29 noviembre 2007

parashah: Parashat Vaieshév, por Rav Mordejai Cortez para "Shabat Shelanu" desde Concordia

Parashat Vaieshév, por Rav Mordejai Cortez para "Shabat Shelanu" desde Concordia
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Thursday, 29 de November de 2007, 18:17
 

Shabat Shelanu

Por el Rabino Mordejai Cortez

21 de Kislevde 5768 – 1 de Diciembre de 2007

Año 2, Número 8

 

Parashat Vaiesheb- Janucá

 

Es fácil pensar que la pérdida de identidad se da bajo circunstancias difíciles y que para agradar o encajar en algún lugar uno debería olvidar sus creencias y convicciones.

A Iosef, hijo preferido de Iaakob y, a su vez, odiado por sus hermanos, le podría haber sucedido exactamente eso que describimos más arriba.

Es más, a medida que iba ascendiendo en importancia y poder en cada lugar que estaba, podría haber asumido que era mejor olvidarse de quien era para aprovechar las circunstancias y tener aún más poder.

La historia de Iosef es bien conocida y a suscitado muchos comentarios a lo largo de la historia, pero cada acto de Iosef vale la pena releerlo y analizarlo mil veces ya que éste personaje es tan enigmático y misterioso como valiente, capaz, sabio y sensato a la misma vez.

Leemos al final de nuestra Parashá, luego de la famosísima venta de Iosef después de haber contado sus sueños, como Iosef llega a la casa de Potifar, oficial del faraón, y se encuentra con la esposa de su amo que quiere aprovecharse de la situación ya que Iosef era muy bien parecido.

Hoy en día, desgraciadamente, muchos hubiesen aprovechado la misma situación para lograr mayor consenso dentro de la casa y seguir escalando mientras pasa un buen rato con la esposa del jefe, por lo menos hasta ser descubierto.

Iosef, ejemplo de rectitud y convicción, se niega terminantemente a ese juego ya que sabe que las cosas que van contra la Voluntad Divina no perduran, a pesar que el rechazo le provocó una caída muy dura. Bereshit (Génesis) 39:7 – 23:

"… vatisá eshet adonav et eineha el Iosef vatomer shijbá imí: Vaimaen vaiomer el eshet adonav hen adoní lo iadá ití babait… veló jasaj mimeni meuma ki im otaj baasher at ishtó veeij eesé haraá haguedolá hazot vejatati le-El-him:… Vatitpesehu bebigdó lemor shijbá imí vaiaazob bigdó beiadáh vaianos vaietzé ajutza:… Vaikaj adoné Iosef otó vaitnehu el beit hasohar…"

"… alzó la mujer de su señor sus ojos a Iosef y le dijo: 'acuéstate conmigo'. Y no quiso Iosef y dijo a la mujer de su señor: 'he aquí que mi señor no sabe conmigo lo que en la casa hay… y no vedó de mí ninguna cosa salvo a ti, porque tú eres su mujer. ¿Y como haría esta gran maldad pecando ante D-os?'… y lo agarró por sus vestiduras y le dijo: 'acuéstate conmigo'. Y dejó sus ropas en sus manos y huyó y salió afuera… Y tomó el amo de Iosef y lo puso en la cárcel…"

Vemos que Iosef tenía siempre presente a D-os en todo lo que hacía, y su problema principal no eran los sentimientos de su patrón, que seguramente también le importaban, sino que esa sería una grave transgresión a los ojos del Eterno.

En la historia de Janucá pasó algo más o menos parecido. Cuando Vespasiano quiso profanar el Sagrado Templo de Ierushalaim, el Beit Hamikdash, y poner ídolos, casi nadie se le oponía porque pensaban que sería inútil.

Muchos creyeron que helenizándose conseguirían mejor trato y una posición más encumbrada tal vez. O que las vicisitudes del hambre y la opresión no llegarían a ellos.

Vieron una oportunidad perfecta para asimilarse y "librarse" de las mitzvot, del yugo del Eterno, para someterse ante el yugo de la tiranía de Vespasiano y su gente.

