12 enero 2006

parashah: Parashát Vaiejí, por Rav Daniel Oppenheimer: ¡MASHÍAJ, MASHÍAJ, MASHÍAJ, a, ia, ia, ia, ia, ia,!

Parashát Vaiejí, por Rav Daniel Oppenheimer: ¡MASHÍAJ, MASHÍAJ, MASHÍAJ, a, ia, ia, ia, ia, ia,!
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Thursday, 12 de January de 2006, 02:40
 Parashát Vaiejí
¡MASHÍAJ, MASHÍAJ, MASHÍAJ, a, ia, ia, ia, ia, ia,!

por Rav Daniel Oppenheimer

Quien haya participado de una fiesta judía en esta época, seguramente sintió que en algún momento se pasó una canción que como texto lleva las palabras de uno de los trece artículos fundamentales de la creencia judía, más conocidos por las palabras que abren cada una de las afirmaciones "¡Ani Ma'amin!" (Sé con certeza que...).
En esta conocida canción, con las palabras del duodécimo “Ani Ma'amin”, declaramos que “vendrá el Mashíaj, y aun si se demorara, anticipo su llegada diariamente”. Es decir, la creencia y el deseo de la llegada del Mashíaj son parte íntegra del ser judío. La súplica por la pronta venida del Mashíaj forma parte de nuestra Amidá (el rezo central) tres veces por día y, cuando una persona llegue a estar parado frente al Tribunal Celestial, se le preguntará, entre otras cosas: “¿Ansiaste la salvación (Di-vina)?” (Esta pregunta no se limita al anhelo por la venida del Mashíaj, sino que se refiere a toda circunstancia cotidiana, donde el judío debe tener la certeza que no hay "salvación" ni solución alguna a ningún "problema" si no fuese por la Asistencia Di-vina.)
La razón por la cual dedicamos el espacio de nuestra hoja semanal a este tema es precisamente porque la Parshá de esta semana (Vaiejí), nos trae una de las citas bíblicas que fundamentan este concepto: “No se apartará el cetro de Iehuda ni el sabio de entre sus descendientes hasta que Shiló llegue y suya será la asamblea de las naciones; Atará a la vid su burro, y a las ramas de la vid su borrico...” (La palabra "Shiló" se refiere al Mashíaj, pues la autoridad y los homenajes - "shai ló", serán de él – “sheló” = de él, un mortal nacido de una “shiliá”). “Hasta que llegue”, significa que con él la humanidad logrará su máxima gloria.
Dadas las múltiples interpretaciones equivocadas del concepto Mashíaj (hubo en la historia muchos impostores que se auto-declararon "Mashíaj” que causaron mucho dolor y alejamiento entre las masas de los judíos), sería importante conocer qué es lo que los Sabios nos enseñaron sobre el tema a través de las generaciones. Quiero adelantar que el sabio Ramba"n (Najmanides), como otros en distintas épocas, debió polemizar públicamente para aclarar algunos de los puntos a los cuales nos referimos. Ese caso fue en Barcelona en julio del año 1263 por exigencia del rey Jacobo I y su corte en presencia de un gran público enfrentándose con el apóstata Pablo Cristiani de Montpelier.
La palabra "Mashíaj” significa "ungido”, y se utiliza en el Tana"j en forma indistinta para referirse a los Kohanim (sacerdotes) y a los utensilios del Mishkán (santuario), a los reyes (p.ej. Shaul) como así también lo tenemos en la Tefilá matutina refiriéndose a los Patriarcas ("al tig'u bimeshijai"). Según el Ialkut, el Mashíaj, será también ungido por el profeta Eliahu.
Cuando hablamos del Mashíaj no estamos aludiendo solamente a una "era mesiánica", sino a un rey judío, ser humano de carne y hueso (hijo de un papá y una mamá como cualquiera de nosotros), “superior a todos los reyes que le precedieron... un rey de suma importancia, reconocido por todas las naciones, más aun que el rey Shlomó, con quien todas las naciones hagan las paces y le sirvan - por su gran integridad y por las maravillas que se produzcan por medio de él. Y todo aquel que se levante en su contra - D"s lo entregará en sus manos...” (Ramba"m en su comentario de la Mishná).
“y cuando surgiera un rey de la casa de David, estudioso de la Torá y dedicado a las Mitzvot como David su padre, en la Torá escrita y en la Torá oral...”, y cuando gobierne... “llevará la monarquía de la casa del rey David a su gloria anterior, construir el Bet HaMikdash y reunirá los diseminados de Israel” (Ramba"m - Hiljot Melajim).
“y exigir a Israel obedecer la Torá... unir al mundo para servir juntos a D"s... enseñar a todo le pueblo el camino de D"s y vendrán todas las naciones a prestarle atención...” (Ramba"m - Hiljot Teshuvá ).
 
