Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos. Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol. Resumen de la ParasháGénesis 12:1-17:27
| Di-s habla con Avram, diciéndole "Vete de tu tierra, de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré". Allí, dice Di-s, hará de Avram una gran nación. Avram y su mujer Sarai, acompañados por su sobrino Lot, viajan a la Tierra de Cnaan, donde Avram construye un altar y continúa difundiendo el mensaje de Di-s. La hambruna causa que el primer judío viaje a Egipto, donde la hermosa Sarai es llevada al palacio del Faraón; Avram se escapa de la muerte porque se presentan como hermano y hermana. Una plaga evita que el rey egipcio toque a Sarai y ella lo convence de que debe devolverla a Avram y compensarlo con oro, plata y ganado. De vuelta en la Tierra de Cnaan, Lot se separa de Avram y se establece en la malvada ciudad de Sdom, donde es capturado cuando el ejército de Quedarlaomer y sus tres aliados conquistan las cinco ciudades del Valle de Sdom. Avram sale con una pequeña banda a rescatar a su sobrino, derrota a los cuatro reyes, y es bendecido por Malki-Tzedek el rey de Salem (Jerusalén). Di-s sella el Pacto Entre las Partes con Avram, donde el exilio y la persecución (Galut) del pueblo judío le son informados y la Tierra Santa es asignada a ellos como su herencia eterna. Aún sin hijos diez años luego de su arribo a la Tierra, Sarai le dice a Avram que se case con su sirvienta Hagar. Hagar concibe, se vuelve insolente hacia su señora, y se escapa cuando Sarai la trata duro; un ángel la convence de retornar y le dice que su hijo será el padre de una nación numerosa. Ishmael nace en el año 86 de la vida de Avram. Trece años después, Di-s cambia el nombre de Avram por Avraham ("padre de multitudes") y el de Sarai por Sara ("princesa"), y promete que tendrán un hijo; de este hijo, a quien deben llamar Itzjak ("se reirá"), surgirá la gran nación con la cual Di-s establecerá Su pacto especial. Avraham es mandado a circuncidarse a si mismo y a sus descendientes como "una señal del pacto entre tu y Yo". | Enfoques sobre la Parashá
"Ve a ti mismo..." (Génesis 12:1) El viaje esencial que una persona tiene que hacer en este mundo es hacia sí mismo, hacia su esencia. Eso es todo el propósito de estar en el mundo. Quizás por esta razón las palabras para ir `Lej' y a ti mismo `Lejá', son escritas con letras idénticas, para decirnos que el viaje esencial es el viaje del alma hacia sí misma, y a la inversa, hacerse a uno mismo requiere movimiento, para ser uno mismo, uno tiene que ir a uno mismo. (Rabí Menajem Mendel de Kotzk)
"Y lo llevó afuera y le dijo: Mira hacia los cielos, y cuenta las estrellas... así será tu descendencia" (Génesis 15:5) Así como las estrellas aparecen a nuestros ojos simplemente como pequeños puntos, cuando en realidad son vastos mundos que empequeñecen nuestro propio sistema solar, así también es el Pueblo Judío. En este mundo parece minúsculo e insignificante, pero en los Cielos son altos y exaltados. (Ba'al Shem Tov)
"Y lo llevó afuera y le dijo: ¡Mira hacia los cielos, y cuenta las estrellas si es que puedes contarlas! Así será tu descendencia" (Génesis 15:5). La "única" cualidad de Abraham Abinu fue que el obedecía a Di-s aún en contradicción con la lógica humana. Cuando Di-s llevó a Abraham afuera y le dijo que cuente las estrellas, ¡eso es exactamente lo que Abraham comenzó a hacer! "Uno, dos, tres...", Di-s le dijo "¿Puedes contarlas?", ¿Es posible para un hombre contar las estrellas? Así será tu descendencia: Ellos harán la voluntad de su Padre en los cielos aun cuando la tarea parezca imposible. Esa cualidad de fidelidad incuestionable es lo que Abraham Abinu legó al Pueblo Judío en sus genes espirituales. (Rabi Meir Shapiro)
