03 octubre 2005

Kolót: Recuperan su identidad los judíos que la ocultaron para entrar a Argentina

Recuperan su identidad los judíos que la ocultaron para entrar a Argentina
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Sunday, 2 de October de 2005, 16:24
 
01.10.2005 | Clarín.com | Sociedad

YA PUEDEN REALIZAR EL TRAMITE DE RECTIFICACION EN FORMA GRATUITA
Recuperan su identidad los judíos que la ocultaron para entrar al país

Una circular secreta de 1938 ordenaba a los cónsules argentinos negarles visas a los judíos que huían del nazismo. Por eso muchos terminaban diciendo que eran católicos. La medida fue derogada en junio.

por Pilar Ferreyra 


"El 4 de julio de 1947 llegué con mis padres, víctimas sobrevivientes del Holocausto, al puerto de Buenos Aires. Mi mamá bajó del barco cubierta por una mantilla, una de sus manos envueltas en un rosario y en la otra, el catecismo de nácar que había comprado en Europa, como si fuera una católica". Diana Wang tenía dos años cuando viajó con su familia en el barco Bialystok. Venían desde Gdynia, Polonia, y tuvieron que "disfrazar" su condición de judíos para entrar a la Argentina.

El 12 de julio de 1938 había entrado en vigencia la Circular 11, un documento secreto a través del cual, el entonces ministro de Relaciones Exteriores y Culto, José María Cantilo, ordenó a los cónsules argentinos que negaran el otorgamiento de visas a los judíos europeos que huían del régimen nazi. Por eso muchos ocultaban su identidad religiosa.

Hoy, 58 años después, una línea roja tacha la palabra "católica" en el casillero "Religión" del certificado de ingreso de Diana Wang. Y una errata hace justicia: "Léase judía". Su caso es la primera rectificación de la identidad de una judía. La corrección se logró gracias a investigadores y escritores, judíos y no judíos, quienes solicitaron a la Cancillería argentina la derogación de la norma discriminatoria, lo que finalmente se concretó el 8 de junio.

De ahora en más, como la rectificación de Wang es un caso testigo, los judíos que soliciten la misma corrección, "no requerirán análisis previos y estarán exentos del pago por el trámite", aseguró el director nacional de Migraciones, Ricardo Rodríguez. Para el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Jorge Kirszenbaum, "es muy elogiosa la decisión del Gobierno, porque reconoce una falencia gravísima del Estado en los años de la Segunda Guerra y en consecuencia genera una reparación histórica".

Así, cualquier integrante de la comunidad judía que desee rectificar su identidad religiosa en los registros de la Dirección Nacional de Migraciones, no deberá pagar la tasa de 200 pesos. Bastará con que presente por mesa de entradas, en Av. Antártida Argentina 1355, una carta indicando sus datos personales, nombre del barco en el que llegó al país y fecha de ingreso.

En la Argentina no existían registros de la Circular 11. Pero la socióloga Beatriz Gurevich, quien en 1998 se encontraba en Suecia realizando una investigación, encontró una copia "perdida" en los cajones de la Embajada argentina de Estocolmo. "La Circular 11 se encuadra en el Decreto 8972 de julio de 1938 que transfiere a los cónsules la responsabilidad por el ingreso de inmigrantes al país", explicó Gurevich, directora de proyectos del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad del CEMA.

El escritor y periodista Uki Goñi, apoyado por personalidades de la cultura, fue el responsable de solicitar al canciller Rafael Bielsa la derogación oficial de la Circular 11. "Yo sabía de la existencia de una orden secreta porque mi abuelo, Santos Goñi, había sido cónsul en Viena, Génova y La Paz entre 1930 y 1940". Según los relatos que escuchó en la mesa familiar durante su infancia, Uki Goñi comentó que la Circular 11 "dividió" al cuerpo diplomático entre aquellos que como su abuelo o "el embajador Eduardo Labougle en Berlín, negaban la visa a los judíos" y aquellos que por "un dinero" daban las visas "si los judíos declaraban ser católicos".

No hay datos sobre cuántos judíos debieron falsear su identidad religiosa. "En nuestro país hay una cantidad incierta de judíos que entraron después de la Segunda Guerra, que viven como católicos y desconocen que sus padres o abuelos son judíos", aseguró Wang, también autora de "Los niños escondidos: del Holocausto a Buenos Aires".

Pese a la existencia de la Circular 11, vale recordar que la Argentina fue el país de América que más judíos recibió durante el nazismo. Y hoy congrega a la comunidad judía más grande de América Latina.





http://www.clarin.com/diario/2005/10/01/sociedad/s-05201.htm





No hay comentarios.: