"Capitulo 1, Mishna 6 de Pirke Avot" "Amistad y juicio" de David Maloof - Monday, 29 de October de 2007, 18:01 | |
IEHOSHÚA BEN PERAJIÁ Y NATAI DE ARBEL RECIBIERON [LA TRADICIÓN ORAL] DE ELLOS. IEHOSHÚA BEN PERAJIÁ DIJO: "PROVÉETE DE UN MAESTRO; ADQUIERE PARA TI UN AMIGO; Y JUZGA A CADA PERSONA FAVORABLEMENTE". PROVÉETE DE UN MAESTRO La intención de estas palabras no es meramente recomendar que la persona consiga un maestro que mejore sus conocimientos, sino que se haga de una guía al que consultará respecto de su propia conducta. Por naturaleza, el hombre se ve influenciado por su amor propio. Esta predisposición natural hace difícil saber si estamos haciendo los esfuerzos correctos en nuestro estudio de la Torá, en nuestros actos de caridad y beneficencia, y demás actitudes de nuestro servicio Divino. ¿Cómo podemos saberlo? Consultándolo con otra persona que pueda evaluar objetivamente nuestra situación. Cada hombre, mujer y niño debe consultar con una personalidad de Torá que respeta, y debe aceptar el consejo de esa persona, no simplemente como la sugerencia de un amigo, sino como las directivas de un "maestro". Aceptar seriamente la evaluación que otro individuo haga de él, le permitirá hacer el máximo uso del potencial con que se lo ha dotado. Aun cuando uno mismo pueda ser un maestro y estar capacitado para instruir a otros, debe buscar un maestro para si (1) . Por más grande que sea su propia sabiduría, podrá lograr mayores progresos cuando su conducta sea observada con los ojos objetivos de otra persona que desea ayudarle a avanzar. El termino hebreo asé, traducido como "provéete", puede traducirse también como "fuerza" (de "forzar") (2) . En este espíritu, la mishná nos enseña a aceptar a un maestro aun cuando debamos forzarnos para hacerlo. (Sijot Shabat Parshat Devarim, 5746) ADQUIERE PARA TI UN AMIGO La orientación de un maestro no es suficiente. La persona también precisa de colegas es su mismo nivel con los cuales compartir los desafíos y triunfos de su progreso en el servicio Divino. (3) (Sijot Shabat Parshat Matot-Maséi, 5742) JUZGA A CADA PERSONA FAVORABLEMENTE aun cuando la conducta de aquella persona no parezca digna de ser juzgada en forma favorable, uno debe empeñarse por encontrar en ella virtudes que la disculpen. En este contexto, cabe citar una narración de la propia vida de Rabí Iehoshúa, el autor de esta enseñanza. Nuestros Sabios cuentan (4) que "una persona" fue uno de los alumnos de Rabí Iehoshúa. Incluso después de que "esa persona" abandonara la observancia judía, Rabí Iehoshúa trató de persuadirlo para que se arrepintiera. "Esa persona" se negó, replicando: "Yo aprendí la siguiente regla de ti: A la persona que peca y hace pecar a otras no se le brinda oportunidad para arrepentirse". Por supuesto, también Rabí Iehoshúa conocía este principio, pero él sabía también que aunque no se le brindara la oportunidad, si la persona hacía un intento sincero y forzaba el arrepentimiento, su retorno a HaShem sería aceptado (5) . A pesar del comportamiento del alumno que se había desviado del camino de HaShem de una manera tan extrema, Rabí Iehoshúa lo juzgo favorablemente, considerándolo en la posibilidad de forzar el arrepentimiento para recuperar el favor de HaShem. (Sijot Shabat Parshat Behaalotjá, 5741) * Para juzgar positivamente a otra persona se requiere de una apreciación honesta de los desafíos que debe enfrentar esa persona (6) . Además, esta toma de conciencia debe llevarnos también a entender que seguramente HaShem le ha dado la capacidad necesaria para superar estos desafíos (7) . Esto, a su vez, debe aumentar nuestro aprecio por este individuo, en razón de que HaShem lo ha dotado de fuerzas formidables que posiblemente nosotros no poseemos. Si en nuestro trato con esa persona se refleja esta visión de respeto y valoración, ello, a su vez, inspirará al individuo a desarrollar y hacer uso de este potencial en la práctica. (Likutéi Sijot, Vol. XXVII, pags. 164-165) Tomado del libro En la Sendas de Nuestros padres
