04 julio 2008

Barranquilla: Re: PARASHAT JUKAT

Re: PARASHAT JUKAT
de yesid conde - Friday, 4 de July de 2008, 02:29
 

parashat jukat

 "La sabiduría Divina". 

La sección de la Torá que leemos esta semana se llama "Jukat", que significa "decreto". Es por la vaca roja mencionada en la "parashá", la cual fue ordenada realizar para purificar a las personas. El motivo de la misma no es revelado a las personas, pues ese es el sentido de la palabra "jukat", es algo impuesto por decreto, sin haber en ello una cuestión lógica.

De todos modos Moshé si supo el sentido profundo de la vaca roja, al ser que Di-s se lo dijo. En el mundo venidero, al estar en un nivel espiritual mucho más elevado que el actual, todos podrán gozar de esa explicación (Midrash Rabá)

Estos son los versículos que hablan de la vaca roja: (Bemidvar 19: 1) "Habló Di-s a Moshé y a Aharón diciendo: Este es el decreto de la Torá que ordenó Di-s diciendo: Habla a los hijos de Israel y que tomen para ti una vaca roja perfecta, que no haya en ella defecto y que no haya subido sobre ella yugo. La entregarán a Eleazar el sacerdote, y la sacará fuera del campamento, (allí, el que la degüelle), la degollará delante de él. Tomará Eleazar el sacerdote de la sangre (de la vaca) en su dedo; y salpicará frente a la fachada del Tabernáculo de Reunión de la sangre siete veces. (El que haya sido designado) quemará la vaca ante los ojos de él (de Elazar), su cuero, su carne, su sangre, junto con su excremento será quemado. Tomará el sacerdote madera de cedro, hisopo y tinte carmesí, y los echará dentro de la hoguera donde se quemó a la vaca. El sacerdote lavará sus ropas y sumergirá su cuerpo en agua y luego vendrá al campamento. El sacerdote estará impuro hasta la noche. El que la quemó lavará sus ropas con agua, sumergirá su cuerpo en agua, y será impuro hasta la noche. Un varón puro recolectará las cenizas de la vaca y las colocará fuera del campamento en un lugar puro, y será para la congregación de Israel guardada como agua para salpicar, es para expiación. El que recolectó las cenizas de la vaca lavará sus ropas y será impuro hasta la noche, y será para los hijos de Israel, y para el converso que habita entre ustedes por decreto perpetuo" 

Rashi mencionó que Moshé HaDarshán explicó estos versículos de la siguiente manera: "y que tomen para ti" (entendemos que se refiere a) que tomen de lo de ellos (y te lo den a ti). Así como se sacaron sus aros de oro para hacer el becerro (y en esa ocasión tomaron) de lo de ellos, del mismo modo que traigan para expiación 'de lo de ellos'.

"vaca roja": Esto se parece al hijo de una sirvienta que ensució el palacio del rey. Dijeron: que venga la madre y limpie la suciedad que hizo el hijo. Por eso, que venga la vaca y expíe por el becerro.

"roja": Es por lo que versa en el libro del profeta (Yshaya 1): "Si enrojecieren como el gusano (rojo)", es porque al pecado se lo llama 'rojo'.

"perfecta": Es por Israel que eran perfectos, y se tornaron defectuosos. Que venga esta (vaca perfecta) y que expíe por ellos y que vuelvan a ser perfectos.

"que no haya subido sobre ella yugo": Así (sin yugo) como (los que hicieron el becerro de oro), quienes se sacaron de sobre ellos el yugo de Di-s.

"a Eleazar el sacerdote": De la misma manera como se congregaron sobre Aharón, que era sacerdote, para hacer el becerro de oro. Y por ser que Aharón fue quien hizo el becerro de oro, no fue dada esta tarea a través suyo, ya que un acusador no se convierte en defensor. (Recordemos que Aharón había reunido todos los adornos de oro y los arrojó al fuego formándose así el becerro de oro. Procedió de este modo para ganar tiempo hasta que Moshé descienda. Ya que había subido para buscar la Torá y dijo que en 40 días volvería. Pero el día 40 ya había llegado y Moshé no venía, entonces el pueblo se congregó sobre Aharón y le pidieron que haga dioses, entonces, como dijimos, para ganar tiempo hasta que Moshé regrese, hizo el becerro de oro. Pero aunque la intención de Aharón haya sido buena, de todos modos, al becerro de oro lo hizo, y eso se considera idolatría, por lo cual se dijo que un "acusador" no se convierte en "defensor" .

"Y quemará la vaca": Así como fue quemado el becerro de oro (por Moshé cuando descendió del monte y vio lo que el pueblo había hecho). 

"madera de cedro, hisopo y tinte carmesí": Tres especies equivalentes a los tres mil hombres que cayeron por haber construido el becerro de oro. El cedro es el árbol más alto de todos, en tanto que el hisopo, es el más bajo de todos, esto es por señal, para que el altivo que se enorgulleció y pecó, descienda de su orgullo hasta quedar de la altura del hisopo y el gusano (se refiere al tinte carmesí que se extrae del gusano), y expíen por él.

