25 mayo 2007

parashah: Parashat Nasó - Reflexión, por Jana Simon

Parashat Nasó - Reflexión, por Jana Simon
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 25 de May de 2007, 09:40
 Parashat Nasó
Reflexión, por Jana Simon

Reflexi
 
Queridos amigos:

 Al estudiar Torá nos encontramos a menudo con increíbles "coincidencias" que nos hacen ver que el Libro Sagrado va más allá de lo que llamamos "religión" (yo no creo en esa palabra, ya que causa demasiados problemas y en otra ocasión discutiremos por qué) y también nos hacen ver que las coincidencias no existen. La Parshá Nasó es la más larga de la Torá con 176 versículos, "Ashrei Temime Dérej" es el Salmo de David más extenso también con 176 versículos, y Bava Basra es el tratado Talmúdico más abundante con 176 páginas. El significado parece ser que el "Rosh", las cabezas de cada generación deben ser "Temime Dérej", honestos en todo lo que hacen. El tratado Bava Basra nos habla de la honestidad que debe existir en las relaciones interpersonales, ya que sólo así estos líderes pueden guiar a la Nación (Otzar Jáim). Pero cuán lejos estamos de este concepto, la misma palabra "político" nos hace pensar inmediatamente en deshonestidad.

 Entre los temas de esta Parshá encontramos las hermosas instrucciones de cómo los Kohanim deben bendecir a Bnei Israel y es de notar que a los Kohanim no se les manda específicamente bendecir al Pueblo, sino que sólo se les explica cómo hacerlo. El Zohar dice que la designación de Aharon HaKohen, como modelo de "quien ama la paz y la persigue", hace que no haya necesidad de que la Torá les ordene explícitamente a pronunciar esta Brajá. Este atributo es tan poderoso que el Vidente de Lublín sugiere que cuando el texto dice "de este modo debeis bendecir a Bnei Israel" (BaMidbar 6:23), quiere decir que la gente común también debe ser bendecida con esta misma cualidad de paz. "Así debeis bendecir, diles: que HaShem te bendiga" (6:23). El versículo empieza en plural pero termina en singular para enseñarnos que la mayor bendición es cuando los judíos están unidos, cuando muchos se convierten en uno (Ksav Sofer). Los Kohanim bendicen con las manos elevadas hacia arriba para indicar la importancia de las palabras que se sostienen con acciones, con los piés descalzos para darnos idea de lo sagrado que es el suelo donde están y con amor incondicional para demostrar la ecuanimidad de esta Brajá, independientemente de nuestro grado de santidad.

 El tema de la paz sigue con la elaborada descripción de la terminación del Mishkán y la dedicación del Mizbéaj. Este Mizbéaj trae paz entre Bnei Israel y HaShem. Cuando alguien peca debe traer un Korbán y a través de este acto se identifica con el sacrificio para amonestarse a sí mísmo. Los sacrificios que trajeron los Príncipes de cada Tribu parecen ser, a primera vista iguales, pero para traer estas ofrendas idénticas los Príncipes tenían que moldear su carácter para conseguir la armonía e integridad interior que representaban estas ofrendas. Ésto es un ejemplo para nosotros de que tenemos que trabajar para moldear nuestros caracteres de diferentes maneras con el fin de llegar a ser la persona compasiva y generosa que la Torá nos pide que seamos, y ello requiere mucho trabajo porque no todos empezamos con la misma base ni con la misma cultura.

 En la obra Nivei Zahav del HaRav Zeav Gold se explica que debemos saber que Teshuvá y Korbán nos ayudan sólo con pecados cometidos contra HaShem pero no contra nuestro prójimo. Jazal (nuestros sabios) nos brindan el ejemplo de "Blorit, el converso", quien preguntó a Rabán Gamaliel, "¿Por qué está escrito en un versículo que HaShem NO nos va a perdonar, cuando en esta Parshá está en la Bendición de los Kohanim que Él nos va a perdonar a cada uno personalmente?". Se le contestó con una parábola de Rabí Yosef HaKohen: Imagina que alguien pidió dinero prestado de su amigo y le prometió devolverlo en un cierto tiempo que tenía algo que ver con la vida del rey. Cuando llegó el tiempo para pagar, el deudor corrió a pedirle disculpas al rey y el monarca le contestó, "tú usaste mi nombre en vano, cosa que te puedo perdonar, pero ahora debes  disculparte con tu amigo porque debe ser él quien te perdone ". Es lo mismo con las transgresiones entre los hombres, "ÉL no te va a perdonar".
 