¿Habrán modificaciones en las leyes naturales del cosmos? En este tema, el Ramba"m opina como Shmuel del Talmud en el sentido que "no hay diferencia entre el mundo presente y los días del Mashíaj, sino la desaparición del yugo de las naciones". Las profecías de Ieshaiahu en las cuales se habla de distintos animales depredadores que van a convivir en paz con sus habituales víctimas son metáforas de que los seres humanos van a lograr vivir en armonía sin envidiarse ni destruirse mutuamente.
El Ramba"n aclara que en la época del Mashíaj, la humanidad volverá al estado en el cual se encontraba previo al pecado de Adam y el deseo de hacer el bien será natural en cada persona. "Y D"s va a circuncidar tu corazón..."(D'varim), es decir, que no te sentirás tentado hacia el mal, aun cuando no desaparezca el libre albedrío y la posibilidad y opción de pecar.
Si bien, como también lo aclara el Ramba"m, hay muchos detalles que están ocultos de nosotros (entre ellos la fecha precisa) y no los sabremos hasta el momento en que se concrete su llegada, está claro que habrá paz entre los seres humanos como lo dice en Ieshaiahu, que "sus espadas se tornarán en elementos de arado". Asimismo, dice Ieshaiahu que "la tierra se colmará con el conocimiento de D"s...".
¿Qué significa "esperar diariamente la llegada del Mashíaj"? ¿Podemos vivir una vida "normal" de trabajo y de proyectos a largo plazo como sería comprar una casa, etc.? La respuesta es afirmativa. Si bien hubieron personas santas que tenían sus vestimentas especiales preparadas para estrenar en cuanto llegara el momento de recibir al Mashíaj, esto no es una exigencia generalizada. Sin embargo, el deseo por que se cumplan estas profecías sí pasa por intentar vivir en la manera que ansiaríamos vivir con él. Lo cual nos lleva a una pregunta lógica:
¿Queremos realmente que venga el Mashíaj? ¿Estamos dispuestos a recibirlo? Por allí pasa el desafío de no sólo decir y rezar que venga, sino desearlo con el corazón. Ahora, si uno dice que anhela vivir sin celos ni envidias y, por otro lado, demuestra en los hechos que sólo cree materialmente en su fuerza física o en el músculo del dinero, pues entonces no se puede decir que realmente esté ansiando al Mashíaj.
El Mashíaj se describe en el Tana"j como un "Aní rojev al jamor" (un pobre montado sobre un burro). "Pobre" significa que será modesto. "Montado", quiere decir que estará en dominio absoluto del "jamor" que, no sólo significa burro sino todo lo material (jomer = materia). Es decir, que se trata de una persona a quien lo material no le afecta pues para él, la materia está totalmente sumisa al espíritu del servicio a D"s que es lo trascendental. El Ramba"m termina diciendo que la razón por la cual los profetas desearon presenciar la llegada del Mashíaj no fue para dominar a otras naciones ni para poder comer mejor sino para estar tranquilos para estudiar y conocer mejor al Todopoderoso.
¿Por qué es tan importante el concepto del Mashíaj? ¿Por qué, para otros, se vuelve tan difícil creer en su llegada? Los últimos dos mil años fueron años de persecución para el pueblo judío. Más de una vez la situación no sólo fue injusta sino desesperante. En aquellos momentos, la fuerza de la convicción en que el bien va a prevalecer en última instancia, le brindó energía a los judíos para no flaquear ante los sables, espadas y hogueras y seguir firmes en sus creencias. Pero más allá de eso, contemplando la miseria humana que sigue sin disminuir a pesar de todos los intentos e ideologías que supuestamente debían salvar a la humanidad, la certeza en que fué D"s Quien creó a los seres humanos, no abandonará su creación hasta que se cumpla el cometido de que el bien prevalezca por sobre el mal, es esencial para toda la cosmovisión del judío.
Este mundo, en su estado actual de mezquindad, envidia y competencia, niega la Existencia Di-vina y casi todos participamos de aquellas mismas reglas de juego viviendo con estas mismas terribles características y repitiéndolas. Si todo siguiera así, sin freno, terminaríamos auto-destruyéndonos con el arsenal nuclear. Con la llegada del Mashíaj, se une realmente la humanidad en su deseo de que el bien prevalezca. Aquel momento de la historia será pues la mayor aspiración que podamos alcanzar.
Los sabios nos prohibieron especular con fechas estimativas de la llegada del Mashíaj y todos los intentos de hacerlo sólo causaron desilusión en las masas cuando estas expectativas no se terminaron de cumplir. En cierto momento, Rabí Akiva creyó que Bar Kojvá sería digno de ser el Mashíaj. Cuando éste demostró su debilidad moral y fue, por consiguiente, derrotado por los romanos quedó claro que había embaucado al pueblo. Aun así, la esperanza no desapareció; justo por el contrario, cuanto más tiempo transcurre con el pueblo de Israel en pie a pesar de todo, sabemos que, cuando D"s lo disponga, se cumplirá todo como está previsto por Él. Que sea pronto en nuestros días.

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