30 diciembre 2005
parashah: Parashát Mikéts - Janucáh, por Abraham Leib Berenstein
29 diciembre 2005
parashah: Parashát Mikéts, por Rav Daniel Oppenheimer - "Ioséf, ¿por qué?"
Parashát Mikéts, por Rav Daniel Oppenheimer - "Ioséf, ¿por qué?" de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Thursday, 29 de December de 2005, 15:09 | |
Parashát Mikéts IOSEF: ¿POR QUÉ? por Rav Daniel Oppenheimer Iosef, el protagonista principal de las lecturas de Vaieshev, Miketz y Vaigash, es uno de los personajes que más nos cuesta entender (si es que pudiéramos decir que entendemos a los demás personajes de otras épocas ). Por un lado, Iosef es conocido y tildado como Iosef haTzadik (el justo), un atributo que no se le aplica a ninguna otra eminencia de la Torá - a pesar que se mencionan muchos Tzadikim (hombres justos) en ella. De aquello que la Torá nos cuenta, no faltan razones para dedicarle semejante reconocimiento: en primer lugar, demostró poseer una fuerza y una firmeza íntegra al sostenerse frente a los embates libertinos de la esposa de su patrón Potifar. Luego, manifestó una perfecta honradez cuando le fue conferida la difícil tarea de distribuir los escasos víveres a los egipcios y a los habitantes de los demás países durante los años de la hambruna. En ese puesto, se pudo reconocer nuevamente porqué tanto el ministro Potifar, como el jefe de la cárcel lo habían valorado tanto como para confiarle la total responsabilidad de lo que sucedía en cada uno de sus lugares de trabajo. Cuando el Faraón lo llamó para interpretarle los sueños, lejos de atribuirse honor por el don que lo caracterizaba, Iosef suscribió a Ds lo que Le corresponde, sin intentar beneficiarse personalmente con lo improcedente. Años más tarde, cuando ya estaban sometidos a los egipcios, no escatimó esfuerzos para cumplir con la voluntad última de su padre en el sentido de acompañar sus restos para darles sepultura en la tierra de Cnaan (Israel). Finalmente, cuando el padre había fallecido, y los hermanos sospecharon que Iosef tomaría venganza en contra de ellos, por haberlo vendido como esclavo a una caravana que lo llevó a Egipto, fueron ellos y se arrodillaron pidiéndole que tomara retribución alguna en su contra. Nuevamente Iosef exhibió su rectitud al quitar toda duda de deseo o intención de desquite, y los mantuvo a ellos y a sus familias durante el resto de su vida. Ante tal actitud diáfana, hay hechos que no llegamos a entender: Iosef amaba profundamente a su padre Iaacov, del mismo modo en que Iaacov lo amaba a Iosef. La separación forzada, había sido dolorosa para ambos. Durante los primeros años de su vida en Egipto, siendo Iosef esclavo y prisionero, obviamente no podía dar a conocer su paradero a su padre. Sin embargo, una vez que Iosef había sido declarado libre, y era segundo en el poder de Egipto: ¿por qué no mandó avisar a su padre acerca de su situación? Es más: dado el hambre reinante, los hermanos se vieron obligados a ir a Egipto a procurar alimento para sus familias. Era el momento ideal para que Iosef mande decir a su padre que él era virrey de Egipto. Sin embargo, nada de eso. Justo por lo contrario: Iosef recordó los sueños en los que se le había hecho saber proféticamente que él sería rey y gobernante (Bereshit 42:9). Al llegar ante él, Iosef los trató con una dureza poco característica de él. Siendo el hombre fuerte de Egipto (Bereshit 42:6), los acusó de ser espías, encarceló a Shimón impidiéndole su regreso a su hogar y les prohibió que aparezcan a comprar más comida, a pesar que la hambruna estaba destinada a demorar 6 años adicionales. Si bien los hermanos se arrepintieron (Bereshit 42:21), Iosef mantuvo su actitud severa. ¿Por qué? ¿Será realmente un acto de venganza? Y, si fuese tan duro y quisiera tomar represalia contra sus hermanos: ¿por qué tuvo que retirarse para llorar a solas tantas veces durante los encuentros con ellos? Claramente, Iosef recordaba a su familia con honor y respeto, tal como lo demuestra en los nombres que puso a sus hijos cuando nacieron. Lo que sigue, no es una justificación en defensa de Iosef. Ni Iosef, ni ninguno de los Tzadikim de la Torá, necesitan que nosotros aprobemos de ellos. Ni siquiera pretendemos "ponernos en su lugar". Aun en ese intento, erraríamos totalmente, pues hablaríamos de puras conjeturas. Asimismo, aun después que presentemos ciertas explicaciones acerca de lo que pueden haber sido las verdaderas intenciones de Iosef, esto no significa que nosotros podamos actuar de la misma manera en lo que sentiríamos que son situaciones análogas (en nuestra propia vida). Sin embargo, la Tora nos enseña ciertas "historias" de nuestros antepasados, para que aprendamos enseñanzas vitales. Si bien nuestra historia demostró que el pueblo de Israel se mantuvo bastante unido a través de las épocas (aun habiendo, lamentablemente, diferencias y peleas), cuando todo era aún incipiente, en aquella época cuando vivían Iosef y los hermanos, el futuro de Israel como nación unificada, estaba en riesgo. Iosef era virrey de un país poderoso, mientras que los hermanos eran simples inmigrantes extranjeros. La secesión podía haber ocurrido en aquel mismo momento, más así considerando que Iosef había sido tan maltratado por sus propios hermanos. Los 22 años de separación podían haber profundizado los prejuicios y el odio entre ellos de manera tal, que jamás esa brecha se hubiera cerrado. ¿Cómo curar la herida, sin que queden cicatrices? Sin embargo, tal como podemos observar a partir del relato de la Torá, en la próxima generación - fueron todos iguales: todos esclavos de los egipcios. El artífice de esta reconciliación completa fue Iosef. A él le toco la dura tarea de recomponer la confianza mutua y recuperar la fraternidad entre hermanos. A fin de alcanzar este objetivo, había que quitar todos los prejuicios que podían teñir su futura relación. Iosef debía poder quitar de su mente el concepto de que sus hermanos eran tan crueles que estaban dispuestos a vender a un hermano si creyeran que la situación lo requeriría. Recién cuando pudieron ofrecer quedarse junto a Biniamín (somos todos esclavos, tanto quien tiene la copa, como el resto de nosotros" - Bereshit 44:17), después de que él había sido acusado injustamente de robar la copa del Virrey, aun permitiéndosele a ellos volver a casa con la comida que sus familias necesitaban desesperadamente, desapareció de su mente el estigma que ellos eran crueles, y se demostró que su arrepentimiento era total. Por otro lado, Iosef necesitaba modificar el concepto que ellos tenían de él. Mientras ellos pensaran que Iosef podría utilizar el poder para dominarlos - si lo tuviera - tal como habían sospechado cuando Iosef era joven (razón por la que lo vendieron en primer lugar), se mantendría el recelo inicial Recién cuando Iosef les demostró que tenia en sus manos el poder total de hacer lo que quisiera, y que, sin embargo, no tenía el más mínimo deseo ni intención de dañarlos, pues realmente los amaba como hermanos, quedaría definitivamente resuelto el conflicto. (adaptado del comentario de R.Sh.R. Hirsch sz"l) Es tan fácil caer en el prejuicio, y es tan sencillo quebrar la confianza, y es - por otro lado - tan complicado remediar los males y resolver disputas - especialmente los conflictos familiares, que por eso, esta historia, en la que Iosef tuvo que dejar de lado sus sentimientos de amor de lado (recordemos que Iosef había estado solo en Egipto tantos años sin ver sus caras familiares...), nos da una lección de vida: cuidar y alimentar los vínculos con nuestros seres queridos. Y si surge algún malestar, resolverlo cuanto antes. |
28 diciembre 2005
parashah: Parashát Mikéts, por Rav Menajem Abdeljak: Una historia con final feliz
Parashát Mikéts, por Rav Menajem Abdeljak: Una historia con final feliz de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Wednesday, 28 de December de 2005, 08:42 | |
Parashát Mikéts Una historia con final feliz por Rav Menajem Abdeljak No hace mucho, conversando con alguien que me manifestaba sus dificultades, me comentó: Si yo supiese que esto es momentáneo, no me preocupa tanto. El tema es ¿esto terminará alguna vez?, parece que no, aparentemente sufriré siempre. Seguramente creyó haberme puesto en jaque. Y claro, porque en realidad lo que más cuesta de los problemas es creer que no termina más, pensar que la angustia será eterna. Nadie tiene reparo en soportar por un tiempo determinado si tan sólo sabe cuando comienza y cuándo termina. ¿Usted que cree? ¿Mi amigo terminará de sufrir alguna vez? Veremos Imagine la siguiente escena. Un hombre justo, honesto y temeroso de Hashem. De esos que todos estamos de acuerdo que merecen lo mejor. Y efectivamente, le va muy bien. Siete hijos y tres hijas. Siete mil cabezas ovinas, tres mil camellos, mil vacunos, quinientas mulas y una cuantiosa producción agraria. No le falta nada. Hasta que un día Lo pierde todo. Hijos, ganados, campos, todo. En cuestión de horas. Y para colmo de males, al poco tiempo, enferma de lepra. Parece salido de una película dramática. Pero no, le estoy hablando del famoso Iyob (Job). Iyob tenía tres amigos. Y no lo abandonan en su tragedia, sino que vienen con intención de confortarlo. Sin embargo, el dolor es tal, que no pueden abrir la boca. Luego de un largo silencio de siete días, es él mismo quien comienza la charla, maldiciendo el día en que nació. Recién en ese momento comienzan a intentar consolarlo. Desde aquí, contamos en el Tanaj treinta y cuatro capítulos de conversación entre ellos, más cinco entre Hashem e Iyob. Nuestros sabios no llegaron a la unanimidad acerca de si Iyob realmente existió o es una parábola escrita por Moshé Rabenu. De cualquier modo, la única función de este libro, de los veinticuatro que componen la Torá escrita, es enseñarnos a comprender, descifrar y llevar adelante de manera correcta, los retos de a vida. Entre tantas entendidas palabras encontramos la siguiente frase: A las tinieblas, pone final y a todo, un término (28:3). La oscuridad tiene final feliz. Es cuestión de creer y esperar con paciencia. Si, pero mi interlocutor no se satisfizo con esta respuesta. Él quería entender cómo. Necesitaba entender cómo se puede esperar un desenlace feliz de esta situación que no parece tener salida. Lo mismo podía haber pensado Iosef. Secuestrado y vendido como esclavo en tierra ajena y alejado de su familia y amigos. Para más, ahora pesa sobre él una condena de tiempo indefinido en prisión egipcia. ¿Qué final feliz puede preverse para éste pobre joven desterrado? En un momento confió en el ministro de copas, pero éste olvidó de interceder por él ante el Faraón. (Bereshit 40: 14 y 23). Y ahí está, sólo y abandonado. Hasta que de pronto al Faraón se le ocurre nada más y nada menos que soñar con vacas y espigas. Entonces, el rey lo manda a buscar a Iosef en carácter de urgencia para interpretar sus sueños y muy de prisa lo sacan del calabozo. Y como en un abrir y cerrar de párpados, todo comienza a girar aceleradamente como la perinola de Janucá, hacia un nuevo rumbo. Iosef es lavado y ataviado adecuadamente, de interpretador de sueños pasa a asesor real y en breve a virrey de la primera potencia mundial. En cuestión de minutos pasa de ser un esclavo y un ignorado recluido al pináculo del poder. Seguidamente encuentra su pareja y constituye su familia. Los caminos de Hashem son misteriosos, no nos da aviso sobre sus planes, pero los concibe minuciosamente. Mientras corresponda atravesar el aprieto, lo hacemos en silencio y con fe. Entre tanto, Él prepara la salvación de manera sorprendente e inesperada. Nosotros no podemos, porque no estamos capacitados para ello, entender cómo se gesta la solución y cuándo llega el momento de hacerse realidad. Es exactamente como la gestación de un hijo. La futura mamá, más allá de la alegría de ser madre, lleva adelante el embarazo con las complicaciones y dolencias típicas del mismo. Pero ninguna pensaría que sería mejor dar a luz unos meses antes, ya que se es consciente que es necesario nueve meses para que todo esté en orden. Si queremos apurar los procesos y querer ver los resultados hoy, seguramente daremos a luz prematuramente. Con paciencia, permitiendo que cada proceso tome el tiempo que la Sabiduría Divina decretó, obtendremos frutos buenos y terminados. Y así lo sintetiza el Midrash: A las tinieblas, pone final y a todo, un término (Job 28:3). Un tiempo preestableció Hashem cuántos años debe estar Iosef en la prisión. Al llegar el momento, soñó el Faraón. No se si mi amigo se convenció. Yo, en todo caso, salí reconfortado de la charla y se lo quise transmitir. SHABAT SHALOM |
27 diciembre 2005
IeshivahNet: En el judaísmo ¿las relaciones íntimas son solo para concebir ? ¿Y el placer?
En el judaísmo ¿las relaciones íntimas son solo para concebir ? ¿Y el placer? de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Tuesday, 27 de December de 2005, 02:08 | |
En el judaísmo ¿las relaciones íntimas son solo para concebir ? tomado de http://www.jai.com.uy/pregjabadplacer.htm Uno de los fundamentos del judaísmo es que no hay nada fuera de la jurisdicción de D-os. Todo fue creado por El y está para servirLo. Aun aquellas cosas que uno hace en la privacidad de su casa pueden o no concordar con la voluntad Divina. La conexión con D-os no se realiza solamente en la sinagoga, sino también y principalmente en los actos de la vida cotidiana. Está en uno elegir invitarLo a D-os a sentirse cómodo en la vida personal de uno u optar por negarLe la entrada. Así que uno puede conectarse con D-os por medio de su plato de comida como también en su relaciones íntimas. "Por lo tanto el hombre deberá abandonar a su padre y a su madre y se juntará a su mujer y serán una sola carne" (Génesis 2:24) Las relaciones íntimas ente el hombre y la mujer se pueden entender de varias maneras. Hay quienes ven en las relaciones íntimas entre el hombre y la mujer algo impuro o 'animal'. Entienden que para lograr un nivel espiritual alto, es posible solo por medio de la abstención. Para quien no pueda aguantar la abstención, se 'tolera' las relaciones íntimas dentro del marco del matrimonio. Por el otro lado hay quienes ven en las relaciones íntimas algo 'natural', sin culpas y vergüenzas. Lo que se le ocurren a dos adultos hacer en su privacidad está OK. ¿Qué opina el judaísmo al respecto? El judaísmo opina: Depende. Las relaciones íntimas entre el hombre y la mujer pueden expresar lo más elevado del hombre como lo más bajo. Depende de varias cosas. La palabra hebrea por 'matrimonio' es Kidushin, o sea 'consagración'. El judaísmo ve en la relación correcta entre la pareja la expresión máxima de divinidad, santidad y de espiritualidad. En el judaísmo es una obligación casarse y está prohibido mantener relaciones íntimas fuera del contexto de matrimonio. Dentro del marco del matrimonio, las relaciones íntimas se permiten no solo con el objetivo de procrear. Es una obligación que el hombre tiene de satisfacer las necesidades de su esposa, independientemente de la procreación posible. Por ejemplo, aun cuando consideraciones de salud indiquen que haya que tomar medidas para prevenir el embarazo (solo están permitidas los métodos que utiliza la mujer), mantener relaciones íntimas para satisfacer a la esposa sigue siendo una Mitzvá (deber religioso) de la más alta prioridad. Se entiende que la unión entre la pareja no es solo una condición física o emocional, sino una unión de almas en todos los niveles. Es un acto que tiene el objetivo de unir dos esencias. Pero ese nivel de unión no se logra así nomás. Para que las relaciones íntimas adquieran una dimensión de santidad y de elevación espiritual tienen que realizarse de acuerdo a las normas que la Torá nos indica. Las normas básicas son: 1) que se realicen exclusivamente dentro del marco del matrimonio; y 2) que las relaciones entre la pareja se realicen conforme a las leyes de 'Pureza Familiar', o las leyes de 'Mikve', absteniendo de contacto físico durante el período de la menstruación y durante una semana después y resumiendo las relaciones luego de la inmersión de la mujer en la Mikve; 3) que las relaciones íntimas respeten las normas de pudor delineadas en la Ley Judía. La diferencia entre el hombre y el animal es que mientras el animal responde solamente a sus instintos y no los puede modificar ni controlar, el hombre es capaz de dominar a sus instintos y canalizarlos. El animal piensa solo en si mismo mientras que el hombre es capaz de pensar en lo que es correcto e incorrecto y en las necesidades y beneficios del prójimo. Pensar solo en el placer personal es un instinto y comportamiento animal. Preocuparse por asegurarle el placer a la pareja conforme a las normas establecidas por D-os es lo que transforma el acto en un acto sublime y de verdadero amor. Así que en resumen podríamos decir que el judaísmo ve como objetivo prioritario la satisfacción y el placer dentro las relaciones íntimas de la pareja casada, siempre y cuando se realizan de acuerdo a las normas estipuladas por D-os que sirve para elevar al hombre a un nivel superior a los ángeles en lugar de bajarlo a un nivel inferior a los animales. |
parashah: Parashát Mikéts, por Rav Daniel Oppenheimer: Entre hermanos
Parashát Mikéts, por Rav Daniel Oppenheimer: Entre hermanos de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Tuesday, 27 de December de 2005, 00:54 | |
Parashát Mikéts ENTRE HERMANOS... por Rav Daniel Oppenheimer Uno de los aspectos más relevantes de la vida actual es la explosión del avance de la tecnología. Hoy tenemos máquinas para todo. Y una de las cosas más interesantes es que los artefactos son cada vez más pequeños. Un pasa-casetes, que antes requería que se lo sostenga con ambas manos, ahora cabe en el bolsillo de la camisa, el teléfono que antes ocupaba un lugar importante en la mesa, hoy cabe en la palma de una mano y una calculadora cabe dentro de la billetera. Por otro lado, los manuales de instrucción de los dispositivos que antes podían consistir en una sola hoja, hoy se convirtieron en compendios complejos de instrucciones. Lamentablemente nuestros hijos no nacen con un manual de instrucciones y, aun si así ocurriera, este contaría con muchos tomos que nunca llegaríamos a leer. De todos modos, hay un aspecto de la crianza que confunde a muchos padres más que cualquier otro: la rivalidad entre los hermanos. Dijo Rabba bar Majasia en nombre de R. Jama bar Guria en nombre de Rav: Una persona nunca debe tratar a un hijo en forma diferente que a los demás, pues por el peso de dos monedas adicionales que gastó nuestro patriarca Iaacov (por la túnica de colores que adquirió para Iosef a diferencia de sus hermanos), estos lo envidiaron y esto condujo a que nuestros padres terminaran esclavizados en Egipto (Talmud Shabbat 16. Los Tosafot (comentaristas franceses y alemanes del Talmud de los siglos XII y XIII) explican que, dado que Ds ya había vaticinado a Avraham que sus descendientes serían siervos en tierra ajena, los judíos hubiesen estado esclavizados en Egipto de todos modos, pero, motivada por esta envidia, esa aflicción llegó a ser mayor de la que hubiese sido de otro modo. El Dr. Meir Wikler (Partners with HaShem Mesorah/Artscroll), trae en su libro cuatro valiosas reflexiones acerca de este tema basadas en esta sentencia de los Sabios, que quiero aportar a continuación. Sin embargo, antes de continuar es menester hacer saber que nosotros no tenemos analogía o aproximación a la vida espiritual de nuestros patriarcas y que cuando los Sabios hacen alusión a una falla en su conducta se refieren a una mínima hendidura en su carácter, que en nuestra conducta cotidiana de grandes altibajos, ni siquiera se hubiera percibido. No obstante, como veremos a continuación, no dejaron de hacernos saber esta cuestiones para ayudarnos a corregir nuestras conductas a partir del ejemplo de sus vidas íntegras y virtuosas. Responsabilidad de los padres En primer lugar, hace alusión a que si los Sabios nos dicen que Iaacov tuvo ingerencia en la situación, es porque como padres debemos tener en cuenta que está en nuestras manos hacer algo al respecto. Cada uno de los hijos ocupa una posición distinta en la familia, que ellos no eligieron: alguno es el mayor, otro es el menor. El mayor tiene ciertos privilegios que no tienen los demás que aún no llegaron a su edad. El menor, por otro lado, goza de cierta condescendencia que suele ser desaprobada por sus hermanos mayores que se sienten molestos por las dispensas que se le otorga por ser el bebé. Los que suelen estar en una posición aun más complicada son los hijos del medio, o los llamados hijos sándwich (en familias numerosas, este título puede aplicarse a varios de los niños en distintas etapas de la vida). Siendo que no poseen las libertades de los mayores ni las franquicias de los menores, se sienten automáticamente relegados. Para que esto no ocurra, bien pueden los padres adelantarse a los hechos y hacerles sentir que, bajo ninguna circunstancia se los olvida a ellos. Dedicarle un tiempo especial y único a él, brindarle elogios por el esfuerzo que hace y felicitarlo por los logros aun si fuesen pequeños, encomendarle tareas para que se sienta importante y útil, son algunas de las posibilidades. Consecuencias a largo plazo a causa de la rivalidad entre hermanos El hecho que los Sabios expusieron una relación entre los sucesos acaecidos en el hogar de Iaacov y la posterior esclavitud en Egipto, a pesar de tantos años que transcurrieron entre un incidente y el otro, nos hacen ver la repercusión que tienen nuestras acciones (que frecuentemente no estamos dispuestos a reconocer). En su actividad de terapeuta, el Dr. Wikler nos relata de una situación corriente: una señora adulta, con un cargo directivo (en este en una escuela), que guardaba una complicada relación con cierta maestra y que, después de varias sesiones, pudo remontarse a un vínculo mordazmente competitivo de su niñez entre sus hermanas y ella.. Universalidad de la rivalidad El problema de muchos, es medio consuelo (Sefer HaJinuj 331) en estas tierras se suele decir consuelo de tontos. Mientras los padres sospechen que la rivalidad entre sus hijos es una excepción y perciban vergüenza y frustración por la situación doméstica, casi seguro que este desengaño conduzca a que se sientan culpables y quieran forzar la situación, causando aun más dolor a los propios hijos. Conocer la generalidad de este fenómeno, permite a los padres tomar una actitud más objetiva y tranquila, ayudando así a sus hijos a encontrar una solución viable a sus peleas. Tratar a los hermanos con justicia ¡¿Por qué siempre me pedís a mí que lo haga y nunca se lo pedís a él?! ¡¿Por qué a mi siempre me castigas y nunca a él?! Estas quejas suelen ser comunes en los mejores hogares. Los niños no dejan de responsabilizar a sus padres tildándolos de injustos cuando se sienten que no les tocan las mismas ventajas que presumen que gozan los hermanos. Como padres nos preguntamos: ¿acaso no es eso lo que se nos enseña a partir de la historias de Iosef: la obligación de ser justos con nuestros hijos? Sin duda. Los padres debemos ser justos con respecto a nuestros hijos. Sin embargo, esto no significa que podamos hacer que nuestros hijos sean iguales uno al otro. La diferencia de edad, capacidad, contexto, etc. hace que no se pueda tratar la circunstancia de uno del mismo modo que la del otro. Los Sabios no nos dijeron que tratemos a todos de modo uniforme, sino que le demos a todos la misma reflexión e importancia. Cuando es posible, se debe repartir los manjares de modo parejo. Lo cual no quita que cada uno de ellos piense que el otro recibió una porción más generosa. (Esto se puede resolver dándole a uno de ellos la oportunidad de cortar la torta en partes iguales y darle a los demás la posibilidad de elegir primero la porción que quieran...) Sin embargo, cuando por alguna razón no es posible darles el mismo trato, los padres no deben sentirse culpables del tema y deben obrar de acuerdo a lo que la situación exige. Esto no quita que intenten hacer participar a los niños de los motivos que causan las diferencias y brindar las explicaciones pertinentes para bajar el nivel de ansiedad. Si los padres mantienen esta postura con aplomo, se les permitirá a los niños darse cuenta que justo, no necesariamente significa igual. Sin embargo, existe un tema que es más dificultoso que el anterior. Se trata de las peleas entre los niños. Uno de ellos acude al papá o a la mamá exigiéndole que interceda o castigue a su hermano por alguna razón. Los padres creen que es su obligación juzgar el diferendo que surgió entre los chicos y poner la casa en orden. El problema es que los padres no estuvieron cuando ocurrió la pelea