EL PARARRAYOS de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Sunday, 9 July 2006, 08:20 PM | |
EL PARARRAYOS extracto traducido del libro "HaMahapáj" (en hebreo) de Rav Zamir Cohen - Traducción: daniEl I. Ginerman (pronto, el libro completo, a disposición en nuestra librería be"H) Todos conocemos el rostro que aparece en los billetes de 100 dólares americanos; se trata de Benjamin Franklin (1706-1790), científico e inventor, y uno de los líderes destacados en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos; el hombre cuya firma aparece sobre los más importantes documentos en la fundación de Estados Unidos, tales como la declaratoria de independencia y la Constitución: en señal de reconocimiento a su gran obra, su imagen fue eternizada sobre el billete americano de más alto valor, tras que muriera, a edad anciana y rodeado de honor. Uno de sus más importantes y útiles inventos es el pararrayos: una barra de hierro que defiende a una casa del impacto de los rayos, por medio de atraer el rayo hacia sí. Franklin arribó a este importante invento tras haber descubierto que el rayo no es otra cosa que un derrame de electricidad, lo que probó por medio de una experiencia difícil y riesgosa que realizó en el año 1752, con un barrilete que izó hacia las nubes en medio de una tormenta. Estos detalles sobre la biografía de Franklin aparecen en toda enciclipedia promedio. ¿Y cuál es la verdad? ¿Acaso el pararrayos no estaba en conocimiento de ningún hombre hasta que fue inventado, hace unos doscientos años, por Benjamin Franklin? ¿O acaso los sabios del pueblo que recibió la Toráh en Sinai, sabían también ésto? Y he aquí que en la Toséfta (1), que fue escrita por los sabios de Israel hace unos... ¡2.000 años!, distinguen nuestros sabios entre "actividades místicas" que no tienen explicación natural, y que hallan origen en los "caminos del pueblo Emorí" -brujería y supersticiones-, que están prohibidas por la Toráh, y acciones naturales, que inciden sobre la Naturaleza de modo explicable, que están permitidas. Así, por ejemplo, se indica que está prohibido apoyar astillas sobre el asa de la olla con el objeto de que la cocción no se desborde -tal como hacía en dicho tiempo el pueblo Emorí-, porque dicha acción no tiene explicación natural. Pero está permitido poner astillas de árbol de frutilla dentro de la cocción para apurar su cocción -y quien lo haga no incurrirá en la adopción de los "caminos del Emorí"- puesto que dicha acción apresura efectivamente la cocción, y lo hace de modo explicable por medio de las leyes naturales (2). También se dice allí que no se debe apoyar una barra de hierro entre los pollos si el objetivo que se persigue es asegurar su crecimiento y desarrollo, porque la utilidad de dicha acción no es explicable naturalmente, y por consiguiente, está incluida en la prohibición de actuar de acuerdo a "los caminos del Emorí". Pero si se yergue entre los pollos una barra de hierro con la intención de protegerlos de los rayos, está permitido: ¡porque dicha acción sí tiene explicación de acuerdo a las leyes de la Naturaleza! Así dice la Toséfta: "Poner una barra de hierro entre los pollos forma parte de los caminos del Emorí -de brujería y superstición-... Pero si es para proteger de los rayos, está permitido". He aquí que el pararrayos se halla mencionado explícitamente en las palabras de los sabios de Israel, ¡hace 2.000 años! La pregunta verdaderamente importante que nos debemos plantear y reflexionar, no es quién inventó el pararrayos, sino: de no haberse difundido hasta ahora el descubrimiento de Franklin, ¿cómo reaccionaríamos ante estas palabras de nuestros sabios, que dicen que una barra de hierro puede defender del impacto de un rayo... y no como una "protección sobrenatural" sino en el marco de las leyes de la Naturaleza? ¿No quedaríamos perplejos, y no nos referiríamos acaso con recelo a la Halajáh que nos parecería ocupándose de temas que no tienen (sálvenos Hashém de pensarlo) relación con la realidad? Y más aún: ¿cómo nos referimos algunos a otras palabras de nuestros sabios, cual las citadas más arriba en relación a cómo apresurar la cocción del modo permitido, y todas las demás instrucciones halájicas cuyo sentido aún no nos es completamente claro?
Fuentes y Notas: 1. Toséfta, Tratado de Shabát cap. 7 2. Y revisa allí, que también está escrito que no se debe poner trozos de vidrio dentro de la cocción, como hacían algunos con el objeto de apresurar la cocción. Y aún cuando esta acción no tiene parte de los "caminos del Emorí" porque admite explicación natural, está prohibida por el peligro en que pone a quien habrá de comer la cocción. |
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