16 enero 2008

contextos: LOS PÉTALOS DEL BIENDECIR: El Saludo Mañanero

LOS PÉTALOS DEL BIENDECIR: El Saludo Mañanero
de Josefina Navarro - Wednesday, 16 de January de 2008, 01:59
 

B''H

De Malcah para la Quebutzah

  

LOS PÉTALOS DEL BIENDECIR

EL SALUDO MAÑANERO

(Pétalo nº 1) 

                                     

                          Queridos amigos de la Quebutzah, antes, incluso, de ponerme a escribir unas cuantas reflexiones  que estoy deseando comunicaros sobre las Parashiyot de Bereshit y Noaj, cosa que solo podré hacer mañana por la tarde, me alegro de iniciar una nueva sección de nuestros intercambios, es decir, una rúbrica que me gustaría llamar "Los Pétalos del Bien Decir" porque "biendecir" es "bendecir" y de lo que deseo hablaros es de como decir las cosas para que todas sean bendiciones, tanto para quienes las dicen como para quienes las oyen.

                           Desde luego, es bastante asombroso constatar la poca importancia que la mayoría de las personas concede tanto a lo que dice como al modo de decirlo, y tanto a lo que no dice como al modo de no decirlo. Creo que, al pensarlo, estaréis de acuerdo conmigo en exclamar: "pues es cierto que a este don del lenguaje hablado que nos hizo el Creador, lo  valoramos  tan  poco  que, casi  siempre lo utilizamos a tontas y a locas sin  preguntarnos  cuáles pueden ser las consecuencias de nuestra irresponsabilidad para nosotros y para los demás".

                            Sin embargo, sería lógico pensar que si el Sumo Hacedor creó el mundo por Su Palabra y creó al ser humano a Su Imagen y semejanza, nuestra palabra tiene un poder enorme, que derrochamos tontamente en la mayoría de los casos.

                             Para empezar esta sección de "Los pétalos del  Biendecir" os haré una confidencia: hace muchas semanas que me planteo iniciar esta sección, pero el verano me ha "aconsejado" dejarlo para después de las Pascuas de Otoño, a fín de que todos estemos ya en condiciones de iniciar una nueva andadura. Pensé: "perfecto, lo haré después de Succot", incluyendo en mi mente, como es natural, la fiesta de Jag Atzeret y Simjat-Torá, además del Shabbat que acabamos de celebrar hace dos horas. Pero lo que dije en mi mente fué: "después de Succot" y... ¿sabéis lo que ocurrió? pues que la última noche, entre Succot y Jag Atzeret soñé que mi esposo, Diego-Yacob de bendita memoria, me regalaba una rosa de color beis (entre amarillo y blanco) y entonces comprendí que " Los pétalos..." es un título que ha gustado en las Alturas. 

                            Como os lo venía diciendo, la "Convocación de Otoño" se ha acabado hace poco. Ahora, a "Los Pétalos".

                              Para iniciar nuestras reflexiones al respecto, os propongo dedicar vuestra  atención a las primeras palabras que pronunciamos cada mañana cuando nos despertamos.

.                             A ver ¿qué decimos? ¿cómo? y ¿a quién?.

                              Personalmente, como todos los judíos cumplidores y piadosos, nada más abrir los ojos y recuperar el discernimiento, pronuncio las palabras siguientes: "Modá ani lefaneja mélej jay vekayam shehejezarta bi nishmati bejemlá, rabá emunateja" que se traducen literalmente así: "Te agradezco, Rey Viviente  y Estable, que me hayas devuelto mi alma superior por tu Bondad, grande es Tu Fidelidad", luego sonrío a Diego  y  me levanto.

                             ¡Agradecer! Nada más abrir los ojos... enseguida manifiesto que tengo conciencia de ser beneficiaria de la Bondad Divina. Es una gran alegría anunciar en voz baja, pero sonora, al fin y al cabo, esta profunda e innegable verdad: es un gran regalo que me hace el Eterno al devolverme la lucidez para vivir el día que empieza, porque lo que me devuelve realmente es mi dignidad de persona. Un ser inconsciente no puede responder de sí mismo, ni controlarse de ninguna manera, está falto de libertad. Lo dicho: referida a la persona inconsciente la palabra "dignidad" está carente de sentido.

                              El saludo mañanero que se dirige al Todopoderoso desde el lecho del despertar es, para  el  ser  humano,  una gran bendición que le insufla alegría y confianza en si mismo. Es cierto que cada día, incluso los más felices, trae consigo su dosis de contrariedades, pero lo que agradecemos es nuestra capacidad de asumir tanto lo bueno como lo malo. Por otra parte, este optimismo del despertar suele tener efectos muy positivos sobre la psique, lo cual acarrea excelentes consecuencias en el comportamiento que se traducen en una relación más cordial con los demás a quienes vamos a saludar después.

                               Los que tienen la alegría de encontrar a su lado a una persona amada, son unos privilegiados, es cierto, pero donde hay amor siempre hay presencia !Baruj Hashem!

                                  Viene ahora el saludo que damos a los demás. Me quedé muy extrañada al preguntar a un uen número de personas cómo saluda a los suyos por la mañana, de oír a muchas de ellas contestarme que no lo saben... que "depende" (de su talante, de las circunstancias, etc.) e incluso, hay quien me ha dicho que no suelen saludar a nadie, simplmente empezar a hablar de las cosas que hacen o tienen que hacer. He comprobado que, en la mayoría de los casos, no son gente particularmente egoista o indiferente. No conceden valor al saludo. Sin embargo, el simple "Buenos días" o el "Hola ¿qué tal? ¿has dormido bien? son muy gratificantes, tanto para el que lo oye como para el que lo dice. Es un modo de situarnos en nuestra relación afectiva con los demás. Hay gente que vive sola, sin recibir más saludo al amanecer que el de la radio o de la tele. Quisiera decirles que, para ellos, los Ángeles tienen una melodía especial, de eso estoy segura, porque me lo contaron unos amigos,                  

¡Shalom Amigos!

Malcah 

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