y siempre ambos aluden a que el otro la empezó. Y aun si estuviesen presentes cuando sucedió la pelea, esto no significa que ellos supieran los sucesos anteriores que provocaron el incidente. (Tampoco ven lo que sucede debajo de la mesa...). Los niños (como los grandes) tienen códigos muy personales e íntimos por medio de los cuales se comunican y se saben ofender. Digamos que los padres supusieran que sí tienen una idea clara de lo que aconteció, ¿podrían en ese caso arbitrar la discusión entre los hijos? Seguramente que no. Los niños especulan en estos casos, para ver de qué manera los padres encararán la situación. Todos los niños desean ser amados por sus padres continuamente. Sin embargo, ellos no cuentan con un censo del rating que tienen a ojos de su padres. En situaciones en que por alguna razón ese amor podría cuestionarse (como por ejemplo, en caso que no le brindaran la suficiente atención, los niños pueden llegar a ponerse en una posición en la cual obligan a sus padres a demostrar que sí les importa los vaivenes de su vida. Cuando un padre decide en una situación de conflicto a favor de uno de los hijos y en contra del otro (a quien castiga), aun así el primero seguramente creerá que no fue favorecido lo suficiente mientras que el otro creerá que fue castigado arbitrariamente. A su vez, esto provoca que el primero repita el ejercicio del conflicto para lograr más atención de sus padres. La respuesta, dice el libro Zriá uBinián beJinuj de R. Shlomó Wolbe shlita, consiste en permitir que los niños arreglen su situación por sí mismos (cita la opionión del Rosh que dice: no intervengas en una discusión que no te pertenece. Las partes terminarán arreglándose solas, mientras que tú saldrás con la disconformidad de ambas). La buena atención de los padres deberá brindársele por otros medios para evitar que busquen ser notados por este medio negativo. (Esto también tiene sus límites y se aplica con niños que ya tienen cierta comprensión y no con bebés. A su vez, esto no libera a que los padres puedan o deban separar a las partes cuando hay agresión física o verbal, sin por eso decidir a favor de uno o de otro.) Muchas veces los padres pueden estar tentados a tratar de indagar a partir de la conversación con sus hijos acerca de los porqués de la pelea. Sin embargo, estos debates no suelen conducir a buen puerto. Ningún niño querrá acusarse a si mismo, ni tampoco debiéramos incentivarlo a que lo haga (al estilo inquisitorio). Es muy posible que ni siquiera se acuerde exactamente de cómo se dio la situación de la riña. Más importante sería platicar con ellos acerca de cómo se puede evitar estas situaciones en el futuro, de cómo emplear mejor el tiempo (en lugar de pelearse), de si realmente queremos llevarnos bien como hermanos. Lo más importante en todo esto, es el llamado de atención de los hijos hacia los padres en el sentido del interés que deben recibir de ellos por medios razonables y no desafiantes. El Rav A. Twersky shlita (Positive Parenting Mesorah/Artscroll), subraya que el núcleo familiar es el primer microcosmo de la sociedad a la que ingresa el niño. En ese espacio, en donde se educa para el futuro, se encontrará con personas que ocupan distintos roles. Con ellos se relacionará en la manera más variada. En ese ambiente singular, coexisten simultáneamente la aproximación, los roces y la competencia entre las partes, intromisiones en zonas particulares, poder, status y modelos mejores y peores. Cuando posteriormente las personas alegan que se llevan mal con la familia, pero que afuera están bien, tengo mis serias dudas. ¿No será que ese llevarse bien con gente de afuera se trate de vínculos superficiales y efímeros? El manejarse bien con la familia inmediata, va mucho más lejos que simplemente portate bien con tu hermano. Es la base del futuro matrimonio en el cual la durabilidad del afecto y del compromiso es un ingrediente esencial. Es el Shalom Bayit, la paz hogareña que se debe construir con mucho esmero y amor. |
parashah: Parashát Mikéts, por Rav Daniel Oppenheimer: En la época de las vacas flacas
Parashát Mikéts, por Rav Daniel Oppenheimer: En la época de las vacas flacas de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Tuesday, 27 de December de 2005, 00:52 | |
Parashát Mikéts por Rav Daniel OppenheimerEN LA EPOCA DE LAS VACAS FLACAS La mano nunca vino tan dura... - comenta mi amigo a un pariente que acaba de llegar del exterior. Esta vez, las cosas andan mal de verdad... - dice otro que participa de la conversación Y, como siempre, no están muy lejos de la realidad que acompaña a muchos de los argentinos de hoy. No son pocos los que viven en departamentos, manejan autos y lucen ropa que pudieron adquirir en tiempos mejores. Los días del ¡déme dos!, de una casa en la Capital y otra en el country, de las vacaciones por tres meses y de los viajes al exterior, son cosa del pasado para muchos que debieron ajustar sus gastos a las entradas que menguaron considerablemente, o peor... Rodeados de souvenirs de un glorioso pasado un tanto más cómodo que el estado actual, estos recuerdos aportan al dolor y a la angustia por no poder mantener el nivel de vida y el confort de antes. Acostumbrados a pensar que las cosas jamás habrían de ir tan mal, nos encontramos con el doble desafío: la carencia de lo acostumbrado y la falta de preparación para poder vivir más ajustados. Si sumamos a esta situación el hecho de que nuestra sociedad castiga al no exitoso por su fracaso, marginándolo y alejándolo de sus antiguas amistades (por si acaso que dé yeta y se contagien), el sufrimiento se multiplica, convirtiéndose en un duelo interminable por la incertidumbre (porque nunca se sabe si ya se tocó fondo, o si la cosa va para peor). No hay nada nuevo bajo el sol reza Kohelet (Eclesiastés), y esta triste situación no es una excepción a aquella regla. También en Egipto, tal como interpretó Iosef el sueño del Faraón de siete vacas gordas y siete flacas y, luego, de siete espigas sanas y otras siete raquíticas en la lectura de esta semana, hubieron siete años de abundancia, seguidos de los años de escasez y hambruna. ¿Qué nos cuenta la Torá al respecto? Nos dice que apenas comenzaron los siete años de penuria, quedó olvidada totalmente la riqueza de la cual habían gozado pocos días antes. Y el hambre fue sobre toda la faz (lit.la cara) de la tierra. La cara - se refiere a los adinerados (Rashi) -aquellos (ricos y famosos, cuya cara todos conocen, o quieren conocer...) de quienes nunca se creyó que llegarían a tal situación de mendicidad. (Es decir: pobres los hubo siempre, pero algunos suponían que la pobreza era cosa de otros..., que ellos estarían más allá de eso...). También es posible que los que habían estado bien, no tomaron conciencia del hecho que realmente eran afortunados, porque siempre optaban por mirar a otros que poseían más fortuna que ellos. Sin embargo, al momento de caer, se dieron cuenta de lo que habían tenido - y ahora ya no. Lo cual nos lleva al tema de Janucá. Quien lee los textos, se verá un tanto mareado por la aparente contradicción en los rezos. En el Al HaNissim que se agrega en la Amidá y en Bircat HaMazón, se hace referencia a los milagros que concedió Ds en las guerras que libraron los Jashmonaím, que eran numéricamente inferiores a los griegos de Antioquía contra quienes lucharon. Por otro lado, en el Talmud se menciona que la fiesta de Janucá se celebra porque, al querer volver a inaugurar el servicio del Bet HaMikdash, se encontraron con tan sólo un frasco de aceite puro y apto para el encendido de la Menorá (sagrado candelabro) que alcanzaba para un solo día. Sin embargo, este óleo duró por ocho días hasta que pudieron preparar aceite nuevo. ¿Cuál fue, entonces, el milagro? - ¿la guerra desigual que ganaron, o el aceite maravilloso? El Maharal de Praga (Jidushé Agadot - Shabbat 21.) responde que el milagro verdadero fue la victoria sobre fuerzas dispares. No obstante, dado que habrían personas que, al no estar preparados a reconocer la Mano de Ds, no apreciarían la Providencia Di-vina en la victoria, Ds hizo que ocurra el milagro adicional y sobrenatural del aceite. Lo cual nos debería llevar a una reflexión. ¿No será que nosotros tampoco estamos sincronizados