14 diciembre 2008

Barranquilla: SE ACERCA JANUKÀ: MOMENTO DE LUZ , ALEGRIA‏ Y SANTIDAD

SE ACERCA JANUKÀ: MOMENTO DE LUZ , ALEGRIA‏ Y SANTIDAD
de Amram Asher Ben Avraham Avinu - Sunday, 14 de December de 2008, 20:59
 
BS''D
 
JANUKA ESTE AÑO 5769, COMIENZA AL ANOCHECER DEL DIA DOMINGO 21 DE DICIEMBRE Y SE EXTIENDE POR 8 DIAS
 
JAG SAMEAJ !!!

Kislev – El Secreto del Arco

 Jánuca y la Batalla contra la Sabiduría Helenista

El 25 de Kislev comenzamos a celebrar la festividad de Jánuca, una de las fiestas más queridas por el pueblo judío, aunque no todos conocen su profundo significado interior.

Todos sabemos que Jánuca señala el triunfo del pueblo de Israel sobre los griegos y en particular el milagro que sucedió en el templo sagrado: después que los griegos impurificaron todo el aceite para el encendido de las luces de la menorah, el candelabro de oro de siete brazos, se encontró una pequeña vasija de aceite que de forma milagrosa alcanzó para alumbrar durante ocho días, el tiempo requerido para producir aceite nuevo.

¿Pero cuál es el significado profundo de la guerra con Grecia y del milagro de la vasija de aceite y de que manera está conectada con nuestra vida diaria tantos años mas tarde?

 

El Milagro de la Vasija de Aceite

Si ahondamos en los acontecimientos que ocurrieron en aquellos días, comprobaremos que la lucha entre los judíos y los griegos era más que nada espiritual; 'una guerra cultural' entre dos concepciones del mundo. En especial, la lucha giraba alrededor de dos formas de pensar, el pensamiento de la Torah frente a la filosofía griega.

También se comprende de esta manera el milagro de la vasija. El aceite es un símbolo claro de la sabiduría y la contaminación de los aceites del Beit Hamikdash, el Templo Sagrado de Ierushalaim, a manos de los griegos, demuestra la forma en que la cultura helenista despreciaba el original pensamiento judío y trataba de producir una escisión entre el intelecto y la fe.

La pequeña vasija representa, entonces, la esencia del pensamiento judío puro protegida de la influencia del pensamiento griego. Aparentemente se trata de una mentalidad aislada y sin contenido pero al abrirla se rebela que tiene el poder de explicar el infinito.

 

Rectificar el Pensamiento Occidental

El significado del milagro de Janucah es entonces la recordación de la sabiduría judía perdida que teóricamente se enterró debajo del santuario del pensamiento occidental.

¿Pero entonces qué hay tan negativo en el pensamiento occidental, a tal punto que le dedicamos una fiesta a la guerra en su contra?

En efecto la ciencia dio frutos sumamente importantes, desde la ampliación del conocimiento del ser humano hasta el desarrollo de la tecnología para la prolongación de la vida.

Pero no sólo por esto se define su carácter; en el pensamiento científico hay también efectos colaterales muy negativos, y alrededor de ellos gira esta lucha.

El daño principal que provoca el racionalismo científico es el debilitamiento de los aspectos espirituales del hombre, que por naturaleza no son racionales. La parte irracional del ser humano se divide en dos: una más baja o inferior relacionada con los instintos animales del hombre, otra más elevada y que abarca los aspectos superiores y más sublimes del intelecto, las verdades de la mente que están למעלה מטעם ודעת , lemalah mitaam vadaat, "por encima del entendimiento y la lógica", en las palabras de la cabalah.

 

Causas y Consecuencias – Motivos y Propósitos

El pensamiento racional le permite al hombre elevarse por encima de sus bajos instintos, pero si se convierte en lo fundamental actúa encubriendo su lado espiritual.

Así, por ejemplo, la ciencia puede explicar perfectamente las leyes según se rige el universo, pero no brinda ninguna explicación respecto al significado de las cosas. Revela las causas y sus consecuencias, pero no sus motivos y propósitos. Cuando lo principal de la educación, del conocimiento que adquirimos, es de este tipo, nos acostumbramos a observar el mundo como una especie de maquinaria aleatoria, causando que nuestra capacidad para realizar preguntas espirituales se vaya denigrando.

El resultado de esto es una sociedad de personas con una mente muy desarrollada, pero con una desconexión interior entre su inteligencia y su alma.

