01 noviembre 2005

Kolót: Islam: callad y escuchad lo que dicen

Islam: callad y escuchad lo que dicen
de EduPlanet Rectorate (daniEl I. Ginerman) - Monday, 31 de October de 2005, 23:10
 
Islam: callad y escuchad lo que dicen

por Victor Davis Hanson
*Traducido por Miryam Lindberg
 
“ Durante toda esta guerra tenemos la costumbre comprensible, sí, etnocéntrica, de ignorar lo que en realidad dicen nuestros enemigos ”
“Veréis que los judíos están detrás de todos los conflictos civiles de este mundo. Los judíos están detrás del sufrimiento de las naciones”. ¿De dónde sale todo ese veneno? En mayo salió de la odiosa boca de un clérigo palestino importante, el jeque Ibrahim Mudeiris. Se difundió en un medio de la Autoridad Palestina. El clérigo terminó su presentación televisada con este pensamiento aún más aterrador: “El día llegará en que todo se verá libre de judíos, hasta las piedras y los árboles que los judíos maltrataron... Las piedras y los árboles querrán que los musulmanes acabemos con cada judío”.
 
Nada puede ser más claro que esta promesa de otro holocausto, y además prometido explícitamente en la televisión estatal palestina, megáfono público de la Autoridad Palestina, beneficiaria de ayuda financiera americana en el pasado y, por lo que parece, también en un futuro. Pero, no espere ver a ese pasivo-agresivo jeque liderando un ejército panislámico a unos cuantos kilómetros de la frontera para “acabar con cada judío” ya que podría terminar como el jeque Ahmed Yassin cuyas amenazas de muerte más bien le ganaron un paraíso prematuro.
 
Durante toda esta guerra tenemos la costumbre comprensible, sí, etnocéntrica, de ignorar lo que en realidad dicen nuestros enemigos. Más bien nos ponemos a charlar, no escuchamos y de manera totalmente ensimismada damos nuestros propios motivos del por qué de su odio. Vivimos bajo los principios de la Edad de la Ilustración así es que adoramos a la diosa Razón y por tanto asumimos que hasta nuestros adversarios aceptan estas formalidades racionales como suyas propias.
 
De modo que ellos hablan y hablan sin descanso de decapitaciones, atentados suicidas, otro holocausto y de volarnos en pedazos; nosotros al contrario nos tomamos una siestita para despertarnos una y otra vez en medio de una guerra y sólo repetimos como autómatas: Abu Ghraib, Guantánamo, Coranes en el retrete, lo abusivo de la Ley antiterrorista y hablamos de la última ocurrencia de Donald Rumsfeld. Por eso nuevamente pido: callad y escuchad al islam radical.
 
4 de Agosto, declaración del segundo en comando de Al Qaeda, el doctor Ayman Al Zawahiri. Nos promete aún “mayor destrucción” para Londres y nos cuenta precisamente el por qué. Muchas personas en Occidente asumen que esa masacre fue como venganza por la presencia de Gran Bretaña en Irak, a pesar que sus tropas han estado mayormente confinadas en áreas no wahabíes en el sur del país. ¡Pero no! El doctor nos saca una lista de agravios más allá de Irak que justifica la matanza de inocentes por su cuadrilla de terroristas. Una queja, por ejemplo, es “Dejad de robar nuestro petróleo y nuestros recursos”. Examinemos más en detalle ese lamento.
 
El petróleo está a precio récord. En California acabo de pagar 2.89 dólares por 4 litros de gasolina. A Oriente Medio le cuesta entre 3 y 4 dólares el barril de petróleo; ese petróleo que fue descubierto, desarrollado y comercializado por las autocracias del Golfo gracias a la muy odiada pericia occidental y que ahora se vende a más de 60 dólares. Aunque despotrique Zawahiri, miles de millones de pobres en el mundo entero están siendo estafados para enriquecer a un mundo musulmán bañado en petrodólares. Y algunas de esas obscenas ganancias han acabado en los bolsillos del mismísimo Zawahiri. En realidad, sus chantajistas de Al Qaeda dependen de esos petrodólares reciclados desde los emiratos de Golfo. Nada que él o Bin Laden hayan hecho por sí mismos justifica la cantidad de dinero que entraba en los bancos de Al Qaeda, una operación de estafa que extorsionaba los dólares del petróleo de manos de los estafadores autocráticos que conseguían sus ganancias mayoritariamente de gente productiva e ingeniosa como indios, chinos y occidentales.
 