"Vete por ti mismo..." (Génesis 12:1) Un viajero andaba de un lugar a otro, y llegó a una gran mansión toda ella iluminada. Se dijo el viajero "No me digas que esta casa no tiene dueño!". De repente el dueño se asomó a la ventana y le dijo "Yo soy el dueño de la casa...". De modo similar, Abraham Abinu miró al mundo y dijo, " No me digas que este mundo no tiene Señor," entonces Di-s, Bendito Sea, se asomó y le dijo, "Yo soy el Amo del mundo...". (Midrash Rabá)
"Y Di-s dijo a Abraham `Vete por ti mismo`..." (Génesis 12:1) El gran Tzadik, Reb Zushia de Aniapoli, dijo una vez "Cuando pase al otro mundo, al mundo de la verdad, si allí me preguntan 'Zushia, ¿por qué no fuiste como el Baal Shem Tov?' Y si me dicen 'Zushia ¿por qué no fuiste como el Magid de Mezrich!' No me voy a asustar, voy a decir: ¿cómo se me puede comparar a esos gigantes? Lo que me asusta es si me dicen ¡Zushia!, ¿por qué no fuiste Zushia? ...Podías haber sido Zushia y ni siquiera eso fuiste, ¿Por qué? Vete por ti mismo, pude ser traducido: Vete a ti mismo. Las fuentes místicas nos lo explican de este modo: "Vete a encontrar la raíz de tu alma". En el mundo venidero no nos van a decir que fallamos en realizar el potencial de otros. Pero sin embargo es nuestro deber desarrollar a lo máximo nuestros talentos, y llegar al límite de nuestras aptitudes, para así perfeccionar la raíz de nuestra alma. Solo así llegaremos a ser "nosotros". (Rabi Shlomo Yosef Zevin) Shabat Shalom. Tomado de: http://www.mesilot.org/esp/parasha/lej_leja3.htm Parashat Lej Lejá. Nuestra sección semanal de la Torá, comienza con las palabras "lej lejá", es decir "anda para ti"; el Creador ordena a Abraham, nuestro patriarca, abandonar el lugar donde habitaba para emprender un viaje a una tierra que le será revelada más adelante. Según la explicación de los comentaristas, la expresión "para ti" indica un cierto beneficio personal en el obedecimiento de este mandato divino; dentro del medio familiar y social en el cual Abraham vivía estaba limitado en tres dimensiones que forman las bases sobre las que se apoya el desarrollo humano. 1) Toda pareja cuando contrae matrimonio, piensa y siente que su unión contribuye de una forma concreta al mantenimiento de ellos mismos, ya sea a nivel anímico por el hecho que la vida en común traerá el equilibrio y enriquecimiento psicológico que cada ser humano busca en las relaciones de pareja, ya sea por el hecho que la continuidad del hombre mismo se ve reflejada en los hijos que han de nacer. En la realidad de los hijos se manifiesta una amalgama de sensaciones que proporcionan nuevas fuerzas para enfrentar el futuro, para superar los obstáculos que puedan presentarse y para compartir las vivencias alegres y aquellas que nos entristecen. Desde el punto de vista del judaísmo, la realidad de la pareja se complementa en forma total cuando la familia aumenta en miembros, cuando los hijos se sientan alrededor de nuestra mesa y tenemos la posibilidad actual de mantener lo que somos. Podemos por lo tanto comprender que la ausencia de hijos es una realidad no fácil de enfrentar, cuando las personas construyen una pareja y esta no se ve bendecida con la presencia de los hijos, los sentimientos encontrados comienzan a mermar las bases mismas de la personalidad de los esposos, ya sea en forma consciente o inconsciente, ya sea que lo acepten o no. Parejas que en apariencia crecen como personas, aunque no sean padres, finalmente la propia vida les demuestra que todos los esfuerzos que no recaen en generaciones futuras son llevados por cualquier viento, no tienen contenidos de permanencia. E incluso varias veces suele ocurrir que parejas carentes de hijos deciden adoptar niños para completarse como familia. La Torá nos relata que Abraham no tenía hijos, escuchamos más de una vez que se entristeció por esta carencia "yo camino como un árbol seco… no me diste hijos, y he aquí mi mayordomo me heredará" (Bereshit 15,3), muchos años vivió con Sará su mujer, pero no hubo hijos. Razón por la cual en el contenido más profundo del mandato divino de "anda