02 diciembre 2005

parashah: Parashát Toldót, por Rav Menajem Abdeljak: Sujetar el talón de Esáv

Parashát Toldót, por Rav Menajem Abdeljak: Sujetar el talón de Esáv
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 2 de December de 2005, 01:52
 

Parashát Toldót
SUJETAR EL TALÓN DE ESAV

por Rav Menajem Abdeljak

Estamos transitando tiempos denominados por nuestros sabios Ikbetá Demeshijá

E

Ya estuvimos por todo el mundo, exiliados en todos los confines del mundo, vimos distintas culturas y convivimos con las diversas civilizaciones. Hemos confiado en todas las potencias de turno y probado todas las corrientes políticas. En lo personal, intentamos mil y una maneras para salir de nuestras perplejidades. ¿Quién no tiene impedimentos en su progreso espiritual? Permanentemente leemos y escuchamos lo que se debe y lo que no, lo que está bien y lo que está mal. Gracias a Hashem, hoy es más fácil acceder al estudio de la Torá, libros en varios idiomas, material virtual, Shiurim de importantes Rabanim por doquier, en fin la información no es lo que escasea. Lo qué si falta, lamentablemente, es el ¿cómo? ¿Qué hago con tanta información si en la práctica no me sale y todo queda en teoría? ¿Cómo salgo de este pantano? Esta es la dificultad, falta la conexión entre el conocimiento y las acciones.

En síntesis, nada sencillo y todo arduo y espinoso. Cuadro lúgubre, ¿verdad? ¿Qué hacemos entonces? ¿Nos resignamos? El Talmud, en la cita mencionada, concluye la sombría lista con la siguiente frase: “Veal Ma Iesh Lanu Lehishaén, Al Abinu Shebashamaim – en que nos resta apoyarnos, sobre nuestro Padre Celestial”. Esta es la frase, aquí está la clave. Es verdad, nunca hubo otra opción que invocar la ayuda de Hashem, pero nunca tan claro y evidente. A esta altura de los acontecimientos, cualquiera ya sabe y nota claramente que no existe otro remedio que el heredado de Iaakob Abinu: “Hakol kol Iaakob – la voz de Iaakob”. La voz de Iaakob, es la fuerza de la TefiláPara una sincera Tefilá, es imprescindible una fuerte y clara Emuná, una firme e inamovible convicción que nos lleve a depositar todas nuestras esperanzas y confianza exclusivamente en Hashem.

La afirmación de nuestros Jajamim “Nos resta apoyarnos sólo sobre nuestro Padre Celestial”, no es parte de la triste situación que nos tocará enfrentar, sino que es la medicación, el antídoto, lo que nos ayudará a sortear todas las piedras en el camino. Las piedras están e indudablemente tropezaremos con ellas, pero luego nos incorporaremos vigorizados y mejor adiestrados para seguir progresando.

Para esto no hay recetas mágicas, ya lo hemos comprobado. No existen medicinas instantáneas, ya lo constatamos. ¿Y cuál es efectivamente la solución? “Lo niflet hi mimjá veló rejoká hi…ki karov eleja hadabar meod bfija ubilbabejá laasotó – Porque éste mandamiento que yo te ordeno hoy no es incomprensible para ti, ni estáSolamente la Tefilá, esta extraordinaria arma que hemos heredado de Iaakob, puede llevarnos hacia aguas tranquilas. Cuando decimos Tefilá no hacemos referencia en absoluto a “la Tefilá”, aquella que conocemos y que fue compuesta por Anshé Kenest Haguedolá para que todo Iehudí la recite diariamente. Estamos hablando de otra Tefilá, de la originalprofundo del corazón y abre los cielos para exponer nuestros deseos frente al Trono divino.

Ahora observemos cómo la Torá ocultó todo esto maravillosamente en cuatro palabras: “Veyadó ojezet baakev Esav – Y su mano sujetaba el talón de Esav”. Su mano, es la mano de Iaakob. ¿Qué representa la mano de Iaakob? Nuevamente la Tefilá, tal como vemos que cuando Moshé Rabenu lidió la guerra contra Amalek, tuvo las manos en alto durante todo el día y nuestros sabios explican

Por otro lado, nuestros sabios llaman a nuestros tiempos “talones” por ser el final y nosotros estamos en el cuarto Galut

¿Cómo detenemos esta torrente maligna? ¿Cómo logramos protegernos para no sucumbir bajo las botas de este gigante malvado? ¿Cómo nos desencadenamos de este mal que tan atados e inválidos nos mantiene? ¡Hay que sujetarle el talón a Esav! ¡Hay que detenerlo! debemos tomarnos un momento diario para reflexionar sobre nuestra situación y verter nuestro corazón frente a “Papá”, Abinu Shebashamaim. En ese momento no se escatiman palabras, no se escasean esfuerzos en exponer todo nuestro pesar frente a Hashem quien con seguridad, si perseveramos en esta conducta nos enviará su luz para orientarnos como dijo David Hamelej “Shelaj oreja vamitejá hema ianjuni – envía tu luz y tu verdad para que me guíen”. Entonces también venceremos el poder de Esav y traeremos el Reino único del Rey de los reyes, pronto en nuestros días. Amén                                                                         



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