Comentario a la Mishná. Solo me centrare en el concepto positivo de hacerte para ti un amigo, y en concepto positivo de juzgar favorablemente a cada persona. Es claro en toda la Torah, que nuestros patriarcas Abraham, Itzjak, y Yacoob, tomaron para si esta dos cualidades especificas, la diferencia es que ellos, tomaron el concepto de amigo mucho mas elevado del que podamos imaginarnos. Para nuestros patriarcas, su mejor e inseparable amigo era HaShem, El era el que les daba fuerza, apoyo, enseñanza, consejo, y siempre los escuchaba. De este comportamiento hermoso de nuestros padres, y de la lectura de esta Mishná nos debemos acordar que, el primer "Amigo" que debemos buscar es nuestro HaShem, ya que si aprendemos a amar a HaShem como un amigo y a confiarle a El todas nuestras cosas, y ponemos en su mano nuestra confianza y nuestro objetivos, y confiamos en el consejo que nos da por medio de nuestra Torah, podremos fácilmente superar todos nuestros obstáculos y nuestros problemas en la vida, porque HaShem es Padre de amor y consejo pero también es justo y claro como los manantiales celestiales. Además de esto la única manera en que podemos amar a otro ser humano como amigo, es primero amando al creador de la amistad, Como nos dijo Hashem en su Torah "Ama a tu prójimo como a ti mismo", este es el principio de la amistad, y el principio de toda la Torah, como dijo el Sabio Hilel, de Bendita memoria, cuando un transeúnte le hablo, "Sabio, enséñame tu Torah mientras estoy sobre un solo pie y el respondió: No le hagas al otro lo que no quieres que te hagan a ti, el resto de la Torah ve y estudiado". Con ese concepto debemos aprender a recibir de otros enseñanzas y correcciones para que así como dice la Mishná, podamos explotar todo los dones y potenciales que HaShem nos ha regalado. En otro aspecto de la mishná nos habla de juzgar favorablemente a nuestros semejantes. Uso la palabra semejantes, porque a pesar de que todos en la Creación, tenemos diferencias tanto físicas como espirituales, tenemos como igual nuestras inclinaciones, todos tenemos una inclinación negativa y una positiva, y por tener esta igualdad, somos vulnerables a que nuestras reacciones sean en ciertos casos iguales a la de los demás. Esta mishná no exhorta a darnos cuenta que juzgar al otro con mano dura y no buscar la inocencia de nuestros semejantes o por lo menos mostrar sus cualidades y meritos, no nos va llevar a otra cosa que al pecado, porque con la misma medida que medimos, HaShem nos medirá, y contara nuestros actos, y vera que nuestro amor hacia el prójimo fue poco, porque nos amamos mas a nosotros mismos que al prójimo y lo juzgamos desfavorablemente, cuando seguramente en alguna otra ocasión nuestros actos han sido iguales o peores que los de la persona que estamos juzgando. Y esto es trasgredir el mandamiento positivo de "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" Levitico (19:18), por eso juzgar desfavorablemente nos lleva al pecado. Cuidémonos de impartir juicio porque el único verdadero Juez de las entidades celestiales, de los animales y de los hombres y de toda la creación, es HaShem. y el fin de todo discurso es: "Teme a HaShem y guarda sus mandamientos, porque ese es el todo del hombre" "Hagamos Teshuva (arrepentimiento) verdadera, retornemos a HaShem, estudiemos Su Torá, sírvamosle todos los días con Amor y Temor, y hagamos acciones dignas de arrepentimiento". |
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