¿De dónde nos vienen los rasgos negativos? ¿Qué fuerzas maléficas están trabajando sobre nosotros? Y más importante aún, ¿cómo podemos liberarnos de ello...?
"¿Qué ves?" [el ángel le preguntó al profeta]. "Veo una Menorá hecha completamente de oro... Con sus siete lámparas". De aquí podemos ver que el Tzadik, en este caso el profeta, es comparado a la Menorá del Templo (Vayikrá Rabah 30:2).
Todos nacemos con tendencias naturales y adquirimos otras durante nuestros años de formación. Entonces, al llegar a la edad adulta, nos sentimos asentados en nuestra vida, para bien o para mal, y pensamos que tratar de cambiar sería un esfuerzo inútil que llevaría un tiempo interminable.
Aquellos que fueron bendecidos con tendencias positivas, buenos rasgos innatos o adquiridos, y cuya naturaleza no se les cruza en el camino, son capaces de alcanzar y de lograr objetivos; no están lisiados por rasgos negativos. Por otro lado, aquellos que no fueron tan beneficiados, tropiezan constantemente con ellos mismos; impedidos constantemente de lograr objetivos y siempre preguntándose, ¿Es que la vida realmente tiene que ser así?.
¿De dónde nos vienen esos rasgos negativos? ¿Qué fuerzas maléficas están trabajando sobre nosotros? Y más importante aún, ¿cómo podemos liberarnos de ello?
En última instancia, todos los rasgos humanos provienen de las Sefirot - los canales Divinos a través de los cuales Di-s se relaciona e interactúa con el mundo. Tal como un prisma separa las diferentes frecuencias de luz y revela todo el espectro de colores, las Sefirot separan las diferentes intensidades de la Luz Divina y revelan el espectro completo de las "emociones" Divinas. Esto, por supuesto, no debe tomarse en sentido literal, pues Di-s no tiene emociones - las Sefirot crean los diferentes "colores" emocionales. Cada vez que actuamos de acuerdo con alguna de esas maneras Divinas, se lo atribuimos a una emoción o a un rasgo específico del hombre, por tanto decimos que cada vez que Di-s "actúa" de alguna manera a través de las Sefirot, Él está actuando, por así decirlo, con esa emoción específica.
En última instancia, Di-s actúa a voluntad - la voluntad de actuar como si estuviese bajo la influencia de esa emoción. Así, cada vez que manifestamos alguna emoción, nos encontramos bajo la influencia de la Sefirá identificada con ese rasgo o emoción. Incluso si no actuamos y sólo sentimos la energía de esa emoción, estamos bajo la influencia de esa Sefirá.
La influencia de las Sefirot no nos llega directamente, sino sólo a través del canal de los ángeles. Sin embargo, los ángeles no actúan directamente sobre nosotros, sino a través del canal de las estrellas y de los planetas. Estos son los cuerpos celestes de la astrología que influyen sobre las acciones humanas, los siete cuerpos de nuestro sistema solar (el Sol, Mercurio, Venus, la Luna, Marte, Júpiter y Saturno - los planetas externos no tienen una influencia significativa pues no son visibles a simple vista). Algunos de ellos tienen una relativa influencia positiva, mientras otros tienen una influencia más negativa (Aryeh Kaplan Sefer Yetzirah, p. 167ss.).
Así, Di-s ordena que la persona deba nacer bajo la influencia de un cierto planeta para determinar la tarea en su vida (Toldot Iaacov Iosef, Kedoshim 5; Asara Maamarot, Jikur HaDin II:28, 30-31; Eim Kol Jai III:1). Si esa influencia es negativa, la tarea de tu vida será obviamente difícil. No es siquiera fácil cuando es positiva, pues si todo lo que tú eres es la suma de tus buenos rasgos innatos, entonces no has servido a Di-s nunca en toda tu vida (Gaón de Vilna [Gra], Imrei No-am, Berajot 33b; Torá Or [Jabad] 23b). De todas maneras, no culpes a Di-s por tu destino, ¡pues esto es lo que tú elegiste! En un nivel muy profundo, tu alma sabe qué es lo mejor y ella elige las circunstancias de la vida más apropiadas para enseñarte las lecciones que necesitas aprender (Imrei No-am [Zhikov], Torá II:70b) - tus rasgos de carácter son los que atraerán esas circunstancias.
Si tienes rasgos negativos, aprende a trascenderlos antes que a expresarlos, pues esas tendencias siempre estarán dentro de ti. Pero debes comprender que esas tendencias no son tu verdadero yo - ¡de hecho son lo opuesto! Di-s sólo quiere lo mejor de ti y esto requiere de tu lucha contra lo opuesto (Mei HaShiloaj II, Isaías 51).
