14 enero 2010

Barranquilla: 2da Parte. PARASHAT VAERA, ROSH JODESH SHEVAT. El comienzo de la Redención y la Renovación‏

2da Parte. PARASHAT VAERA, ROSH JODESH SHEVAT. El comienzo de la Redención y la Renovación‏
de Asher Amram Ben Avraham Avinu - Wednesday, 13 de January de 2010, 23:38
 

Una reflexión orientada al futuro

Se aprecia que la bondad y la justicia -tzadaká- acelera la redención. Y ahora estamos esperando también la redención definitiva, la que nos libere de todos los flagelos y nos permita vivir felices y en paz por siempre. ¿Cómo será posible conseguir qué este momento llegue pronto? Seguro que con buenas acciones y actos de bondad y justicia, como aconteció con la generación que salió de Egipto, respaldados por la acción de los patriarcas. Y en el Talmud consta que también respecto a este momento, Isaac actuará a favor de su pueblo de modo especial.

Esto es lo que se menciona en el tratado de Shabat: En el futuro se revelaría a Abraham para decirle: "tus hijos han pecado". Y ésta iba a ser la respuesta de Abraham: "Amo del universo: bórralos para santificar tu nombre". Después Dios se revelaría a Jacob para formularle la misma pregunta. Y éste respondería: "Amo del universo: bórralos para santificar tu nombre".

Posteriormente Dios se le revelaría a Isaac, para decirle: "tus hijos han pecado". Y la respuesta de Isaac iba a ser: ¿Mis hijos y no tus hijos? Considera que cuando ellos dijeron: "Te obedeceremos y escucharemos", Tú los llamaste: "Mi hijo primogénito" (Éxodo 4:22). ¿Y ahora dices que son mis hijos y no tus hijos?

De todos modos, ¿cuánto pecaron? Consideremos que la vida promedio de una persona son setenta años. Y tomemos en cuenta que hasta los veinte años, Tú no los castigas. Como está escrito: "En este Desierto caerán vuestros cadáveres; todos vosotros que fuisteis censados en cualquiera de vuestros censos, a partir de veinte años de edad en adelante, a los que provocasteis en Mi contra" (Números 14:29). Siendo así, quedan sólo cincuenta años en los que pudieron haber pecado. Pero debemos restar aun a esa cifra 25 años que estuvieron durmiendo. Ya que sumando todo el tiempo que una persona duerme en su vida, arroja un resultado de 25 años. Es decir, quedan solamente 25 años de pecados. Aunque aun debemos considerar el tiempo que estuvieron orando, comiendo y en los servicios. O sea, han de restarse otros doce años y medio. Por lo tanto, la acusación puede ser solamente por doce años y medio de pecados, que son los que quedan después de descontar todo lo que he mencionado.

Ahora bien, respecto a esos doce años y medio de pecados, si Tú deseas cargar con ellos, hazlo. Y si no, entonces dividámoslos, Tú tomas la mitad y yo la otra mitad. Y si tampoco estás de acuerdo, en ese caso he aquí ofrezco mi alma ante Ti; es decir, yo cargaré con todo.

Al escuchar los Hijos de Israel dijeron a Isaac: "Pues tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos reconoce" (Isaías 63:16). E Isaac les dijo: en vez de alabarme a mi, alabad a Dios, y les señaló lo Alto. Inmediatamente declararon: "Tú, El Eterno, eres nuestro padre, nuestro Redentor, por siempre sea tu nombre" (Ibíd.) (Shabat 89b).

Se advierte que ya contamos con la ayuda de los patriarcas, sólo debemos ayudar a que ese momento se cristalice asociándonos a sus nobles acciones. Es necesario hacer justicia con el prójimo y ese será un medio infalible para atraer la redención final. Como consta en Tana Dbei Eliahu: la justicia -tezedaká- aprontará la redención final.

http://www.judaismovirtual.com/parasha_numerologia/vaera.php

Shobabim Tat

Las semanas en las cuales se lee la parashá Shemot… Tetzavé, se conoce con el nombre de Shobabim Tat, según la primera letra de la parashá, a saber: Shemot, Vaera, Bo, Beshalaj, Itró, Mishpatim, Truma, Tetzavé. Estos días son días de ayuno, oración, contrición, caridad y tiene la fuerza de hacer "Tikunim" (arreglos necesarios para el alma) hay muchas costumbres y fueron escritos poemas especiales para estos importantes días.

En años normales se acostumbra a ayunar los días lunes y jueves, en Shobabim y en los años intercalados, donde se agrega un mes más – Adar 2 – en Shobabim – Tat. -Shobabim, nos insinúa, Shubu banim- ¡Volved hijos! -Tat, nos recuerda, Teshuvá y Tefilá arrepentimiento y oración) y también Talmud Torá (estudio de la Torá).

De cada parashá podemos aprender un camino a andar: a. Shemot: Pedir a HaShem por nuestras necesidades, así leemos: "… los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron y subió a HaShem su clamor… Y oyó HaShem los quejidos de ellos… y miró HaShem a los hijos de Israel y HaShem supo lo que hay que hacer" (2:23-25).

b. Vaera: Debemos tener conciencia y escuchar el verbo de HaShem… si no nos atendremos a las consecuencias. Moshé, nuestro maestro, no consigue convencer al Faraón para que acate la orden de HaShem… Solo después de la plaga de granizo, reconoce y aclama: "he pecado otra vez, el Eterno es justo y yo y mi pueblo somos los malvados" (2:23-25)

c. Bo: La oración y la fe no basta, en esta parashá somos ordenados a cumplir el precepto de los "Tefilin" (filacterias) "Y será para ti, una señal"

d. Beshalaj: Nuestra oración no se limitará a pedir a HaShem lo que necesitemos, sino hemos de agradecerle a HaShem; Onkelos, explica en "Shiraz hayam" (cánticos al mar) sobre las palabras "cantaré a HaShem", explica: con alabanzas y agradecimiento ante el Creador. Estas "parashiot" nos indican como debemos relacionarnos con HaShem, las siguientes nos conducirán a las buenas relaciones con nuestros semejantes.

e. Itro: En los "Diez mandamientos"… "no matarás" f. Mishpatim: Leyes para el bien de la sociedad, justicia merced y compasión, "No pervertirás el juicio" (23:6) "Cuando encontrares el buey de tu enemigo a su asno extraviado, sin falta se lo harás volver (idem: 24)

g. Truma: Debemos aprender a donar, a dar de lo nuestro.

h. Tetzavé: Como las vestimentas del "Cohen" eran "Iejabod uletifaret" para (honra y hermosura) (28:2) Así, en lo material, deben estar nuestras ropas, pulcras y limpias, sin mancha alguna… en lo espiritual debemos de tratar que nuestro "beged" – neshama – alma, se encuentre limpia y diáfana.

Estas semanas son propicias, para un cambio de clima espiritual… aprovechemos la oportunidad

http://www.torahenfamilia.com/index2.asp?vart=945

Muy Interesantes Videos sobre la
Parashá HaShavua

 

http://www.youtube.com/watch?v=ov53_6rw5bQ

http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/2vaera.html

 

Este Shabat 16-01-10 Es Rosh Jodesh Jeshvan,

Rosh Jodesh (Cabeza del Mes) del mes de Shevat.

Se agrega a la plegaria diaria partes especiales: Se recita Halel (Salmos 113-118) – en forma "incompleta"—a continuación de la Amida de Shajarit, Además se agrega Iaale Veaiabo a la Amida y al Birkat Hamazon (Agradecimiento después de la Comida); se recita la Amida de Musaf (cuando Rosh Jodesh es en Shabat, se recita Musaf de Shabat con los agregados de Rosh Jodesh). Tajanun (confesión de pecados) y todas las plegarias similares se omiten.