La raíz del problema no está en la ciencia en si misma, que no está para proveernos de un entendimiento espiritual, sino en la dimensión que se le da en el marco cultural occidental de acuerdo al tipo de pensamiento dominante.

Por este motivo, la victoria sobre la sabiduría griega no significa anularla, sino transformarla en un instrumento al servicio de una visión más integral del mundo.

 

El Signo del Zodíaco de Kislev: El Arco

Como ya sabemos, el judaísmo prohíbe dirigirse a "adivinos" o "pronosticadores de fortuna" de todo tipo, incluyendo a los astrólogos. De todas maneras, sí reconoce que dentro de la astrología se esconde cierta sabiduría y que meditar sobre el signo de cada mes revela cualidades espirituales que le son propias.

Siempre que recordemos que esos símbolos son limitados y parciales, se puede aprender de ellos un conocimiento espiritual.

Así, el signo del zodíaco del mes de Kislev, הקַשָׁת או הקֶשֶׁת , hakashat o hakeshet, "el arco", tiene distintos significados, que ilumina cada uno una cara diferente de la guerra contra la sabiduría griega.

El arco y la flecha era el arma especial de la Tribu de Biniamín, que pertenece al mes de Kislev y también de los Macabim, la familia de sacerdotes que encabezó la lucha contra el imperio.

Los tres significados del arco que vamos a presentar ahora, "el arma de guerra", "el pacto de paz" y "el arco en las nubes", son distintos niveles de simbología que representan las tres dimensiones de la realidad de acuerdo al Sefer Ietzirah:

a) mundos: la existencia material – es el arma de guerra que demandan los enfrentamientos que hay en la realidad.

b) almas: el contenido interior del mundo, las chispas divinas que lo asemejan a Hashem – es el pacto del arco iris que revela la conexión espiritual entre el Creador y la creación y

c) Divinidad: la presencia misma de Dios, es el arco iris que expone la Divinidad misma dentro de la realidad.

 

La Plegaria; Un Arma de la Fe

Ante todo, el arco es por supuesto un

"arma de guerra" - כלי נשק - cli neshek

La característica especial de las flechas del arco es que, al contrario que la espada, actúan a distancia y no permite apuntar certeramente. Se puede decir que es "el arma de la fe", porque cuando se lanza la flecha hay que confiar en Dios que llegue a su objetivo.

Por eso explicaron nuestros sabios que el keshet es un símbolo de los "ruegos" o pedidos de la plegaria, que se arrojan al espacio sin saber cuando ni si van a ser respondidos. La tefilah, la plegaria, se apoya en la fe de que la infalibilidad causal de las leyes de la naturaleza no es absoluta y que la conexión entre el hombre y su Dios puede sobreponerse a ellas.

La plegaria es entonces la primera victoria sobre la ciencia, renegando de la imagen del universo determinista que esta representa, según la cual el hombre es una víctima de las circunstancias de la vida.

 

Al Arco Iris en las Nubes

El segundo significado es el del Arco Iris que vemos en el cielo:

הקשת בענן

hakeshet vaanan

literalmente "el arco en las nubes"

Es el símbolo del pacto que celebró Dios con Noaj, que de acuerdo algunas estimaciones se celebró en rosh jodesh Kislev, el primero del mes de Kislev,

Este símbolo nos eleva por sobre la imagen anterior de la guerra hacia algo más espiritual: nuestra conexión con Dios. La imagen del arco iris nos recuerda que el universo no es algo casual ni carente de propósito. Un contrato de palabra como este conecta al mundo con algo que está por encima suyo y asegura que no se va a terminar destruyendo sino que siempre va a permanecer con la esperanza de su progreso y perfeccionamiento.

Entonces, la imagen del arco iris es también la expresión de un triunfo sobre una ciencia que describe al mundo como algo frío y en vías de destrucción.

 

Un Símbolo de Dios

El tercer significado y el más elevado de todos está insinuado en la explicación del verso:

את קשתי נתתי בענן

et kashtí natati bañan

"mi arco lo entregué en las nubes"

Según los sabios kashtí significa דבר שהוּקָשׁ לי , "dabar shehukash li, "algo semejante a Mi".

Cuando comparamos dos cosas tratamos de encontrar una analogía y un parecido entre ellas, de tal manera que permita realizar un pacto eterno y verdadero, como por ejemplo el del matrimonio, cuando la pareja encuentra su "analogía" y se preparan para casarse.