Si tienes rasgos positivos, aprende a llevar una vida de manera consciente. No te bases solamente en tu buena naturaleza, expándela y úsala conscientemente.
Las siete velas de la Menorá del Templo representan los siete rasgos de carácter basados en las siete Sefirot. Estas son categorías generales de la naturaleza humana, siete tendencias básicas, siete maneras únicas de relacionarse con la vida. Tal como cada llama toma infinitas formas, cada tipo se presenta de infinitas maneras. Estas representan las inclinaciones de cada individuo dentro de las categorías y tipos generales. Cada individuo es así una vela de la Menorá, cada alma una luz específica (Zohar II:99b).
Sin embargo, la verdadera belleza de la Menorá se debía a que estaba modelada en una sola pieza y no tenía partes separadas soldadas entre si. Esto muestra que cada uno de los tipos de carácter se vuelve completo sólo cuando se une con los demás. No debes limitarte a un molde de carácter, sino que tienes que ser capaz de elevarte por sobre él. Debes ser capaz de moldear toda rigidez de carácter, tal como fue modelada la Menorá.
Para poder hacerlo, tienes que usar la conciencia - los mojín, el intelecto, que están más allá de las siete Sefirot. Debes saber conscientemente qué es lo haces y decidir cómo vas a actuar antes de hacerlo. De esta manera permites que los mojín desciendan a las Sefirot - integras la conciencia con tu tipo. Eres capaz entonces de ver más allá de las limitaciones de tu carácter y de percibir la unidad que subyace a todo los tipos.
Los mojín están representados por el "Rostro de la Menorá", el lugar hacia el cual todas las velas deben enfrentar (Éxodo 25:37; Números 8:2). Esta es la conciencia que te permite elegir cómo actuar, la percepción que subyace a todo los actos, la mente que unifica todas las partes de la Menorá. Es la octava vela "invisible" de la Menorá de siete brazos del Templo (Maasé Rokeaj, Maasé HaMishkán, cap. 6; Ismaj Moshé II, p. 50d).
Esta octava vela representa al Tzadik oculto, quien encarna la Menorá (Likutey Halajot, Behema v-Jaiá Tehorá 4:30). Él es la totalidad de la Menorá, no sólo una vela. Es más que la suma de sus velas, tal como el todo es más que la suma de las partes.
Aunque él ha ido más allá de las velas - más allá de los tipos humanos que representan - debe unirse con todos los tipos de personas y amándolas, llegar a ser uno con ellas (Toldot, ad.loc.). Es su responsabilidad elevar a la gente haciendo que brille la chispa interior de espiritualidad - "elevar las velas" encendiéndolas (Números 8:2).
En Janucá encendemos ocho velas a diferencia de las siete de la Menorá. Revelamos entonces la espiritualidad que yace más allá del mundo físico, revelamos la mente en el mundo de la acción, revelamos al Tzadik en nosotros.
Cada uno de nosotros es un Tzadik en potencia; cada uno de nosotros puede iluminar el mundo. Pero, ¿cómo se actualiza este potencial? Visualizando que tú eres un Tzadik, viéndote actuar como si lo fueras. Visualiza entonces la Menorá de siete brazos y luego contémplala desde más allá. Mira cómo sus velas representan todos los tipos de comportamiento, pero aun así, con la mente, tú puedes trascenderlos a todos. Fíjate cómo puedes trascender el comportamiento estereotipado; mira cómo puedes elevarte por sobre la multitud. Pero aun así, mírate también como parte de la Menorá, pues tú eres una parte integral del mundo.
Finalmente te transformarás en aquello que ves; te identificarás con tu visión. Podrás alcanzar el control total de todas tus acciones y serás capaz de acceder al comportamiento apropiado en el momento adecuado. Encenderás - y serás - la Menorá.
Sí, es así que el alma judía puede trascender todos estos poderes y llegar más allá de las estrellas más elevadas. Incluso los ángeles que influencian aquellos cuerpos celestes que afectan tu carácter son incapaces de llegar tan alto. La plegaria y el servicio del judío van directamente hacia Di-s en lo Alto (Likutey Moharán I, 61:3, II, 1:9). Di-s entonces influencia al ángel, quien influencia a la estrella, que influencia las cosas sobre las cuales la persona está orando (Ibid. I, 9:2). Debes por tanto orar para tener la fuerza de superar tus rasgos negativos. Debes creer que obtendrás aquello por lo cual estás orando.
