15 marzo 2007

parashah: Parashát Vaiakhel, por Jana Simon - La Paz como prerrequisito para construir el Mishkán

Parashát Vaiakhel, por Jana Simon - La Paz como prerrequisito para construir el Mishkán
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Thursday, 15 de March de 2007, 19:25
 
ReflexiLa Paz como prerrequisito para construir el Mishkán

por Jana Simon
 
Queridos amigos:
 
 En esta Parshá, Moshé junta a toda la comunidad israelita y les dice, "Estas son las cosas que HaShem nos ha mandado que hagamos, puedes trabajar durante los seis días de la semana, pero el Shabat debe ser Santo, un día de tranquilidad para HaShem. Quien trabaje en Shabat será castigado con la muerte. No encendáis un fuego en Shabat, sea donde sea que os encontréis".
 
 ¿Por qué se dió esta porción de la Torá frente a todo el pueblo junto?. La respuesta es que, a pesar de que Israel estuviera totalmente unido en Sinaí (Éxodo 19:2), el pecado del becerro de oro trajo discordia y división entre la Nación. Así que antes de entrar a inaugurar el Mishkán (Tabernáculo), que expiaría por ese innoble pecado, tendrían que conseguir estar unidos otra vez. Moshé Rabeinu vió proféticamente que el Templo de Jerusalén sería destruido a causa del odio que la gente se tenía entre sí, así que intentó recordar a Israel que el amor entre los judíos es un prerrequisito para poder construir el Tabernáculo (Rabbi Moshe de Pressburg). 
 
 Rashi dice que esta asamblea tuvo lugar en Yom Kipur, y otros comentaristas como el Rambán, Ohr HaJaim y Kli Yakar apuntan al significado de que cuando esta asamblea tuvo lugar, un elemento de paz estaba presente, Yom Kipur. Después de que la gente había hecho las paces con sus prójimos, y HaShem les había perdonado el pecado del becerro de oro, el espíritu de la revelación de la Torá se renovó y ese era el estado mental en que habían de encontrarse para construir el Santuario de HaShem, el Mishkán. La Paz es la fuente de la Santidad. La Tierra Santa es sagrada porque tanto Yerushalaim como el Beit HaMikdash, los dos, son llamados con el nombre de Shalom (Génesis 14:18, Salmos 76:3). Cuando Moshé Rabeinu junta a todo Israel, lo hace no a la fuerza sino con palabras, porque había un mayor grado de paz entre los judíos en Yom Kipur; pero debemos saber que por muy grande que fuera la paz que reinaba, hay un grado más alto de paz y santidad, y es la santidad del Shabat. Adán comió del árbol debido a una falta de paz interior y fue condenado a tener que trabajar. En Shabat, cuando se nos prohíbe el trabajo, tenemos que estar en paz con la situación en la que nos encontremos de momento, y dejar que HaShem la resuelva. La paz es tan grande que cantamos Shalom HaLeijem, a los ángeles que nos traen esa paz y nos ayudan a poner nuestra vida en perspectiva (Likutey Jalajot, Rabí Nájman de Breslov).
 
 Rashi menciona que el mandamiento de construir el Mishkán viene después de la Mitzvá de Shabat para enseñarnos que el erigir el Tabernáculo no está por encima del Shabat. De ésto también aprendemos algo más, que el Mishkán es la Casa de HaShem. No es lo suficientemente importante para justificar la profanación del Shabat, pero si una sola vida está en peligro debemos hacer lo necesario para salvarla, lo que ilustra el intenso y total amor que HaShem tiene por sus hijos (Chasam Sofer).
 
 Después Moshé dice que a quien le salga del corazón debe dar oro, plata y cobre. El Lubavitcher Rebbe dijo que el Oro representa la pureza y perfección del Tzadik y la plata representa el deseo del Baal Teshuvá (el que se arrepiente) de acercarse a HaShem, lo cual es un deseo más fuerte que el del Tzadik, porque se encuentra en un lugar muy alejado (Kesef, plata en Hebreo, quiere decir desear). El cobre, un metal más bajo, representa las buenas obras del pecador. La Casa de HaShem en la Tierra sólo está completa cuando los contiene a los tres. El Midrash (Shemot Rabba) nos dice que el oro sólo fue creado para la construcción del Mishkán y de ésto aprendemos que quien tenga oro o plata tiene la responsabilidad de participar en la edificación del Beit HaMikdash, que sería construido en el futuro en Israel. Ésto
nos recuerda la historia de un estudiante de Rabí Shimón Bar Yojai que se marchó a Jutz LaAretz (Fuera de Israel) y volvió a Israel muy rico. Sus amigos se sintieron celosos de él y también querían marcharse de Israel para hacer fortuna. Rabí Shimón les llevó a todos a un valle en Galilea y les dijo que ese valle estaría lleno de oro. "Cuando se llene de oro, les dijo, si lo queréis tomádlo, pero os voy a recordar que quien se regocija con oro en este mundo tendrá una menor porción en el Mundo Venidero.
 
 La Parshá de esta semana es una repetición de la información que se nos dió en las tres previas Parshiot, pero hay algunas diferencias. Un ejemplo está en dos pequeñas palabras ראה
Ver en singular, y en plural, estas palabras nos enseñan mucho sobre el comportamiento de los líderes con sus seguidores. Al nombrar a Betzalel, HaShem le dijo a Moashé, "Mira" (singular), he llamado por nombre a Betzalel. ¿Por qué es esta palabra "mira" necesaria?. Rabí Yitzhak dice, "un nombramiento público no se hace sin consultar primero al público". HaShem consultó a Moshé y le preguntó su opinión al escoger a Betzalel. A su vez, Moshé sigue este ejemplo y busca la cooperación de Israel diciendo, "Mirad (plural) HaShem ha llamado por nombre a Betzalel". Al construir el Mishkán, Moshé informó a Israel de que él no había elegido a Betzalel por ser pariente suyo. Moshé no hizo nada por iniciativa propia, fue HaShem quien dijo, "Mira, HaShem ha llamado por nombre a Betzalel", probando así que no fue por nepotismo que Betzalel fue escogido.
 
 Hablando de hoy en día, vemos que la mayoría de la gente siente que no tiene control sobre lo que pasa en su país, en su ciudad y tal vez ni siquiera en su propio edificio. Tenemos la sensación de que a pesar de poder votar, nuestra voz no cuenta lo sufuciente y que el mundo sigue su camino sin pedirnos que veamos lo que está ocurriendo. Tal vez no podemos entender lo que dicen los políticos o pensamos con pesimismo que el trabajo que andamos buscando se lo van a dar al primo del dueño. La Torá nos dice que no debe ser así.
 
 Mi Brajá para esta semana es que HaShem nos dé la fuerza necesaria para poner nuestro grano de arena en construir un mundo mejor, sin favoritismos ni ansias de excesivas ganancias en detrimento de otros. En fin, hacer lo que al final nos traiga la paz que tanto añoramos.
 
¡Shalom desde Yerushalaim!
 

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