"guardada": Es como el pecado del becerro de oro, el cual está guardado para todas las generaciones, para la reprenda en momentos de necesidad. Además, no existe memoria que no se recuerde en ella el pecado del becerro de oro. Esto lo podemos ver claramente en el versículo (Shemot 32: 34): "En el día en que recuerde, y recordaré..." (la interpretación correcta de este pasaje es: Di-s está diciendo a Moshé: Ahora escuché tu pedido de no exterminarlos, pero cada vez que recuerde algún pecado que hicieren para reprenderles, también irá mezclado en la reprenda, un tanto adicional por el pecado del becerro de oro – basado en Rashi, Shemot 32: 34). Así como el becerro impurificó a todos los que se ocuparon en él, lo mismo con la vaca roja, se impurifican todos los que se ocupan con ella. Y así como se purificaron con su ceniza, (Shemot 32: 20): "Tomó (Moshé) el becerro que hicieron, lo quemó en fuego, lo molió hasta que se desmenuzó, y lo esparció sobre la superficie de las aguas y dio de beber a los hijos de Isarel", así tomarán para el impuro, del polvo de la ceniza de la vaca roja para expiación.

Hemos podido apreciar la explicación del precepto de la vaca roja, según la disertación citada por Rashi. Pero hay aquí algo que nos intriga ¿No habíamos dicho que se trata de un decreto cuyo motivo no lo sabemos?. ¿Cómo es posible decir algo semejante después de haber contemplado estas interpretaciones que dilucidan ese motivo?.

Lo que sucede es, que creemos haber comprendido todo acerca de la vaca roja, cuando en realidad aun estamos muy lejos de poder captar la profundidad del tema. Estos datos que fueron revelados son desde el punto de vista exterior, por comparación de versículos y análisis lógicos, pero respecto a la esencia de este precepto, no podemos decir que la hemos alcanzado a comprender. 

4En el Pentateuco se habla de "el brazo extendido de Di-s", "la mano fuerte de Di-s", etc, y bien sabemos que se trata de ejemplos gráficos captables por la razón humana, para que podamos imaginarnos lo que el versículo pretende enseñar. Del mismo modo sucede con la vaca roja, donde se mencionan elementos que son captables por nosotros, pero es menester saber que no es la vaca la que purifica, ni son los cadáveres los que impurifican, en verdad que eso suceda es un decreto de Di-s, cuyo motivo racional desconocemos. 

Por lo tanto, con este dato llegamos a la conclusión que solo podemos captar algo de las maravillas de Di-s en la obra de la creación, y no la totalidad de las mismas.

Esto mismo nos ocurre también con todas las demás cosas. Sabemos por ejemplo que en el mundo existen escorpiones. A simple vista estos seres no tienen una utilidad productiva para el mundo, ¿puede ser entonces qué Di-s creó algo en vano?.

De ninguna manera debemos pensar eso, pues cada cosa creada por el Todopoderoso tiene una función determinada y específica. Enseguida podremos corroborar esto de la siguiente revelación narrada por el Midrash.

1Di-s creó el universo con sabiduría y entendimiento. Nosotros no podemos captar la totalidad de esas maravillas de la creación, solo está en nuestro poder reflexionar acerca de esas magnificencias de acuerdo a nuestra capacidad.

Por ejemplo, sabemos lo que está escrito: (Salmos 33: 7): "Di-s reúne las aguas del océano".

Cuando creó el universo (Bereshit 1: 9-10): "Dijo Di-s: Reúnanse las aguas de debajo de los cielos en un lugar y véase lo seco, y fue así. Llamó Di-s a lo seco tierra, y a la reunión de aguas llamó mares". Esta orden fue porque todo el globo terráqueo estaba lleno de agua, con agua y tierra dentro del agua.

En el momento en que el Todopoderoso decidió descubrir lo seco, y reunir en un lugar las aguas que recubrían la tierra, dijo al ángel encargado del mar: "Abre tu boca y traga todas las aguas (para que queden solo en el mar)".

El ángel respondió: "El espacio cubierto por las aguas lo necesito para mis aguas, pues está totalmente lleno de ellas ¿cómo recibiré más aguas?". Tanta angustia le causó esta petitoria que el ángel comenzó a llorar.

2Al contemplar la testarudez de este ángel, el Todopoderoso lo eliminó. Luego Di-s contrajo el volumen de las aguas, que hasta el momento se encontraban en un estado volátil, mucho más gaseoso que el actual líquido que conocemos. Di-s extrajo prácticamente todo el aire de las moléculas de agua, tras lo cual se tornaron más pesadas. Así las aguas de los mares adquirieron la salinidad que contemplamos en ellas hasta hoy en día. 

Tras este proceso, las aguas adoptaron un volumen mucho más reducido, se contrajeron e ingresaron al interior de los mares.

Posterior a esto, Di-s puso arena en las costas marítimas para que sean por límite a las aguas oceánicas. Desde este momento, hasta la orilla podrán llegar con sus olas y mareas, y no más.

El mar dijo a Di-s: "Amo del universo, aun has dejado aguas dulces en el mundo para que sean bebidas por las criaturas y puedan vivir, y todas se reúnen en mi interior (todos los ríos desembocan en los mares). ¡Se mezclarán las aguas saladas con las dulces!".

El Todopoderoso respondió: "!Eso no sucederá, pues cada una tiene su propio conducto individual!"

El hecho de que las aguas dulces y saladas no se mezclen en el mar puede parecer algo sorprendente, pero en realidad es solo una parte de las maravillas de Di-s. Analicemos nuestra propia cabeza y apreciaremos este mismo efecto.

Dentro de la cabeza humana, en una cavidad que alcanza a medir solo un puño de longitud circulan sin mezclarse los salados líquidos de los ojos, que son las lágrimas, los grasos líquidos de los oídos, los fétidos líquidos de la nariz, y los dulces líquidos de la boca, o sea, la saliva.