El mes de Kislev es una preparación para el de Tevet, (ambos están unidos por la celebración de Janucah) que sabemos es propicio para el matrimonio, del cual está dicho: הגוף נהנה מן הגוף , haguf nehneh min haguf, "el cuerpo se regocija del cuerpo", el mes de la unión de dos cuerpos identificados uno con el otro.

También es así espiritualmente, Tevet es el mes del placer del "cuerpo" Divino, del guf HaElokí; el placer del Hish Haamití ("El Hombre verdadero", Dios), del cuerpo físico, el Hish Hanibrá" ("El hombre creado").

 

El Secreto del Secreto de la Torah

La cabalah toda se ocupa de comparar y encontrar la analogía entre cosas diferentes. La cabalah encuentra las hacbalot (paralelismos o analogías) entre las diferentes partes de la existencia y las estructuras que le dan origen (las sefirot, los Nombres sagrados, etc.). Pero el interior de la cabalah misma (pnimiut hacabalah), el jasidut (llamado también la "Cabalah del Baal Shem Tov") profundiza esas analogías hasta el infinito.

La analogía entre distintos sistemas es algo todavía superficial, diríamos como una ciencia exacta de las comparaciones. Pero en el jasidut se revela en todos los detalles y componentes de la realidad el "dabar shehukash li", "algo análogo a Mi", las miríadas de matices de la Verdad Única, siendo que toda analogía se realiza entre una cualidad especial de un objeto con la Unidad Simple, Ajdut Hapshutah.

Esta es la fuerza de "sostener los opuestos" del judío, de explicar las paradojas para sobreponerse a la sabiduría griega lógica. La sabiduría del jasidismo, la sabiduría interior de la cabalah, רזין דרזין דאורייתא , razín derazín de oraita, "El secreto del secreto de la Torah", es el aceite que alumbra en la festividad de Janucah, el secreto del Arco Iris que revela que en la Unidad Simple está la raíz de la infinidad de matices, y por lo tanto cada detalle de la existencia material puede volverse y ser "algo análogo a Mi".

 

Dios en Cada detalle del Universo

El arco iris es un símbolo de Dios, así como todos sus colores provienen de la luz blanca que se separa en diferentes matices, también todos los detalles de la existencia provienen de Dios y son un indicio de Él. Además de dirigirnos a Él en la plegaria, más allá incluso de la creencia en que Dios conduce Su mundo con justicia y bondad, está la fe en que Él se encuentra en cada detalle del universo en la forma de Su Providencia Divina.

Esto constituye la rectificación más profunda del pensamiento científico, acabando con la idea de que, a fin de cuentas, los aspectos de la vida son carentes de significado. El pensamiento occidental prospera y florece y es como el imperio griego de entonces, en la época en que la sabiduría judía palidecía por momentos frente a ella. Pero entonces, el milagro de la vasija de aceite viene a recordarnos que lo oculto es mucho más inmenso que lo revelado y que está en poder del judaísmo iluminar muchísimos aspectos, incluso a la propia sabiduría griega.

Rabino Itzjak Ginsburgh

8 Luces, Lecciones

Extraido de Jabad Magazine

Shlomo Yaffe

La más importante Mitzvá de Janucá es encender la Menorá. Durante ocho días corridos, encendemos las llamas de la Menorá, agregando una nueva luz cada atardecer. Cada día tiene un propósito, pues cada una de las luces de la Menorá debe tener una lección distinta.

1 Un cuarto lleno de oscuridad cambia drásticamente incluso al encender una llama muy pequeña. Una pequeña luz quita mucho de la oscuridad. La oscuridad es la ausencia de luz; así que cualquier luz significa el fin de la penumbra. De la misma manera, el mal existe cuando somos apáticos y no hacemos ningún esfuerzo para cambiar la situación en nuestras casas y en la sociedad, entre nosotros y Di-s, entre nosotros y nuestros compañeros. Cualquier esfuerzo, cualquier cambio, cualquier iluminación que creamos, recorre un largo camino. Nunca debemos permitir que la aparente pequeñez de nuestra contribución nos inhiba de hacerlo y apreciar
su importancia

2 Una lámpara de aceite o una vela está hecha de tres elementos: combustible (aceite o cera), mecha, y llama. La mecha corresponde a nuestro cuerpo, la llama representa el entusiasmo de la chispa Divina que todos llevamos dentro, y las mitzvot (los preceptos) de la Torá son el aceite que alimenta nuestra llama. El entusiasmo espiritual -la llama-puede consumir la mecha y destruirla creando sólo una uniforme y humeante luz. Necesitamos permitir que el cuerpo se queme con la luz del alma, pero no sea consumido por ella. Las Mitzvot nos habilitan a alimentar el entusiasmo de nuestra espiritualidad y en cierto modo eso ilumina nuestro ambiente pero no inmola nuestro ser. La meta de vida es no escaparle, sino hacerla santa y significativa, lo que sería que cada actividad física realizada debe expresar la luz Divina

3 Cada noche de Janucá agregamos una luz. Esto nos enseña que debemos evitar la auto- satisfacción en materias espirituales. Si se nos otorga otro día- es para lograr algo positivo que no hemos alcanzado todavía.

4 Encendemos las luces de Janucá al lado de una puerta o una ventana- que son las salidas de nuestra casa. No es suficiente encender nuestras propias vidas; debemos compartir lo que sabemos para ser buenos, con otros. El egoísmo espiritual es el peor de todos.

5 Las leyes de Janucá nos indican que cada llama debe usar sólo una mecha, no más. Cuando estamos comprometidos con un mitzvá u otra tarea santa, debemos mantenernos enfocando el momento y la tarea. Otros momentos y hechos vendrán; pero el verdadero logro sólo se alcanza cuando nuestra integridad se orienta hacia el momento que estamos viviendo.

6 Encendemos las luces de Janucá sólo cuando se pone oscuro afuera. Debemos consagrar nuestros esfuerzos a disipar la oscuridad particular que vemos en nuestras vidas y propias comunidades. Si hay una oscuridad en nuestro "lugar" es allí donde debemos traer nuestra luz.

7 Las luces de Janucá hablan de la necesidad de no permitir jamás que la apatía u opiniones de la mayoría pueda hacernos tambalear cuando sabemos lo que Di-s desea que hagamos-como está articulado en la Torá. La inmensa mayoría de los judíos se resignó al helenización de Israel y la degradación del Templo. Sólo una familia-los Jashmonaím -se negó a aceptar esto, y por su gesto aparentemente fútil de rebelión, las chispas latentes de Divinidad y celo se encendieron en los demás judíos. En el lenguaje de la melodía tocada por la banda musical del Ejército Real británico en Yorktown en 1781: "el Mundo se volvió al revés."

8 Las luces de Janucá reflejan el milagro que pasó con la Menorá en nuestro Sagrado Templo (Beit Hamikdash) en Jerusalém. Ellas son la continuación de esas luces del pasado y una promesa para el futuro. Brillan con la promesa de que Di-s no estará por siempre ausente de Su Casa y que aquéllas luces del Templo se volverán a encender una vez más en el Tercer Templo Eterno, firmemente erigido en su Monte, en un redimido, feliz y unido mundo. Que Di-s nos otorgue ver esto pronto con nuestros propios ojos.

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Encender la Luz [Tu Luz]

Extraído de Nosotros y el tiempo del Rab Eliahu Kitov

¡Cuán preciadas son las luces de Janucá que recuerdan a la Menorá; del Beit HaMikdash! ¡Y cuán preciada es la Menorá; del Beit HaMikdash, que el encender sus luces equivalía a todos los sacrificios! ¿Qué hace que estas luces -las de la Menorá; y las de Janucá- sean tan preciadas?

Ellas sirven al pueblo de Israel de testimonio que toda la luz y alegría de la cual goza en este mundo proviene sólo de la luz que Di s provee. Aunque parezca tenue en comparación con la de las demás naciones, el pueblo judío desea ser iluminado únicamente con esta luz que ofrece Di s. Sus ojos se alzan hacia el Beit HaMikdash, de donde emana la luz que ilumina al mundo.

Cuando el Rey Shlomó construyó el Beit HaMikdash, hizo ventanas a la Casa que eran traslúcidas y estaban selladas (I Reyes 6:4) -es decir, era anchas por fuera y estrechas por dentro-, para que la luz interior irradiara hacia afuera desde el Beit HaMikdash, y no desde afuera hacia el Beit HaMikdash. Esto nos enseña que el Beit HaMikdash no requería de una fuente de luz externa. Por el contrario, todo el mundo se mantenía a través de la luz que emanaba desde allí.