a ver la Mano de Ds en nuestro sustento? ¿Sería posible suponer que, por darle exagerada importancia a nuestras pretensiones materiales, olvidemos reconocer y agradecer todo lo demás, de lo cual, a Ds gracias, no hay de qué quejarse? Ese sería, entonces, el motivo y objetivo de recitar Hallel (cántico de alabanzas) en Janucá: aprender a agradecer aun por las cosas que suponemos que son naturales y no demuestran Intervención Di-vina obvia. En el Talmud (Tratado Nidá 31.) encontramos que R. Iosef refiere al versículo: Agradezco Ds que Te has enojado conmigo (Ieshaiahu 12) la siguiente historia: Dos comerciantes partían hacia sus negocios. Uno de ellos se clavó con un cardo y se vio impedido de viajar, por lo cual, maldijo su situación. A los pocos días se enteró que su barco había naufragado. En aquel momento, comenzó a agradecer por su salvación... es lo que dijo R. Eleazar... aun quien fue objeto de un milagro, no lo reconoce.... La lección que nos deja este párrafo del Talmud es: más que estar ocupados continuamente con lo que creemos que nos falta, bien haríamos en ver y reflexionar todo lo bonito y grato que Ds nos otorgó - que no es poco - aun cuando nos pareciera que todo está mal y peor no podría ser. ¿Vergüenza porque los negocios van mal? ¿Porque uno no tiene el status que poseía antes...? ¡Sr. lector!: ¡Sépalo! Vergüenza debería tener aquel cuya conducta con el Todopoderoso o con sus semejantes es inmoral. Sin embargo, la humillación por lo que no se posee está totalmente fuera de lugar en el judaísmo. ¿Acaso no creemos que Ds da y Ds lleva (Iyov) y que no está en nuestras manos el perpetuar los bienes para que estén eternamente a nuestra disposición? En la lectura adicional (Haftará) de Janucá que surge del profeta Zejariahu, leemos acerca del significado de la Menorá. No por esfuerzo ni con el poder, sino por Mi espíritu - dice el Se-ñor de las Hues-tes. Otros pueden creer que el valor del ser humano reside en su capacidad por generar dinero. El profeta afirma lo contrario. Ni el poder, ni las posesiones. Esas vienen y van de acuerdo a lo que Ds dispone (y nos prueba). ¡Si sólo fuésemos lo suficientemente éticos para utilizar correctamente lo que nos brinda! En el judaísmo, el valor del ser humano nunca estuvo indexado a lo que había en su bolsillo. ¿Qué es, entonces, lo que sí nos hace valer como personas? Es el espíritu de Ds, si lo nutrimos en nuestras almas. En ese punto somos todos iguales. Todos tenemos acceso al alma pura que Ds nos obsequió. Ahora, antes que Ud. piense que la espiritualidad a la que hacemos referencia sea algún curso de meditación oriental, un viaje exótico a las montañas del Himalaya, la soledad del encierro en un lugar remoto haciendo votos de silencio o el juego cabalístico de una numerología misteriosa - sepa que no es así (por lo menos, en la Torá). La verdadera espiritualidad radica en el cumplimiento minucioso y concienzudo de cada uno de nuestros deberes como judíos. Las necesidades materiales del otro, son mis necesidades espirituales, decía un Sabio de la escuela del Mussar (introspección moral). Colocarse diariamente el Tefilín, ayudar a un niño a hacer su tarea escolar, encontrar trabajo o un préstamo para una persona que lo necesita e invitar huéspedes para Shabbat, serían algunos ejemplos de verdadera espiritualidad. Tristemente, dada la ignorancia generalizada de un sector muy vasto de judíos, los cursos de cábala proliferaron haciendo creer a la gente que están estudiando escritos profundos, cuando ni siquiera conocen las propias bases del judaísmo. Ahora bien, es verdad que existe una mística profunda en la Torá. Sin embargo, a ella accedieron históricamente, solo aquellas personas que en su vida cotidiana obedecieron toda la Torá y quienes, en su estudio de la Torá, habían cubierto todos los aspectos abiertos (Niglé) del Talmud. Al haber alcanzado ese nivel de conocimiento y pureza moral, sumaron el estudio de la mística a su profundo vínculo con Ds. Esto no tiene nada que ver con los cursos de cábala que se ofrecen hoy, que difícilmente se podrían denominar judíos, por hecho en si, que no ven en el cumplimiento práctico de las Mitzvot el eje central del judaísmo. Volviendo a nuestras vacas flacas. Es muy probable que Ud., querido lector, conozca en su círculo a personas que sufren por la pérdida de su fuente de ingresos. Es muy factible, incluso, que esa gente esté mal con su familia o que se sienta deprimida. ¡Déle una mano! Si puede, discretamente, a nivel material. Si no fuese posible, déle ánimo y hágale sentir que tiene tanto para aportar como persona... Y no se olvide: las velas de Janucá nos enseñan que aun en las cosas que no aparece evidente, la Mano de Ds que nos cuida está siempre presente y que debemos agradecer por todo lo que sí hay. |
parashah: Parashát Mikets, por Rav Pynchas Brener: Comportamiento de Reuvén y Yehudá
Parashát Mikets, por Rav Pynchas Brener: Comportamiento de Reuvén y Yehudá de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Tuesday, 27 de December de 2005, 00:46 | |
Mikets Comportamiento de Reuvén y Yehudá por Rav Pynchas Brener 31/12/2005 La relación entre Yosef y sus hermanos es el pivote sobre el cual gira la narración de estos capítulos que forman una unidad con los capítulos anteriores y los posteriores. La narrativa es fundamental porque nos encontramos en los albores de la conformación de la nación hebrea que se origina en el escenario familiar de la casa del tercer patriarca Yaacov. No hay duda que el primer patriarca Avraham fue el gran iconoclasta que trazó una nueva ruta para su descendencia por intermedio de su fe en la existencia de un Creador único del universo. Por otro lado, el segundo patriarca Yitsjak fue el eslabón que dio continuidad a este proyecto espiritual, no obstante que tuvo un desempeño menor al de los otros patriarcas. Sin embargo, el hecho de que nunca abandonó la Tierra Prometida destacó la importancia crucial que esta tierra tendrá para el desarrollo del pueblo judío. A diferencia de su padre y descendientes, Yitsjak tuvo una sola esposa quien aseguró la continuidad del mensaje a través de Yaacov, el menor de sus mellizos. Pero quien coloca las bases para la creación de un naciente pueblo es el tercer patriarca Yaacov. Los celos y la rivalidad inicial entre los hermanos, finalmente dan curso al entendimiento y al reconocimiento de la causa común que es el bienestar del colectivo, la descendencia del patriarca. Si apartamos por un momento la personalidad de Yosef quien se encontraba en la corte egipcia, la rivalidad dentro del seno de los hermanos se manifestó a través de Reuvén el primogénito de los hermanos y Yehudá, el hijo número cuatro que demostró cualidades excepcionales de liderazgo. Yonah Bar Maoz contrasta las características de estos dos hermanos y sugiere cuáles son sus fortalezas y debilidades. Recordamos que el conflicto entre los hermanos se manifestó de manera hostil y antagónica cuando Yosef los encuentra en Dotán, lugar hacia donde habían acudido en búsqueda de pasto para sus rebaños. Pensaron tal vez que los perseguía para poder contarle al padre sus infidelidades y desaciertos que cometían porque desconocían que Yosef estaba siguiendo las instrucciones del padre. Su reacción se torna agresiva ante la presencia de Yosef y deciden acabar, una vez por todas, con las impertinencias del joven. Su decisión es matarlo. En ese momento crucial interviene Reuvén con el argumento que era preferible arrojarlo a un pozo para que la naturaleza se encargue de su muerte y se evite así que los hermanos tengan que manchar sus manos con sangre. No hay duda que los sueños de grandeza de Yosef tenían como blanco específico a Reuvén. Por su condición de primogénito debería ser el líder natural de los hermanos, posición que Yosef ahora deseaba asumir. La Torá menciona que la intención de Reuvén había sido la de rescatar a Yosef del pozo y enviarlo al hogar paternal para protegerlo de la ira ilimitada de los hermanos, aunque su muerte hubiera eliminado al retador de su liderazgo. De esta manera, Reuvén se muestra como una persona responsable por la integridad física de Yosef. Puede ser que esa era una manera de congraciarse con el padre por el pecado que había cometido con Bilhá, una