eisav sigue odiando, porque aquel que se traiciona, que se boicotea a sí mismo, termina odiando y envidiando a los que se mantienen fieles a su esencia.

Y Eisav tiene celos, cuando nosotros, los descendientes de Iaacov, aceptamos la tarea que Di-s nos encomienda, Eisav quiere clavarnos "los colmillos".

¿Pero acaso Iaacov y Eisav podrían convivir en paz?

El Rebe explica que Iaacov tenía un caracter "perfecto", ya desde el vientre materno, era un tzadik. Eisav, era distinto, tenía el potencial para conquistar, para hacer de su ímpetu y su fuerza el camino del baal teshuvá, de aquel que debe refinar y pulir su carácter en el pensamiento, en el habla y en la acción.

Cada uno tiene talentos asignados desde el Cielo, y la tarea consiste en madurar, embellecer y actualizar día a día, el servicio a Di-s.

El Alter Rebe explica que hay dos tipos de placer para Di-s. El primero, consiste en utilizar el vigor y poder de la luz, para hacer el bien. Éste es el trabajo de los Tzadikim. El segundo, consiste en transformar lo amargo en dulce, y la oscuridad en luz y éste es el trabajo de los Baalei Teshuva. La analogía es la de alimentos, que desde su "nacimiento" son dulces y placenteros, (como los hombres justos), y por otra parte, aquellos alimentos ácidos, agrios o amargos, que son condimentados, macerados, y preparados de tal manera, que culminan siendo una delicia para el paladar (los retornantes).

Por esto todavía Di-s espera por Eisav, espera por ese hijo rebelde.

Di-s espera que el Eisav que habita escondido dentro de nosotros, tome sus pasiones, sus ambiciones, sus "fuegos" y prepare un manjar de Teshuvá para Él.

¿Cuál es la enseñanza para nosotros?

Iaacov y Eisav viven en una constante contienda.

¿Qué hacemos con esas voces luchando y aturdiendo nuestras decisiones?

El Iaacov que llevamos dentro, aquella voz que es fiel a la tarea que vino a cumplir, debe enfrentarse y debe luchar contra las manos peligrosas de Eisav. Es una lucha intensa. Cotidiana.

Nuestra Divinidad debe educar y re-utilizar el poder y la energía de nuestro "cazador" indómito.

Nuestra rebeldía, nuestro cinismo, nuestra fuerza, deben ser encauzados.

Eisav no debe ser aniquilado, sino que debemos transformar su salvajismo en la conquista y elaboración de sabores intensos y exóticos, para Di-s.

Dicen los sabios, si el "malvado" (el mal instinto) te ataca, tráelo al beit ha Midrash (la casa de Estudios).

Cuando tomamos toda la barbarie de Eisav y la traemos al camino de la Torá, cuando nos refinamos pero conservando nuestro espíritu apasionado y creativo, entonces, y sólo entonces Iaacov y Eisav están en paz, nos hacemos merecedores de ver a Mashiaj, y nuestro sueño de Gueulá, se vuelve una realidad palpable.

Que acontezca hoy, Amén.

Shalom uBrajá

Patriicia (Deborah) Starkloff


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