CORTADO Y HENDIDO POR MEDIO DE RADIACION (cómo cortaban y tallaban la piedra nuestros ancestros sin utilizar hierro) de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Sunday, 2 de July de 2006, 12:16 | |
CORTADO Y HENDIDO POR MEDIO DE RADIACION (cómo cortaban y tallaban la piedra nuestros ancestros sin utilizar hierro) extracto traducido del libro "HaMahapáj" (en hebreo) de Rav Zamir Cohen - Traducción: daniEl I. Ginerman (pronto, el libro completo, a disposición en nuestra librería be"H) Ultimamente, es cada vez más frecuente la utilización de radiación con el objeto de realizar diferentes cortes, que requieren gran potencia junto a precisión y limpieza. Así es que nos encontramos aparatos emisores de rayos en espacios tan diferentes como un taller dedicado al tallado de diamantes y un quirófano. Como es sabido, la radiación es un evento natural, tal como la electricidad y el resto de las fuerzas de la naturaleza. El modo de producirla a partir de la naturaleza fue descubierto recién en las últimas generaciones, y es considerado uno de los más importantes descubrimientos de la era moderna. Es asombroso descubrir que los sabios de la Toráh de Israel conocieron hace ya miles de años, desde dentro de la Toráh, la posibilidad de corte sutil y de tallado preciso por medio de radiación; y ello, en el marco de los secretos de la naturaleza que el Creador del mundo reveló al pueblo de Israel, necesarios para el cumplimiento de una mitsváh -precepto- o más. Si los sabios de Israel de aquel entonces vivieran hoy con nosotros, es razonable suponer que mirarían a los hombres de ciencia actuales como a quienes dan rodeos y utilizan medios artificiales para producir la radiación obtenible de la naturaleza; puesto que ellos conocían la fuerza de radiación original y más directa con que cuenta la naturaleza: conocían lo llamado "tola'at hashamír", que traduciremos por "el gusano esméril". A efectos de una mejor comprensión de este punto y de los temas que lo acompañan, advertiremos que los sabios en la Toráh de Israel necesitaban saber y conocer el secreto de esta fuerza natural, con el objeto de utilizarlo en el cortado de las piedras que se utilizaría en la construcción del Beit-Hamikdásh (el Templo de Jerusalem), donde no se debía utilizar ninguna herramienta de hierro, como está escrito (1): "Y la Casa en su construcción... y los mazos el hacha, ninguna herramienta de hierro se oía (trabajar) durante la construcción de la Casa"; ésto por cuanto estaba prohibido utilizar hierro, que sirve para la guerra, en la construcción de la Casa sel Shalóm -el Beit HaMikdásh- que servirá para la atracción de la Shejináh -la Presencia de Hashém manifiesta- en el mundo material, y para hacer desecender el fluido que vivifica al mundo todo (es interesante observar que, de acuerdo a la opinión de parte de los expertos en medicina alternativa, el pelado y cortado de plantas con cualidades curativas como el ajo con un instrumento de hierro, anula el valor curativo que contienen). En la época de Moshéh y la generación del desierto, unos 400 años antes de la construcción del Beit HaMikdásh, se dio otro uso de menor alcance a este conocimiento: el "shamír" fue utilizado para tallar los nombres de las tribus sobre las dos piedras preciosas del Efód, y sobre las doce piedras preciosas que componían el "Jóshen HaMishpát", ambas prendas que vestía el Cohen Gadól (el Sumo Sacerdote). Y así explica el Talmud la tecnología utilizada (2): "Como está escrito y la Casa en su construcción (no deberá ser utilizado el hierro en ella en ninguna herramienta)... dijo Shlomóh a los sabios de la Toráh: ¿Cómo haré para construir el Beit HaMikdásh con piedras que no fueron cortadas con instrumentos de hierro? Le respondieron: existe la "tolá'at shamír", que trajo Moshéh para las piedras del Efód" (y continúa explicando el modo de obtención del shamír). El "shamír" no cortaba ni tallaba por medio de una punta filosa que sobresaliera de su cuerpo ni de ningún otro modo similar, sino por medio de una radiación que salía del shamír y hendía a la piedra o al metal. Así está explicado en el Talmud (3): "Sobre estas piedras (las del Efód y el Jóshen) no se escribe con tinta, porque la escritura debe estar marcada de modo preciso sobre la piedra; y no se dibuja la escritura sobre ellas con cincel, porque está escrito que las piedras deben estar completas luego de haber escrito sobre ellas los nombres, y el cincel rebaja la piedra (con lo que "hace perder" parte de ella). Sino que se dibuja sobre las piedras como un croquis de tinta, y se expone la piedra al "shamír" desde fuera de ella (o sea, sin que entren en contacto), y las piedras se hienden por sí mismas, como la higuera que se arruga en los días de sol sin menguar en absoluto". Esto es: para grabar sobre la piedra preciosa, no había necesidad alguna de que el "shamír" entrara en contacto con la piedra, sino que el "shamír" era sostenido en el aire frente al lugar elegido, y la hendidura era producto de la radiación que el "shamír" despedía.
Culminaremos este capítulo con otro dato, fascinante e instructivo por sí mismo. En los últimos tiempos se descubrió que, a pesar de que la conservación de radiación radiactiva es imposible en material alguno, porque la radiación penetrará y atravesará cualquier material rumbo al exterior, existe una excepción: el plomo, que es inmune a la radiación. ¿Y cómo se conservaba el "shamír"? He aquí la explicación de nuestros sabios acerca del "shamír" y de cómo conservarlo (4): "Desde que fue destruido el Beit HaMikdásh, se anuló el "shamír" (ésto es: que no existe más). ¿Qué era lo especial del "shamír"? Había sido creado durante los seis días de Bereshít. Cuando se lo apuntaba en dirección a piedras o a maderos, éstos se hendían ante él como las tablillas de una libreta. Y no sólo ello, sino que cuando se lo apuntaba hacia hierro, también el hierro se hundía ante él. Y nada hay que se le pudiera resistir. ¿Cómo se hacía para guardarlo? Se lo envolvía entre vellones de lana, y se lo ponía dentro de un recipiente de plomo lleno de salvado de cebrada". (*) He aquí que tenemos otro ejemplo maravilloso de revelación de un secreto excepcional de la naturaleza, por parte del Creador del mundo a Su pueblo, el pueblo de Israel, para darles la posibilidad de cumplir algunas mitsvót -preceptos- de Su Toráh. Fuentes y Notas: 1. Melajím -Reyes- 1, 6:7 2. Tratado de Guitín hoja 68a 3. Tratado de Sotáh hoja 48b 4. Toséfta sobre Tratado de Sotáh hoja 14a, y Tratado de Sotáh hoja 48b
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