22 febrero 2008

contextos: Re: INTERESANTE SILENCIO AMIGOS... no oyen el clamor¡¡

Re: INTERESANTE SILENCIO AMIGOS... no oyen el clamor¡¡
de fishel david friedman - Friday, 22 de February de 2008, 22:24
 
MUY BIEN JOSEFINA VAMOS A DAR ,,,,ME IMAGINO QUE TU TAMBIEN  Y DINOS CUANTO,,,AH Y NO OLVIDEMOS QUE ESTA NO ES UNA WEB PARA RECAUDAR DONDOS SINO PARA ENSEÑAR TORA AORENDER KABLAH ENTONCES NO NOS PARTEMOS DEL VERDADERO OBJETIVO
EL CIELO PROVEERA,Y NOSOTROS TAMBIEN ,,,,ABRE UNA CUENTA Y REGISTRA LOS INGRESOS TE NOMBRAMOS TESORERA PERO DEJANOS ESTUDIAR
SHABAT SHALOM
CÓMO SER SABIO DE CORAZÓN

"El corazón de todo sabio de corazón (jajam leb) Yo he dotado de sabiduría
(Shemot/Éxodo 31:6)
La frase "jajam leb" es una combinación única. Generalmente, asociamos la mente con la sabiduría y el corazón con las emociones, de modo que ¿cuál es el significado más profundo de la yuxtaposición de "sabiduría" y "corazón"?
Reb Jaim Shmulevitz formulaba otra pregunta. De acuerdo a este versículo, Hashem le dio el regalo de la sabiduría a alguien ya dotado con "sabiduría del corazón". ¿Cuál es esa sabiduría inicial que le permite a uno recibir el Divino regalo de más sabiduría?
Él responde a ambas preguntas revelando que la "sabiduría del corazón" se refiere a "Irat Hashem", temor de D-s. El temor de D-s es la base de toda sabiduría, tal como decimos cada mañana: "Reshit jojmá Irat Hashem" -"El comienzo de toda sabiduría es el temor de D-s". Cuando condicionamos nuestro corazón para estar siempre concientes de Hashem, mereceremos el regalo de más sabiduría del Cielo.
Cuando los judíos estaban por salir de Egipto, Moshé Rabenu (nuestro Maestro) se enfrentó con dos opciones: o bien hacerse rico con lo "facilitado" por los egipcios o utilizar su tiempo buscando el ataúd de Iosef Hatzadik. Él eligió esta última opción. El Midrash seguidamente comenta esto con las famosas palabras: "Jajam leb ikaj mitzvot" -"El sabio de corazón tomará [elegirá] los preceptos".
El que ha ejercitado su corazón para ser conciente de la Presencia de Hashem y de Su voluntad, tendrá la fuerza espiritual perseguir las mitzvot en menoscabo de cualquier otro aparente beneficio. En este caso, Moshé estaba cumpliendo con el pedido de Iosef de sacar sus huesos de Egipto.
Hay muchas pruebas para determinar su nivel de "sabiduría del corazón". ¿Piensa usted en rezar Minjá (el rezo de la tarde) con un minián (grupo de al menos diez varones judíos) en medio de un ajetreado día de trabajo? ¿Está motivado a interrumpir lo que esté haciendo en una enloquecida tarde de viernes para llamar a su papá y a su mamá y desearles un shabat shalom? Tales decisiones están en el centro del Irat Hashem y definen a un verdadero "jajam leb".
Es acerca de una persona así que la Torá escribe: "El corazón de todo sabio de corazón (jajam leb) Yo he dotado de sabiduría (Shemot/Éxodo 31:6). Ésta es la fuente de la Mishná en Pirké Abot: "Si el temor de Hashem precede a su sabiduría, entonces su sabiduría perdurará". Una vez más vemos que el temor del Cielo es la base de la sabiduría.
Cada día, en nuestro rezo de Shemone Esré (la oración silenciosa), pedimos a Hashem muchas cosas: salud, prosperidad, paz, perdón, etc. Pero, en primer lugar, le pedimos a Hashem sabiduría, la bendición del intelecto. Esta bendición es diferente de todas las demás del Shemone Esré. Todas las otras bendiciones las iniciamos con un pedido inmediato (Shemá Kolenu -Escucha nuestra voz; Sim Shalom -Danos Shalom; Refaenu -Cúranos), pero esta bendición comienza con una declaración: "Atá jonén laadam da'at" -Tú agracias al hombre con conocimiento" . La palabra Jonén está etimológicamente ligada a la palabra Jinán, que significa "gratis", pues la sabiduría es, en efecto, un regalo de D-s. Pero ¿cómo merecer ese regalo? Eso es lo que el Rabino Shmulevitz nos revela al explicarnos el versículo mencionado en primer término: Para ganar el regalo Divino de la sabiduría, uno necesita desarrollar su Irat Shamaim, su temor del Cielo.
¿Y cómo podemos lograr este objetivo? Aprendiendo las obras de Musar (ética y buen comportamiento; auto-perfeccionamie nto del carácter), tales como Mesilat Iesharim del Rab Moshé Jaim Luzzato, y Sha'aré Teshubá, de Rabenu Ioná, y leyendo las vidas de los justos. Podemos también apegarnos a los sabios de la Torá en lo posible, disciplinar el corazón para pensar frecuentemente en Hashem a través de rezar correctamente, acostumbrarnos a mencionar Hashem en nuestras actividades, no sólo con nuestras bendiciones sino también con alabanzas, como Baruj Hashem (Bendito sea D-s), B'ezrat Hashem (con la ayuda de D-s) y Im Irtzé Hashem (si D-s quiere). De esta manera tendremos éxito en moldear nuestro corazón para ser temerosos de D-s y entonces, nuestro corazón será un conducto para la sabiduría Divina.
Que sea la voluntad de Hashem que merezcamos adquirir Irat Hashem y, por ese zejut, seamos bendecidos con larga vida, buena salud y toda clase de sabiduría.

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