La siguiente cita de Zawahiri fue: “Dejad de apoyar a los corruptos y a los líderes corruptores”. ¿Se leyó el doctor terrorista el texto del discurso de Condoleezza Rice en El Cairo del 20 de Junio? Allí ella repudió la realpolitik americana del pasado que hacía la vista gorda con las dictaduras árabes y luego exhortó a los gobiernos árabes a democratizarse. O quizá es justamente eso lo que molesta a Zawahiri, ese nuevo apoyo a la democracia. Para hacer una aclaración de las ideas de Al Qaeda sobre la democracia, busquemos al líder espiritual de los terroristas en Irak, Abu Musab Al Zarqawi, que nos advirtió hace poco: “Hemos declarado una encarnizada guerra contra el maligno principio de la democracia y contra los que sigan esa equivocada ideología”. Este odio patológico por la democracia fue aclarado más ampliamente en el último video de Al Qaeda fechado el 10 de Agosto: “La democracia, los derechos humanos y la libertad son ilusiones vanas con las que sedan a los habitantes”.
 
Los críticos occidentales del intento americano de reconstrucción democrática en Irak deberían preguntarse por qué Al Qaeda está tan furiosa con ese esfuerzo. La respuesta es clara. El islam radical no puede seguir culpando a Estados Unidos de apoyar dictadores y está más bien aterrado de que haya una tercera opción a escoger –la libertad del pueblo– entre horripilantes hombres fuertes y aún más horripilantes teócratas modernos.
 
Pero de vuelta otra vez con el buen doctor Zawahiri que aún tenía más quejas –además de las del petróleo y de los líderes corruptos– explicando por qué planifica más asesinatos de occidentales. “Lo que habéis visto, oh americanos de Nueva York, Washington y las bajas que estáis sufriendo en Afganistán e Irak, a pesar de la censura de los medios, son sólo las bajas de los inicios de la lucha”. Ya sabemos exactamente que nuestros errores pre 11-S provocaron “Nueva York y Washington” ya que el jefe del Dr. Zawahiri –el mismísimo bin Laden—lo dijo claramente en una fatwa de 1998: “La orden de matar americanos y sus aliados, civiles y militares, es la obligación personal de cada musulmán y puede llevarla a cabo en cualquier país donde le sea posible hacerlo para poder liberar de las garras americanas la mezquita al-Aqsa y la mezquita sagrada [Meca]”.
 
Nótese que Bin Laden omite toda referencia a los esfuerzos americanos para salvar el Kuwait musulmán (una guerra en la que se presentó en vano de voluntario para pelear contra Sadam Hussein), a los musulmanes balcánicos (algo en lo que sus propios muyaidines fracasaron rotundamente) o detener la matanza soviética de musulmanes afganos (una guerra en la que su resistencia contaba con armas americanas para salvar a sus hermanos musulmanes). ¿Y este es el tema constante de este papagayo envidioso e inseguro? Los americanos salvaban musulmanes mientras que los subordinados de Bin Laden hablaban grandilocuentemente pero no lograron nada contra los mucho más fuertes iraquíes baazistas, los ateos soviéticos y los nacionalistas serbios.
 
El 11-S fue la respuesta prometida a la fatwa de Bin Laden. Después, cuando EEUU retiró todas sus tropas de la tierra de la Meca, sus promesas de muerte se incrementaron en lugar de acabar. Recuerde que el doctor Zawahiri pone en la lista a Afganistán (su ex cuartel general) e Irak simultáneamente como razones para sus ataques venideros. Nosotros, en nuestra discrepancia civil tendemos a distinguir ambos escenarios; Al Qaeda en su unidad, no lo ve así. De modo que mientras tratemos de analizar las causas del veneno islamista contra Occidente, será más acertado que escuchemos lo que dicen en lugar de que repitamos lo que dicen. Si lo hacemos, concluiremos que el odio del islam radical se alimenta de envidia, frustación y orgullo, por consiguiente es existencial: ellos odian a los americanos por lo que son. Por eso Al Qaeda necesita encontrar nuevas quejas constantemente, que si es Cisjordania, el mismo Israel, los judíos, el precio del petróleo, tropas en Arabia Saudí, Petróleo por alimentos, Afganistán o Irak.
 
En realidad, el último video de formación terrorista de 2 horas de duración es poco más que copiar y pegar material de la izquierda de Michael Moore y cosas usadas que provienen de los radicales europeos antiglobalización. Al Qaeda nos asegura que EEUU “busca devastar el mundo entero por el interés de favorecer a grandes empresas” así es que mata a los hijos del islam “en Palestina, Afganistán, los Balcanes, Indonesia, el Caucaso y en otros sitios”.
 
Aparentemente unos 3.000 millones de europeos, asiáticos, rusos e indios han estado metiéndose con los pobrecitos suicidas y con los terroristas que en realidad son activistas del medioambiente que van de incógnito decididos a detener la explotación empresarial de la Madre Naturaleza. Pero hay un legítimo reparo –y sólo uno– de los chiflados islamistas radicales que suena cierto. En Occidente no los escuchamos cuando ellos nos prometen la muerte.
 
Pues deberíamos. Nos están gritando tan alto como pueden para decirnos algo que en verdad no queremos oír.
 
©2005 Victor Davis Hanson
*Traducido por Miryam Lindberg
 
Victor Davis Hanson es un prestigioso historiador militar, escritor y columnista sindicado de Estados Unidos. Actualmente es especialista investigador del Hoover Institution
 

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