Mucha gente acostumbra a festejar Rosh Jodesh con una comida festiva y reducen sus actividades laborales. Esta última costumbre es predominante especialmente entre las mujeres, que tienen una afinidad especial con Rosh Jodesh – teniendo en cuenta el elemento femenino del Calendario Judío.

 
La energia del mes de Shvat

Shvat es el undécimo mes del año en la cuenta que comienza a partir de Nisán, y el quinto a partir de Tishrei. Las Escrituras siempre se refieren a éste como el undécimo mes: Y fue en el cuadragésimo año, en el undécimo mes... (Deuteronomio 1:3); en el día veinticuatro del undécimo mes, el mes de Shvat... (Zejaria 1:7).

Rosh Jodesh Shvat siempre es un solo día, pues el mes anterior, Tevet, siempre tiene 29 días. El mes de Shvat, por su parte, es "completo" [de 30 días]; de modo que el día 30 de Shvat es el primero de Rosh Jodesh Adar.
Fue en el primer día de Shvat que Moshé comenzó a dar su arenga final a Israel, el Libro de Devarím (Deuteronomio). El versículo expresa (Deuteronomio 1:5): Allende el Jordán, en la tierra de Moáv, Moshé comenzó a explicar esta Torá... Fue entonces que amonestó al pueblo por haberse rebelado contra Di-s durante sus cuarenta años en el desierto. Allí repasó y enseñó muchos de los preceptos que ya habían sido entregados en el Monte Sinaí y en el Ohel Moed (Tienda de Reunión, el Tabernáculo), y también dio a conocer nuevas mitzvot que aún no habían sido encomendadas. Enumeró las bendiciones y maldiciones a las que el pueblo estaría sujeto de cumplir o violar la Voluntad Divina y preparó a la nación para su ingreso y toma de posesión de la tierra de Canaán; y concluyó bendiciéndolos antes de su muerte.

Durante treinta y seis días Moshé habló a todo el pueblo de Israel, comenzando el 1 de Shvat y concluyendo el 7 de Adar, día de su muerte. Sus palabras de apertura fueron (ibíd. 1:6-7): Demasiado tiempo han morado en esta montaña, trasladáos y desplazáos hacia la montaña de los Emoritas y todos sus vecinos... hasta el río grande, el Eufrates y sus palabras finales fueron (ibíd. 33:29): Bienaventurado tú, Israel. ¿Quién es como tú, una nación salvada por Di-s, el escudo que te ampara, la espada de tu gloria? Se confabularán tus enemigos contra ti; mas tú sobre sus alturas hollarás.

A ello se debe que los Sabios posteriores dijeran que Rosh Jodesh Shvat es comparable al 6 de Siván, día de la entrega de la Torá. Así como ese día sigue siendo particularmente propicio cada año para aceptar el yugo de la Torá y las mitzvot, de igual modo, en el primero de Shvat se abren nuevos manantiales de Torá en los corazones de Israel, ya que ese día recibieron la "repetición" de la Torá (Mishné Torá, el Libro de Devarím). Todos los días comprendidos entre el 1 de Shvat y el 7 de Adar resultan, por consiguiente, especialmente propicios para renovar la inspiración en el estudio de la Torá y el cumplimiento de los preceptos.


Fuente: Nosotros y el tiempo. Eliahu Kitob

La luna nueva de Shevat / Acuario

Extraído de El Calendario Cabalístico de Ben Itzjak. Editorial Edaf Por Ruth Shira

El sabio pensador Eliahu Dessler describe el ciclo del año como un tren que marcha en un viaje circular. Las estaciones son las mismas cada año y, una vez que llegamos allí, el clima que se vive en ellas es absolutamente particular. El tren, en su recorrido a través del ciclo del año, atraviesa y se detiene en 12 estaciones: los meses. Doce personalidades, doce nombres, doce esencias.

En esta ocasión descenderemos a Shevat por la puerta de la Festividad: el Año Nuevo de los árboles.
Los sabios de Israel, en la Mishná, nos enseñan que en el mes de shevat se celebra el Año nuevo de los árboles, el cual determina la separación de los frutos nacidos en un año de los frutos del año siguiente.