Solamente podría romper con tan apabullante augurio alguien con las agallas y la firmeza de Iosef. Alguien al que le importase más la Voluntad Divina que la propia conveniencia, el bienestar del pueblo por sobre las bienaventuranzas propias.

Así fue que la familia de los Jashmonaím arengó al pueblo al ver como un judío renegado ofrecía sacrificios a los ídolos helenos en altares contraídos para tal fin.

Ellos decidieron, al igual que Iosef, que se debía resguardar la integridad propia para no manchar la dignidad del Eterno ante nadie y bajo ninguna circunstancia.

Nosotros tenemos ejemplos innumerables para saber que camino elegir. Tenemos de los buenos y de los malos ejemplos, éstos últimos casi a diario, para saber que es mejor para nosotros y como ejemplo para nuestros hijos.

La luz que irradia la Torá y Janucá con sus velas puede ser la fuente que necesitamos para terminar de comprender hacia que camino debemos apuntar.

Quiera D-os que seamos iluminados con esa luz y sepamos conducirnos con decencia y sobriedad, pero con firmeza y valor para mantener nuestra fe y nuestros ideals.



 

Tefilatenu

 

La semana pasada transcribimos la Berajá que se dice antes de colocarse en el brazo y la cabeza los tefilín. Explicamos el lugar donde se colocan en el brazo y en la cabeza. En caso de haber interrupción hablada entre la colocación de los tefilín, entre el brazo y la cabeza, se debe pronunciar una bendición por la colocación de la Tefilá de la cabeza, antes de colocarlo:

Baruj Atá Ad-nai El-henu Melej haolam asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al mitzvat Tefilín.

Bendito eres Tú, Ad-nai, D-os nuestro, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado con respecto al mandamiento de Tefilín.

Una vez colocado el del brazo se dan siete vueltas en el antebrazo con la correa de cuero, procurando que la parte pintada de negro quede siempre visible hacia arriba. Existen distintas costumbres y formas de colocar la Tefilá del brazo, algunos forman una letra shin antes de comenzar las siete vueltas, otros dan una vuelta alrededor de la caja para sostenerla mejor al brazo, otros dan simplemente una vuelta por sobre el extremo de la caja que queda suelto para que quede bien amarrado, etc. En lo que todos coinciden es en que tienen que haber siete vueltas en el antebrazo luego de colocada la cajita sobre el músculo.

Durante este proceso no se debe interrumpir con otras cosas ya que luego de las siete vueltas se coloca la Tefilá de la cabeza y no debe haber interrupción, en caso de haberla con cosas que n tienen relación con la colocación de los Tefilín, se pronuncia la berajá que se encuentra arriba.

Luego de ello se dan unas vueltas en los dedos con una frase mientras se da cada una de las vueltas, pero eso lo explicaremos la semana que viene.


 

Historias De Nuestros Sabios


Rabí Shimón dijo a su hijo: "Han llegado unos eruditos y hombres de bien. Ve a la fonda y pídeles su bendición."

El joven fue, volvió y dijo a su padre: "En lugar de bendecirme me han imprecado. Me han dicho: 'Que siembres, pero que no cortes lo sembrado; que hagas entrar pero no salir; que hagas salir pero no entrar; que tu morada quede arruinada, pero tu vivienda temporal sea firme; que tu pan sea consumido y no llegue nunca tu año de regocijo'."

"Esas no son maldiciones, hijo", dijo Rabí Shimón, "sino bendiciones. Escucha su significado: Tendrás hijos y no verás su muerte; verás entrar a tu casa a tus nueras y no las verás abandonar a tus hijos para regresar al hogar de sus padres; a tus propias hijas verás salir de tu casa y no las verás regresar para vivir contigo; vivirás tanto tiempo que tu tumba familiar caerá en ruinas, pero tu casa será firme y perdurará mucho tiempo. Tu pan será consumido por una familia grande. Finalmente, tu mujer vivirá mientras vivas tú y no tendrás que volver a casarte ni tener el 'año de llevar regocijo por una nueva mujer', de acuerdo a lo prescripto en la Torá."

(Talmud Babli, Moed Katán 9b)




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