Examinemos ahora el motivo por el cual cada uno de estos componentes tiene aspecto diferente, y nos maravillaremos aun más de la sabiduría utilizada por Di-s en la creación del hombre.

Los líquidos de los ojos, que son las lágrimas son salados por razón que ante una profunda tristeza, tal como podría ser la muerte de uno de los seres más queridos, el individuo por lo general irrumpe en llanto. Si la persona prosiguiere por mucho tiempo derramando lágrimas, causaría en su sistema visual un desequilibrio tal que lo dejaría ciego. Aunque por la razón que son ellas saladas, las lágrimas provocan ardor en los ojos y las mejillas, obligando a la persona a cesar de llorar por un tiempo. Cuando el efecto de la salinidad decrezca, el individuo proseguirá su lloriqueo, pero en el ínterin, dio al sistema visual la posibilidad de reponerse para seguir funcionando adecuadamente en el futuro sin mayores problemas. 

Los líquidos de los oídos son grasos porque cuando la persona escucha una noticia altamente desagradable, la misma es propensa a llegar en forma directa al corazón, lo cual es muy factible que produzca un paro cardíaco. Pero al ser los líquidos de los oídos grasos, impiden el paso instantáneo de la información. Esa pequeña demora es suficiente para que la razón pueda actuar y así minimizar el impacto inicial. De esta manera, la noticia llega al corazón amortiguada por el uso de la razón y permite la reacción de la persona.

Los líquidos de la nariz son fétidos porque cuando la persona pasa por un lugar donde hay olor muy desagradable, el impacto brusco causado por el mismo le podría ocasionar la muerte. Pero al ser que los líquidos de la nariz son fétidos, contienen y aminoran el insoportable hedor, ocasionando que ingrese al cuerpo disminuido y soportable.

Los líquidos de la boca, o sea la saliva, son dulces porque en ocasiones la persona consume alimentos que son rechazados por su organismo y los vomita. Si el alimento que rechazará el organismo pasase directamente al estómago, sin impregnarse de saliva, la vida del individuo estaría en riesgo. Merced a la saliva que endulza los alimentos, logra que sean aceptados y la digestión se lleve a cabo normalmente y el alma pueda permanecer habitando en el cuerpo. 

Además, la persona pronuncia palabras de Torá con su boca, y en ella está escrito (Salmos 19: 11): "(Las palabras de Torá) son más dulces que la miel". Por eso la saliva es dulce, para que las palabras de Torá sean agradables (dulces) en su boca.

En conclusión, hemos apreciado que dentro de la cabeza humana existen varios manantiales de aguas de características diferentes, las cuales pese a estar en un mismo lugar, no se entremezclan, conservando cada una su propia naturaleza. El océano, el cual llena todo el mundo, con más razón actuará de manera similar, conservando intactas las propiedades del agua dulce que ingresan al gran caudal de agua salada. 

Esto que dijimos lo podemos aprender del versículo: (Salmos 104: 25): "Este es el grande y generoso océano, hay allí innumerables seres". El océano contiene todo tipo de especies acuáticas, y también diferentes clases de aguas aptas para la vida de cada especie y aun así, ninguna se mezcla con la otra (hasta anularla), pues pese a que los grandes devoran a los más pequeños, estos últimos se reproducen mucho más rápido que los otros, y todas las especies prosiguen existiendo. 

Reflexionamos respecto a lo antes mencionado acerca de los diferentes tipos de agua en la persona, los cuales en su totalidad sirven para una función específica, y lo aplicamos al mar. Deducimos entonces, que seguramente cada especie que allí habita, y las aguas de cada uno de ellas, tienen una función específica y productiva para el mundo.

Esto que hemos dicho enseña que el Todopoderoso se vale para mantener el equilibrio del mundo, de todo lugar y toda criatura. A través de ellos manda retribuir, penalizar, salvar y realizar las demás acciones que son necesarias para que el universo siga su curso adecuadamente. Di-s no creó ninguna cosa en vano. Inclusive los escorpiones, los mosquitos, las moscas, las ranas, y demás criaturas que parecen irrelevantes, tienen asignada una función.

Veremos a continuación algunos casos en alusión a lo que recién mencionamos.

Dijo Rabí Janín: "Un escorpión se dirigía a cumplir la misión que el Todopoderoso le había encomendado, de matar a un malvado. Solo que para ello debía cruzar el río Jordán, y sabido es, que un escorpión no puede nadar.

¿Qué hizo Di-s?. Le aprontó una rana, sobre la cual el escorpión subió y cruzó el agua. Picó al individuo y lo mató".

Este suceso pudo saberse gracias a un individuo que estaba sentado a la orilla del río Jordán, y vio al escorpión que llegó hasta la orilla y se detuvo. Luego subió sobre la rana y cruzó. En ese momento el hombre comprendió que el escorpión va a cumplir una misión Divina. Aguardó un poco y tras algunos minutos pudo apreciar que el escorpión volvió a cruzar el Jordán para regresar al lugar de donde había salido. Momentos más tarde escuchó del otro lado del río un fuerte griterío que provenía de la ciudad. Las voces pregonaban que un escorpión picó a fulano y lo mató.

Otro suceso aconteció con un agricultor que recolectaba la producción de su campo en la quebrada de Beit Tofet. El hombre quiso protegerse del sol, y para ello cortó unas hierbas de allí, e hizo con ellas un sombrero. Lo colocó sobre su cabeza, y prosiguió con su trabajo.

Repentinamente apareció en el lugar una enorme serpiente. El agricultor al advertir el peligro no perdió tiempo y la mató.

