Son muchas las interpretaciones que se pueden dar de esta parashá. Muchos son los párrafos que se pueden analizar en profundidad para entender lo que aconteció. Primero la descripción de las formas que se debían cuidar en el servicio del Mishkán (Santuario Móvil) dando el medio Shekel y no contar personas, luego la forma de lavarse de los Cohanim para realizar su servicio, luego las especias para el aceite de unción y para el incienso. Segundo la designación de Betzalel y Aholiab para llevar adelante los trabajos necesarios para la construcción del Mishkán, la capacitación y supervisión de los distintos trabajadores también estaría a su cargo. Tercero la orden de preservación de la santidad del Shabat por todas las generaciones y el duro castigo para cualquiera que lo transgrediese. La entrega de las tablas de la ley y la posterior construcción del becerro de oro por parte de Aharón ocupan el cuarto lugar, aunque es el episodio casi central de nuestra parashá. La reacción de Moshé y de la tribu de Leví se podría analizar separadamente, como un quinto tema, o en conjunto con el relato anterior del becerro de oro. La enseñanza de Moshé para el pueblo luego de concluido este incidente y la respuesta por parte de los judíos también puede ser vista como un hecho separado o en conjunto con lo anterior. Luego viene el pedido de misericordia de Moshé a D-os para el pueblo y la promesa Divina a Moshé que vería la "espalda" del Eterno ya que ningún ser humano puede verlo y vivir. Las segundas tablas que hizo Moshé y el cumplimiento de la promesa mencionada arriba junto con la mención de los atributos Divinos conforma otro párrafo excluyente de nuestra sección. También la promesa de grandes milagros y la advertencia de no pactar con los pueblos Cananeos. El recuerdo de las fiestas, Shabat y Casher también es un punto importante en el que centrarse. Por último, aunque no menos interesante e importante es el descenso de Moshé del Har Sinaí y la luminosidad que se generó en su rostro por lo visto allí arriba. Vemos que son muy amplios y diversos los temas a tratar, pero nos centraremos resumidamente en uno de ellos, parte de la reacción de Moshé y del pueblo después de haber hecho el becerro de oro. Cuando Moshé bajó del Monte Sinaí y vio lo que estaba haciendo parte del pueblo se enfureció y ordeno a aquellos que guardaron la compostura sin cometer idolatría a que castigaran a sus hermanos. Como resultado de la batalla cayeron tres mil hombres. En la Torá se afirma que el pueblo había cometido idolatría. Este término hace pensar que todo el pueblo era responsable por tal aberración, Shemot (Éxodo) 32:1 35: "Vaiar haam ki boshesh Moshé laredet min hahar vaikahel ham al Aharón
Vaitparkú kol haam et nizmé hazahab asher beoznehem
vaiesheb haam leejol vesható vaiakumu letzajek
lej red ki shijet ameja asher heeleta meertez Mitzraim
raiti et haam hazé viene am keshé oref hú
vaiashk et bené Israel
me asá lejá haam hazé
vaipol min haam baiom hahú kishloshet alfé ish
" "Y vio el pueblo que tardaba Moshé en descender del monte y se abalanzó el pueblo sobre Aharón
Y se quitó todo el pueblo los zarcillos de oro de sus orejas
y se sentó el pueblo para comer y beber y se levantaron para divertirse
ve, desciende, porque se corrompió tu pueblo que hiciste subir de la tierra de Egipto
vi a este pueblo y he aquí que es pueblo duro de cerviz
a hizo beber a los hijos de Israel
¿Qué te hizo este pueblo?... y cayeron del pueblo en ese día como tres mil hombres
" Si bien cayeron sólo los responsables, unos tres mil hombres, los demás que estaban allí no hicieron nada para impedírselo y se convirtieron así en cómplices. "Kol Israel arevim zé lazé" "todo judío es responsable uno del otro" dice la ya popular frase. Es tan cierto que aunque la minoría llevó a cabo el pecado del becerro de oro, por no haber intervenido los demás son tan responsables como los primeros. Nosotros podemos mirar para otro lado cuando un hermano se asimila o se aleja del camino Divino, pero eso nos hace responsables de lo mismo, o podemos intervenir y tratar de solucionar como podamos la situación. Utilicemos nuestra responsabilidad con seriedad y convicción como Moshé y la tribu de Leví para guiar al pueblo y ayudarlo en la senda del acompañamiento Divino. |
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