16 noviembre 2005

parashah: Parashát Vaierá, por Rav Daniel Oppenheimer: ¿Rezar por los malvados?

Parashát Vaierá, por Rav Daniel Oppenheimer: ¿Rezar por los malvados?
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Wednesday, 16 de November de 2005, 00:39
 
Parashát Vaierá
¿REZAR POR LOS MALVADOS?

por Rav
Daniel Oppenheimer

Ud. concurre a la sinagoga, frecuentemente o en forma inusual, pero sabe y siente que ir a la sinagoga y rezar es una tarea noble, un deber que lo relaciona con lo espiritual, algo que lo eleva moralmente. Seguramente también es verdad que en algún momento, se le habrán acercado y le habrán solicitado que rece o diga Salmos a mérito de la curación de un enfermo amigo o desconocido. Confío en que Ud. habrá accedido al pedido y ha rezado sintiendo cierta adhesión y solidaridad con el dolor de la otra persona.

Nos sentimos cómodos con estas situaciones, pues entendemos que estamos haciendo un bien, y, aun si – desafortunadamente - no confiamos todo lo que debiera ser en el valor de nuestra Tefilá (es decir: creer que D"s realmente está atendiendo cada palabra de lo que decimos), pensamos que "mal no puede hacer" y participamos. Antes de seguir quiero aclarar que no es así. La Tefilá siempre sirve, y si es dicha con concentración y sentimiento aun más, aun si no se cumplen inmediatamente todos los deseos que hemos expresado en ella. La Tefilá representa – o debe expresar – los anhelos más íntimos del individuo.

Pasemos entonces a situaciones más delicadas: imaginemos que nos hubieran pedido que recemos por el bien de una persona que nos ha estafado, o peor – de una persona que nos ha herido o maltratado públicamente en forma reiterada. O pensemos que el pedido viene por una persona o muchas personas que han dañado a indefensos de manera sistemática. No hace falta dar ejemplos, pues se los imagina Ud. por sus propios medios. ¿No sería un tanto más difícil? Para Ud. y al menos para mí – ciertamente lo sería. Para gente realmente grande como la que describe la Torá esto fue posible. Si bien, obviamente distamos de su carácter moral, lo menciono acá pues su ejemplo debe mostrar un rumbo, aun si apenas podemos divisar una lejana nube de humo de lo que ha sido su encomiable trayectoria, tal como fue narrada en la Torá.

Los ejemplos son varios: Abraham rezó por la malvada gente de Sdom (Sodoma, Gomorra y las demás infames ciudades). El rezo no consistió en pocas palabras dichas por compromiso. Abraham "regateó" con D"s hasta que ya no quedaba forma alguna de defenderlos. (Bereshit 18:23-33) Quizás Ud. piense que los habitantes de Sdom eran ignorantes de D"s y de su deber moral y fue por eso que Abraham tuvo lástima por ellos. No es así. El versículo dice claramente que su conducta era una rebeldía consciente en contra de D"s. Abraham los conocía pues muchos de ellos habían sido huéspedes en su casa. Más tarde Abraham rezó por el bienestar y la curación de Avimelej, rey de los Filisteos y de su familia, luego que fueran castigados cuando el rey raptara a su esposa Sará. (Bereshit 20:17) Moshé rezó por el Faraón cuando este fue golpeado a causa de las plagas que envió D"s por poner impedimentos a la salida de los judíos de Egipto (Shmot 8:8, 8:26, 9:33, 10:18). Quizás sienta Ud. que Moshé no creía que sus palabras acabarían las plagas en contra de Egipto y que lo hacía por pedido de Par’ó para ganarse su favor. Incorrecto. Moshé le anticipó que sus palabras serían oídas por D"s. El versículo dice que Moshé "imploró, rogó...".

Rabí Meir estaba siendo hostigado por ciertos individuos muy violentos que vivían en su vecindad. Le hacían la vida imposible. Decidió rezar para que D"s los eliminara. Su esposa lo corrigió: no debía rezar por la destrucción Di-vina de los malvados, sino por su retorno a la Falda de D"s. "El versículo (Tehilim 104:35) no dice ‘que sean acabados los malvados (jot’im) de la tierra, sino que se acaben los pecados (jataim) de la tierra". Finalmente, rezó para que se arrepintieran, y así sucedió. (Talmud Brajot 10.) Las palabras de la esposa de Rabí Meir, quien reconoció que ella tenía razón, deben ser profundizadas. ¿Qué nos enseña este pasaje del Talmud? Una persona que realmente cree que está obrando por el bien y lucha por lo que juzga son objetivos dignos, siente habitualmente que está cumpliendo su rol trascendente al combatir todo lo que es perverso, la injusticia, la inmoralidad, y – en general - todo el mal. Dado que el mal no existe por sí solo, sin que existan personas que lo pongan en práctica, el paso siguiente, casi espontáneo, radica en identificar entonces la acción con aquel que la hizo. En esta personalización instintiva, se siente que si sucumbiera la persona que realiza el mal, el mal estaría "desapareciendo".