Aunque en realidad no se llega a un total acuerdo en referencia a la fecha exacta del Año Nuevo de los árboles, encontramos dos posturas muy claramente definidas: una escuela de sabios opina que se debe celebrar el primero del mes, mientras que otra mantiene que la fecha adecuada es el día quince, momento en el que la luna alcanza su estado de plenitud.

Lo que no cabe duda es que la esencia del mes se relaciona íntimamente con los árboles.

El primer hombre, Adán, el único ser creado directamente por las manos de D-os, el mismo que comienza a cargar sobre sus hombros la misteriosa e insondable "imagen y semejanza" divinas, en su estado ideal de perfección es colocado en el Paraíso, mas aun, el Paraíso es creado para el. Un hombre "ideal" en un lugar "ideal".

"El Eterno D-os planto un jardín en el Edén, hacia el este, y allí coloco al hombre que había formado. Y el Eterno D-os hizo que brotaran de la tierra todos los árboles que eran agradables a la vista y buenos como alimento."

De haberse apegado a su misión y de haberse mantenido fiel a su origen espiritual, Adán podría haber habitado ese lugar por toda la eternidad. No extraña, entonces, que cuando el hombre peca - también a través de un árbol - es expulsado del lugar perfecto, del sitio original, del Paraíso. En pocas palabras: es alejado y desconectado de los árboles.

Sobra aclarar que el mundo de Adán era muy diferente al nuestro. El poseía la conciencia permanente de que la material marchaba tras el espíritu, y que este debía ser el orden y el parámetro de sus acciones. Para Adán no hubiese resultado una sorpresa que el cuerpo enferma debido a una dolencia espiritual, ni que somatizara los distintos estados de animo.

De acuerdo con los sabios místicos, él cultivaba y plantaba sin necesidad de herramientas: lo había colocado en el jardín del Edén y en su vida cotidiana era conciente de que su labor de cultivo era a través de actos espirituales: el cumplimiento de los preceptos positivos; y lo guardaba - nuevamente gracias a acciones espirituales - al evitar incumplir los preceptos negativos.

El "hombre perfecto", la "criatura ideal" habitaba entre los árboles, comía y se nutria de sus frutos y estaba en paz.

El Talmud relata que cuando Adán fue castigado tras desviarse de su camino y escucho de la boca del Creador que a partir de ese momento debería comer "de la hierba del campo", quedo atónito, lloro y exclamo: "Acaso desde ahora yo y mi burro comeremos del mismo plato?"

El mensaje de sabiduría es claro: la hierba del campo es esencialmente alimento de animales.
Los hombres se nutren de los frutos de los árboles, los animales de la hierba del campo.

Para comprender mejor la diferencia entre las hierbas y los árboles es conveniente acercarnos a la simbología mística representada por la luna.

La concepción lunar

Las dos grandes luminarias, el sol y la luna, no solo arrojan luz sobre el mundo que nos rodea sino que representan dos sistemas de captación de la realidad. Y no olvidemos que al fin y al cabo vivimos de acuerdo con nuestra concepción propia de la vida. Incluso la falta de un sistema organizado y la improvisación también responden a una forma de vivir, a una idea, a una cosmovisión carente de un sentido último.

La luna simboliza la renovación permanente. Nace a comienzos del mes, crece lentamente, alcanza su plenitud al llegar al día quince y, lentamente, con el paso de los días se desdibuja en las alturas hasta terminar desapareciendo por completo. La luna es experta en el arte de renacer. Permanentemente esta viniendo del "no ser", del "no estar", de la nada.

Los sabios relacionan el proceso lunar con la siembra y la cosecha; tal proceso natural no alude a una simple dinámica biológica de evolución, de expansión de lo ya existente -la semilla- sino a una dinámica de clara renovación. Significa: la semilla no ´evoluciona" en planta sino que, tras descomponerse en las profundidades de la tierra, tras volverse "nada", entonces genera "algo nuevo", un brote.

