02 marzo 2008

contextos: Re: La Mujer sin Nombre

Re: La Mujer sin Nombre
de Josefina Navarro - Sunday, 2 de March de 2008, 02:48
 

B''H

Y continúan Malcah y su esposo Diego Yacoov, bendita sea su memoria¡,ya que juntos firmaron este precioso estudio:

A diferencia de los idiomas románicos, el hebreo asigna a cada una de estas palabras. Voluntad y esperanza, un género gramatical distinto: רצון  -ratzón- que significa voluntad, pertenece al masculino mientras que תקוה–tiqvah- que significa esperanza, es el femenino, lo cual traduce a la perfección una realidadinnegable, que se hace bien patente en el momento de la pubertad. El hombre a partir de entonces, va a tener la obligación de estar continuamente decidiendo lo que quiere hacer con su virilidad. Él es quien va a disponer de los impulsos y deseos que la naturaleza le entrega. La mujer púber, en cambio, inicia una vida adulta amoldada por la esperanza. Estará pendiente de que su ciclo menstrual le favorezca unas relaciones conyugales dichosas, de que este ciclo se desvanezca a tiempo para dar paso a lo que se he convenido en llamar "un estado de buena esperanza" y reaparezca después del parto para garantizarle la posibilidad de volver a ser madre.

Como la Luna, símbolo de la esperanza sigue presente en el cielo, incluso en los momentos de su mínima visibilidad, la fe en la perpetua victoria de la existencia sobre la aniquilación, del amos sobre la indiferencia y, por ende, del Bien sobre el mal, resplandece en el alma femenina.

Esta es la energía que su mujer consigue transmitir a Job y que va a actuar dentro de él con la rapidez de unas vibraciones altamente vigorizantes como lo demuestra la demanda de compasión que dirige a sus interlocutores. Un cambio todavía poco perceptible, pero incontestable, se está operando dentro de él. Ya piensa que puede esperar algo de losdemás. Aunque sigue y seguirá clamando al Cielo ha dejado de ser el agonizante cuya endecha se resumía en el gemido del capituloXVII: "¿Qué voy a esperar yo si el Sheol es mi morada?'' Era entonces un ser prácticamente aniquilado,

mientras que, ahora, se va irguiendo de nuevo y es cuando su alegato adquiere acentos proféticos que confieren a los versículos 25, 26 y 27 del capituloXIX una majestuosidad impresionante.

En estos versículos Job expresa su recién recobrada fe en la vida al decir: "Yo sé que mi defensor vive" y en el eje temporal al afirmar, en el 2° hemistiquio del mismo versículo 25: "Y al final, se alzará sobre el polvo". Está expresando su confianza en el tiempo, es decir, en la santidad del tiempo, porque el tiempo es santo, lo sabemos desde ¡a institución del shabbat, el tiempo nunca ha fallado, ni falla, ni fallará y está ligado a la virilidad. En efecto, el acto de recordar, que indica la asunción del tiempo por la psique, se enuncia, en hebreo por la misma palabra que el adjetivo "masculino": זכר  -zajar-. Job vuelve a aceptar gozosamente su virilidad como lo manifiesta en el texto la secuencia de vocablos masculinos en el versículo 25.

A partir de ahora, el comportamiento de Job será menos egocéntrico. Su unidad interior se está recomponiendo en el diálogo fluido de los elementos masculinos y femeninos. Dicho de otro modo, nuestro personaje ya no es el esclavo de un ego que rehuye o sobredimensiona, sino el dueño de un ego que controla y del cual dispone. Situado en este dominio, se va interesando por los sufrimientos ajenos y sus discursos toman la dimensión de un alegato social cuyos acentos proféticos y revolucionarios resultan extremadamente conmovedores. Y si alguien piensa que el adjetivo "revolucionario" no tiene lugar en el comentario de un texto sagrado, te invito a releer el capítuloXXIV del Libro de Job y a preguntarle con toda sinceridad si puede encontrar en toda la literatura política un discurso más conciso, más punzante y más virulento contra los abusos de poder, la explotación despiadada del hombre por el hombre y la cruel indiferencia de los pudientes ante los sufrimientos de los humildes a quienes oprimen y despojan.

Al recobrar la esperanza, Job ha recobrado interés por el destino de la Humanidad. Antes, era un hombre caritativo, ahora es un hombre solidario ya en posesión de una afectividad cohesionada por este elemento integrador que es la esperanza, Job recobra confianza en su carisma y afirma (capitulo XXVIII, versículo 8) que esta mismísima esperanza es la prueba de su inocencia puesto que el perverso no puede acceder a ella.

De todas formas, vuelve a examinar y a reivindicar su conducta pasada en un discurso que ya no constituye realmente una respuesta a las disertaciones de sus amigos sino, más bien, un monólogo al principio del cual añora los días de su otoño, lo cual demuestra que su quebranto anímico tenía su origen en una necesidad de maduración psíquica que, una vez alcanzada, provoca, como es natural, la aspiración del personaje al disfrute de las bendiciones que acompañaron su edad provecta.

En su último discurso, Job va a hacer un examen de conciencia sistemático a partir de su desastrosa situación actual que, evidentemente le sigue martirizando, aunque ya dispone de los medios psíquicos que le permiten reestructurarse en tanto que criatura reflejo del Eterno. A este respecto, es digno de mención el hecho de ser este discurso de Job, encabezado por la designación משל  -mashal- que le confiere una categoría de suma importancia, la de la comparación, ejemplo o apotegma, el décimo de cuantos pronuncia. La palabra Mashal nos induce a observar que existe cierto paralelismo entre la reconstrucción interna que Job está llevando a cabo y las Diez Palabras de la Creación.

Seguirán envíadonos mensajes Diego Yaacov y Malcah? sonrisa

Atentos¡

Buena Semanada mos dé el Dió Bendicho¡

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