29 febrero 2008

contextos: Re: La Mujer sin Nombre

Re: La Mujer sin Nombre
de fishel david friedman - Friday, 29 de February de 2008, 20:05
 
El bitajón –confianza

Extraído de El portal de la confianza. Editorial Feldheim

"El objetivo principal de la entrega de la Torá a Israel es que tengan bitajón en Dios... Y la razón de esto es porque lo más importante de todo es tener un bitajón completo; y esto constituye la esencia de todas las mitzvot" (Comentario del Gaón de Vilna sobre Mishlé 22:19).

La palabra bitajón en hebreo significa "confianza"; en nuestro libro, la confianza en Dios. La idea de la confianza en Dios es un concepto que aparece frecuentemente en la Torá, a pesar de que no encontramos ningún versículo que ordene en forma explícita sobre este precepto utilizando específicamente el término bitajón. A pesar de ello, varios de los Sabios de nuestro pueblo que se dedicaron a enumerar las mitzvot de la Torá han entendido que el bitajón en Dios es un precepto de la Torá que se aprende del versículo: "Íntegro habrás de ser con Hashem, tu Dios" (Devarim 18:13) . De todas formas, en los libros de los Profetas y, más aún, en los de las Escrituras, hay muchos versículos que se refieren explícitamente al bitajón .

A modo de prólogo de lo que es el bitajón, consideramos apropiado citar algunas frases del libro Kad Hakémaj (bitajón) de Rabenu Bejayé ben Asher (España, siglo XIV), uno de los más grandes Sabios de nuestro pueblo, que vivió aproximadamente 250 años después de Rabenu Bejayé Ibn Pekuda, el autor de nuestro libro.

Basándose en el libro Emuná y Bitajón del Rambán, Rabenu Bejayé ben Asher explica la diferencia y la relación entre dos conceptos parecidos: emuná -fe- y bitajón -confianza-. Él dice que la emuná está incluida en el bitajón, ya que todo aquel que confía en Dios es claro que también tiene fe en Él, pues el hombre sólo deposita su confianza en quien cree que tiene el poder de realizar lo que él pide.

Sin embargo, puede suceder que una persona tenga fe en Dios pero no tenga bitajón en Él; por ejemplo, cuando una persona considera que no es merecedora de que Dios le conceda un pedido porque ella ha pecado en Su contra o porque ya ha recibido la recompensa de Dios por sus buenas acciones a través de milagros que Dios hizo con ella. Y por cuanto que esta persona no considera que tiene suficientes méritos como para que Dios le conceda su pedido, ella no piensa que, de todas formas, debe procurar tener bitajón en que Dios lo salvará de sus sufrimientos y sus tribulaciones o que le realizará su pedido, y por eso tratará de obtener lo que quiere o necesita a través de los medios que tiene a su disposición en el mundo, poniendo toda su confianza solamente en ellos y no en Dios para que le ayude a tener éxito en su esfuerzo. Entonces diremos que esta persona tiene emuná pero no bitajón .

En cambio, todo aquel que tiene bitajón indudablemente también tiene emuná, pues el bitajón se compara con el fruto de un árbol y la emuná con el árbol en sí; y así como el fruto es una señal evidente de la existencia del árbol, el bitajón que la persona tiene en que Dios lo ayudará concediéndole su pedido demuestra la existencia de la emuná, pues evidentemente ella cree que Dios tiene el poder de ayudarlo.

Respecto de la esencia del concepto de bitajón, Rabenu Yoná, en su comentario sobre el libro de Mishlé (3:26), explicó que el bitajón consiste en que la persona esté convencida en su corazón de que todo está en manos de Dios, que Él puede cambiar la naturaleza y el mazal -la suerte de la persona-, y que no hay nada que le impida a Dios salvar a la persona de sus problemas y tribulaciones, incluso si el sufrimiento está muy cerca de él, pues los caminos de Su providencia son ilimitados.

Y concluye Rabenu Bajayé ben Asher diciendo: "Y por cuanto que el bitajón es un principio fundamental de entre todos los principios de la Torá, encontramos que la Torá está basada

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