 El deber de los Kohanim no parece que esté limitado geográficamente a Israel, pero sabemos por la práctica y la ley (Rama, 128:44) que hay una diferencia entre Israel y la Diáspora. En Eretz Yisrael los Kohanim "Dujen" cada día pero en la Golá sólo en los festivales, ¿cuál es la razón?. Esta distinción está tan poco clara que muchos Sabios de la Torá han intentado instituir estas Brajot diariamente fuera de Israel. Cuando el Gaón de Vilna lo intentó, fue arrestado por el gobierno con acusaciones falsas y él lo tomó como una señal divina de que su idea no fue correcta; igualmente, una generación más tarde, Rav Jáim de Volozhin lo intentó otra vez y un terrible incendio arrasó parte de la ciudad y la sinagoga. También Rav Jáim abandonó la idea. Tal vez la respuesta esté en el uso de la palabra "BeAhavá" (con amor) al final de Birkat Kohanim, donde vemos que Kavaná (intención) no es suficiente, y se requiere un claro y presente amor para el pueblo, declarando públicamente cuán intensamente nos preocupamos por nuestros semejantes. Ésto aparentemente sólo se puede conseguir en tiempos de celebración, como en los festivales, o en la tierra de Israel donde parece ser que es más fácil amar a nuestro prójimo en cualquier momento (ver Rabbi Y.F. Perlow en su comentario al Séfer HaMitzvot de Rabeinu Saadya Gaón). Bien, pues yo tengo un poco de problema con este comentario, que obviamente es verdad, pero no es la verdad en toda su dimensión ahora, ya que en Israel estamos actuando contra nuestra propia naturaleza; sólo hace falta mirar las noticias de hoy, todos estamos unos contra otros y el amor que se supone que debemos tener como parte misma de nuestra tradición parece ser menor en Israel que en otras partes, lo que nos lleva a pensar que tal vez hemos llegado a ese punto donde sólo la venida de nuestro esperado Mashíaj puede ablandar nuestra dura cerviz o tambien podemos cambiar, ¡empezando ahora, ya, enseguida!.
 
  Un ejemplo de alguien que cambió radicalmente su vida es Rut. Es costumbre leer la Megillat Rut en Shavuot por la mañana antes de leer la Torá. Algunas comunidades la leen por la tarde y hay varias razones para hacerlo. El texto mismo nos dice que la historia tuvo lugar en tiempos de la siega del trigo, Shavuot es Jag HaKatzir. Uno de los propósitos del libro de Rut es enseñarnos el linaje de David HaMélej y de la línea Davídica. La tradición nos dice que el Rey David nació y murió en Shavuot, pero lo más significativo en la historia de Rut, su bisabuela, es que ella aceptó la Torá individualmente a diferencia que en Shevuot aceptamos la Torá a nivel nacional, colectivo. Pero todo Am Israel en el Monte Sinaí eran como conversos, al igual que Rut cuando aceptó Kabalat HaTorah a nivel individual.
 La historia de Rut es una historia de Jésed, de actos de misericordia y también la Torá empieza con un acto de misericordia, vestir a Adam y Javá, y acaba enterrando a Moshé. También es una costumbre ashkenazi recitar Akdamut, un poema de 90 líneas que alaba a HaShem, a su Pueblo y a su Torá, escrito por uno de los maestros de Rashi, Rabí Meir de Worms, cuyo hijo fue asesinado por los cruzados. Este poema nos transmite un espíritu de amor por HaShem incluso en tiempos de adversidad. Cada una de sus líneas acaba con la sílaba TA, Tav y Álef, la primera y última letras del alfabeto, para recordarnos que una vez que hemos acabado la Torá debemos empezar a leerla otra vez. Los sefarditas tienen la costumbre de leer un poema llamado Ketubá, escrito por Rabí Yosef Najara, celebrando como quien dice, el matrimonio entre HaShem y Bnei Israel.

 Mi Brajá de esta semana es que HaShem nos ayude a entender el verdadero significado de la Torá y que podamos entendernos con nuestros amigos, enemigos y todos quienes están en medio.

¡Shalom desde Yerushalaim!

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