Momentos más tarde pasó por allí uno de aquellos que saben susurrar a las serpientes sonidos, y a través de ello las dominan. El sujeto vio el reptil inerte y se detuvo a contemplarlo.

Luego de unos instantes de reflexión, se dirigió al agricultor y le preguntó: "¿Quién pudo matar a esta enorme y peligrosa serpiente?".

El agricultor le respondió: "Fui yo".

Al escuchar esas palabras, y ver las hierbas que tenía en la cabeza, el que sabía dominar a las serpientes pensó que seguramente esos vegetales poseen alguna propiedad que protege del veneno de las serpientes. Por eso le dijo: "¿Te atreves a quitarte el sombrero de hierbas, acercarte a la serpiente y alzarla con este bastón que tengo en mis manos?".

El agricultor lo hizo, y antes de que la toque, su cuerpo quedó destruido por el veneno del reptil. (Es probable que en realidad la serpiente no estaba muerta como pensó, y en el bastón había algún estimulante que la despertó).

Resulta de lo mencionado que hay una hierba que protege del veneno de las serpientes, pues mientras las tenía sobre su cabeza, el mismo no le hizo daño. Además se advierte de aquí que también hacer justicia por un reptil es de utilidad.

Rabí Ytzjak ben Elazar caminaba por la orilla del mar en Kesaria. Allí encontró un hueso que rodaba debajo de los pies de las personas. Para quitar de allí el estorbo quiso enterrarlo. Pero pese a que lo intentó varias veces, siempre lo encontraba nuevamente rodando debajo de los pies de la gente.

Al apreciar esto, el sabio dijo: "Creo que este hueso está preparado para cumplir una misión Divina".

Unos días después, pasó por el lugar un enviado del rey de Roma (en ese tiempo ellos dominaban Israel). El hueso rodó por debajo de los pies de este hombre, quien tropezó con él, cayó bruscamente y tras el golpe recibido falleció.

Revisaron su bolsa, y encontraron en ella documentos procedentes del rey de Roma para ser entregados a los gobernantes que habían sido asignados a controlar la tierra de Israel, quienes se encontraban en Kesaria. Los documentos contenían terribles decretos para ser aplicados sobre el pueblo judío. Pero al ser que rige en Roma la costumbre de que si un ministro muere, el decreto se anula, por esa razón, el mismo quedó sin efecto.

Otro suceso aconteció con un hombre que viajaba desde la tierra de Israel a Babel (Babilonia). En un tramo del camino, hizo un alto para comer pan. Mientras comía, vio dos pájaros que reñían entre ellos, hasta que uno mató al otro. 

Tras este suceso, el ave que había provocado la muerte a su compañero levantó vuelo y trajo una hierba. La colocó en la boca de la que estaba sin vida, y la revivió.

El hombre al ver eso avanzó hacia el lugar donde aconteció la escena, y tomó la hierba que había quedado tirada en el lugar. Pensó a través de ella revivir a los muertos en la tierra de Israel, y auto declararse el Mashiaj.

En ese momento decidió regresar a Israel. En el camino probó la hierba con un lobo muerto, al cual revivió. A través de esa prueba supo que el vegetal no solo sirve para resucitar pájaros.

Avanzó el individuo hasta que llegó a "Sulama shel Tzor" que está en el límite de Israel, entrando por el norte. Allí halló un león muerto. Quiso probar también con él su hierba, y efectivamente lo revivió. El león se levantó y devoró al hombre.

De aquí vemos un caso patético del refrán popular que dice: "no hagas el bien al malvado, y el mal no llegará a ti".

Rescatamos de este relato que hemos trascrito, la enseñanza de que también existe en el mundo una hierba que tiene fuerza para revivir.

Hemos podido contemplar hasta aquí varios ejemplos de criaturas y creaciones aparentemente simples o vulgares, a través de las cuales el Todopoderoso realiza su cometido para mantener el equilibrio del mundo. Seguidamente podremos apreciar que también a través de un elemento tan simple como el agua lo hace.

Un individuo ciego descendió a las aguas de Sijin, en el oeste de Tiberia para purificarse. Salió de allí y podía ver. 

El motivo de su recuperación fue porque hay unas aguas que pertenecen al manantial que acompañó a Israel durante la travesía por el desierto, cuando salieron de Egipto. Estas aguas son conocidas como el manantial de Miriam, y se encuentran dentro de las aguas del mar de Tiberia. Aunque no está en un lugar fijo, por lo que no depende de uno toparse con él, sino de la Providencia Divina. Este hombre tuvo la buena fortuna de que estas aguas lo toquen, y así pudo sanarse. 

En otras ocasiones, el Creador se vale de seres tan insignificantes a simple vista como un mosquito para realizar su cometido. 

Tal es el caso de Titus el malvado, quien destruyó el Segundo Templo Sagrado. 

Cuando Titus conquistó el Templo, se dirigió al lugar más santo. Penetró allí en medio de insultos y ofensas con su espada desenvainada. Con ella perforó la cortina que separaba el lugar santo llamado Kodesh del ultra santo, el Kodesh HaKodahsim 

Luego tomó el rollo de la Torá, y lo extendió debajo suyo como si fuera una cama. Trajo allí dos mujeres indecentes, y se llegó a ellas en ese lugar, sobre el rollo de la Torá. 