Dado que las siete velas de la Menorá del Templo representan las siete Sefirot, cuando el cohen encendía las velas en el Templo, estaba "encendiendo" las Sefirot, que entonces brillaban sobre los planetas que a su vez influenciaban la vida en la tierra (Siftei Cohen, Baaloteja; Midrash Tanjuma, Baaloteja 5).
Los griegos creían que los poderes más elevados del mundo eran los cuerpos astrológicos y que el hombre no podía trascenderlos. De hecho, el nombre hebreo de Grecia es Iaván, cuyo valor numérico es equivalente al de la palabra galgal, que literalmente significa rueda y que hace referencia a los cuerpos astrológicos. Esta es otra razón por la cual decretaron que los judíos no debían guardar el Shabat, la Luna Nueva ni la circuncisión, pues estos mandamientos contrarrestan los poderes astrológico negativos (Bnei Isajar, Kislev 4:38, 74, 79).
El planeta Saturno reina en el Shabat y Saturno trae pobreza. La luna está conectada con la depresión, y derramar sangre es el efecto del planeta Marte. En el Shabat, cada judío es Rey en su hogar, sin importar su situación financiera. Celebramos la Luna Nueva como una señal de renovación y no como signo de un destino recurrente. Celebramos la circuncisión del recién nacido, pese a su dolor y al derramamiento de sangre.
Es así que al celebrar Janucá debes recordar siempre que trae un mensaje muy personal: no estás regido por el destino de tu "mazal" - tu signo astrológico. ¡Nunca te sometas a las ruedas del destino!
Extraído de "Januca con el Rabí Najmán de Breslov" escrito por Ioshúa Starret.
Enseñanzas del Rebe Najman de Breslov
"Existen mundos Arriba y existen mundos abajo. Está el Cielo - y está el infierno. Todo aquí, en el planeta Tierra. De la misma manera, hay dos caminos para superar la separación entre ambos o bien tú te elevas hacia Arriba o bien haces que lo de Arriba descienda.
'Para elevarte hacia los ámbitos superiores debes santificarte y estar preparado. Debes hacerte digno de entrar en esos mundos y elevarte a través de la meditación.
'Esta es la tarea espiritual del Shabat, cuando cesamos todo trabajo mundano. Este dejar de actuar y de pensar nos permite santificarnos y estar preparados. La elevación está simbolizada por las velas del Shabat, cuyas llamas ascienden hacia el Cielo. Mediante esto elevamos el mundo entero y lo devolvemos a su Fuente, llevándolo hacia el Cielo. El Shabat conmemora así el Éxodo de Egipto, que se produjo por sobre el marco de las leyes de la naturaleza.
En contraste, para atraer a D-os hacia los mundos inferiores y revelar aquí Su Presencia, no necesitas prepararte de la misma manera como cuando tú debes ir Arriba. No necesitas abandonar tus tareas mundanas. Sólo debes comprender que D-os está dentro de ellas. No necesitas buscar la Luz Arriba, sino percibirla aquí mismo, delante tuyo.
'Revelar a D-os en el mundo material es el trabajo espiritual de Jánuca. Encendemos sus velas para 'traer a D-os abajo', para revelarLo en nuestros mundos inferiores. Encendemos las velas cerca del suelo, simbolizando que D-os se está revelando en los niveles inferiores. Es por esto que en Jánuca se permite trabajar, pues los milagros se produjeron dentro del marco de las leyes naturales.
'Por tanto, si hemos encendido las velas del Shabat, ya no necesitamos encender las velas de Jánuca (Mekor Jaim 678-79; Mishná Jasidim, Masejet Kislev III:3; Maguid de Koznitz, final del comentario sobre Rav Shamai). Ya has elevado todos los mundos y los has reunificado con su Fuente. Ya no hay más mundos inferiores en los cuales revelar la Fuente. Te has vuelto Uno con D-os Arriba y no hay más necesidad de revelarLo como la Fuente." (Continúa)
("JÁNUCA CON EL RABÍ NAJMAN DE BRESLOV"; Páginas 114 - 115).-
"Cuando parece que tus esfuerzos no están justificados y que los resultados no son los que esperabas, cuando sientes que tu esfuerzo se malgasta y que tus intenciones no son reconocidas, recuerda que D-os no juzga los resultados sino el esfuerzo puesto en ello. Recuerda que así lo logres o no, ello no se encuentra dentro de tus limitadas capacidades y que lo único que puedes considerar como tuyo propio es el esfuerzo y el deseo por hacer lo mejor.
'Ningún esfuerzo se pierde, ninguna intención sincera pasa inadvertida -aunque tus intentos parezcan inútiles (Bnei Isajar, Kislev 3:11)."