para ti", se presenta un elemento que cambiaría para siempre la vida Abraham y Sará. El Creador cuando envía al patriarca desde su tierra a otra, le declara lo siguiente: "haré de ti un gran pueblo", la posibilidad que esto se concrete está obviamente presente en el hecho de su descendencia, en otras palabras, en el lugar donde entonces vivía no tenía hijos, pero en el lugar a donde se dirigirá se verá bendecido con una gran simiente, es decir con un "gran pueblo". Esta certeza está en manifiesta contradicción con la propia realidad de un viaje, debido a que son precisamente los viajes los que suelen disminuir por múltiples motivos las posibilidades de los embarazos, entonces que se encuentre este elemento de la bendición en una actividad que parece impedirla, es una paradoja y demuestra la confianza que Abraham tenía en el Creador, cuando obedece el mandato y parte en viaje; no en vano la propia Torá define al patriarca como "temeroso del Eterno", siendo este término una forma de expresar la confianza absoluta en los designios divinos. 2) La posibilidad que una persona tiene de poder hacer que sus opiniones sean escuchadas, que su visión del mundo alcance difusión, se debe a varios factores; puede ser el carisma que tal persona posea, sus capacidades intelectuales o políticas o su alto nivel espiritual dentro de sociedades que valorizan esto último de manera principal. Abraham fue el primer hombre que por sus propias fuerzas llegó al convencimiento de la existencia de un Creador, único y supervisor, son diversas las opiniones entre nuestros sabios sobre el momento de la vida del patriarca en donde se produjo este reconocimiento; sin embargo sin entrar en los detalles técnicos del tema, el solo hecho que haya alcanzado este nivel en forma personal le llevó constantemente a tratar de difundirlo, a comunicar los errores de la idolatría y a acercar a las seres humanos de su medio al servicio del Creador. Para concretar esta labor y para fortalecer su posición frente a aquellos que no fácilmente permitirían el éxito del monoteísmo, fue necesario que Abraham pudiera desvolverse con libertad económica, no tener lazos que lo ataran con la sociedad que quería criticar; por este motivo un segundo elemento en el mandato de abandonar su patria lo encontramos en la seguridad que recibe de D-os sobre la riqueza, dice el pasaje "te bendeciré" y la referencia es clara a los bienes materiales. Según sabemos por la estructura morfológica del hebreo, la palabra "bendición" (be-ra-ja) consta de tres letras radicales: la letra "bet", la letra "resh" y la letra "jaf"; cada una de estas letras tiene un valor numérico, según el orden de las letras del alfabeto, así la "bet" vale dos, la "resh" doscientos, la "jaf" veinte. Cada una de estas letras refleja la multiplicidad, ya que se refieren al número dos, cifra que se conecta fundamentalmente como el aumento, lo mínimo para indicar que algo es un plural es precisamente este dígito, de allí que aluda a la posibilidad de lo múltiple, del aumento, conceptos que son la base de la bendición. Cuando bendecimos a alguien, lo que deseamos es que aumente en salud, en bienes, en posibilidades, etc. Por lo tanto, la bendición asegurada a Abraham como parte del mandato de abandonar su lugar se refiere a aumentar su riqueza; siendo también una paradoja, ya que precisamente las posibilidades de aumentar en bienes durante un largo trayecto es casi nula, por el contrario conlleva generalmente a disminuir lo que se posee. Nuevamente vemos aquí la confianza absoluta del patriarca en los mandatos del Creador, ya que no dudó en emprender el viaje. 