Fragancias del Alma, por Rav Mordejai Maarabi - Vaierá: ¿Quién es ésta que va ascendiendo por el desierto? de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Tuesday, 11 de November de 2008, 00:08 | |
BHN"V Fragancias del Alma "¿Mi zot olá min hamidbar ke-timrot 'ashán?" se pregunta el que ama con insistencia, como para a cada interrogante generar un encuentro que lo revivifique, le traiga el aliento que renueve su anhelo y le aquiete la ansiosa espera por su amor, que no se deja ver con naturalidad Es que cuando se ama, no hay esperas. Y cuando el amor no se torna visible, entonces nace la desesperanza '¿Quién es ésta que va ascendiendo por el desierto, como una columna de humo '? es la atónita pregunta que nace de lo perceptible casi a lo lejos. Imposible imaginar que el amor el dedicado y entregado- se esfume entre las humeantes emanaciones que el desierto deja ver entre sus espesuras y arideces El amor es fuego, no humo Así imaginamos los caminos para el encuentro. No siempre se nos aparecen como los deseados. No siempre son caminos. Tal vez, haya que hacerlos en ese caminar lento, inquisidor, colmado de incertidumbres y a veces a veces- de tantos silencios. El desierto parece ser la geografía elegida para el encuentro. Lugar donde todo se hace visible y a la vez, todo se torna invisible. Desierto donde los caminos parecen insinuarse entre débiles y multiformes huellas, para más tarde, dejar de ser caminos sino arenas dominadas por los vientos que todo lo borran Hasta el mismo encuentro "Timrot 'ashán" 'columnas de humo' hemos traducido- amparados en la simpleza del lenguaje. Aunque esas 'columnas' 'timrot'- obedecen en cierta forma al origen de la palabra, que guarda cierta similitud con 'temurot' cambios, alteraciones, vicisitudes-, aplicables ciertamente a cada ser humano, que transcurre el desierto cotidiano del vivir. Porque ante todo, el hecho de ser 'yo y mis circunstancias', tal realidad implica un estadío primario de soledad. De allí las 'temurot', esa variabilidad que siento en cada paso de mi diario vivir. Por eso, querido lector, permítame 'jugar' con tan bellas palabras, que inspiran a descubrir - a descubrirme para más tarde abrirme- un mundo singular: mi mundo, el suyo, el nuestro. Ese que construimos cada mañana y evaluamos en cada anochecer "Timrot 'ashán" nos canta el Shir haShirím. ¿Qué es 'ashán' nos preguntamos? Tres letras componen la palabra. 'Áin, Shin, Nun' si las conoce en su forma hebrea. Esos cambios 'temurot'- responden a usted y a mí como personas: la 'Áin' de Olam espacio; la 'Shin', de Shaná Tiempo; la 'Nun' de Nefesh alma y emotividad Eso somos. Tiempo y espacio más emociones '¿Quién es ésta que va ascendiendo por el desierto ?' se pregunta el Cantar. Hay un ser humano que asciende Que se eleva en medio del desierto cotidiano. Que deja huellas. Una y otra vez. Para ser padre y para ser pueblo. Y es un hombre definido como "Timrot 'ashán" como usted puede seguir nuestra interpretación Es decir, una suerte de ser humano que experimenta todas las variaciones posibles. En su tiempo, en cada espacio Con cada una y una de sus emociones. Arribamos en nuestro ciclo de lectura semanal a un encuentro entre amados. Abraham nuestro padre, es también el padre de Itzjak ese hijo definido como promesa tornada en realidad- y ambos caminan por entre las soledades y silentes arenas del desierto. "Ha-Ab lishjot ve-ha-ben lehizabeaj " al decir del maravilloso poema medieval. 'El papá a sacrificar y el hijo a ser inmolado'. '¿Quién es ésta que va ascendiendo por el desierto, como una columna de humo '? Dos que son uno. "Vaielejú shenehém iajdav" nos recuerda el texto permanentemente 'Y caminaron ambos dos juntos'. Todo el camino son uno. Sin embargo el Cantar nos ayuda a ver lo singular de la unidad. "KeTimrot 'ashán". Serán como columnas de humo. Los que aguardan el sacrificio, esperan por el humo. Los que necesitamos saber de ambos, abrigamos la esperanza de conocer sus 'adentros'. El humo que dibuja el tiempo, que diseña el espacio, que describe el alma emotiva de ambos 'Ashán', es algo más que humo Abraham e Itzjak están en la cima de un Monte. La leña y el fuego están prontos. El 'maajelet' el cuchillo-, presto para su tarea. La "Akeidá" revive en nuestro estudio semanal la misma pasión y las mismas incógnitas, de cada tiempo, de cada persona. El Monte se llama 'Moriáh'. ¿Habrá de aflorar en medio de él el humo de una vida truncada? ¿Habrá de tornar en vanos los sueños de un padre centenario, tornándolos 'humo'? ¡Qué difícil se nos hacen los caminos del vivir cuando el por venir parece desaparecer por entre las espesuras de los arbustos y marañas que envuelven y dificultan nuestra visión!! Abraham e Itzjak están hoy en el Monte Moriáh Nuestro versículo del Cantar, vuelve a sorprendernos Su segundo hemistiquio nos alienta: "Mekuteret mor uleboná mi-col abkat rojel ". A la pregunta de '¿Quién es ésta que va ascendiendo por el desierto, como una columna de humo '?, la respuesta es tan dulce como simple 'Formada de perfumes de "mor" (mirra) y de incienso y de toda especie de aromas' Monte Moriáh "Mor". El más fragante perfume. El más exuberante incienso y las más delicadas especies aromáticas. Todo lo que trasciende de ese desierto es un delicado y exquisito perfume. Allí donde padre e hijo se 'juegan' su tiempo, su lugar y sus emociones vitales, allí mismo, nace una dulce y única fragancia Perfumes de vida que nos traen aromas debidos. Aquellos que forjamos con nuestro simple hacer y que dejan una profunda huella. Que ningún viento habrá de borrar. Porque las huellas del alma, quedan como sello eterno. En nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, para siempre ¡¡Shabat Shalom uMeboraj!! A las familias Kisin y Artenstein Por saber transformar la columna de 'humo' en la más inspirada fragancia aromática Mordejai Maarabi Centro Comunitario de Punta del Este |
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