PERASHAT BEMIDBAR, SHABAT KALA - JAG HASHAVUOT- SOCIOS DE LA CREACION O DESTRUCTORES DEL MUNDO | |||||||||||||||||||||||||||||||
בס"ד Perashát Bemidbar - En el desierto Y tomé a los leviim entre los hijos de Israel... (Bamidvar 3,12) NOS SANTIFICASTE CON TUS PRECEPTOS Este es el lenguaje que usamos en la bendiciones antes de cumplir con un precepto, que Hashem nos santifica con Sus Preceptos, los preceptos son de Hakadosh Baruj Hu, y para poder cumplirlos debemos elevarnos, para intentar aproximarnos a la perfección, para alcanzar un nivel espiritual digno de lo que queremos cumplir. Y como Hashem nos ordena cumplir con algo que es de El, nos ayuda también a acercarnos, alejándonos de los pecados, para que nuestro cumplimiento mejore, siempre con Su Ayuda. DE TU MANO Las palabras "todo depende del Cielo" no se aplican solamente para el estudio de la Tora y el cumplimiento de los preceptos, hay otra cosa que cumple con la misma regla: nuestro sustento. Todos nosotros queremos que Hashem nos mande más y más dinero, para alcanzar a cubrir las necesidades de nuestras familias. ¿Por qué la vida de una persona que quiere estudiar Tora y que se preocupa por cumplir los preceptos requiere que haya que "romperse la cabeza" para llegar a fin de mes? ¿Por qué hay que pensar que pronto llegará el momento y no vemos ninguna solución que nos haga creer que podremos casar dignamente a nuestros cuatro, ocho, diez o más hijos? Desde luego, que el sustento está en las "manos" del Bore Olam, y vemos como cada mes tenemos a la vista un nuevo milagro, gota tras gota, muy despacio, todo se desenvuelve y los problemas dejan de ser problemas. La respuesta a estas preguntas está en nuestra forma de pedir el sustento: "...que no necesitemos que provenga del regalo de un hombre de carne y hueso..." La profundidad de este pedido, ¿hasta dónde llega? No solamente que no dependamos de la ayuda de los demás, sino que esa ayuda no provenga tampoco de nosotros mismos. Estamos pidiendo que la ayuda no provenga de un hombre de carne y hueso, las personas que nos rodean son de carne y hueso y nosotros también. Queremos que la ayuda provenga únicamente de Hakadosh Baruj Hu, ni de otra gente y ni siquiera tampoco de nuestra parte, sólo de Hashem. De Tu Mano, como la generación del desierto que tuvo el mérito de que todos los días recibían el "man" fresco, de la Mano del Bore Olam, así nosotros pedimos ser merecedores del sustento de Tu Mano abierta, sagrada y generosa. Podemos ver a cada minuto, como el sustento proviene del cielo, el sustento que llega de la Mano de Hakadosh Baruj Hu, llega de una forma que no podemos comprender, pero siempre llega, y cada mes, Hashem abre Su Mano y deja las panzas llenas, todos se sienten satisfechos. Podemos ver en las fiestas, las familias que hacen las fiestas no comen de esa manera en sus casas, entonces, ¿cómo hacen para pagar una fiesta para doscientos invitados y servirlos de una forma que en su casa jamás comieron? Allí es donde vemos que no son los padres los que casan a sus hijos sino Hashem Itbaraj. Así concluye el rab hagaon Shimshon David Pinkus ztz"l una de sus conferencias, y nos queda por preguntar, ¿por qué para estudiar Tora y cumplirla debemos aplicar todas nuestras fuerzas y, en cambio, para el sustento, debemos solamente dar el primer paso y dejar que el Bore Olam haga el resto, al ser que las tres cosas dependen de Hashem?http://www.judaismohoy.com/article.php?article_id=1219&group_id=31 El libro Bemidvar, el cuarto de los cinco que conforman el Pentateuco, comienza con un tema que le dará el cariz central de los contenidos que nos enseña, el censo de Israel en el desierto, censo que se repetirá nuevamente casi al final del libro, razón por la cual los sabios han denominado también a este libro con el nombre de el libro de las cuentas. Su primera parashá cuyo nombre es el mismo del propio libro, Bemidvar, consta del tema principal del censo y además de la distribución de Israel en el desierto y parte de las funciones y de la distribución de los levitas dentro del campamento. Sobre la disposición de las tribus dentro del campamento, la Torá nos relata que en función de los viajes que deben realizar, todas las tribus fueron divididas en cuatro secciones, de tres tribus cada una, siendo que cada uno de estas secciones ocupa una de las direcciones del espacio. Además para esta distribución fueron establecidas doce diferentes banderas, cada tribu recibió un pendón con emblemas que los identifican y así su identidad es resaltada dentro de todo el campamento; como fueron dispuestas en grupos de a cuatro, dentro de cada uno de los grupos la bandera de una de las tres tribus sería el