La nueva planta, tal como la luna, "nace" a partir de la nada.
El acto de nacer marca el límite entre lo inexistente y lo existente, entre la nada y el ser.

El hombre y los frutos

Tal vez aquí podamos hallar la diferencia esencial entre la simbología mística del árbol y la de la hierba.

La hierba que acabamos de comer, la verdura servida en nuestro plato, es lo que ha crecido a partir de un algo existente. De un brote minúsculo que un día plantamos en surco ha evolucionado una planta.
Luego, tras comer la planta, nada queda. Hemos comido lo principal, ingerimos la expresión de su carácter evolutivo.

Por el contrario, cuando comemos los frutos del árbol, no ingerimos su tronco, sino que nos alimentamos en realidad de lo totalmente nuevo, ya que el árbol mismo continua intacto y en pie.

El fruto representa lo absolutamente nuevo que surge a partir del árbol que permanece integro.

Ya no resulta tan extraño que el Talmud enseñe que el trigo, del cual proviene el pan y constituye el principal alimento del hombre, crecía en forma de árbol antes de que Adán cometiera su transgresión. Tampoco es menos significativo que al probar precisamente de este árbol -el trigo- comenzara la caída de la humanidad.

Existe una relación esencial entre el hombre y su comida: de la comida se nutre y toma vitalidad. Soy lo que como, mi vida es reflejo de mi alimento.
Cuando la vida del hombre se basa en una concepción evolutiva, entonces su comida natural es la hierba. Cuando la vida del hombre se apoya en la renovación permanente, entonces su sustento natural es el fruto de los árboles.

Del hombre se exige una renovación permanente. El mandato esencial es que no viva creciendo o evolucionando movido por la inercia natural, sino que ahora y en cada instante vuelva a decidir y a re - crearse nuevamente.
Sólo aquel que es capaz de renovarse por complete puede quitarse de sus hombros los errores y pecados del pasado. Ahora sus "manchas" ya no le pertenecen ya que esencialmente se ha convertido en una persona nueva. Sólo el hombre es capaz de enderezar sus actos ya que es la única criatura divina capaz de re - crearse.

De acuerdo con la concepción de renovación permanente, el hoy es nada más -y nada menos- que la tierra fértil del mañana. La cual producirá frutos nuevos, variados, plenamente renovados.

De acuerdo con la tradición, el quinto libro bíblico, el Deuteronomio, fue pronunciado por el mismo Moisés durante el mes de Shevat. Es sabido que Moisés tenía dificultades para hablar, sin embargo, logra superar su dificultad y pronunciar Sabiduría pura precisamente durante este mes. Y el texto bíblico marca y enfatiza esa fecha.

La Torá en muchos textos místicos, es comparada con un árbol de vida. Moisés, mas que nadie, logra probar y saborear los frutos del árbol. Y entonces el también logra dar sus propios frutos. Bajo la influencia del mes de Shevat.

Daniel Ben Itzjak

 

SHABAT SHALOM VE JODESH TOV UMEBORAJ !!!

 

Shabat, 30 Enero, 2010  

TU BISHEVAT-AÑO NUEVO DE LOS ÁRBOLES

Tu BiShevat ("el 15 de Shevat") que señala el comienzo de un "Año Nuevo para los Árboles". Es la época en que los primeros árboles florecientes en la Tierra de Israel emergen de su sueño invernal y comienzan un nuevo ciclo de dar frutos.

Legalmente, el "Año Nuevo de los Árboles" está relacionado con los diversos diezmos que deben ser separados de la cosecha que crece en la Tierra Santa. Señalamos el día comiendo frutas, particularmente de las "Siete Especies" que son indicadas en la Torá en su alabanza de la abundancia de la Tierra Santa (trigo, cebada, uvas, higos, granadas, aceitunas y dátiles). En este día recordamos que "El Hombre es un árbol del campo" (Deuteronomio 20:19) y reflexionamos acerca de las lecciones que podemos derivar de esta analogía botánica.

¿Que celebramos el 15 de Shvat?