de las concubinas de Yaacov. La idea de la venta de Yosef proviene más bien del cuarto hermano Yehudá, quien en una hábil demostración de táctica, permite que su sugerencia dé expresión a la furia de los hermanos, pero al mismo tiempo salva a Yosef de una muerte segura. Sin embargo, la esclavitud no constituía una garantía de vida, al contrario lo más probable era que la muerte fuese el destino final. Cuando Yosef insiste que Binyamín se haga presente en la próxima visita para la compra de alimentos, Reuvén no logra convencer al padre, incluso cuando ofrece la vida de sus propios hijos como garantes. En cambio Yehudá presenta un argumento que obtuvo el consentimiento del anciano padre. Yehudá argumenta que será personalmente responsable por la integridad física de Binyamín porque su presencia permitirá que la familia continúe con vida y no sucumba frente a la hambruna. En este sentido, se ofrece como esclavo cuando Yosef insiste que su hermano menor debe ser encarcelado por hurtar su copa, elemento utilizado en aquellos tiempos para el encanto y la adivinación. Yehudá demostró arrojo y valentía en la presencia de Yosef que todavía no había revelado su identidad. Osadía que podría costarle la vida. Porque era muy posible que Yosef utilizase esta circunstancia para vengarse de sus hermanos por el vil trato que había sufrido de sus manos. El drama puede ser visto desde diferentes puntos de vista, pero sin embargo, se puede observar como se agiganta la figura de Yehudá. El paréntesis dramático con la historia de Yehudá y Tamar sirve para ilustrar la fortaleza del carácter este hermano que asume la responsabilidad por su conducta en un momento cuando podía haber ocultado su dudosa actuación. Reconoce que es el padre de la criatura que está en las entrañas de Tamar quien no debía haber tenido relaciones con otro hombre porque estaba destinada a ser la mujer del hermano menor de su difunto esposo. Aunque Yehudá sobresale, Reuvén no es desechado. Por un lado, Yaacov afirmará Lo yasur shévet miYehudá, el mando no se apartará de Yehudá, pero también se expresará con Yejí Reuvén veal yamut que según los exégetas debe interpretarse como Yejí Reuvén, Reuvén vivirá en este mundo; Veal yamut Y no morirá en el mundo por venir. Vivirá por salvar a Yosef, y no morirá por el pecado con Bilhá. |
23 diciembre 2005
parashah: Parashát Vaieshév -Janucáh- por Abraham Leib Berenstein: ¿Medio o Fin?
Parashát Vaieshév -Janucáh- por Abraham Leib Berenstein: ¿Medio o Fin? de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Friday, 23 de December de 2005, 01:56 | |
PARASHA VAIESHEV-JANUKA ¿MEDIO O FIN? por Abraham Leib Berenstein Comienza la parasha diciendo "y se asento Iaacov": luego de tantas pruebas dificiles que tuvo que pasar Iaacov por fin se asento en la Tierra de Israel. Rashi dice que queria instalarse y vivir en paz, sin embargo enseguida comenzaron otra vez los problemas con la supuesta muerte de Iosef, el cual fue vendido y llevado a Egipto. Dice Hashem: no es suficiente para los tzadikim toda la recompensa en el mundo venidero que tambien quieren recompensa en este mundo. Que tiene de malo el vivir tranquilo en este mundo? El Rab Yerujam Leivovitz explica al igual que otros sabios que el proposito de este mundo es para que la persona se eleve a traves de pruebas dia a dia. Esto es lo que nosotros tenemos que internalizar y aprovechar cada dia y situacion para elevarnos un poco mas, controlar el enojo, ayudar al projimo, estar felices, etc. Esa es la principal diferencia de Iaacov y Eisav representada hoy por quienes se mantienen ajenos a la fe de Israel. Iaacov (los judios) estan en este mundo para esforzarse toda la vida sabiendo que este mundo es un medio y no un fin, y sabiendo tambien que hay alguien que maneja todo. Eisav (los que se arraigan en la mentira) en hebreo se puede traducir como Asui, o sea, hecho, completo, asi piensan: "este mundo es un fin", y tratan de obtener el maximo placer ya que no existe para ellos un mundo espiritual, un mundo venidero, ni tampoco alguien que creo el mundo y lo dirige dia a dia hasta el mas minimo detalle, y "como yo soy completo no tengo nada de que preocuparme ni nada que corregir". Eisav no esta dispuesto a esforzarse mas que por cosas materiales viviendo a la altura de un animal o menos , dejandose llevar por sus instintos mas bajos; sin embargo Iaacov toda su vida es un esfuerzo continuo , superando pruebas y creciendo cada vez mas. Esta escrito que Eisav odia a Iaacov, el odio al judio no es algo nuevo de hoy ni del siglo pasado sino es un hecho que esta registrado en varias partes de nuestra Tora. Cuando yo se que hay una verdad y no la puedo cumplir entoces odio a la persona que se puede esforzar y vivir con la verdad. El monte Sinai lleva el nombre por Sina, que en hebreo es odio. Cuando los pueblos vieron que el pueblo judio recibio la Tora que es verdad y que la recibimos directo de Hashem eso creo un odio que se manifiesta en cada generacion. Para terminar solo unas palabras de Januca que empieza si D-os quiere el domingo a la noche con el encendido de las velas. Una de las principales cosas que trataron los griegos de hacer es desconectarnos de la Tora, por medio de la anulacion del brit mila y Shabat entre otras cosas. No fueron a exterminarnos sino que sabian que lo peor que le pueden hacer al judio es desconectarlo de su fuente principal que es la Tora y Hashem, y lamentablemente lograron parte de su proposito. Prendemos cada dia una vela mas , para tratar de traer un poco mas de luz en medio de tanta oscuridad que existe en el mundo. Lo que lograron los griegos como muchos pueblos es mezclar todo. Hoy en dia lo bueno es malo, lo malo es bueno, la desnudez se llama arte, el que roba no esta tan mal, el que tiene varias mujeres es mas vivo, el que se rie mas del companiero es mas inteligente, la mujer si no muestra su cuerpo no vale nada, lo que hoy esta prohibido maniana esta permitido o viceversa, el respeto a los padres o gente mas grande se perdio por completo, la educacion quedo en los libros etc,etc, todas cosas que son contrarias a la Tora y que hoy en dia son cosas normales y los resultados hablan por si mismos. Esperemos que esta fiesta de Januca ayude a traer mas luz a nuestros hogares y familias que tanto necesitamos para poder acercar la llegada del Moshiaj pronto en nuestros dias. SHABAT SHALOM |
21 diciembre 2005
IeshivahNet: NUEVO en IESHIVAH.NET - La Halajáh y Nosotros - 01: Parashát Vaishláj 5766
NUEVO en IESHIVAH.NET - La Halajáh y Nosotros - 01: Parashát Vaishláj 5766 de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Wednesday, 21 de December de 2005, 13:14 | |||||||||||
La Halajáh y Nosotros
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Kolót: Un musulmán en la tierra judía
Un musulmán en la tierra judía de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Tuesday, 20 de December de 2005, 22:39 | |
Un musulmán en la tierra judía Diciembre 20th, 2005 Mientras abordaba el vuelo de El Al LY 0008 a Tel Aviv el 14 de noviembre de 2005, junto con mi esposa Kiran, mi mente estaba muy ocupada ordenando y reordenando el listado de cosas que pretendía llevar a cabo. Deseaba usar mi primer visita a Israel para sentir la fuerza del espíritu judío que se niega a dejarse vencer por las fuerzas malignas a pesar de los miles de años de antisemitismo. No eran los sacrificios suicidas lo que deseaba investigar, sino los fundamentos de la determinación de Israel para vivir en paz. A pesar que comprendo el por que los medios, que cubren razonablemente y con precisión la mayoría de los eventos, pero eligen ignorar todas las reglas de un periodismo ético cuando de Israel se trata, no logro entender la reluctancia de Israel para enfrentarse efectivamente con la prensa hostil. La parcialidad de los medios me recuerda a la prensa de la era nazi en Alemania, que fuera reclutada por el Ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels, que elegía cada palabra cargada de odio contra los judíos. Tal cual la prensa alemana, que se negó a publicar sobre las horribles atrocidades que se llevaban a cabo en los campos de la muerte en Europa, o que aducían que se trataba solo de exageraciones, los medios de hoy también ignoran el terrorismo