("JÁNUCA CON EL RABÍ NAJMAN DE BRESLOV"; Página 110).-
Por: Rabino Avraham Greenbaum |
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Los días de Janucá son días de agradecimiento y alabanza. Y el agradecimiento y la alabanza son la esencia del deleite del Mundo Venidero.... 1. Cumpliendo el Precepto de encender las velas de Janucá reconocemos la gloria de Di-s. Su gloria es exaltada y magnificada en el mundo hasta que aquellos que estaban alejados del Creador se despiertan para retornar a El. Podemos alcanzar el verdadero temor al Cielo, armonía en el hogar y una plegaria genuina. La controversia y la difamación malévola son anuladas y se difunde paz universal en todos los mundos espirituales (Likutey Moharán I, 14). 2. Por medio de cumplir el Precepto del encendido de las velas de Janucá, atraemos sobre nosotros el Conocimiento de Di-s, el santo Dáat. Este Conocimiento es el "buen aceite" (Salmos 133) de la memoria, por lo cual el hombre recuerda siempre que todo en este mundo, tanto en general como en particular, sólo tiene sentido en relación al Mundo Venidero. 3. Los días de Janucá son días de agradecimiento y alabanza. El agradecimiento y la alabanza son la esencia del deleite del Mundo Venidero. Ellos hacen que brille la luz de la verdad: que podamos rezar verdaderamente, aprender la Torá verdaderamente de los labios del verdadero Maestro, y se realicen verdaderas uniones maritales. Estos tres rayos de verdad envían luz a todas las facetas diferentes del habla y llevan a la facultad de la palabra a la perfección. Con esto somos capaces de traer la santidad y la alegría del Shabát a los seis días de la semana, así la simple unidad de Di-s es revelada. Todos estas correcciones espirituales, tikuním, se producen mediante el encendido de las velas de Janucá y la alabanza y agradecimiento que ofrecemos en estos días. Cuan valioso es si logramos y producimos esos tremendos tikuním en Janucá (Likutey Moharán II, 2). 4. Las peticiones de perdón que hacemos al Creador en Iom Kipúr, el "Día de la Expiación", nos ayudan a experimentar la santidad de Janucá. La razón es que el tema de Janucá es la consagración del Santo Templo (janukát Beit HaMikdásh), y en Janucá atraemos Su santidad sobre nosotros. Pero esto sólo es posible hacer cuando nuestros pecados han sido perdonados, como sucede en Iom Kipúr. La gran enseñanza que el Santo Templo encarna y declara al mundo consiste en que "el Señor, Él es Di-s", en todos Sus aspectos Él es solo Uno. Este conocimiento puede liberarnos de las garras del pecado. En ninguna otra parte el amor de Di-s por Israel es revelada con tanta claridad como en el perdón de los pecados. Cuando irradiamos el santo Conocimiento de la unidad de Di-s a nuestros hijos y alumnos en esta generación y en todas las generaciones del futuro, podemos alcanzar una visión de los niveles transcendentales de la santidad, la cual está más allá de este mundo y lo que le rodea. Esta visión es un anticipo de la alegría del Mundo Venidero. Es mediante el encendido del aceite de las velas de Janucá que llegamos a percibir estos niveles y luego nuestra misma vida y sustento son atraidos por la Voluntad Suprema. Podemos ser dignos de recibir una tremenda revelación de la Voluntad y favor del Creador incluso aun mientras comemos. Recibimos el anhelo a cercarnos a Di-s con un deseo que no tiene límites. Pero sólo será posible alcanzar estos niveles en Janucá, si el hombre está cerca de un verdadero Maestro pleno de genuino amor. Cuan valioso es encontrar tal Maestro. - Extraído del Likutey Etzót ("Consejo") por Rabi Natan de Breslev. Traducción al inglés del Rabino Avraham Greenbaum. Publicado por Breslov Research Institute www.breslov.org). - Torah, Halaja, Judaismo y màs en: http://www.facebook.com/home.php?ref=home#/group.php?gid=62434215245 UNETÈ Estudio de Torah y Halajá En Barranquilla Todos los martes a las 7:15 PM. Nos reunimos en un ambiente de armonia y alegria, a estudiar las palabras del Rebe Najman de Breslov en el Libro EL ARTE DE CONVERSAR CON HASHEM DEL RABINO MENAJEM ABDELJAK Shelit''a ,es una recopilación de las enseñanzas del Rebe Najman y de su discípulo el Rabi Natan dedicadas a la Hitbodedut (plegaria personal). Guemarà Para Tod@s, Tratado de Berajot Jueves: 6:30 PM |
SHABAT SHALOM VE JAG JANUKA SAMEAJ!!!
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