Tras ese vil acto, desenvainó su espada y atravesó con ella el rollo de la Torá. En ese momento se produjo un milagro y comenzó a brotar de allí sangre. (Era para que se vanaglorie aun más de su poderío, y luego se demuestre que es alguien insignificante comparado con el Todopoderoso a través de un terrible final para su vida que le sobrevendría a través de una creación de Di-s muy pequeña).

Titus tras la escena vista de la sangre que salió del rollo de la Torá, comenzó a decir que en ese acto mató al Todopoderoso. 

Luego de esto emprendió el viaje a Roma, su ciudad, para dar allí rienda suelta a su vanidad. Prosiguió vanagloriándose hasta que llegó al mar, donde abordó un navío que lo llevaría a destino. 

En medio de la travesía, se desató una feroz tormenta que amenazaba hundir a la embarcación. 

Al contemplar esto, Titus dijo: "Me parece que la fuerza del Di-s de ellos está solamente en el mar. La generación de Henosh, que hicieron idolatría, no se Cobró de ellos sino en el mar. Lo mismo con la generación del diluvio universal. También del Faraón y su ejército. Por eso también yo que estuve en Su casa. Pero allí no podía conmigo, por eso ahora en este lugar Viene a enfrentarme"

Si Quiere, subiré a tierra firme y allí pelearemos, y veremos quien triunfa. En ese momento salió una voz del Cielo que anunció: "Malvado hijo de malvado, hijo de Aspasianus el emperador de Roma que envió a guerrear y destruir. Nieto de Esav el perverso, padre de todos los malvados romanos, Te aseguro que una criatura de las más diminutas en poder, Enviaré para que acabe contigo".

3Después de estas palabras que fueron escuchadas, el mar se calmó y Titus llegó a Roma en medio de grande honores. Allí ingresó por su nariz un mosquito, que no lo dejaba en paz día y noche, pues lo picoteaba en todo momento. 

Un día Titus pasó por una herrería, donde había varios operarios trabajando. Al escuchar el ruido que era originado por el martillo que golpeaba sobre el yunque, el insecto se calmó.

Desde ese día, cada vez que pasaba delante suyo un gentil, Titus le pedía que golpee sobre el yunque todo el día, y le ofrecía a cambio cuatro monedas. En momentos de finalizar la jornada, le daba la paga que prometió.

Cuando pasaba por allí un judío, Titus le pedía que golpee y le prometía pagarle. El judío golpeaba durante todo el día, y cuando la jornada había terminado solicitaba su paga. Pero Titus le respondía: "Es suficiente con que has visto a tu enemigo (y conservaste tu vida)".

Durante tres años procedió de esta manera para calmar su aflicción. Al cabo de ese tiempo, tras mucho sufrir, murió.

Tras ese desenlace los gentiles le hicieron una autopsia y dentro de su cabeza encontraron que el insecto había crecido tanto que tenía el tamaño de un gorrión. Las uñas del mismo eran tan duras como el cobre, y se trataba de una especie que come pero no despide excrementos.

A través de estos casos hemos podido apreciar que cada una de las creaciones tienen su función en el mundo. Lo que sucede es, que no estamos dotados como para poder captar la totalidad de esa sabiduría Divina. Por eso, aunque no captemos la profundidad de todas las cosas, debemos tener fe en que todo lo que el Todopoderoso hizo es para bien, y también la vaca roja, para purificarnos de las impurezas. A través de esta fe, lograremos prepararnos adecuadamente para ingresar victoriosos al mundo venidero, y allí si podremos gozar de la sabiduría Divina en forma revelada, e ilimitada.

Farbrenguen: Likutei Sijot

1. En los Midrashím de nuestros Sabios vinculados a la Sección Semanal Jukat se comenta que las "Nubes de Gloria" [que guiaban y protegían al pueblo judío durante su travesía por el desierto] estaban gracias al mérito de Aharón, el "Manantial" [que los abastecía de agua en ese mismo período histórico] por el mérito de [su hermana,] Miriam, y el Maná, [el alimento que caía del cielo], por el mérito de Moshé. Cuando Aharón y Miriam partieron de este mundo, las "Nubes de Gloria" y el "Manantial" desaparecieron, pero luego, en mérito de Moshé, fueron restituidos.

Si bien la Torá es [un libro de] Jojmá (sabiduría) –conforme lo declara el versículo: "Pues ella es vuestra sabiduría y entendimiento ante los ojos de las naciones"– no se la llama Jojmá sino Torá, un vocablo derivado de la palabra horaá (instrucción, enseñanza). Esto es así pues cada tema y concepto que relata la Torá constituye una horaá, una instrucción eterna para [ser puesta en práctica en] el día a día en todo lugar. Es decir, no sólo los preceptos de la Torá, [compuestos por las dos categorías generales de] mitzvot asé –Preceptos Positivos, harás– y mitzvot lo taasé –Preceptos Negativos, no harás–, son una instrucción para la vida, sino también los relatos de la Torá nos proveen de lecciones para la vida.

De hecho, incluso las mitzvot no fueron escritas en la Torá como órdenes, sino como parte de una narración: "Di-s habló a Moshé" y luego "Moshé habló al pueblo judío". Así, al igual que las mitzvot que aunque escritas en un estilo narrativo constituyen lecciones para la vida, del mismo modo los relatos de la Torá también son enseñanzas [y no mera información histórica], pues también ellos forman parte integral de la Torá, [de la horaá, lección].