árabe. Yo quería ver si era realmente cierta la existencia del apharteid como política de un Estado no democrático y discriminatorio. Sabía que un verdadero Estado judío no podía ser antidemocrático pues los conceptos de democracia siempre formaron parte del pensamiento judío, y derivan directamente de la Tora. Por ejemplo, en el preámbulo de la Declaración de la Independencia de los EE.UU., cuando Jefferson escribió que todos los hombres fueron creados iguales, y que el Creador los ha dotado de ciertos Derechos inalienables, entre ellos: la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad, se estaba basando en lo que esta escrito en la Tora, que dice que todos los hombres fueron creados a imagen de Dios. Tenía confianza en que Israel no podía ser racista o discriminatoria, puesto que se basaba en la idea del pacto entre Dios y los Israelitas, por el cual las dos partes aceptan tareas y obligaciones que remarcan que el poder se establece mediante el consentimiento de ambas partes, y no a través de la imposición tiránica del más poderoso. Mi idea sobre el Estado judío fue confirmada cuando en el formulario de entrada que debí llenar antes de aterrizar en Tel Aviv no figuraba la pregunta sobre religión, como es la ley en Pakistán. Tampoco, al contrario que en Arabia Saudita, me fue solicitado un certificado de religión por ningún empleado de la oficina de inmigración. Mientras el avión de El Al se aproximaba a la Tierra Prometida, yo continuaba repasando la lista de cargos que le hacen rutinariamente a Israel sus enemigos: Los israelíes viven en un perpetuo estado de temor Desde tel Aviv a Tiberiades, Jerusalem a Jezreel, y desde las Alturas del Golan a la franja de Gaza, no pude encontrar ninguna evidencia de miedo. De hecho, la gente se siente tan segura, que en ninguno de los comercios, gasolineras, mercados o residencias a las que fuimos, y donde se sabía que éramos musulmanes, sintieron necesidad de investigarnos o interrogarnos. Especialmente cuando fuimos con Kiran a la calle Ben Yehuda en Jerusalem, en una noche de viernes, la encontramos llena de gente de todas las edades. El suelo temblaba con la música, y los jovencitos y jovencitas estaban tan ocupados divirtiéndose que no se molestaban en mirar a su alrededor. Los turistas estaban ocupados en sus cosas, y todo el gentío parecía moverse al compás de la música. Israel no es democrático Como musulmán, soy mucho más sensible a la ausencia de libertades democráticas en cualquier sociedad. Y no creo que nadie, excepto un antisemita declarado, pueda negar que Israel sea una democracia. La democracia en Israel es proporcional y representativa, pero las coaliciones democráticas, necesarias para arribar a la toma de decisiones, tienen también sus problemas. Los ciudadanos musulmanes de Israel no tienen iguales derechos Mientras nuestro ómnibus con aire acondicionado trepaba las curvas montañosas de la carretera hacia el Corazón de la Galilea, no pude dejar de ver los minaretes elevados que identifican los poblados árabes diseminados por las laderas. Los imponentes domos de las mezquitas remarcan las libertades de que gozan los musulmanes en el Estado judío. Grandes residencias árabes, gran actividad en construcciones y automóviles grandes remarcaban la prosperidad y afluencia de los palestinos viviendo bajo la Estrella de David. Todas las comunidades religiosas en Israel disfrutan de la completa protección del Estado. Los árabes israelíes musulmanes, así como también cristianos de distintas denominaciones son libres de ejercer su fe, observar su día de descanso propio y festividades y administrar sus asuntos internos. Unos 80.000 drusos viven en 22 aldeas en el norte de Israel. Su religión no es accesible a extraños, y constituyen una comunidad, separada cultural, social y religiosa, de habla árabe. El concepto druzo de taqiyya exige una completa lealtad de sus adherentes al gobierno del país en el que residen. Como tales, entre otras cosas, los drusos prestan servicios en el Ejército de Defensa de Israel. Cada comunidad religiosa en Israel tiene sus propios consejos y cortes, con total jurisdicción sobre los asuntos religiosos, incluyendo cuestiones de status personal, tales como matrimonio y divorcio. Los sitios sagrados de todas las religiones son administrados por sus propias autoridades , con la protección del gobierno. Un periodista hindú que me visito, hablo sobre la apertura que la sociedad judía representa. Me comento que mas del 20% de la población Israelí es no-judía, de los cuales aproximadamente 1.2 millón son musulmanes, 140.000 son cristianos y 100.000, drusos. Otro Israelí no-judío me señaló que los cristianos y los drusos son libres de incorporarse a las fuerzas de defensa del estado judío. Los beduinos han servido en unidades de paracaidistas y otros árabes se han presentado voluntariamente a cumplir con el servicio militar. Las grandes viviendas que poseen los árabes israelíes y las construcciones que se realizan continuamente en los poblados árabes exponen la falsedad de la propaganda según la cual Israel discrimina contra los árabes israelíes en la compra de tierras. Encontré que temprano en el siglo pasado, el Fondo Nacional judío fue establecido por el Congreso judío Mundial para comprar tierras en Palestina para los asentamientos judíos. Del área total de Israel, 92% pertenece al Estado y es administrado por la Autoridad de la Administración de Tierras. No esta a la venta para nadie, judío o árabe. El Waqf árabe es dueño de tierras que son para el uso y beneficio de los árabes musulmanes. La tierra del Gobierno puede ser arrendada por cualquiera, sin tomar en cuenta raza, religión o sexo. Todos los ciudadanos árabes de Israel tienen derecho de arrendar tierras del Gobierno. Consulte con tres árabes israelíes si se enfrentaban con discriminación en el empleo. Los tres dijeron lo mismo: normalmente no hay discriminación, pero luego de la acción de suicidas que se explotan y asesinan israelíes, algunos israelíes se sienten incómodos de tratar con ellos. Pero esa sensación de incomodidad es temporaria, y no dura mucho tiempo. Mi primer visita a Israel no solo ha consolidado mi creencia que Israel es vital para la estabilidad de la región, sino que también me ha convencido que la existencia de Israel convencerá a los musulmanes un día sobre la necesidad de reformas en sus propias teología y sociología. Un viaje a través del desierto Israelí me trajo a la luz otro aspecto importante:Los profetas no son los únicos que pueden producir Milagros: gentes que creen en si mismos pueden producir actos increíbles. Acres y acres de dunas han sido transformadas en la mejor tierra fértil: trigo, algodón, girasol, garbanzos, maníes, mangos, paltas, citrus, papayas, bananas y cualquier otra fruta o verdura que los israelíes quieran consumir, crece en Israel. De hecho, los israelíes han probado fuera de toda duda, por que Dios les prometió esta tierra: solo ellos podrían mantenerla verde. La tierra es repetidamente descripta en la Torah como una buena tierra y una tierra de la que mana leche y miel. Esta descripción no parece coincidir con la imagen de desierto que vemos en los informativos, pero no debemos olvidar que esta tierra ha sido repetidamente abusada por conquistadores decididos a hacer esta tierra inhabitable para los judíos. En las pocas décadas en que los judíos retomaron el control sobre la tierra, se han podido observar tremendas mejoras en su agricultura. La agricultura Israelí es muy eficiente, y esta en condiciones de cubrir alrededor del 75% de las necesidades domesticas, a pesar de la poca tierra disponible. Al contemplar el desarrollo y la transformación que la tierra ha sufrido gracias al espíritu innovador judío, el trabajo duro y el compromiso con la libertad para ahora y siempre, estoy convencido que es cierto que Dios creo esta tierra pero es también un hecho que solo Israel puede mantener esta tierra y evitar que muera. (*) El autor es editor en jefe de Pakistán Today y Muslim World Today, periódicos semanales en California, presidente del Consejo para la Democracia y Tolerancia y fellow adjunto al Instituto Hudson. |
18 diciembre 2005
parashah: Parashát Vaieshév, por Rav Daniel Oppenheimer: ¡Qué vergüenza!
