BEHAR - La Puerta de la Compasión, por Malcah 5768 de Josefina Navarro - Friday, 6 de June de 2008, 18:47 | |
B''H Shalom amigos, y continuando con la operación "puesta al día" aquí les envío el comentario de este año correspondiente a la porción de Behar. ה "ב Malcah para la Quebutzah Parashat Behar Sinai 17 de mayo de 2008 12 de Iyyar de 5768
"La Puerta de la Compasión"
La Paráshah que vamos a leer el sábado es la vigésima segunda de todas cuantas componen la Torah. Inútil decir que éste número 32 nos llama poderosamente la atención porque, como ya sabemos, representa la suma de las dos letras que forman la palabra "Lev", la cual significa corazón. Desde luego no podría estar mejor empleada que para designar los capítulos 25 y 26 de Vayqra. Estos capítulos, en efecto, contienen los mandamientos de la solidaridad, de la bondad, en suma de la compasión.
Esta compasión, el Eterno nos la pide, en primer lugar, para la tierra. Con admirable lógica nos encarece tratar con muchos miramientos a la tierra que nos va a entregar. Se trata de una parcela pequeña del planeta que habitamos, pero es la que nos entrega en heredad a los Benei Israel, para conducirnos hasta ella, nos ha sacado de otro territorio, en el que éramos esclavos. Es la tierra de nuestra libertad que nos es concedida en heredad, ¡lo menos que podemos hacer es cuidarla!.
En Behar Sinai, HaShem nos especifica como hacerlo. Primero dejándole descanso, no abusando de ella. Se le dejará su Shabbat cada siete años y el jubileo cada cincuenta. El hacer feliz a la tierra, también nos hace felices a nosotros porque ella no sólo nos sustenta sino que nos regala de continuo su exhuberante esplendor. Hoy día, se ha abusado tanto y tanto de la tierra que se la ve triste, desarbolada, yerma y contaminada por innumerables venenos, torturadas por las autopistas, por el peso de los pantanos que, a menudo solo aportan a los negocios de gente desaprensiva.
A la tierra hay que amarla como a una madre, no explotarle de un modo bestial que la deje extenuada, y este no sólo es valido para Eretz Israel sino que lo es para todo el planeta, demostrándose así que las mitzvot (mandamientos) de la torah, son muchas veces de interés general.
Resulta evidente que si la tierra necesita compasión, también la necesitan los animales que la pueblan. No todos son comestibles. Realmente una ínfima parte de los animales es casher, pero todos, absolutamente todos han sido creados por Háshem y merecen un respeto. Forman parte de la unidad de la Creación cuyo equilibrio es sagrado.
Podríamos hacer reflexiones muy parecidos sobre los párrafos de la Paráshah que se refieren a las relaciones sociales: todos van encaminados a mantener el equilibro entre los seres humanos. Así pues, lo que se refleja en el texto de Behar es constitución de la columna central, escalera de la comunicación con el Eterno, flanqueada por el pilar de la misericordia, descrito en Quedoshim y el pilar del Rigor, descrito en Emor.
¡Bendito Sea Háshem que nos enseña a construir una sociedad pacífica y dichosa!
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