 | Re: Pregunta al rav Daniel y a los foristas |
Estimada Ana: Yo tampoco soy judía, y puedo garantizarte que no es peligroso leer nada. Pero que son extremadamente peligrosos grupos y sectas de la más diversa ralea. Mi convicción es que hay que huir de los grupos, por principio, cuando no se tiene certeza acerca de cuáles sean sus pretensiones, su naturaleza o finalidad. Los caminos que guían a cada cual son imprevisibles. Acaso muchas personas se sienten atraídas por la cabaláh para, al cabo, terminar descubriendo la Torá. Pero me atrevo a decir que no es la cabaláh algo que deba interesar en mucho al común de nosotros. Antes bien, creo que ha de ser objeto de estudio para rabinos, para estudiantes de ieshivá, acaso, para judíos con largos e intensos años de estudio a sus espaldas. La cabaláh no es un juego. Personalmente, creo que no debemos dejarnos tanto seducir por lo esotérico que parece emanar de la cabaláh. Creo que no estamos para eso. Hay una Torá, hay 7 principios noájidas (para los no judíos), y hay infinidad de cosas por hacer, antes de meterse uno a investigar en materia de cabaláh. Algo dijo alguien estos días en el foro, que me llamó la atención. Hay diversas razones por la que uno puede llegar a acercarse a la cabaláh (o a la Torá). No sirven el prurito personal de estar bebiendo de una fuente de saber exclusivo; no sirve clase alguna de narcisismo; menos que nada sirve algún interés monetario o personal. Tenemos proyectos, finalidades, tenemos cosas por hacer, y estamos para hacerlas: y el trecho es largo, muy largo (a veces, infinito), antes de acercarse a sondear en la cabaláh. Son mis ocurrencias, al hilo de los mensajes que han desfilado por acá en los últimos días. Para todos, mis brajót. |
12 febrero 2008
parashah: Re: Pregunta al rav Daniel y a los foristas
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