3) El último elemento que forma parte de lo dicho a Abraham por parte de D-os, fue que en la tierra a la que viajará su nombre será universalmente conocido. La fama de Abraham tenía una finalidad de tipo espiritual, debido a su constante lucha por las ideas monoteístas, la fama del patriarca era obviamente la difusión no sólo de su nombre sino también de sus postulados religiosos. Este paralelismo entre la fama personal de los grandes personajes, en especial de aquellos que lucharon por dimensiones espirituales de la realidad, y la difusión de sus propias ideas, se presentará a lo largo de toda nuestra lectura de la Biblia, siendo base importante de la personalidad de cada uno también en nuestra época; es decir difundir la propia persona por las ideas que sostiene. Aunque podríamos sospechar que la fama personal lleva a un excesivo orgullo y a la vanagloria, cuando nos referimos a Abraham, vemos que este concepto operó diferente en él, simplemente y como ya comentamos que transitar de un ligar a otro disminuye ciertas actividades humanas, la procreación, los bienes materiales fueron ya mencionados y simplemente también la posibilidad de que una sociedad te conozca se ve menguada cuando se cambia constantemente de grupo social, estas consecuencias lógicas eran sabidas por Abraham, no obstante la confianza completa que tenía en el Creador del universo no le hizo dudar que debía emprender el viaje hacia donde le fuera indicado. Estos tres elementos que forman el marco dentro del cual se comunicó en mandato de salir de su tierra: la posibilidad que en otro lugar tendría hijos, aumentarían sus bienes y que se engrandecería su nombre, son la materia de la fe de Abraham, sobre estos elementos construirá su vida futura para poder entregarse a la divulgación del Eterno como Creador del mundo. La experiencia de contemplar la vida de Abraham, la forma que tuvo de enfrentar todos los momentos que formaron su realidad, es un mensaje educativo para nuestras generaciones y para nuestro enriquecimiento personal. La preocupación por mantenerse a través de sus hijos, el anhelo de comunicar el monoteísmo a los hombres de su época fueron tan profundos que la orden divina contempla los factores que lo podrán poner en acto, "haré de ti un gran pueblo, te bendeciré y engrandeceré tu nombre…". A lo largo del relato bíblico vemos como estos tres componentes del mandato divino a Abraham de dejar su primitiva tierra, se cumplieron por completo, así recibió dos hijos: uno de los cuales sería el antepasado de los árabes en general, Ismael y el otro, Isaac, sería la descendencia elegida sobre la cual se construiría el pueblo de Israel, de tal modo se cumplió la promesa de hacer de él "un gran pueblo", ya que la cantidad del pueblo judío suele compararse a la arena del mar y a las estrellas del cielo; aumentó en los bienes materiales que representaban la riqueza en aquellas épocas, ganados y esclavos; y su nombre se extendió por sobre toda la tierra hasta que por boca de los hombres de su generación escuchamos que fue llamado: "un líder del Eterno eres tú entre nosotros". La intimidad personal que el patriarca alcanzó con el Creador fue el marco dentro del cual se construyó su fe, frente a cualquier adversidad y frente a la paradoja de la vida, el temple de Abraham nos enseña el valor de la confianza en las capacidades propias y la sumisión a D-os, ambas características lo acompañarán constantemente y serán para nosotros un ejemplo a imitar. De tal modo cuando nos enfrentemos a lo desconocido y percibamos experiencias que nos confundan podremos meditar en la posición confiada y segura de nuestro patriarca cuando avanzó en el camino que le fijó el Creador. Los sabios expresan de una manera ejemplar el significad de una personalidad como Abraham y el resto de los patriarcas, cuando declaran: "que pena por los que ya no están, y que como ellos no es posible encontrar". Tomado de: http://judaismohoy.com/article.php?article_id=875 LEJ LEJÁ La profecía sobre Jerusalem y su realización. En esta Parashá encontramos por primera vez el nombre de la ciudad de Jerusalem: "Y Malki-Tzedek, rey de Shalem (Yerushalaim), sacó pan y vino: y él era sacerdote del D's Altísimo" (Génesis 14;18). El midrash