De igual manera, la Menorá; que encendía el Kohén Gadol cada tarde no era para iluminar el Beit HaMikdash, sino que irradiaba su luz sagrada hacia todos los hogares y las almas de Israel.

Asimismo, Di s también aprecia enormemente este testimonio del pueblo judío -más que cualquier otra de las obras de Su Creación- pues demuestra cómo se aferra sólo a El y busca beneficiarse únicamente de Su luz.

Así, vemos que Di s deja de lado todas sus huestes y sirvientes celestiales para elegir esta luz [de la Menorá;], como lo evidencia el siguiente Midrash citado por Rabeinu Bajie:

Rab Eliahu Kitov

¿Con qué puede compararse ello? Con un rey que tenía un amigo muy preciado a quien dijo: "Quiero que sepas que tengo la intención de cenar contigo. Prepárame un lugar". Su amigo fue y preparó un lugar de acuerdo a sus posibilidades. Cuando el rey llegó, lo hizo acompañado de sus sirvientes y asistentes que portaban lámparas de oro a ambos lados. El amigo, al ver el fastuoso honor que lo circundaba, sintió vergüenza y ocultó todo lo que había preparado. Le dijo el rey: "¿Acaso no te informé que cenaría contigo? ¿Por qué no has preparado nada para mí?" El amigo respondió: "Mi amo, mi rey, cuando observé la majestuosa gloria que te rodea, sentí vergüenza y escondí todo lo que había preparado". Dijo entonces el rey: "Te prometo que me despojaré de todo lo que he traído conmigo y utilizaré solamente aquello que es tuyo, por causa de tu gran amor hacia mí".

De igual modo, Di s es en Sí Mismo todo luz; no obstante, ordenó al pueblo de Israel que hiciera una Menorá; para El y encendiera una luz perpetua. Cuando Moshé construyó el Tabernáculo y la Menorá;, y la Shejiná (Divina Presencia) descendió, el versículo expresa (Exodo 40:35): "Y Moshé no podía entrar en el Mishkán (Tabernáculo) pues la nube reposaba sobre éste, y la gloria de Di s llenaba el Mishkán". Más adelante, el versículo declara (Números 7:89): "Y cuando Moshé entró en el Mishkán para hablar con El, oyó la voz que le hablaba...". ¿Qué le decía? "Cuando enciendas las luces..." (ibíd. 8:2).

Los Hijos de Israel dijeron: "Di s creó el sol y la luna, quienes proporcionan luz al mundo entero, ¡pero desea que nosotros encendamos luces para El!"

El hecho de recibir y reconocer que sus acciones son apreciadas ante Di s es lo que ha mantenido la singularidad del pueblo de Israel, y es ello lo que ilumina eternamente su sendero.

Los griegos procuraron despojar a Israel de esta enaltecida fe en todo aquello que trasciende la naturaleza, para que actuara conforme las leyes naturales: respetando al fuerte y despreciando al débil, sometiéndose a la mayoría y subestimando a la minoría.

Es por ello que Antíoco, el principal antagonista griego de los judíos, dijo a su ejército: "Ellos tienen una mitzvá que, de ser anulada, lo haría desaparecer como pueblo". ¿Cuál? El encendido de la Menorá;, sobre el que está escrito (Éxodo 27:21): ...para encender una luz perpetua. Mientras continúe encendiendo la Menorá;, el pueblo de Israel sobrevivirá. En consecuencia, profanaron todos los aceites.

Pero dado que no se logró extinguir esta luz [merced al milagro], ésta se eleva iluminando los hogares de todos los judíos dondequiera estén durante ocho días al año, y perdura encendida en las almas del pueblo a lo largo de todo el año. Israel manifiesta ante Di-s: "Prefiero una pequeña luz que provenga de Ti, antes que miles de luces ofrecidas por Tus creaciones". Y Di s les contesta: "Abandonaré a todos Mis sirvientes, y sólo utilizaré vuestra luz".

Para el pueblo de Israel no existe "el curso natural de los acontecimientos", sino sólo la voluntad de Quien establece el orden de la naturaleza. Si la naturaleza llegara a interponerse, es dejada a un lado, pero el amor entre Israel y su Padre Celestial jamás será suspendido. El milagro ocurrirá y volverá a iluminar otra vez el pequeño candil, cuyo resplandor eclipsará a todos los otros.

Fuentes:

www.dimensiones.org

www.tora.org.ar


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