estandarte principal que identificaría a esta dirección espacial con los contenidos trascendentales que proyectan las tribus y sus emblemas. El orden de esta distribución sigue el recorrido del sol dentro de la tierra de Israel, donde emerge por el oriente, se dirige al sur donde encuentra su punto más alto, para luego declinar en el poniente; de esta manera el norte nunca es visitado por la luz del sol, y esto es relevante no solo a nivel cosmológico, sino también a niveles de mayor profundidad tanto moral como espiritual, por tratarse de un lugar "oscuro". Así nos enseñan los maestros: "este mundo se parece a una exedra (una columnata) cerrada por completa en tres de sus lados, pero abierta (no protegida) al lado norte" (Baba Batra 25ª); y de un modo explícito declara el Midrash: "el norte – de allí la oscuridad sale al mundo" (Bemidvar Raba 2,10). La distribución del campamento sigue este orden, siendo el primer grupo ubicado al oriente, el segundo al sur, el tercero al poniente y el cuarto al norte. Así, en el primer grupo se ubicó la tribu de Yehudá, cuyo liderazgo es reconocido dentro de los hijos de Yaakov como el rey y a él le corresponde situarse en el lugar de donde sale la luz material al mundo, como una forma de expresar el sentido espiritual que debe guiar al rey del Israel, la luz para la naciones, y por este motivo el pendón de Yehudá es el emblema que identifica a todo esta primera sección. Junto a él viajaban la tribu de Isajar, símbolo del estudio abnegado de la Torá, y la tribu de Zevulún quien ostentaba la riqueza material al servicio de fines espirituales elevados; esto lo encontramos en el acuerdo que hubo entre ambos hermanos: mientras que uno de ellos se dedicaba solamente a estudiar Torá (Isajar), el otro (Zevulún) lo mantuvo con su trabajo y así recibió también parte de la Torá estudiada por su hermano. Estas tribus son la vanguardia del campamento y en todos los viajes, marchaban primeros. El segundo grupo de tres tribus lo constituyen, la tribu de Reuvén, el primogénito de Israel, y junto a él Shimón y Gad, estas tribus son representantes de tres conceptos que se proyectan precisamente hacia el sur del mundo, el punto de mayor luminosidad, Reuvén como símbolo de arrepentimiento es acompañado por Gad quien ostenta fuerza física y temple, ambos necesarios para enfrentar el error y cambiar, mientras que Shimón en medio de ellos para poder mantenerse en equilibrio, mantenimiento necesario para la continuidad del mensaje de la Torá. La bandera de este grupo era la de Reuvén, él los dirigía siendo el primero de ellos en marchar en el momento de viajar. El tercer grupo, ubicados en el poniente, eran los hijos de Rajel, representados por los dos hijos de Yosef, Efraim y Menashé, y por Biniamín, siendo el estandarte de Efraim el líder de esta sección. El poniente es el lugar donde la fuerza del día se mezcla con los momentos primeros de la noche, para poder sobreponerse a estos instantes es necesario la fuerza natural del toro, símbolo de Yosef y sus hijos, como un emblema de la presencia de Hashem en cada uno de los detalles de nuestra vida natural. De tal modo los maestros han declarado que la presencia divina nunca se ha movido del poniente. En el norte, de donde la oscuridad sale al mundo, fueron ubicadas las tribus de Dan, de Asher y de Naftalí. Esta sección viajaban en la retaguardia, con la bandera de Dan como pendón distintivo; las ideas que se proyectan de este grupo son en cierto sentido negativas y expresan debilidades que fue necesario amortiguar con la presencia de estas tribus, así si bien dentro del territorio de Dan mucha idolatría fue practicada, el hecho que la tribu de Asher y Naftalí lo acompañen hizo que se iluminara algo la oscuridad causada por los ídolos. Sobre las banderas del campamento, sus significados emblemáticos y la trascendencia de sus signos han enseñado los sabios en múltiples lugares, sin embargo hay un Midrash que puede aproximarnos en forma esencial al sentido de estos emblemas. En Shir Hashirim 6,10 se declara: "¿Quién es esta que se observa como la aurora?, las naciones del mundo estaban observando las grandes virtudes de Israel y su prestigio delante del Creador y se sorprendieron, entonces les dijeron otro versículo de Shir Hashirim: "¡Vuelve, vuelve Shulamit...!", cuya intención fue invitarlos a convivir con ellos y a cambio las naciones del mundo darían a Israel honores y gloria, los harían gobernantes y administradores, etc... Sin embargo, Israel les respondieron: "Qué es lo que ven en Shulamit, acaso es la distribución de los campamentos" Es decir, qué tipo de grandeza pueden ustedes ofrecernos y que honor y distinción pueden ustedes