dice que "Shalem" es la ciudad de Yerushalem (nombre original de la ciudad y no Yerushaláim) y Malki-Tzedek es Shem el hijo de Noaj, quien fue el primer rey de Jerusalem. Cabe preguntar, ¿si el nombre fue Shalem, de donde salió Yerushalem? El midrash explica que el patriarca Abraham la llamó "Yerae": "Y llamó Abraham el nombre de aquél lugar (Jerusalem): "el Eterno verá" (Hashem Yerae), por lo que se dirá en el futuro. En este monte del Eterno, D's aparecerá ante su pueblo" (Génesis 22;14). Dijo D's que si la llamase "Yerae" se enojaría Shem y si la llamase Shalem, se enojaría Abraham por lo que decidió llamarle con los dos nombres: "Yerae-Shalem" y juntos "Yerushalem". ¿Qué significan, estos dos nombres y el hecho de que estos dos personajes le dieron dichos nombres? Shem es el símbolo de la sabiduría de la Torá. Nuestros sabios comentan que Shem junto con Ever, fundaron la primera Yeshivá de la historia. En ésta, se quedó posteriormente Yaacov catorce años, cuando huyó de su hermano Esav. Por otro lado, Abraham es el símbolo de la bondad. Nuestros sabios comentan que tenía una casa con cuatro puertas, para que de todos lados pudieran venir a su casa a comer. Shem llamó a la ciudad "Shalem", es decir integridad, ya que con la Torá uno puede llegar a ella. Por otro lado, Abraham la llamó "Yerae", es decir verá, puesto que la bondad consiste en ver las necesidades de los demás. Por lo tanto, la esencia de Jerusalem consiste en unir la Torá y la bondad, lo que permitirá llegar a la integridad y a la paz, ya que el nombre Yerushalem posee estos dos significados. Parece ser que a la unión de estas dos cualidades se refiere el Rey David en el Salmo 122: "Jerusalem la construida, como ciudad que se unió a ella conjuntamente". Para que Jerusalem se construya como ciudad suprema y sea reconocida por todo el mundo como nuestra capital, debemos unir las dos cualidades: Torá y bondad, ya que su esencia esta formada por ambas. Por otro lado, podemos estar tranquilos respecto de los hijos de Ishmael (llamados hoy en día palestinos), puesto que no tienen mas que el derecho provisional sobre esta ciudad, pero que finalmente perderán, ya que no cuentan con la Torá, ni la bondad, sino todo lo contrario, como lo señala la Torá: "Y le dijo un ángel del Eterno (a Hagar): he aquí que has concebido y parirás un hijo y llamarás su nombre Ishmael, porque oyó el Eterno tu aflicción. Y él será un hombre salvaje, su mano contra todos y la mano de todos contra él y frente a todos sus hermanos, con mucha descendencia habitará" (Génesis 16;11-12). Para la persona que no confía absolutamente en lo que dice la Torá, han ocurrido los últimos acontecimientos y nos han verificado la descripción de la Torá sobre los hijos de Ishmael: "y serán salvajes", lo cual hoy en día todos vemos como una realidad. ¿Entonces, si tienen un derecho provisional sobre Jerusalem, qué es lo que nos obliga a luchar contra ellos por esta ciudad? El Zohar (parte oculta de la Torá oral que fue escrita por Rabi Simón Bar Yojai hace 2000 años aproximadamente) en su comentario sobre esta Parashá dice: "y los hijos de Ishmael dominarán en el futuro la tierra sagrada, mientras se encuentre vacía, así como su Brit Milá es vacío. Obstaculizarán a los hijos de Israel en el regreso a su lugar, hasta que termine su mérito". El Zohar nos enseña que el mérito de "Brit Milá" es importante para tener la tierra sagrada y como ellos también lo hacen, pero de manera incompleta, tienen un derecho no completo sobre dicha tierra, pero una vez que se termine su mérito, terminará también su derecho y pasará a nosotros, sin mayor problema. Hoy en día, nos encontramos en la mera realización de dicha profecía y lo que debemos hacer es fortalecernos en Torá, en actos de bondad y esperar que termine el mérito de ellos, para que la ciudad de Yerushalaim, unida y completa, sea nuestra. |
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