13 abril 2007

parashah: Parashat Sheminí, por Jana Simon - Saber interpretar nuestros sentimientos

Parashat Sheminí, por Jana Simon - Saber interpretar nuestros sentimientos
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 13 de April de 2007, 00:54
 
Queridos amigos:
 
 Espero que hayan tenido una feliz e inspiradora Pésaj. En esta Parshá los hijos de Aharón, Nadav y Avihu, agarraron sus recipientes, cada cual el suyo,  encendieron un fuego en ellos y pusieron incienso en el fuego. Cada uno por separado trajo este incienso ante HaShem, lo que fue en un "fuego extraño", porque HaShem no les había ordenado ofrendarlo. ¿Por qué Nadav y Avihu pecaron?, ¿qué es lo que realmente hicieron mal?. Nuestros sabios interpretan este "fuego extraño" no como que ofrecieron el sacrificio equivocado, sino que fue erróneo por otras razones. Primero, porque no llevaban puestas las vestimentas del Kohen; segundo, porque tomaron el fuego de un lugar equivocado; tercero, porque eran solteros y tan arrogantes que creían que no había mujeres lo suficiente buenas para ellos; cuarto, porque decidieron sobre una Halajá delante de Moshé, su maestro, sin ni siquiera consultarle; y quinto, porque planeaban tomar las riendas del poder sobre Israel después de la muerte de Moshé y Aharón.
 
 Todas estas interpretaciones son muy difíciles de entender porque simultáneamente todos los comentaristas nos dicen que Nadav y Avihu eran grandes hombres. ¿Qué es lo que pudo impulsar a semejantes personalidades cometer un error tan terrible?. El Sefas Emes, mencionando a su abuelo el Jidushei HaRim, nos responde de manera simple pero profunda que, "la esencia del cumplimiento de una Mitzvá es hacer lo que HaShem nos ordenó. Quien quiera hacer algo diferente, incluso si le parece mejor, debe ser absolutamente perfecto en su devoción, pero sobretodo teniendo siempre en cuenta que la voluntad de HaShem es mejor que la más noble, santa y profunda devoción especial". Ésta es la lección que Nadav y Avihu nos enseñan. Ellos intentaron "mejorar" la Torá y los Mandamientos, y eso les llevó a la tragedia. Nuestros sabios comentan que Nadav y Avihu querían tener una elevada experiencia espiritual sin hacer lo que la Torá requiere para obtener esta experiencia, ya que querían acercarse a HaShem poniendo por encima sus sentimientos, y los sentimientos pueden ser muy peligrosos. Hoy en día mucha gente cree que todos los sentimientos vienen del alma, que si algo nos hace sentir bien quiere decir que es bueno y que debemos actuar de acuerdo con esos sentimientos, pero todos sabemos que hay sentimientos que llevan a las personas a cometer violencia y derramamiento de sangre además de buenas obras. Un terrorista actúa de acuerdo con sus sentimientos, y de ésto vemos que no todos los sentimientos vienen del alma sino que a veces brotan de la imaginación que, como dice el Génesis (Bereshit), muchas veces es el centro del mal (Rabí Radinsky).
 
 Una verdadera experiencia espiritual requiere algo más que sentimientos, también exige disciplina: el músico no sólo compone con su corazón, tiene que practicar el método o la técnica que aprendió. Nadav y Avihu no entendieron este concepto, ya que creyeron que sólo con fuego y entusiasmo uno puede acercarse a HaShem; sus sentimientos les cegaron y no vieron la necesidad de usar el entendimiento y la disciplina. Aprendemos también otras lecciones de este episodio. Un Midrash explica que "cada uno tomó su propio recipiente" para ofrendar el fuego, lo que quiere decir que cada uno pensó que era mejor que el otro y quiso sobrepasarle. De ahí aprendemos que uno no debe querer ser mejor que el otro, sino ayudarle a que sea lo mejor posible en su servicio a HaShem. También, que uno debe respetar a sus maestros y no decidir Halajot delante de ellos, y finalmente que por muy original que creamos que sea nuestro servicio a HaShem no debemos desviarnos de lo que Él nos ordena hacer.
 
 Leo en el periódico Haaretz que el 60% de los rabinos conservadores en los Estados Unidos está a favor de ordenar rabinos homosexuales. Seguro que la tolerancia es un noble sentimiento y el hecho de querer ser rabino demuestra un cierto nivel espiritual, pero cuando se hace algo que claramente va contra la Torá, con el propósito de avanzar en su espiritualidad, es, lo por lo menos yo lo veo claramente, como ofrendar en "fuego extraño", ya que no entendieron que no basta con el sentimiento sino que también hay que trabajar la disciplina.
 
 Es interesante notar que esta semana en la Cuenta del Ómer empezamos con la sefirá Guevurá (justicia, disciplina, restricción, temor reverencial). La disciplina ofrece dirección y enfoque a nuestras vidas para que la Luz no se disperse, y encamina nuestros esfuerzos en la dirección apropiada. Otro aspecto de la Guevurá es respeto y reverencia; el amor requiere que respetemos al amado, no debemos confundir la tolerancia hacia la gente con tolerancia a su conducta, el ayudarlos a mejorar es una gran expresión de amor.
 
 Mi Brajá de esta semana es que HaShem nos haga merecedores de lograr un balance adecuado entre sentimiento, entendimiento y disciplina.
 
  ¡Shalóm Ubrajá desde Yerushalaim!
 
Jana Simon

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