[Es por esta razón que encontramos que] Maimónides escribe (y en la Guemará se insinúa el mismo concepto) que no hay diferencia alguna entre los versículos "Timná era concubina..." y "Oye Israel,...". Si bien el segundo de éstos hace referencia a uno de los principales preceptos [de la Torá, el de la Unicidad de Di-s], en tanto que el primero parecería un mero relato, [aun así,] dado que ambos son parte de la narrativa [de la Torá], ambos contienen enseñanzas y son componentes de la Sabiduría y Voluntad Divinas, [por lo que conceptualmente tienen el mismo peso y entre ellos no hay diferencia alguna].
Así, tal como todos los relatos de la Torá contienen su enseñanza, del mismo modo es con el relato mencionado inicialmente: también éste porta un mensaje y lección para la vida cotidiana.

2. Estos tres elementos –"Nubes de Gloria", "Maná" y "Manantial"– pueden entenderse [también de un modo conceptual] y [ser interpretados como aludiendo a tres diferentes niveles y aspectos que] se hallan en la Torá [misma].
[Para comprender el paralelismo entre estos tres conceptos y la Torá, antes debemos clarificar el significado simple, físico y concreto, de cada uno de ellos, ubicados en el contexto histórico del éxodo del pueblo judío de Egipto:]

Las Nubes de Gloria resguardaban [a los judíos] de los factores externos. Ofrecían protección [de cualquier fenómeno que se originara en alguno] de los cuatro puntos cardinales: Eliminaban a las serpientes del desierto, alisaban los terrenos montañosos [y dispersaban toda molestia resultante de la naturaleza. Además,] mantenían limpias las vestimentas [de todo el pueblo], como fuera dicho: "Tu vestimenta no se desgastó". Todos estos son instancias que hacen a la protección externa.

El Maná era un artículo comestible y en él podía degustarse cualquier sabor que se deseara. La ingesta de alimentos consiste en incorporar e internalizar [lo ingerido].
El Manantial, agua, no es alimentario en mérito propio; por eso dice Maimónides que no se puede hacer un eruv con agua, pues el agua no sacia, y un eruv sólo puede hacerse con algo que sacie. [En cambio,] la función del agua es trasportar [los nutrientes de] el alimento ingerido a todas las partes del cuerpo.
Estos tres aspectos son inherentes a la Torá: En la Torá hay una facultad mediante la cual penetra en la persona; también tiene una faceta que brinda protección externa; y también lleva estos dos aspectos a todos los judíos, [cuyas almas conforman un 'gran cuerpo'].

3. Como ya se explicara, el vocablo Torá deriva de "horaá, enseñanza". La Torá nos indica [cómo debe ser] el modo de conducirnos en nuestra vida. Este es el aspecto de la Torá que penetra dentro [de la persona], tal como el Maná [llegaba a las entrañas de la persona]. La Torá debe ser [estudiada y] entendida incorporándola e internalizándola de modo que uno sepa cómo debe ser su propia conducta, la de su familia y la de su descendencia.

Según esta analogía, que compara la Torá con el Maná, existen diferencias entre un judío y otro, pues como se está hablando de internalizar conceptos, [ésta es una cuestión personal, que] cada cual [lleva a cabo] conforme sus propias características individuales. Así también el Maná era recibido de diferentes maneras, desde un pan listo para comer hasta una sustancia que debía ser previamente triturada en un mortero: los tzadikím –los hombres piadosos, rectos– lo recibían listo [para su uso inmediato], pero los reshaím –pecadores– lo recibían en un estado diferente.

[En contraste,] en cuanto a las Nubes de Gloria y el Manantial no había diferencia alguna [entre un judio y otro; las Nubes cubrian, y el Manantial abastecia, a todo el pueblo por igual]. Solo con el Mana [habia diferencias], ya que este es de un caracter interior [personal].
Lo mismo sucede con la [mitzva de estudiar] Tora: A algunos, sus circunstancias les imponen cumplir su deber de estudiar Tora con apenas el recitado del Shema, en tanto que otros deben estudiarla el dia entero.

El mismo criterio se aplica a los hidurim [de mitzva. Cada uno debe asumirlos en conformidad con su nivel personal en el servicio a Di-s]. Es mas: Hay hidurim de mitzva que [de tan especiales y especificos] solo son obligatorios para aquel que se encuentra en un nivel espiritual que amerita practicarlos, pero a otra persona que no esta en dicho nivel le esta prohibido hacerlos, pues aparentaria ser presuntuoso de su parte. Asi, en este caso, las mismas cosas que le estan prohibidas a una persona comun se tornan obligatorias a los individuos prominentes, en quienes [dado su grado de responsabilidad,] su omision se consideraria un Jilul Hashem ¡Profanacion del Nombre Divino!, Di-s libre.

4. La Tora tambien tiene una cualidad similar a las Nubes de Gloria y por su intermedio brinda proteccion exterior.
Cuando la persona debe salir al "desierto" -[cuando su alma desciende a] este plano fisico de la Creacion, denominado mundo de las kelipot y la sitra ajara, un desierto grande y temible... en el que no hay agua sino solo kelipot, "viboras, serpientes y escorpiones", lo protege la facultad de mesirut nefesh -la entrega incondicional a Di-s- inherente en cada judio, sin excepcion. Esta facultad [del alma] se nutre del hecho de que Israel, [el nombre de cada judio,] esta formado por las iniciales de Iesh Shishim Ribo Otiot LaTora, "hay 600.000 letras en la Torá". [Así, todo judío debido a su condición de Israel, mantiene su conexión con la Torá y por medio de ella con Di-s, el Dador de la Torá, de modo que todas las almas judías forman en su conjunto un 'Rollo de la Torá' perfecto, pues] la idónea integridad de un Rollo de la Torá depende exclusivamente de la presencia de todas sus letras, [representando, cada una de ellas, a un judío].