Parashát Vaieshév, por Rav Daniel Oppenheimer: ¡Qué vergüenza! de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Sunday, 18 de December de 2005, 18:38 | |
Parashát Vaieshév ¡QUE VERGÜENZA! por Rav Daniel Oppenheimer En esta hoja hemos examinado frecuentemente temas relacionados con el trato entre los seres humanos y la opinión de los Sabios al respecto. Hoy, pasaremos a una de las conductas más aborrecidas por los Sabios comenzando a partir de los eventos que se describen en las Parshiot que estamos leyendo estas semanas: humillar al prójimo en público, disfrutar de los errores ajenos aun cuando uno no provocó la circunstancia activamente y quedar pasivo frente a una situación en la cual el semejante está pasando vergüenza. El primero de los tres está tan presente en nuestra sociedad por el aporte educativo que recibe desde los medios en cuyos programas de entretenimiento abundan los que muestran como divertido (y aparentemente inofensivo) cuando otro la está pasando mal. Esto, sin mencionar los programas que se dedican a conocer y publicar las intimidades de los demás. No cabe la menor duda que más que informar, esto ayuda a fomentar la discriminación en contra de los que sufren alguna clase de limitación. Vayamos entonces a las fuentes. Iaacov trabajó con esfuerzo durante siete largos años para contraer matrimonio con Rajel, hija de Laván. Al cabo de los siete años en la misma noche de bodas, Laván tomó a su hija Leá en lugar de Rajel y la condujo al casamiento (con el pretexto que la costumbre del lugar era no casar a la menor antes que a la mayor). Recién al otro día Iaacov notó que era Leá. No nos extraña de Laván pues ya sabemos que era mentiroso y pudo así lograr que Iaacov trabaje por él siete años adicionales gratis. ¿Y Rajel, dónde estaba? Dicen los Sabios que Rajel colaboró con el siniestro plan, del cual se enteró a último momento, a pesar que Iaacov podía ahora renunciar a casarse con ella. Sabiendo que el padre era embustero, Iaacov y Rajel habían preparado contraseñas para darse a conocer y evitar así los posibles engaños. Sin embargo, cuando Rajel vio que conducían a Leá dijo para sí: Ahora mi hermana va a sufrir vergüenza e inmediatamente le transmitió la información arreglada con Iaacov. El sacrificio de Rajel no quedó impago y cuando los méritos de los demás patriarcas no alcanzan para defender al pueblo de Israel y llora Rajel, Ds le responde: Detiene tu llanto... pues hay recompensa por tu acción... y volverán de la tierra de sus enemigos (Irmiahu 31) (Talmud Babá Batrá 123.) Tamar, nuera de Iehudá, sedujo a su suegro y quedó embarazada por él, luego de haber sido enviada a su hogar paterno al haber fallecido los maridos, ambos hijos de Iehudá, para esperar que el hermano menor Sheilá la tomara como esposa. Sin saber que él mismo era el autor del embarazo, Iehudá decretó sobre ella la pena de muerte. Tamar ya era conducida a la hoguera, cuando envió ciertos objetos pertenecientes a Iehudá para que reconociera su participación en la cuestión. Del hecho en si, que Tamar no publicó la paternidad de Iehudá, sino que lo dejó en manos de él, a pesar de estar al borde de la muerte, los Sabios aprenden que es preferible para una persona ser arrojado a las llamas, antes de avergonzar a otra persona públicamente (Talmud Brajot 43. Existen, a su vez, personas que no caen en este flagelo, pero no dejan de gozar el hecho que otro (y si es su adversario, mejor), caiga en desprestigio. El Talmud (Meguilá 28.) cuenta que le preguntaron a R. Nejunia ben Hakaná porqué había llegado a la longevidad. Respondió: Nunca me honré con la degradación de otro... (y sigue enumerando otras virtudes). R. Natan Tzvi Finkel szl, líder espiritual de la Ieshivá Slabodka que luego se trasladó a Jevrón, debía observar una dieta especial en su ancianidad. Algunos alumnos eran expertos y sabían prepararle la comida de acuerdo a su régimen. En cierta ocasión, los cocineros habituales se ausentaron y tomó su lugar un suplente. La comida no le salió muy bien. Al día siguiente, los alumnos acostumbrados, habiéndose enterado del fracaso del día anterior, le trajeron avena de calidad y manteca fresca de Ierushalaim. Después de probar un bocado, R. Natan Tzví sintió nauseas y exclamó: Me están envenenando. Están dándome comida con el deshonor del compañero y no comió más. (Hameorot Hagdolim 70) En otra ocasión, un alumno entró a la Ieshivá un día de Shabbat a la mañana y comenzó a remangarse como todos los días como para colocarse el Tefilín. A otro alumno, le surgió una leve sonrisa en la boca. Cuando ocho años más tarde, este segundo alumno se le acercó en Iom Kipur para pedirle una bendición, R. Natan Tzvi se enojó con él y le reprochó por el goce que había tenido ante el error del otro. Y desde entonces, aún no he visto una mejoría en tu conducta en este aspecto (ibid 125) Otra historia. Cuando R. Mendel Kaplan szl era maestro en la Ieshivá de Chicago, ocurrió que los alumnos se cansaron del menú que ofreció la cocinera para el almuerzo (ensalada de huevo y postre colorado) durante trece días seguidos. Un grupo de ellos envió entonces una carta sarcástica a la administración de la Ieshivá sugiriendo un cambio: ¿Quizás se puede modificar por ensalada colorada y postre amarillo? - preguntaron. La cocinera se sintió tan agraviada que no pudo servir comida ni saludar a la gente durante meses. En el transcurso de un Shiur (clase) R. Mendel interrumpió lo que estaba diciendo para hablar sobre el tema de no avergonzar a otro, mencionando algunos de los pasajes que acabamos de nombrar. A su vez , comentó: Sería conveniente comer únicamente ensalada de huevo y postre toda la vida antes de hacer pasar vergüenza a una persona. En ese momento nos percatamos que nos estaba hablando a nosotros. Hasta este momento nos dedicamos a quien avergüenza o a quien goza del deshonor ajeno. A su vez, es obligación nuestra cuidar que otro, para que no llegue a sufrir desprecio o burla a manos de los demás. Existen numerosas leyes que están basadas en el cuidado de no avergonzar al que no posee (Talmud Pesajim 82.) o de no discriminar al que no sabe. Un día un alumno se durmió y comenzó a roncar durante la clase de R. Mendel. Su compañero le dio un empujón para despertarlo, pero R. Mendel lo paró. La Halajá obliga a despertar al compañero para que no pierda la hora del Shmá, pero no para escuchar mi Shiur. A continuación aclaró unas cuantas leyes relacionadas con la prohibición de molestar el sueño del otro. El alumno somnoliento se habrá percatado del cambio en la voz de R. Mendel y comenzó a despertar. Temiendo que sintiera que todos lo estaban mirando, R. Mendel cortó en la mitad de la oración y volvió al tema que estaban estudiando: y con esto se responde la pregunta del Ramban, y podemos seguir la Guemará. Estamos aún muy alejados de una conducta de la cual aprobaría la Torá. Esto no quita que debamos esforzarnos para erradicar este mal de nosotros. La vergüenza tiene a su vez su aspecto positivo necesario. Sin embargo, esto lo dejaremos para otra oportunidad. |