darnos, tal vez tienen ustedes alguna grandeza comparable con la que nos otorgó el Creador: "la bandera del campamento de Yehudá en el oriente...". El comentarista Kelí Yakar hace la siguiente pregunta a la luz de este Midrash: "cada persona inteligente de seguro que se sorprenderá, qué tipo de ruido tumultuoso es este, por qué la voz de la cuidad se agita por algo así (o sea qué significado tan profundo observa Israel en sus banderas, de modo tal que rechaza cualquier otra distinción)". La explicación de este Midrash puede contemplar dos posibles respuestas a la pregunta del comentarista citado, por un lado nos enseña el Najmánides en su comentario a la Torá, basándose en Bemidvar Rabá 2,9, que el Creador creó las cuatro direcciones del espacio con todos los significados espirituales, del mismo modo que cuatro "animales" rodean en cuatro direcciones su trono, así cuatro grupos tenía el campamento de Israel. Sobre los cuatro animales se asienta el trono divino y con respecto a esta distribución le ordenó a Moshé que distribuyera las banderas, en el oriente que de allí sale luz al mundo, estará Yehudá cuya bandera llevaba puesto su símbolo que es el león, así como en el trono al lado delantero había una imagen de un león; en el sur Reuvén, cuyo pendón tenía una mandrágora dibujado, corresponde a la imagen de la cara del hombre grabado en el lado sur del trono divino; al poniente los hijos de Yosef con sus emblemas corresponden en el trono a la imagen del toro y finalmente en el norte las tribus representaban la imagen del águila en el trono del Creador. Es decir este orden que la Torá nos presenta del campamento de Israel está detalladamente referido con respecto al trono Divino, es decir que Israel sobre la tierra son lo que los animales sagrados ubicados a los lados del trono; por lo tanto si las naciones del mundo quisieron ofrecer grandeza a Israel, estos respondieron que no hay grandeza mayor que ser el trono de Hashem en el mundo; Israel con sus banderas y con la disposición del campamento son la manifestación de la presencia divina sobre la tierra, simplemente un honor insuperable. Existe además un Midrash que enseña que en el momento que Israel recibieron la Torá, en ese gran instante en que se escuchó la voz del Creador, todos los cielos se abrieron y los sabios maestros estudiaron que entonces bajaron los ángeles para observar al pueblo que durante el día alaban a Hashem y que ahora se aprestaban a recibir la Torá y empezar a cumplirla. Este Midrash nos declara que el aspecto de los ángeles que ellos vieron, era el de una bandera; es decir cada ángel se distinguía a visión humana como si fuera una bandera y todos ellos eran ondas, ondas. Es decir que la grandeza que Israel percibe en sus banderas radica en el hecho que en cada una hay un símbolo de cada tribu entregado por el propio Yaakov antes de morir, y el honor de poseer un emblema es tan profundo que es como tener el mundo espiritual junto al campamento, por este motivo Israel rechaza el honor de los otros, ya que este honor de tener ángeles en forma de banderas es querido y muy apreciado por todo Israel. MUY INTERESANTES VIDEOS SOBRE LA PERASHAT HASHAVUA Y JAG HASHAVUOT http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/bamidbar.html http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/shavuot.html 18 al 20 de Mayo de 2010 • 5-7 de Sivan Horario del Encendido de Velas para la Festividad de Shavuot 5770/2010.BOGOTA:
BARRANQUILLA:
CALI:
* La segunda noche de las Festividades hay que tener cuidado de no encender las velas de Iom Tov directamente de un fósforo, sino que debe hacerse de un fuego ya encendido y preexistente desde antes del comienzo de la Festividad, esto puede ser una llama piloto, una hornalla o una vela de larga duración. Por. Rav Nissim Bahar z"l LA FIESTA DE SHAVUOT
Shavuot es también la fiesta de los primeros frutos -Yom Habikurim- pues en este día, el pueblo traía al Templo una ofrenda de dos panes, hechos con el nuevo trigo de la primera cosecha del año. Por lo tanto, el nombre de "nueva ofrenda" simboliza la renovación espiritual por la que atravesamos cada vez que recibimos, una vez más, la Torá.
EL SIGNIFICADO DE SHAVUOT
Sin la Torá, el destino de la Nación Judía hubiera sido como el de todas las naciones de épocas tempranas, que llegaron a ser imperios mundiales pero finalmente desaparecieron sin dejar rastros.
LAS LEYES DE SHAVUOT
10.- Se acostumbra recitar en Shavuot la Meguila de Ruth y las Azaharot. (Los Ashkenazim acostumbran antes de la lectura de la Torá leer un poema exaltando la grandeza de D-os, llamado Akdamuth Milin)i. |
12 mayo 2010
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