Pregunta:

¿Qué es lo que celebramos exactamente el 15 de Shvat (este año el 9 de febrero) y que tiene eso que ver con nosotros? ¿acaso somos los seres humanos árboles?

Respuesta:

Antiguamente, el pueblo judío en la Tierra Santa conmemoraba el 15 de Shvat, como el inicio de la nueva estación de los frutos en Israel.

Esta época del año marca el punto medio del invierno cuando la fuerza del frío disminuye, la mayoría de las lluvias del año ya cayeron y la savia de los árboles comienza a subir. Como resultado, los frutos comienzan a formarse. Esta fecha hasta hoy es conmemorada como el cumpleaños de los árboles en Israel.

De la misma manera como el primero de Tishrei, es Rosh Hashaná para los hombres, el día 15 de Shvat Di-s determina la cantidad de frutos y hojas que cada árbol producirá durante el año; si crecerá satisfactoriamente, floreciendo o secará hasta morir.

Esto demuestra que el Creador del Universo y de todas las especies, inclusive plantas y árboles, cuida cada una de Sus creaciones, determinando su destino. Las frutas crecidas antes de esta fecha eran consideradas frutas "viejas", y las que eran cosechadas a partir de esta fecha, eran recibidas como "nuevas". Actualmente el Rosh Hashaná La'ilanot, Año Nuevo de los Árboles, es conmemorado a través de bendecir antes y después de la degustación de frutos nuevos de la estación, especialmente las especies de frutas de la Tierra de Israel: aceituna, dátil, uva, higo y granada (trigo y cebada son las otras dos especies con la que las Tierra de Israel fu bendecida). Al comer los frutos y recitar las bendiciones reconocemos a Di-s como el Creador del mundo, de la naturaleza y de todo lo que contiene.

Además, una analogía entre el árbol y el ser humano puede ser hecha. Así como el árbol está en constante crecimiento, también nosotros debemos crecer; de igual manera como produce sus frutos, también nosotros debemos producirlos. En Tú Bishvat (15 de Shvat) debemos renovar el crecimiento personal, así como los árboles comienzan a absorber la humedad y los nutrientes de la tierra.

La raíz simboliza la conexión con la fuente, nuestra fe; el tronco representa la parte principal que sostiene y representa el estudio de la Torá y el cumplimiento de los preceptos, y el fruto está conectado con el resultado: la meta alcanzada, nuestra influencia positiva y continua en la preservación de nuestros valores. Debemos constantemente acordarnos que por encima de la naturaleza se encuentra Di-s "regando" a sus hijos a través del legado del estudio y práctica de la Torá, los verdaderos recipientes de bendiciones para que puedan crecer continuamente en todas las estaciones.

 

Torah, Halaja, Judaismo y màs en:

 

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  UNETÈ

 

 
Estudio de Torah y Halajá


En Barranquilla


Todos los martes a las 7:15 PM.

 

Nos reunimos en un ambiente de armonia y alegria, a estudiar las palabras del Rebe Najman de Breslov en el

Libro EL ARTE DE CONVERSAR CON HASHEM DEL RABINO MENAJEM ABDELJAK Shelit''a ,es una

recopilación de las enseñanzas del Rebe Najman y de su discípulo el Rabi Natan dedicadas a la Hitbodedut

(plegaria personal).

 

Guemarà Para Tod@s, Tratado de Berajot

Jueves: 6:30 PM

Se ocupa sobre las distintas situaciones en las que el judío expresa su fe hacia HaShem. Las bendiciones para cualquier ocasión, el orden de los rezos, la lectura del Shemá sus bendiciones y sus leyes, toda la normativa judía en la vida diaria tiene su expresión en este Tratado.
Berajot pertenece a la orden de Zeraim, que trata sobre las leyes relativas a los frutos de la tierra y es el primer Tratado de este orden que contiene once tratados.

 

The Shabbath Candles #DY17

SHABAT SHALOM VE JODESH TOV

UMEBORAJ!!!

 

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