Por lo tanto, cada judío –incluso aquel de nivel espiritual sumamente inferior– tiene [en su interior, por el mero hecho de ser un integrante de la Comunidad de Israel y, en consecuencia, estar conectado con la Torá,] el poder de mesirut nefesh, la capacidad de [estar dispuesto a] entregar [incluso] su propia vida en aras de Kidush Hashem –la Santificación del Nombre de Di-s–.
Este es el aspecto de 'Nubes de Gloria' presente en la Torá. Las Nubes de Gloria incluyeron y abrazaron a todos los judíos desde el momento de Kriat Iam Suf –la Partición del Mar [tras abandonar Egipto]– hasta su ingreso a la Tierra de Israel. Estas abarcaron incluso a aquellos que [al salir de Egipto] llevaron consigo un pésel –una estatua idolátrica–.

Análogamente, también hay un aspecto de la Torá –el que agrupa a sus 600.000 letras– que abarca a todos los judíos, desde "el más grande entre los grandes" hasta "el más bajo entre los inferiores", brindándoles la fuerza y firmeza requeridas para atravesar el "gran y temible desierto" sin verse afectados por la presencia de "víboras, serpientes y escorpiones", y mantenerse "erguidos" imbuidos de un sentimiento de mesirut néfesh.

Mi suegro, el Rebe [anterior], contó que [al inicio de la II Guerra Mundial,] cuando caían bombas sobre Varsovia, la gente corría a buscar refugio. En una de esas oportunidades, se había reunido un gran grupo heterogéneo: el Rebe, gente de nivel intermedio, personas comunes, y algunos que pensaban que nada tenían que ver con el judaísmo. Sin embargo, cuando explotó una bomba muy cerca de allí, todos, absolutamente todos, exclamaron al unísono "¡Shemá Israel...!"

[Este episodio evidencia que] en el momento en que se "toca" la Iejidá (esencia) del alma –si bien es difícil llegar a ella, cuando ello sí sucede, ya sea debido a circunstancias extremas, como en el incidente citado, o de manera placentera– incluso el judío del nivel espiritual más bajo grita el "Shemá Israel" con la misma firmeza [e intensidad] que un líder de Israel [de la talla espiritual del Rebe anterior].

Quizás ellos exclamaron Shemá Israel porque estaban en el mismo recinto que el [Rebe, el] "Alma Colectiva" [que abarca a todo el pueblo judío] de la cual ellos eran partes [individuales] específicas. Esta proximidad, sin embargo, hizo que se despertara su Iejidá. El grito de Shemá Israel surgió de su propia Iejidá.

5. Para que en todo judío se manifiesten las dimensiones de "Maná" y de "Nubes de Gloria" presentes en la Torá, se precisa el aspecto de ["Manantial de] Agua" de la Torá.
[La explicación del concepto es la siguiente:]
Tal como el agua desciende de un sitio alto a uno bajo, del mismo modo la Torá descendió y se invistió "abajo", [expresándose en el idioma de quienes habitan el plano inferior físico de la Creación,] – "una hermosa sabiduría en un recipiente sucio". En virtud de este descenso de la Torá, todo judío, cuando recita [un párrafo de la] Torá SheBijtáv –la Torá Escrita– (aun si no entiende el significado de las palabras) o estudia Torá SheBeál Pe –la Torá Oral– (aun si no entiende más que su significado simple), por medio de ello [es decir, conectándose con la Torá tal como ésta descendió a su nivel,] puede manifestar [e incorporar en sí mismo] las dimensiones de "Maná" y "Nubes de Gloria" de la Torá.

Tal como el agua transporta [los nutrientes de] el alimento a todas las partes del cuerpo, lo mismo sucede con el "Agua" de la Torá: cuando la Torá descendió y se invistió "abajo", trajo consigo el "Maná de la Torá" y las "Nubes de Gloria de la Torá" para todo el "Campamento de Israel", para cada hombre y mujer judíos, satisfaciendo todas y cada una de sus necesidades.

6. Ahora ya podemos entender por qué el Maná se relaciona con Moshé, las Nubes de Gloria con Aharón, y el Manantial con Miriam.
Moshé era el "Pastor de Israel". El se hizo cargo de cada judío de acuerdo las necesidades individuales de aquel. De él se cuenta que cuando llevaba el ganado a pastar, alimentaba hierbas tiernas a las crías jóvenes y matas a las mayores, pues el pastoreo se relaciona con el ser interior y por ende debe ajustarse a cada uno. Y a ello se debe que el Maná, que es [alimento] interior y se vincula con las diferencias de cada uno, [como se explicó antes], cayó en mérito de Moshé.

Aharón "amaba a las briot (criaturas)". Amaba incluso a aquellas personas que no tenían otra virtud más que ser "criaturas [de Di-s]". Es por eso que sólo de él se dice que [con su desaparición] "Toda la Casa de Israel lloró a Aharón treinta días". El amor que él tenía por todas las criaturas generaba en ellas que desearan cumplir las mitzvot, aun cuando por sí mismas no sentían inclinación alguna por ello. Conforme lo explicado, se entiende por qué las Nubes de Gloria se mantenían en mérito de Aharón, ya que todo sigue el principio de "medida por medida": Como él amaba a todas las briot sin hacer diferencias, él proyectó [al plano físico] las Nubes de Gloria que abrazaban y abarcaban a todos los judíos por igual.

En cuanto a Miriam, esta escrito que ella era Púa, aquella mujer de la que la Torá cuenta que se entregó a la crianza de los niños pequeños en Egipto. ¿Por qué se la llamó Miriam, [un término derivado de mar, 'amargo']? Porque vivió en la época más dura [y amarga] del galut; pero, aun así, ella profetizó que el salvador de Israel estaba próximo a nacer. De esta forma ella no sólo contrarrestó el decreto del Faraón sino también el de Amrám [su padre], pese a que el de este último tenía sus válidos fundamentos. Ella actuó con mesirut néfesh para criar a aquellos niños que luego, [en la Partición del Mar,] habrían de decir: "Este es mi Di-s, y Lo alabaré", la generación que recibiría la Torá. En su mérito estaba el Manantial, había agua, pues [el sentido de] 'agua' es [el de] acarrear la Torá y sus conceptos a un sitio "bajo", es decir, a aquellos que se encuentran en el extremo mismo del campamento.

7. La presencia de las Nubes de Gloria y el Manantial cesaron con la desaparición física de Aharón y Miriam, pero luego fue restituida en mérito de Moshé. Indefectiblemente, esto demuestra que Moshé dio inicio a un nuevo estilo de avodá (servicio a Di-s). Si bien la avodá singular de Moshé era la de ser el Pastor de Israel (el aspecto de 'Maná'), su nuevo modo de avodá, sin embargo, restituyó también las Nubes y el Manantial.

El verdadero aspecto distintivo de un Pastor de Israel es que no se restringe a la avodá asociada con su propio ser y personalidad, sino que cuando las circunstancias así lo demandan se 'olvida' de sí mismo y se sacrifica en aras de Israel.
Cuando es preciso acercar los corazones de Israel a la Divinidad, incluso el del individuo menos valorado, el Pastor de Israel abandona todas sus cuestiones personales y estudia el alef-bet con los judíos, ya sea el alef-bet [los primeros pasos] de la Torá y sus mitzvot o el alef-bet en sentido más literal.

Si bien [se podría argumentar que] aquí estamos hablando de un Kohén –de modo que '¿qué hace un Kohén en el 'cementerio'?', pues "los pecadores son llamados 'muertos' aun en vida"– y [el Pastor de Israel] es un 'anciano', o sea, "aquel que ha adquirido sabiduría" –por lo que '¿qué hace este anciano ocupándose de restituir un objeto extraviado?', ¡ello es inconsistente con su honorabilidad y no es su función! ¡Su tarea es la de enseñar a los líderes judíos cómo guiar a su pueblo, y no la de dedicarse a gente indigna!–. Sin embargo, [vemos de Moshé que estos argumentos no son válidos en este caso;] no obstante, cuando Aharón y Miriam partieron de este mundo y no había quien los reemplazara en sus tareas, la "Cabeza de Israel" se ocupó de estos temas. Él mismo se involucra en estas cuestiones aunque no sean acordes a su estatura.

8. En el Tania está escrito que cada judío tiene dentro de sí una chispa de [el alma de] nuestro Maestro Moshé. Por lo tanto, el principio mencionado antes [concierne a todos y] brinda una clara lección a cada judío:

Si bien cada uno tiene su propia tarea [y misión espiritual personal], no obstante, cuando falta el "Manantial" que es en mérito de [alguna] "Miriam" y las "Nubes de Gloria" que son en mérito de [algún] "Aharón", y existe la amenaza de "víboras, serpientes y escorpiones", en una situación tal, de cada uno se demanda que él sea quien restituya el 'Manantial' y las "Nubes", sin considerar si ésta es su función o no.

Aun si esta persona fuera una que se encuentra en un estado personal tal que nada tiene que temer de "víboras, serpientes y escorpiones" –pues la Imagen Divina se manifiesta sobre él de modo que nada se le puede imponer, como señala la Guemará: "La bestia no tiene dominio sobre el hombre, a menos de que éste le parezca un animal" – no obstante ello, dado que para la otra persona ésta sí es una situación de peligro y es posible que no estén el "Aharón" o la "Miriam" que se preocupen por impedir el daño, su situación es una de Pikúaj Néfesh [espiritual] –cuando corre peligro la vida [del alma]–; y [así como] ante una situación de pikúaj néfesh [literal] se profana el Shabat y ésta hace a un lado a la Torá por entero incluso de imperar diversas dudas [si efectivamente se salvará esa vida], y aun cuando sólo se trate de prolongar apenas por un momento la vida de la persona [en peligro], en consecuencia, [del mismo modo, cuando hay riesgo de "muerte espiritual", la situación compromete a cada uno individualmente, de manera que] él tiene que ser aquel que se involucre en la tarea de asegurar que estén el "Maná", las "Nubes" y el "Manantial", [aunque para ello tenga que renunciar momentáneamente a su propia misión espiritual específica].

Cuando la persona "se corre a un costado" [dejando de lado su calidad espiritual personal] y no sopesa si éste es su rol o quizás su función sea [la de abocarse a una cuestión] superior, y acerca a los judíos a su Padre Celestial, Di-s lo acercará entonces a él junto a su familia. Les concederá todo lo que precisen, incluyendo lo principal de todo: [otorgarles la posibilidad y las fuerzas para] concretar el "Harán para Mí un Santuario" – pues ésta una mitzvá que incumbe a la comunidad como un todo –tanto a hombres como a mujeres– y ello hará que "Yo moraré dentro de ellos", en el interior de cada integrante del pueblo judío.

(de una Sijá del 12 de Tamuz, 5713)





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