Fácilmente uno puede caer en un espíritu triunfalista o revanchista: "ganamos", "se la dimos con todo", "recibieron su justo merecido". D"s no está de acuerdo con esta actitud. Uno de los Sabios jasídicos lo expresó de la siguiente manera: "D"s ama al peor de los reshaim (malvados), más de lo que nosotros amamos al mejor de los tzadikim (justos). D"s jamás pierde las esperanzas puestas en todo ser humano. En la última Tefilá de Iom Kipur manifestamos (citando al profeta Iejezkel): "Ki lo tajpotz bemot hamet..." pues tú no deseas la muerte del malvado, sino que él vuelva al camino recto y viva. Desde el ángulo intelectual, sabemos efectivamente que el obrar mal es penado por D"s. Este es uno de los trece principios de nuestra fe. Cada ser humano tiene libre albedrío y la retribución Di-vina es la consecuencia "natural" de las acciones, pues así Él lo dispuso. Esto no quita, sin embargo, que contemplemos esta situación con malestar. Es por eso que la esposa de Rabí Meir corrigió sus rezos. Esto es aun más tangible hoy en día en que la mayoría de las personas que no obedecen a la Torá o parte de ella, lo hacen por total ignorancia de sus obligaciones.

En hebreo se califica a aquel que no tuvo oportunidad de aprender como un "Tinok shenishbá" (un niño que fue tomado cautivo sin permitírsele educarse correctamente en el camino de la Torá). ¿Qué se siente en estas situaciones?: Dolor. Dolor por la ignorancia de los judíos. Dolor por el Jilul haShem, o sea, que el Nombre de D"s y Su honor y respeto se ven perjudicados por el mal proceder de las personas. Quizás quien lea estas líneas interprete en ellas que son de corte "tolerante", o – como suele decir la gente – "abierta". Quiero dejar bien en claro que no es este el espíritu de lo que se debe afirmar, ni percibir. El versículo claramente dice en los Salmos (97:10) que "quien ama a D"s, odie el mal". En la verdad y en la justicia, no existen las ambivalencias. Tolerancia no significa que "todo vale". El mal está mal y su proliferación no debe causar un acostumbramiento ni un letargo complaciente. Tampoco se debe caer en el hábito – también lastimosamente frecuente - de mitigar mentalmente el estrago del mal a fin de exonerarnos de las propias debilidades. Pero con las personas, se debe tener perseverancia. En algún momento, D"s quiera – retornen al buen sendero, pues una cosa es el mal y la maldad, y otra los individuos que la cometen.

En la Amidá, hay una bendición ("Velamalshinim") que se refiere a la extirpación del mal. Fue una adición posterior que realizaron los Sabios del Talmud. A simple vista, el contenido de esta bendición es muy resentido. Gracias a la observación de ciertos alumnos, estudié la explicación que expone el Rav Shimón Schwab sz"l ("Rav Schwab on Prayer"- Artscroll/Mesorah) sobre el tema. Sucintamente expone: Esta bendición fue compuesta en las épocas talmúdicas, en que elementos internos y externos combatieron para alejar a los judíos de su judaísmo. Desafortunadamente, se presentaron numerosas situaciones en que conversos y apóstatas utilizaron todos los medios a su alcance para quebrantar el espíritu de estudio y observancia de los judíos fieles. Calumniaron y acusaron falsamente ante las autoridades, provocaron las quemas públicas de los libros de estudio y concibieron la actividad misionera a fin de propagarla entre los judíos para que abandonen su fe. La Brajá termina con las palabras: "y a los premeditados (malhechores) desarraigues, cercena, fragmenta y aplasta pronto en nuestros días". ¿Qué significa? Las palabras fueron elegidas cuidadosamente: "Desarraigues" para evitar todo crecimiento de algún organismo que desee separar a los judíos del judaísmo por fuerza o por la persuasión. "Cercena" – es el deseo que queden divididos en sectas con ideas disímiles para que se tornen inoperantes en su deseo de convertir judíos. "Fragmenta" – es para que aun estos menores grupos se separen en individuos para quitar aun más poder de ellos y, dado que aun en forma individual pueden ser amenazadores, "aplasta" a ellos para que se conviertan totalmente inactivos en sus designios. Volviendo al punto de partida, nuestros antepasados mostraron el camino equilibrado entre la resistencia a convivir y convalidar el mal y el amar a la gente. Esperemos ser dignos descendientes de ellos.


No hay comentarios.: